Mi vida en el internado ix, por ver la tv

Un nuevo hombre me usa para su entero placer, ver la TV no siempre es monotono jejeje

MI VIDA EN EL INTERNADO IX, POR VER LA TV

Saludar a todos los lectores que siguen esta serie de relatos, agradecer a quienes me enviaron mensajes consultando por su continuidad y preguntar que me había sucedido, a ellos en especial este relato.  Solo compartir que he tenidos días complicados y cargados emocionalmente pero es parte de la vida y nuevamente estoy de regreso por estos lados para seguir compartiendo aquellos momentos vividos y poder calentar nuestros días descargándonos con una buena historia

Aún no podía creer haber ganado aquel juego de las escondidas, deje callado a varios compañeros que solo se quejaban porque no jugaba al futbol, deporte que no me gusta nada, bueno casi nada, solo me gusta ser espectador, para ver a cada macho que corre de un lado para otro tras el balón tambaleando sus huevos y vergas, aquello me hipnotizaba.  La semana de descanso ganada a esfuerzo y sudor, me sirvió para reponer mis energías que habían sido dedicadas a satisfacer a cada macho que uso de mi y busco descargar virilidad en mi cuerpo y ser.  Mi culo y mandíbula aún se encontraban resentidos de tanta verga que tuvo que albergar, frente a ciertos movimientos que hacía en alguna actividad me despertaba la sensibilidad que me quedaba y  me hacia recordar los momentos sexo que recibí en dicho juego,  mi cuerpo pedía más.

Aquel fin de semana me tocaba quedarme por lo que el viernes podíamos ver hasta tarde televisión o alguna película que se arrendaba. Era toda una odisea ganar un espacio en el sillón principal del salón, aquel era el mejor lugar, por lo que a la cena todos comían rápidamente para asegurarse tener el mejor asiento, por mi parte hacia mis cosas más calmado y si alcanzaba lugar  bien, no me gustaba entrar en discusiones que se generaban por dichas tonteras, al final  termine de cenar casi de lo últimos y ordenar mis cosas, al ingresar al salón donde veríamos la TV pude ver que todo estaba lleno, no me quedaba de otra que acostarme o colocarme al fondo en un espacio donde se pudiera ver bien, cuando estaba pensando que hacer escucho la voz de Miguel, sin duda podía reconocerla donde fuese,  lo vi sentado en primera fila, en el sillón de tres cuerpos estaba él junto otro chico grande cómodamente sentados

Miguel: Hey pequeño, ven acérate, te hago un espacio.

Me puse completamente nervioso, no esperaba dicha invitación. Además ver la mirada fulminante de los demás sabiendo que estaría en un buen lugar a pesar de ser uno de los últimos en llegar, no era muy cómodo.

Miguel: Vamos que espera, coloramos pronto una película y se ve buena.

Avance súper avergonzado y vi que Miguel palmeaba con su mano izquierda la parte del sillón donde me sentaría, se corrió hacia el costado derecho haciendo el espacio.  Mientras me sentaba vi de reojo a un Chigo negro súper grande sentado al lado izquierdo del sillón, a él lo había visto el primer día que me instale en el dormitorio. Solo atine a decir:

Yo: Permiso.

Miguel: Pequeño, tu siempre tan formal, vamos siéntate que luego llega la peli para colocarla.

En ello Miguel levanta su tronco y mira al chico que estaba ahora a mi lado izquierdo.

Miguel: Hey Julián, este es el pequeño, te lo presento, ya lo debes ubicar es nuestro compañero de pieza ¿supongo no te molestara se siente con nosotros? mira que atrás no verá nada.

Julián: Obligado a estar más apretado.

Me moría de vergüenza, no sabía dónde meterme.

Yo: perdón, si quieres me salgo

Julián: Jajaja broma pequeño, no me molesta para nada, menos si fuiste el ganador del último juego que tuvimos.

No podía creerlo, de entrada ya me decía pequeño, no me molestaba pero esa confianza tan inmediata  me ofuscaba un poco.

Yo: Gracias, mira que estaba a punto de acostarme y gracias Miguel por el espacio.

Mire a Miguel por un momento y ya babeaba por él, ver sus ojos azabache, su sonrisa, su barba y se sentir su aroma me volvía loco, me revolvió el pelo y se volvió a acomodar

Miguel: Ya relájate, si no cuesta nada.

