MI VIDA EN EL INTERNADO V, El AROMA A MACHO ME....

Descubierto por el aroma de Miguel...

MI VIDA EN EL INTERNADO V, El AROMA A MACHO ME DELATA

Me tiene súper entusiasmado saber que varios siguen esta saga de relatos de experiencias vividas y es genial disfruten con ello. Les comparto otra parte de estas series de vivencias sigan comentándola y valorando....  Si bien se puede entender por si sola esta parte, es mucho mejor leer las anteriores y puedan entrar en este mundo del placer...

El haber conocido un segundo macho a la altura de Miguel fue un gusto inmenso, estuve toda la semana con su olor por todas partes una mezcla a semen, sudor y saliva, todo ello fusionado con su aroma era un perfume que me tenia completamente ido, esto me hacia estar con mi verga dura y mi culo palpitando en varias ocasiones, ese aroma me recordaba cada momento vivido en los dormitorios mientras Miguel me hacia suyo y me marcaba para siempre (debo confesar que dormía con la ropa usada en aquella ocasión, la cual guardaba el olor de ese macho en su pleno apogeo), además no ayudaba mucho en que Miguel fuese cercano y me bromeara en cada momento que nos encontrábamos en algún lugar.  Por otra parte de una u otra forma sentía nuevas miradas sobre mi y  habían chicos que dirigían su mirada cada vez que pasaba cerca de ellos y más de alguno me regalo una cara de calentura y deseo por descubrir porque mantenía aquel aroma por mi cuerpo y a unos cuantos les mire una erección que se me hacían apetitosa

Frente a lo vivido y el aroma con el que fui marcado (sin contar la mordía en mi hombro) me moría de miedo que Roberto, quien me inicio en este mundo de calentura, descubriera que había sido usado por otro hombre, me aterraba la idea de que me pegara o peor aun me dejara de usar a su entero placer, solo me calmaba mi angustia todos los recuerdo vividos por este par de machos.  Si bien los primero días esquivaba encontrarme con Roberto mi cuerpo y mi ser me reclamaban por él, aquel que se llevo mi virginidad y me enseño nuevas cosas.

Como tengo "tan mala suerte" me toco quedarme un fin de semana en el internado sin ir a casa, en esos días la cantidad de chicos disminuía y solo quedamos muy pocos además que te dejaban libre para poder salir fuera de este y volver en los horarios establecidos.  Estaba disfrutando de mi espacio de libertad y aproveche de visitar la lavandería (esta quedaba al final del pasillo que da hacia los dormitorio) para dejar mi ropa sucia, saliendo de regreso choco con un chico a la salida del primer dormitorio, antes de levantar mi vista reconocí de inmediato ese cuerpo, !era él¡, Roberto, no podía creerlo lo trate de evitar todos estos días y me lo topo de esta forma, quede totalmente embobado viéndolo, su sonrisa, su porte, su brazos fibrados, sus piernas gruesas,  su color de piel morena, sus labios, todo de él me atraía, pero su paquete era lo que más se marcaba y eso me fascinaba, estaba en ese transe cuando lo oigo.

Roberto: Hola pequeño, tan desaparecido que andas.

Yo: Ehh, Hola Roberto!

No supe que me paso pero atine a abrazarlo, con ganas de sentir su cuerpo tocando el mío.

Roberto: Vaya, vaya, calma que me quitaras el aire...

Yo: Perdón, fue una reacción sin pensarla..

Roberto: Vale, pero dime ¿por qué has estado tan lejano estos días? Pensé que me deseabas ¿o me equivoco?

Yo: Me he estado acostumbrando a este lugar y se me ha ido el tiempo...perdón.

En ese momento se me acerca, me toma de la cintura y me apega a su cuerpo colocando sus labios muy cerca de mi boca...

Roberto: ¿Y si aprovechamos este espacio a solas?

Yo: ufff.... lo que tu digas... sabes que me tienes.

Sin más, Roberto me muerde el labio inferior y me da un beso que me quita el aire... pero no solo le basto aquello con su dos manos grandes y fuertes me toma mis glúteos y me los masajea de una forma intensa que mas da de un gemido me arranco...

