Mi vida en el internado iii, en los dormitorios

Nuevos cambios se han generado, esto atrae a nuevos machos...

MI VIDA EN EL INTERNADO III, EN LOS DORMITORIOS

Agradecer a todos por lo comentarios, sin duda me anima a seguir compartiendo todas aquellas experiencias vividas y que puedan disfrutar de dichos relatos.  Si bien es un relato que se puede extender por si solo, les recomiendo leer antes MI VIDA EN EL INTERNADO I y II esto les dara mas contexto e historias que disfrutar.

El tiempo paso en el internado y hubieron cambios que llegaron con mas sorpresa de las que esperaba.  Por motivos de restructuración algunos chicos del nivel medio pasaron al nivel grande y se generó un listado con los menos conflictivos y para mi "mala suerte" jejejeje me encontraba en dicho listado.

Durante la mañana el encargado nos presento a todos quienes integraban el nivel de los grandes, solo puedo decir que quede embobado con cada chico que se encontraba en nivel grande, cuál de todos más guapos, con todas la hormonas en ebullición, entre ellos se encontraba Roberto, mi macho, aquel que me quito la virginidad y con ello me enseño un mundo de placer por descubrir.

No puedo negar que me entraba un cierto temor el comportamiento de todos los chicos grandes, miraban con cara de buscar un chivo expiatorio y tenerlo para los mandados, era muy común en ese lugar, pero una mirada me saco de aquel pensamiento, era Roberto que tenia fija su mirada en mí y una cara de querer comerme entero, sin duda ahí estaba mi macho esperando aprovechar cada instante para enseñarme todo lo que él quisiera y yo esperando satisfacerlo en lo que me pidiese, tan solo recordar nuestros encuentros hizo que se me pusiera completamente dura mi verga y junto a ello se moviera mi culo con unos pequeños espasmos, en cuya situación me fue casi imposible ocultar un pequeño gemido que pude contener gracias a los aplausos que pidió el encargado frente a nuestra bienvenida, después de algunas indicaciones nos informo que sería publicado en la tarde el listado de distribución de los casilleros y dormitorios en que quedaríamos, para hacer nuestro cambio de pertenencias.

Todo el grupo nos fue saludando, en ese momento Roberto se acerca, me da un abrazo y en el oído me dice, ya verás que aprovecharemos el tiempo, espero que quedes en mi dormitorio para que me hagas disfrutar... su voz ronca y su deseo por sacar de mi aquel placer que habíamos experimentado, hizo que me diera un escalofrió, solo atine a míralo y sonreír.  Otros chicos me saludaron y me escaneaban completamente, queriendo buscar algo que todavía no descubría o para que serviría en ese lugar, debo decir que más de uno se gano su mirada detenida y aprovechaba de sentir sus cuerpos cuando me daban su abrazo de bienvenida.  En todos este rato no pude sacarme de encima aquella sensación de que me observaban pero no logre identificar quién era el autor de aquello, no era una sensación de amenaza sino de algo mas instintivo.

Ya a mediados de la tarde se publico el listado de distribución y lamentablemente no quede con Roberto, mi macho que tanto deseaba tener cerca y entregarle placer, pero sabía que eso no lograría ser un impedimento para satisfacerlo  cuando el quisiese.

Me toco el dormitorio 4, este era un espacio común parecido a un box grande, en un costado habían cuatro camarotes y al otro lado tres camas, al fondo un ventanal y los casilleros donde guardábamos nuestras pertenencias, mi lugar asignado fue el último camarote en la parte superior, esto me daba una panorámica completa del dormitorio y hacia la entrada, hice mi cama y me fui a cenar.

Nos toco ir a acostarnos y todo fue completamente extraño, era el único chico nuevo de ese dormitorios por lo que me sentía un bicho raro ahí, si bien mi cuerpo no era comparable con ninguno de los que serían mis compañeros de dormitorio, creo que mi culo llamo mas que la atención, mas de una mirada se poso en mi culo y contextura, vi en mas de alguno sus ojos con  un brillo de deseo. Me acosté rápidamente y me coloque de costado hacia la entrada esperando dormir, pero la visión fue impresionante cada cuerpo que se despojaba de la ropa quedando en bóxers, era un espectáculo, había un chico velludo lo justo y necesario, marcaba por todos lados, media 1.90 con una barba poblada pero bien cortada, unos ojos penetrantes y oscuros como azabache, su piel si bien era blanca, la combinación con su vello lo hacían ver extremadamente guapo y varonil, sacaba más que un suspiro, su tetillas rodeadas de ese vello invitaban a pasar la lengua por ahí.  Otro compañero era súper blanco, tenía un poco mas de guata pero firme y trabajada al igual que sus pectorales, brazos y piernas, al parecer le gustaba trabajar en pesas en su tiempo libre, su ojos eran celestes junto a una sonrisa que deslumbraba todo, su manos grandes, bien gruesas que daban ganas que te tomaran por la cintura y te hiciera suyo como quisiese, unos labios de campeonato carnosos y rojos, todo esto lo acompañaba de un bulto que prometía mucho.  En un camarote dormían unos hermanos gemelos, eran alargados median 1.95, su piernas firme, un culo justo pero respingón, la contextura de ellos era delgada pero no por ello menos apetecible, me llamaba la atención el largo de sus dedos y los pies que se gastaban, acompañado de su pelo colorín que era llamativo.  Por último a quien pude ver y quien entro al final al dormitorio fue un morenazo de 1.80, su piel brillaba de lo negro que era, muy atractivo, su mandíbula cuadrada y su cuerpo completamente marcado, hecho a mano sin duda, la planta de sus pies y manos era un tono más claro y su bóxer que llevaba dejaba mucho o nada mejor dicho a la imaginación, no tenia pelo por ningún lado. Me percate que me estaba fijando mucho y con el temor a ser descubierto me di la vuelta para intentar dormir, si! digo intentar porque entre todo lo que vi me coloco duro como roca y el ruido que hacían conversando y bromeando tampoco ayudaba,  me encontraba en dichas labores cuando noto que alguien se acerca a los casilleros, los cuales tenía bien cerca (creo que un metro) y pude ver con mi asombro al primer chico en que puse mis ojos, si bien sus vellos de lejos junto a sus ojos y cuerpo lo hacían ver apetecible de cerca era aún mejor, veía el detalle de su musculatura y la capa de vello fino que lo acompañaba formando montes que te hipnotizaban.