Estar entre esos dos machos me colocaba nervioso, a Miguel ya lo conocía entero, eso me gustaba: su bellos, su aroma, su músculos, su sonrisa, su sudor y saliva, su voz, su presencia, su pasión, no podía sentirme más seguro en ese momento, si bien no le expresaba explícitamente las ganas que tenia de estar encima de él por la situación en la que estábamos, aquel Macho sabía perfectamente que me tenía a su merced y su mirada me lo decía todo y al parece a él le gustaba aquello.  Por el otro lado Julián si bien de lejos se veía mas que apetecible, de cerca su color intenso y su olor con un deje a chocolate y tabaco, me provocaban una ganas de lanzarme encima de él ahí mismo para probarlo entero, era extremadamente guapo, sin ningún pelo a la vista y su piel brillante y oscura, sus músculos fuertes e inmensos, ganas de que te apretaran, sus palmas de las manos blancas hacían contraste con su parte posterior oscura eran enormes, sus dedos gruesos y largos, ufff ganas de metérmelos en la boca.  Sentía que me subía un calor, por lo que decidí dejar de observarlo.

Llego la película, era un anime "Dragon Pink", puede notar que había un clima más alterado de lo común y una vez todos ya más concentrados en la TV, me pude dar cuenta el motivo, era una especie de Anime con toques eróticos y en varias escenas alguna especie de sexo entre las distintas razas de los protagonistas, si bien la historia era relajada aquello no ayudaba mucho.  La noche estaba fría y me arrepentía de no estar con algo más abrigado.

Miguel: Hey chicos les incomoda si extiendo un frazada, mira que estoy muerto de Frio.

Julián y Yo: para nada, nosotros andamos en las mismas.

Vi a mi alrededor, la mayoría ya estaba cubierto con una frazada o ropa manga larga, la luz del salón estaba apagada y todos concentrados en la película, con los ojos sin pestañar.  Aquello era un mar de hormonas hirviendo, pude notar mas de alguno con su verga tiesa.

Me concentre en la película e imaginaba cada escena de sexo que mostraba era con Miguel dándome, cuando siento un pierna pegarse a mi muslo y una mano posarse firmemente, quede completamente helado.  Era Miguel, hervía su piel, lo vi de reojo y note un brillo en su mirada apuntándome fijamente.  Tomo mi mano por debajo de la frazada y lentamente la llevo a su verga, aquello estaba durísimo y mojado, mi cuerpo respondió con una corriente y apretando más fuerte su verga de aquel macho, pude notar que mordía sus labios simuladamente,  no sabía qué hacer, estaba lleno de chicos y solo una ropa de cama cubría lo que estaba haciendo en ese momento.  La verga de Miguel era genial, si bien la sobaba por encima del pantalón su calor traspasaba la tela de su short, él tenía el pie derecho pegado a su glúteo y la rodilla elevada, lo que formaba una especie de carpa y no se notaba ningún movimiento.  Pase a su pierna, tocando suavemente sus bellos recorriendo cada centímetro de su muslo, me tenia completamente erizado.  En un momento sentimos un movimiento de Julián, así que rápidamente nos apartamos, esperamos un momento y siento nuevamente como Miguel se acomoda apegándose aún más a mí. Su pierna me quemaba y me mojaba, aquello me encantaba, su aroma me tenia fuera de mi y poco a poco me derrumbaba los limites de cordura, le respondía rozando mi pierna lentamente a la suya y alternaba mi mano subiéndola por sus muslo interno y sin poder aguantarme mas, metí mi mano por debajo de su short tocando sus huevos y la cabeza de su verga que emanaba chorro de precum, junte lo más que pude en mi mano ordeñando su cabeza, cerré mi mano y la retire lentamente tratando de no perder nada, espere un rato y la saque de la frazada, veía como Miguel simuladamente fijaba su mirada en mi esperando a ver qué hacía para él, con aquella mirada y olor que me tenían a mil complací a mi macho, acerque mi mano simulando que tapaba mi boca para bostezar, sin apartar mi mirada de él y previamente fijándome que no estuvieran notando lo que sucedía los demás compañeros, saque mi lengua y recibí todo el liquido de Miguel, aplastando la palma de mi mano a mi lengua y labios, él no podía creerlo, sus ojos completamente abiertos por aquella sorpresa, por debajo de la frazada aprieta mi muslo fuertemente, haciendo estremecer mi culo por la lujuria de aquel macho, marcando sus dedos en mi piel.