Yo: Uff,, uff Roberto... se siente rico...aghh

Roberto: Tendrás que compensarme todos estos días sin tu boquita y ese culito que pide a gritos ser devorado, mira como me colocas.

Aquel macho toma mi mano y la aprieta contra su paquete, aquello hervía, sacando su calor por sobre el short, simplemente me derritió e hizo que levantara mi cola afirmándome de su abdomen.

Roberto: Eso me gusta de ti pequeño, siempre deseoso de satisfacerme...

Sin soltarme y como si fuese una pluma me lleva para dentro de su dormitorio, cierra la puerta y me dirige a su cama...

Roberto: Bajaremos el colchón, porque las ganas que tengo de follarte hará que desarmemos la cama.

Escuchar esas palabras, hizo que se me erizara la piel...me sonroje pensando en cómo aquel macho me haría suyo con su fuerza, su presencia y esa voz ronca que invadió el dormitorio haciéndome temblar por completo... De rodilla, me coloco delante de él dándole la espalda, me abrazo e introdujo sus manos bajo mi polera, bajo con sus manos recorriendo mis costados hasta llegar a mis short, los tomo y me los saco rozando mis piernas, después subió por ellas y se detuvo en mi culo, ufff sentir sus manos firmes y calientes junto a ese rose era genial.

Roberto: Veo que no aguantas sin tu macho...me encanta tu piel, suave y tierna... ese culo me llama a que te folle ahora mismo....

Yo: uff.. tus manos...te echaba de menos...

Roberto: ¿Entonces por qué no me buscaste?

Yo: Te había dicho que se me fue el tiempo...

Roberto: No me mientas....

Yo: ¿Por qué me dices eso?... sabes que soy tuyo y tú eres mi macho.

Estaba aterrado, ¿habrá  descubierto que fui follado por Miguel?...no lo sé pero a esa altura solo temía a ser rechazado por Roberto.

Roberto: Pequeño, reconozco tu aroma y lo que huelo aquí no es solo el tuyo, si bien se ha intensificado tu olor y eso me gusta pero sé que alguien más disfruto de ti y eso no me gusta.

Estaba paralizado... perdería a Roberto, mi primer macho y del quien deseaba tanto aprender.

Roberto: ¿Que te sucede?

Yo: Creo que me dejaras...

Roberto: ¿Quien te dijo eso?, yo soy el que decido aquí, soy tu macho y lo debes saber... pequeño no soy tonto y sé que muchos de te desean, los he visto como te miran y a varios he pillado como se soban el paquete mientras pasas por el lado de ellos.  Solo que no esperaba que tan pronto uno ya haya tenido ese gusto de probarte.

Yo: ¿Qué me quieres decir?

Roberto: Que si me da la gana les rompería a más de uno su madre porque tú eres mío, pero veo que la mejor forma es que sepas quien es tu verdadero macho, fui el primero en tenerte y los demás deben entender que no habrá otro como yo, que se enteren de que me deseas con tan solo verme, que tu culo se mueva y palpite por mí. Además no me gusta que esta marca en tu cuello sea de otro y ya sé como remediarlo.

Di vuelta mi rostro, lo vi con una mirada llena de lujuria y una sonrisa de placer disfrutando con antelación lo que haría pronto, aquello me hizo sentir completamente a su disposición. Roberto me toma firme presionándome con su pecho y músculos que estaban completamente tensos y calientes, se encontraba lleno de deseo y empieza a besarme el cuello dándome una mordida fuerte dejando una segunda marca más grande que la de Miguel, fue un dolor inicial que no podía soportar y entender pero que se volvió placer al sentir a Roberto como hurgaba con su dedo húmedo por la entra de mi culo y pasaba su lengua por su marca, reclamando lo que es suyo. Con su voz ronca que me dejaba completamente indefenso y deseoso de él, me dice.

Roberto: Pequeño entenderás que no hay otro macho a parte de mi, desearas darme placer en cada momento, me suplicaras que te folle una y otra vez, que te enseñe aquello que aun no has descubierto y estarás para mí cuando yo quiera.