No pude mas y me pare dirigiéndome a los baños, pude notar que quedábamos poco y la película estaba por terminar, llegue a los baño me moje la cara para calmarme un poco y solo sonreí mirándome al espejo, notaba mi verga aun dura, por lo que debía bajar mi calentura, me dirigí al cubículo y me senté en un WC con la puerta junta intentando sopesar aquel momento estaba aun temblando por la emoción, me encontraba en ello cuando entra Miguel, cerrando con pestillo la puerta detrás de él.  Tenerlo ahí de pie con su mirada de salido y notando su verga durísima en el pantalón, era una imagen que me quedaría presente por un buen rato.

Miguel: Hey pequeño, me has dejado a mil. Me encanto que te comieras mi precum  frente a todos.

Yo: Tú me alteras, no sé cómo, provocas algo en mi que no puedo manejar

Miguel: Sabes que soy tu macho, ven no me hagas esperar y cométela como tu saber hacerlo.

Tomo mi nuca y pego mi cara a su verga, me quemaba la cara, lo mire suplicándole que me dejara probarla, me respondió con una sonrisa tremendamente sexy, baje su short con una mano mientras con mi nariz pegada a su pelvis aspiraba su olor intenso que me penetraba de una forma única, saque mi lengua y empecé a pasarla de la base de aquel hermoso tronco hasta la punta de su cabeza, sin despegar mi lengua y dando una calada profunda a su olor, me metí su verga lentamente recogiendo su precum y sudor, apretaba mis labios a su carne hasta llegar a los pelos de su base, Miguel me sujeto sin soltarme, me ahogaba pero aguante lo mas que pude, estando rojo al máximo mi macho me suelta y puedo tomar aire nuevamente, empiezo a sentir como inicia un movimiento de caderas frenético, estaba salido, sus huevo me golpeaban el mentón, sus pelos me raspaban la cara, su verga traspasaba mi boca y campanilla, empecé a babear y solo querer recibir aquello que hervía y sudaba, Miguel bufaba como el sabia hacerlo, era un llamado para su pequeño

Miguel:  uff pequeño, mmm como me calientas, mierda como me tenias de duro, toma verga, es de tu macho, no dejes nada...toma, dale chupa Eso...mmmm...ufff

Aquello eran ordenes para complacer, no esperaba más, me afirme en sus muslos, y acelere el ritmo de mi mamada, no me cansaba de mamar la verga de Miguel, su sabor salado y su aroma sin duda han sido lo mejor que he probado.  Por un momento sentimos un ruido, así que nos detuvimos, quede con la verga completamente ensarta en mi boca, paso el rato y no sonó nada mas, por lo que Miguel inicio su movimiento, no apartaba su mirada de mi y eso me volvía loco, mi culo palpitaba reclamándome ser atendido y como si mi macho me leyera sin problema, salivo sus dedos y metió su mano por entremedio del short introduciendo sus dedos en mi culo, me acomode como pude para levantar mi culo y sentir sus dedos adentros mientras comía su verga como se merecía.  Miguel empezó a dedearme de forma brusca, eso me gusto, mientras con la otra mano me tomo del pelo y empezó una follada brutal en mi boca, estaba siendo usado por él, un pie lo tenía  apoyado en el WC y el otro en el suelo, mientras recibía la verga y los dedos de aquel macho. Estaba disfrutando de ello cuando Miguel me da vuelta exponiendo mi culo a él, sin previo aviso inserta su cabeza en mi agujero haciendo estremecerme, sin parar la va metiendo hasta el fondo, le respondía gimiendo y tiritando por el placer que me provocaba. Miguel se apega lo mas que puede a mi cuerpo y apoya su cabeza en mi hombro.

Miguel: Pequeño, no paso día sin ganas de tenerte así, eres mío, entiende eso.

Me aprieta súper fuerte con su cuerpo y me da una follada salvajemente, se notaba las ganas acumuladas que tenia aquel macho, sonaba sus huevos en mi culo, su verga se daba paso en mi orificio que palpitaba del puro gusto de sentir esa pedazo de carne, no quería que terminara y a Miguel al parecer ya no le importaba que nos pillaran, me daba cada vez más duro, podía apenas afirmarme con las manos en el estanque del baño, mientras Miguel se concentraba en follarme, masajeaba mis glúteos en cada embestida, escupía la entrada de mi hoyito e introducía una y otra vez su fierro hirviendo en mi interior, me quemaba cada centímetro que entraba, perdí la noción del tiempo estando ahí con mi macho.

Miguel: Ya viene pequeño, toda mi leche, recíbala en es ese culito que tienes, no la sueltes, duerme con ella adentro.

Yo: Ufff si, lo que tú quieras, pero no pares por favor...ggg...mmm que rico me das

Sentí como Miguel aprieta sus manos en mis caderas, y me da una estocada tan fuerte y profunda que me arranco un quejido, justo en el momento que llego al fondo y exploto cantidades considerables de semen en mi interior, él solo bufaba y no me soltaba. Cerré mis ojos, tire mi cabeza hacia atrás chocando con el pecho de Miguel y conté unos 7 chorros de leche que se escurrían por mi orificio y mis piernas, la sensación de como escapaba el semen por mi hoyito que estaba lleno de verga de Miguel era genial.  Al abrir mis ojos parecí ver una mano enorme apoyada en la pared del cubículo de al lado la que desapareció rápidamente, no daba más y poco a poco fuimos calmando la respiración.  Miguel me besaba la nuca y lentamente salió de mi culo, siento su mano pasar por mis piernas y la raya de mi culo recogiendo aquel semen caído, me da vuelta, me mira fijamente y me nuestra su mano.

Miguel: Hey pequeño esto es tuyo, ven por tu premio.

Lo mire, le sonreí, me apegue a él que estaba completamente sudado, sin apartar mi mirada de sus ojos que me hipnotizaban, saque mi lengua y la pase por toda su mano llena de semen, chupando cada dedo repleto de su liquido.  Miguel me miraba de una forma tan caliente, con el otro brazo libre me apretaba con su cuerpo, reclamándome como suyo sin querer soltarme, una vez que limpie su mano él solo sonrió, acerco sus boca y me dio un beso intenso que me quito todo el aliento, sin duda se llevo parte de mi en ese beso y deposito parte de él.  Me desordena el pelo y sale del cubículo sigilosamente.

Me quede ahí sentando tratando de asimilar lo vivido, creo que empezaba a sentir cierto cariño por Miguel. Estaba en mis pensamientos cuando siento que frente a los urinarios se para alguien, mi puerta había quedado entre abierta y ya no me daba el tiempo para cerrar sino se escucharía el sonido y pensaría que estoy espiando.  Mi sorpresa fue al ver que era Julián, debe alcanzar fácilmente los 1.95 de altura, sus piernas eran inmensas, sus hombros y sus brazos, ufff todo en el era oscuro y brilloso, su culo a duro y respingón tapado a medio camino por el short, veo que empieza a caer un chorro amarillo entre sus piernas que estaban semi abiertas, era todo un espectáculo y por la potencia de ese chorro me hacia imaginar lo que se gastaba para que saliera tal cantidad y con tanta fuerza, baje por sus piernas y me quede mirando sus pies grueso, grandes, toscos, apetecía probar aquello, no me di cuenta en qué momento termino de orinar, cuando lo escucho.

Julián: Veo que no fue al único que le motivo la película.

En ello levanto mi mirada y veo a Julián mirándome fijamente, sus ojos con aquel verde oscuro, combinaban a la perfección con su color de piel y sus rasgos, se da la vuelta y me muestra su verga semierca moviéndola de un lado a otro.  Queeee, eso era una enorme, en ese estado ya estaba en unos 20 cm, que comían ahí que tanto les crecía.  No supe que decir, pero mi cuerpo reacciono por si solo abriendo mi boca y cayendo un hilo de saliva al suelo.

Julián: jajaj veo que te dio hambre.

Yo: pepepero... que dices.

Sin esperar que le respondiera, Julián mira al rededor y se acerca a mi sin apartar su mirada y al igual que Miguel cierra la puerta tras de sí.

Julián: Vamos no te harás el tímido ahora, mira que vi lo mas bien que te comías el semen de Miguel con tu mano en el salón.

Yo: Julián, creo te equivocas...¿enserio crees que viste eso?

Julián: Vamos mira que tengo buen vista, y se al tiro cuando veo un putito goloso como tu. Además vi que Miguel salió hace poco del baño y con una sonrisa que me hace pensar que lo dejaste bien satisfecho.

En aquel momento Julián coloca su mano sobre mi cabeza revolviendo mi cabello, lo tenia extremadamente cerca, su  verga ya estaba durísima frente a mis ojos y yo solo atinaba a babear,  mientras miraba ese mástil de color negro oscuro, que brilla de lo negro que era, aquello lo remataba una cabeza gorda rosada bien formada con un liquido preseminal brotando del ojete de esa cabeza, sus huevos colgaban y eran más grande que dos bolas de tenis, todo completamente depilado y brilloso, aquella visión me hizo producir una enorme cantidad de saliva, debiendo tragarla y generando un sonido gutural que aquel macho detecto.