Saco su lengua, bajo lentamente por mi cuello, paso a mi espalda mientras sus manos me afirmaban por el costado, su lengua llego hasta el inicio de mi cola, se detuvo un momento, suspiro profundo como el bufido de un toro y siguió abriéndose paso firme sobre mis glúteos se detuvo en la entrada de mi culo reconociendo lo que era suyo, con una mano presiono mi espalda para quedar en cuatro ofreciéndole completamente mi cola en primer plano, abrió mis nalgas y repaso con su lengua cada centímetro de la entra de mi hoyito provocándome gemidos guturales, pero no quedo ahí, sin previo aviso introdujo su lengua dándome remolinos que explotaba mi interior con placer...

Yo: Ohhh, ufff ¿Que me haces?

Roberto: Enseñándote lo que es hacer gozar  a  tu macho..

Yo: Por favor sigue...ahgg ufff.

Roberto: Yo decido cuando seguir y cuando parar....

Siguió dándome lametones e introduciendo su lengua la cual empezó alternar con sus dedos húmedos y calientes, realmente me encantaba ese hombre, sabía lo que hacía.... Paro de una y empezó a morder mi hoyito lo que me provoco una corriente por todo el cuerpo y levantar mi cola al máximo, Roberto no desaprovecho aquello y hundió su cara aún más en mi culo, lamiendo, chupando y mordiendo todo lo que era suyo.

Yo: uff...haagg... haaam que rico como me comes...ahggg

Roberto: Esto es la preparación para lo mejor que viene...

Se levanto apuntando su verga a la entrada de mi culo, lo mire deseando poder probarla degustándola junto a sus dos inmensos huevos que colgaban de una forma sensual. Roberto solo miro y sonrío...

Roberto: Como castigo no lo probaras y quedaras sin su sabor, seré yo quien disfrute ti y tu solo ofrecerás aquello que te pida y lo que deseo ahora es tu cola...

Me tomo la nunca y la presiono con su mano sobre el colchon y con su otra mano me dio un nalgazo que retumbo por el dormitorio dejando mi piel roja y sensible, me provoco una mescla de dolor y placer, sabía que mi macho es aquello lo que quería y debía obedecerle... Se acerco a mi oído y con su voz firme y ronca penetro mi interior...

Roberto: Eso fue porque no me buscaste y dejar que otro te use.... pero lo que viene será para que me pidas que te folle siempre...

Es ahí que sentí el glande de Roberto, me quemaba la entrada del culo y este le respondía palpitando clamando que entrara, mi macho fija sus manos en mi cadera empinándome más el culo, deja caer su saliva directo sobre mi hoyito el cual ya estaba rojo y palpitando de tanto ser comido... en un segundo siento como empieza a ser presión sin parar, cada vena de su verga se hace sentir mientras bombean sangre a aquel pedazo de carne hirviendo, haciéndome caer a un estado de placer que exploto al sentir los pelos recortados de Roberto en la entrada de mi culo y sus huevos chocar con mi culo.  Roberto solo resoplo e inicio su movimiento acelerando cada vez mas, inundando el lugar con bufidos y sonidos de choques de su verga con mi culo....

Roberto: uff pequeño que apretado lo tienes...esto es lo que quiero... toma, toma, recíbelo entero..

Yo: Hayyy Roberto lo siento todo, si hazme tuyo... lléname...es todo tuyo...hagg uff...mmm...

Roberto: Toma fuerte, pafff... Cometelo todo... aprieta rico...si.... sabes que me necesitas....sabes que quieres mi leche... toma mierda... no me dejes esperando más....

Yo: hagg...uff..hay...