Julián: Veo que tu cuerpo reacciona antes que tu voluntad, eso me gusta, una putito siempre goloso pero obediente, ven ¿qué espera?, abre esa boquita tan apetecible que tienes y muéstrame que tanta hambre tienes

Sus palabras rebotaron en mis oídos llegando a mi cabeza presionando aquel interruptor que me detenía y lo que dio paso a que la calentura me invadiera en ese momento recorriera mi cuerpo, sin pensarlo mas extendí mi lengua y empecé a lamer aquella verga como si se trata del mejor helado que había probado hasta aquel momento, su piel era levemente áspera, hervía, palpitaba en cada centímetro que mi lengua cubría, su color me hipnotizaba, su aroma a chocolate y tabaco provocaba devorar aquello, no podía creer que mientras saboreaba la base de su tronco la punta de su verga pasaba mi cabeza, aquello era enorme. Sin duda Julián era un tremendo hombre y todo aquello era proporcional a su estatura y lo mastodonte que era, mi lengua no terminaba nunca de recorrer su trozo de carne y a media que llegaba a la punta no aparte mi mirada de Julián.  Él sin duda tenía una cara de salido, aquello lo encendió mas aún y tomándome del pelo me dirigió hacia sus huevo, su orden fue clara y tentadora.

Julián: Vamos pequeño, comete estos huevos que los tengo cargados para ti.

Mientras su mano me dirigía firme a sus huevos, vi aquellos huevos sin ningún pelo colgados de ese tremendo mástil, aquello era unos bolones hermosos, brillaban de lo oscuro que eran y el olor a sudor de macho que emanaban, era embriagados, salivé sin poder controlarlo, extendí mi lengua y deposite un huevo de aquel macho sobre ella, se sentía al rojo vivo quemando mi piel y su olor penetraba mi ser, el tacto hizo que Julián emitiera un leve bufido, aquello fue la motivación para desenfrenarme en aquel lugar.  Aspire lo mas que pude aquel olor para retenerlo en mi memoria y empecé una comida de huevos con todas las ganas que me producía ese mastodonte ahí de pie, lamí, chupe, babeé, olí, pasaba de un huevo a otro, me fue imposible tenerlo ambos a la vez en mi boca pero lo intente un par de veces y raspaba mi lengua con la piel de sus huevos, los bufidos de Julián iban en aumento y mis ganas no quedaban atrás, sentía como la verga palpitaba por mi mejilla y oreja, tenía una mano apoyada en una de su piernas que se sentían durísimas, uff que gusto y la otra la dirigí a su verga, aunque no podía abarcar su circunferencia por el grosor, si la mantenía firme y me gustaba el tacto cuando lo pajeaba, estaba haciendo disfrutar a aquel macho y eso me calentaba, estando en plena labor de complacerlo escuche lo que me temía pero que a la vez me tentaba.

Julián: Llego la hora pequeño, mira que ganas te tengo desde que vi ese culito cuando llegaste, ese culito llama a ser follado y hoy lo quiero probar. Date vuelta para mí.

Yo: ¿Hablas enserio? ¿Aquí dices tú?

Julián: Hey que no me cuestiones, aprenderás que cualquier lugar es bueno para tener una buena follada y yo quiero aquí y ahora. Ya date vuelta

Sin cuestionarlo más, me doy vuelta mirando hacia la pared, un poco asustado por lo que pasaría, cuando siento sus manos en mis costilla levantándome sin ningún problema, me ordena abrir las piernas y me sienta en el estanque del baño, quedando a una altura mas cómoda para él, quede con mi verga y cuerpo pegado a la baldosa de la pared se sentía fría, pero era una situación morbosa y eso me calentaba, Julián con una mano hacia presión en mi espalda para mantenerme sujeto en aquella posición, podía sentir su enorme mano abarcando buena parte de mi espalda me sentía aprisionado por aquel macho, atine a afirmarme con mis manos en las paredes laterales del cubículo, sentí en ese momento como un chorro de baba caía desde la parte alta de mi espalda hasta llegar a la entrada de mi cola, aquello me provoco un escalofrió que termino en un gemido de puro gusto.

Julián: Vaya vaya, así que eres bien goloso y sumiso pequeño, ya probaras un buen macho.