Estaba completamente rojo apoyando mi cara en el colchón con el culo empinado y ardiendo por la follada que recibía de Roberto quien no paraba, sus embestidas eran cada vez más fuertes y sus manos me sostenían sin poder liberarme. Soltarme es lo que menos quería en ese momento, deseaba hundirme por completo en esa verga y no salir más de ahí, aquel macho estaba enojado, con ganas de destrozarme el culo y lo estaba haciendo...mis cola chocaba con su cuerpo y rebotaba haciendo que Roberto me diera más fuerte y llegara a remover todo mi interior...en cada embestía sentía un placer que me nublaba la vista...solo atinaba a gemir y empezar a babear por lo que estaba sintiendo... estaba totalmente indefenso al placer que Roberto sacaba de mi... El colchón se movía del suelo por la fuerza que aplicaba Roberto en cada estocada que me daba con su verga, era todo un semental y su calor corporal me invadían por completo.  No supe que me había hecho ese macho pero me tenia completamente dilatado, no solo mi culo sino cada poro de mi cuerpo...deseaba con no parara nunca... que me llenara por todos lados, Roberto me levanta de mi hombro con una mano arqueando mi espalda y levantando mi cola, me apega a su cuerpo caliente me abraza fuerte, bufando en mi cuello y acelerando su embestida aun más haciendo elevar mis rodillas con cada metida de verga que recibía....

Roberto: Pequeño, ahora te llenare...ufff...te dejare mi leche...mmm, ahgg.... y quiero que te la guardes por todo el día...aggg que culo...  toma pequeño....recíbela...

Siento en ese instante como la verga de Roberto quema y se hincha empezando a botar una cantidad de leche que me hace desfallecer y gracias a mi macho no caí, lo último que sentí fue como la leche salía por mi culo con su verga aún adentro de mi hoyito y de reojo vi como en el ventanal del dormitorio alguien se alejaba silenciosamente, después me desvanecí..

Al abrir mis ojos me vi tendido con Roberto encima de mi, llamándome...

Roberto: Pequeño, pequeño, despierta... ¿Estás bien?

Yo: ahh, ¿Que paso?

Roberto: Uff... que me dejaste preocupado, te desmayaste....

Yo: ¿Queeeée?

Roberto: Así es... pegaste un gemido fuerte y te desplomaste en mis brazos mientras aun te llenaba con mi leche...

Yo: uff lo siento, sentí muchas emociones...no pude aguantarlas...

Roberto: Jajajaja veo que no solo yo disfrute...pero no lo hagas más que me preocupaste y mira que no te quiero soltar aún...

Yo: Jejejjeje gracias... Roberto aunque otro me posea debes saber que siempre serás mi macho y estaré para lo que tu desees y digas.

Roberto: Lo sé pequeño. Mira como me la tienes de nuevo...

Yo: Ufff tu nunca paras...

Roberto: Bueno para que te mejores dejares que la limpies.

Yo: Sin pensarlo dos veces, me relamí e inicie mi labor limpiando toda la  leche de su tronco y verga dejándola reluciente, pasando mi lengua por cada centímetro de esa verga y huevos.

Roberto: Veo que quedaste con hambre.

Sin avisarme empezó a follarme la boca como desenfrenado, sacándome lagrimas y varias arcadas, no sé si me acostumbraría al tamaño de esa verga pero me encantaba, acelero el ritmo acortando mi momento de placer, descargando una segunda tanda de leche... Roberto solo bufaba como me gustaba escuchar su voz ronca y profunda. Se lo limpie nuevamente y junto a ello sus dos bolas que colgaban triunfante y mas descargadas.

Roberto: No se me ha olvidado que estas en capilla, jejejeje así que no disfrutes tanto.  Ya vamos a tomar once que si no se nos pasa la hora.

Roberto dejo el colchón en su lugar, nos vestimos pasamos a los baños pero yo cumplí mi deber de mantener su leche en mi culo. Camino al comedor sentía como mis piernas se mojaban con su leche, pero lo mejor fue que al sentarme pude sentir como mi culo reaccionó adolorido y caliente por mas leche, haciendo que mi verga nuevamente se pusiera dura, se me escapo un pequeño quejido de dolor y placer al tacto de mi culo destrozado con el asiento, me sonroje, sonreí tímidamente y empecé a tomar mi once pensando que nuevas experiencias me depara este internado...

Gracias una vez más por su paciencia en su espera por una parte más de esta saga, si bien lo vivido es real me ha costado rememorar cada detalle y poder adaptarlo a un relato ameno y caliente para ustedes.  Espero en cada parte publicada, su parecer y su valorización.