Siento un dedo grueso y áspero en la entrada de mi hoyito, haciendo presión en círculos, mi culo respondía palpitando a cada tacto de esa yema que estaba caliente, Julián se acerca a mi cuello oliendo, lamiendo y mordiendo y con una voz súper ronca, muy similar a la de mi primer hombre "Roberto", aquel que me marco y abrió a este mundo de placer.  Me dice

Julián: Hey pequeño, que culo más apretado tienes, no sabes toda la calentura que tengo acumulada por tu culpa, además se nota que te han llenado, uff que morbo, mi verga ya está como roca, eres un chico que le gusta la verga pero por sobre todo noto que te gustas complacer a machos como yo y eso me vuelve loco.  Me queda claro el trabajito que le has dado a Miguel jejej, por ello la sonrisa que llevaba ese cabro que no comparte esta ricura.  Quizás a cuanto más has descargado por aquí.

Julián sin duda me había leído por completo  en un instante, mi cuerpo delataba el gusto que me daba hacer disfrutar a un buen hombre, lo que él no sabía es que ya me habían usado 5 machos de aquel nivel.  El dedo de Julián no paraba en ningún momento de moverse y sentía como la primera falange entraba dándose paso en mi interior, ese dedo sí que era grueso y caliente, yo solo mordía mi labio para contener el placer que me daba estar así, sintiendo a ese machito pegado a mí y con su dedo ya todo adentro, apretaba su dedo sin poder controlarlo.  En eso siento como el frio invade mi hoyito, pero eso duró muy poco porque pude notar como la lengua de Julián se posa en mi entrada, humedeciendo todo y dándome lengüetazos profundos y calmados, ufff eso cubría todo haciéndome tiritar del gusto, ese mastodonte sabia sin duda como usar su lengua, la pasaba raspando y humedeciendo cada centímetro de la entra de mi culo, lamio mis nalgas, la raya del culo y terminó en mi hoyito hundiéndola por completo, todo en el era largo y grueso, uff se sentía genial.  Sin aparta su mano de mi espalda, con la que tenia libre abría un glúteo y lo soltaba para darse el espectáculo de como rebotaba cada nalga al volver a su posición original, lo repitió has taque quiso.

Julián: Pequeño, que culazo te gastas, quiero esas nalgas para follarmelas, ufff si vieras como palpita tu hoyito en estos momentos, ya no puedo más.

Aquel mastodonte se abalanza con fuerza presionando su cara a mi hoyito, lamiendo como desaforado alternándolas con chupadas y mordidas, una trilogía perfecta para sentir en mi culo, los sonidos de esa comida que recibía de aquel macho inundaban el baño, yo solo sentía placer y no me importaba si nos escuchaban, solo esperaba que nunca parara de comerme el culo, mi hoyito estaba súper sensible y pedía a gritos ser llenado, palpitando cada vez mas rápido. Siento como Julián saca su lengua de mi  interior y sin apartase de mi piel sube por la espalda hasta llegar a mi oído, aspirando profundamente

Julián: Ahora se viene lo mejor, vamos aguantaras como un campeón, además me lo merezco, serás mi putita de ahora en adelante.

Aquello solo me calentó mas y me nublo la razón de pensar si quiera un momento lo que se venía.  Estaba en ello, cuando siento en la entrada de mi orificio un invasor que me quemaba, Julián estaba haciendo presión con su glande, ufff solo atine a cerrar mis ojos y entregarme a ese macho, intentando recordar lo que me había enseñado Roberto y todos los momentos vividos con cada uno de los hombre que había hecho disfrutar en este internado, esto me confirmaba que la llegada este lugar era para descubrir que estaba para complacer a cada macho que quisiera, no sabía donde terminaría todo. Siento en ese instante unos labios húmedos y con un sabor muy especial esa mezcla de chocolate y tabaco uff, una lengua se abrió paso mi boca recorriendo todo y en cuyo beso me arranco un escalofrió por todo mi cuerpo.

Julián: Vamos pequeño abre esos ojos de color castaños tan lindos que tienes, quiero ver como se dilatan al momento de entrar en tu interior.

Él era tan grande que lo miraba hacia arriba, y solo obedecí a su petición, ya no me afirmaba con su mano sino con todo su cuerpo, sus manos estaba en la pared y sus brazo extendidos me ofrecían sus axilas que expelían su olor tan a macho, su sudor recorriendo por esa piel sin ningún pelo, oscura y brillosa, todo ello me motivo a sacar mi lengua para recibir aquellas gotas que caían por aquel mastodonte que me tenia presionado contra la pared.  En eso acerca una mano a mi cara, la toma firme, sin hacerme daño pero firme, le quedo mirando fijamente esperando sus ordenes, veo una sonrisa de triunfo y en ese instante siento una punzada en mi culo, era su glande invadiendo mi entrada, abriendo cada parte de mi primer anillo del hoyito, mi culo se contrajo y su verga lo tensionaba haciendo que se dilatara con su temperatura al cien, como un cuchillo caliente ingresando a una mantequilla helada.  Mis ojos se abrieron aun más, se dilataron por aquella sensación de sentirme poco a poco invadido por Julián y su verga, él no apartaba su mirada, sentía que estaba siendo ensartado por una barra hirviendo y que no terminaba nunca de entrar, mi culo por extraña razón empezó a tener espasmos, palpitando frente en cada centímetro de carne que entraba, ufff no sabía cuando terminaría de entrar, reino el silencio por un largo rato, pero no hacía falta sonido alguno, sin duda por las sensaciones de mi cuerpo y por sobre todo lo que emanaba Julián cuando iba reclamando como suyo mi culo, bastaba.

Julián: ufffff, por fin pequeño, ha entrado todo. Que culito más apretado tienes, mmmmm. Me acanto ver tu ojos como se habrían y tus pupilas se dilataban al sentir mi verga llenándote, sin duda serás mi putito. Ahora viene la acción.  Tu solo concéntrate en entregarme placer.

Me da un beso corto y levanta su cabeza, vuelve a apoyar su mano en la pared y empieza a sacar su verga lentamente hasta solo dejar su glande adentro, la mete nuevamente de forma continua hasta el fondo, haciendo que mi piel se erizara, ya en la tercera entrada fue mas rápido, él solo bufaba en cada metida y sacada de verga que me daba, en la quinta entrada faltando una mano por llegar a su base, me puntea firme metiendo lo que quedaba, vi estrellas, toco aquello que mis otros machos habían hecho en otras oportunidades, no sabía que provocaba tal placer pero solo quería mas.

Yo: Ay, ay, que rico

Julián: Cierto que es rico, toma mierda.

Yo: Ay, ay Julián, dame, por favor dame mas, todo lo que quieras pídemelo, estoy para ti, no pares... mmmggg.

Julián: Eso quería escuchar, pequeño goloso.

Yo: Por favor haz lo que quieras.

Julia: No tienes que pedírmelo, esto ya lo reclame como mío.

Siento un palmazo fuerte y firme marcando mi glúteo, la emoción nos había hecho olvidar donde estábamos, esperamos un rato a que no pasara nada y Julián siguió con su metida de verga, cambio su delicadeza inicial por su ganas contenidas, sus embestidas eran bruscas, acelerando su ritmo, inicia sus embestidas desde la punta de su glande y llegando al fondo con mas ganas, haciendo que me levantara de la tapa del estanque en donde estaba sentado, con la fuerza que me daba.  Los sonidos eran más evidente y en una embestida profunda se apagaron las luces generales, quedando solo las de emergencia, aquello me dio un susto y pude comprobar que había pasado un buen tiempo entregándole placer a mis machos, pero luego volví a la realidad, Julián no paraba, al parecer mi susto apretó mi culo y eso le gusto.

Julián: Uff pequeño como aprietas, dale no pares, ordeña a este macho.

Levante aun más mi cola, dándole una visión de campeonato a Julián, que se volvió loco, tomo con sus dos enorme manos mi cintura y me empezó a follarme de forma aun mas frenética, aquello me provocaba un dolor con una mescla de placer, lo segundo ganaba por lejos, quería que Julián entrara todo en mi, que verga más rica sentía, sus huevos rebotaban en mi culo, mi cuerpo empezó a ser fricción contra la pared que me tenia aplastado ese macho, mi verga generaba una autopaja con mi ombligo y la pared, explotando mis sensaciones, ufff estaba en los cielos.

Yo: ay, ay, dame mas, reviéntame, ay ay, porque no me diste antes Julipan, uff úsame, dame verga, toma este culito, ufff si, hasta el fondo, saca tu leche.

Julián: Hmmm, ufff, toma putita, toma verga, uff que culito, como aprieta, eso, dale placer a tu macho, toma, toma.

Aquel mastodonte, tira de mi pelo hacia atrás, dirigiendo mi cara hacia arriba, me escupe dándome su saliva, no me dejaba de follar duro en ningún momento, y empieza un mete saca sin parar, yo recibía sus babas y su verga a la vez, aquello me hacía sentir completamente suyo. Bajo su cara para  darme un beso salvaje y desenfrenado, en la comida de boca que me daba, lo escucho.

Julián: Toma leche mi putito.

Ufff, sentí un punteo tan hondo que sus huevo se subieron chocando con mis nalgas, su verga se hincho desde la base recorriendo su tronco y exploto en su glande, aquella leche me quemo y lleno por completo presionando mi interior, solo gemía y tiritaba de placer, Julián ahogaba mis gemidos con el beso que me daba, pectorales y estomago cubría toda mi espalda y su verga me llenaba por completo, estaba siendo abrazado muy duro por aquel mastodonte, me estrujaba, no quería soltarme y en cada embestida que terminaba de darme salía aun mas leche, el semen escurría por mi culo y sus piernas, ambos fuimos calmándonos mientras como el pecho de Julian se extendía y contraía lentamente, todo lo de él ardía.

Con mi nunca aun apoyada en su pecho abrí mis ojos y veo unos ojos por encima de la puerta del cubículo cruzamos una mirada intensa y se apartaron rápidamente, di un sobresalto haciendo mover mi cola y con ello estrujando las últimas gotas de semen que le quedaban a Julián.

Julián: Hey tu no paras nunca.

No supe que decir, atine a sonreír y guardarme aquella situación para más adelante, que pase lo que deba pasar. Estaba pensando en eso cuando la verga de Julián semiereccta empieza a salir, no quería sentir esa sensación de vacío, aun necesitaba tenerla adentro y al parecer mi cara lo dijo todo.

Julián: Ya pequeño, esto que vez es para ti cuando quieras, además ese culito es mío, así que no dudes en que repetiremos. Vamos te queda un trabajo por hacer

Veo en eso la verga de Julián llena de leche, sus huevos y piernas también, los mire hipnotizados y recordé que en ello no solo había leche de Julián sino también de Miguel, eso me calentó mucho y me acerque lamiendo cada rastro de semen dejando su piel oscura y brillante tal como al inicio, saboreé sus huevos, sus piernas  y toda su verga, podía sin duda diferencia el sabor de su semen y el sabor salado del semen de Miguel, fue toda una experiencia esa limpiada.  Mire a Julián, el no apartaba su mirada en la labor que realizaba, sonrió y me desordeno el pelo, subiéndose los short y despidiéndose.

Julián: Uff pequeño, fue genial por fin probarte entero, ya me voy a acostar y no te quedes mas rato mira que podrías ser pillado nuevamente.

Aquel macho salió del cubículo, cerrando la puerta tras de sí.  Me quede sentando, pensando en lo que había pasado y sentí mi verga dura al recordar la imagen de Julián mostrándome su verga, no me había ido y necesitaba descargar, cerré mis ojos y me empecé a masturbar, trayendo a la mente la follada reciente de Miguel y Julián en ese lugar, en mi momento de placer alternaba a Roberto, José, Luis y  Jorge, todos aquello me imaginaba como me follaban, mi paja fue más intensa y empecé a sentir que subía el semen, en el clímax se hicieron presente ese par de ojos que me veían fijamente mientras estaba siendo llenado por Julián, eso hizo que me diera un escalofrió y botara toda la leche que tenia acumulada, me limpie saliendo del baño, sin antes mojarme la cara y me dirigí a los dormitorios, ya era tarde y todos estaban acostados, la pieza del tío que estaba al final del pasillo estaba con la luz encendida y  la puerta junta (entre abierta) tal como la dejaba a diario para vigilarnos, así que sigilosamente ingrese a mi pieza sin meter mayor ruido me saque la ropa y me acosté.  Más tranquilo en la cama, pensaba en esta nueva experiencia con Miguel y este nuevo macho que me había hecho suyo, no sabía en qué pararía todo esto, casi todos los compañeros del dormitorio me habían usado, pero si tenía la seguridad que los hacía disfrutar y eso me tranquilizaba.  Lo que realmente me intrigaba en estos momento eran esos par de ojos que no podía sacármelos de mi cabeza, no pude saber quién era pero si tenía la sensación de haberlos visto en más de una ocasión, tenía que averiguar que se tramaba.  Poco a poco me gano el cansancio y me quede dormido, con mi culo gustoso de estar lleno con la leche de dos machos.

Espero les haya gustado este relato, agradezco su espera, sus valoraciones, sus comentarios y dispuesto a consultas o aportes en los correos que me envían. Ya me encuentro trabajando en el siguiente relato de mis experiencias vividas, la idea que disfrutemos de la lectura y de un buen momento caliente.