Sin mirarme y viendo el contenido de su casillero me pregunta ¿Hey que tal va el cambio? a todo esto me llamo Miguel.

Yo:  Supongo que bien, un poco incomodo como todo al inicio pero ya pasa.

Miguel:  Si, ya verás que somos relajados en este dormitorio, por suerte te toco la pieza menos problemática, si bien nos llevamos bien entre todos, cada uno vive su mundo.

Yo: Vale y gracias.

Miguel: ¿Gracias, por qué?

Yo: Bueno por la información que compartes y hacer que me sienta un poco más tranquilo.

Miguel: Bah... de nada,  es lo que es y ya.  Además pronto apagaran la luz y todo se calma acá, podrás dormir luego.

Es en esos momento Miguel se acerca y me da unos pequeño palmazos de compañerismo sobre el brazo, sentirlo cerca me hizo notar un aroma fuerte, debo decir que no era de suciedad o que se te haya ido el perfume, por el contrario un olor a cuerpo, de hombre, tan intenso que me dejo completamente alucinado, dicho aroma traspaso mi nariz y se coló por mi lengua degustando un sabor entre dulzón y cítrico que me hizo salivar de forma inmediata, no tuve otra opción que tragar toda la saliva que solté, pero no fue lo único que reacción sino también la entrada de mi culo que se movió de forma autónoma acompañada de mi verga que me dio una pequeña tensión de lo dura que estaba.  Miguel volvió a su casillero cerrándolo y dirigiéndose a su cama, pero yo quede completamente perdido mirándolo y guardando aquel aroma que me acaba de marcar, algo que no esperaba.

Me di vuelta en mi cama mirando hacia entrada del dormitorio y en diagonal podía ver Miguel mientras se tapaba con sus cobijas, de pronto se escucho la voz del tío encargado dando por finalizada la jornada y se apagaron las luces. Todo quedo a oscuras y el silencio dio paso a la tranquilidad, paulatinamente la oscuridad se fue atenuando y la luz del exterior colando por los ventanales, esto me permitió adaptar mi visión y poder ver los rasgos de las caras de mi compañeros que iniciaban su sueño, no podía dormir, todo ese lugar era nuevo y la experiencia de ver a aquellos chicos me tenia completamente empalmado, pero lo que me había quitado el sueño era el aroma de Miguel, aun lo tenía presente y me traía imágenes de el desvistiéndose, su barba, sus ojos, su sonrisa, su vello recorriendo su torso, bajando por un camino que formaba hasta la llegada de sus bóxer, su voz al hablarme, su palmada de compañerismo, algo despertó en mi aquel aroma. Estaba en ello y fácilmente deben haber pasados unas dos horas, cuando estaba mirando a la cama de Miguel veo que se empieza a mover,  sacándose las frazadas y quedando solo con las sabanas puestas, extendió una pierna por fuera de la sabana y bajo  una mano por debajo de estas, por lo que pude dilucidar llego hasta su miembro, poco a poco empezó a mover su mano izquierda y a despertar aquello que se fue  marcando en la tela de la sabana, ufff que imagen, con la otra mano empezó a acariciar su torso, su vellos, dándose placer en los pectorales, aquel espectáculo no me lo esperaba, se estaba haciendo una paja con todas las de la ley, era suave el movimiento pero extremadamente sensual, verlo ahí hizo que mi verga ya no diera más de lo dura que estaba, pero temía ser descubierto si empezaba a pajearme, ya que la visión era directa con la cama de aquel hombre que se daba placer en el silencio de la noche.  Miguel empezó a jadear suavemente y cuando había un ruido de algún compañero que se movía por la naturaleza del sueño, se detenía, miraba, esperaba el momento y seguía, estuvo así su buen rato hasta que en un instante se destapa dejando su verga al aire, eso era precioso, si bien vi su contorno en contraste con la luz del ventana, se veía erguida, dura, con una cabeza grande y una mata de pelo que encerraba esos huevos esperando a ser descubiertos, me hubiese gustado ver el detalle pero con ello me bastaba por el momento, acelero su mano y tenso su piernas, sus brazo y su pecho, tiro la cabeza hacia atrás extendiendo su cuello mostrando su manzana de Adán y exhaló un gemido que me hizo temblar, brotando de su verga una cantidad de leche tremenda, 8 disparos que fácilmente  llenaban un vaso, donde cargaba tanta leche ese hombre, sacado todo calmo su respiración y movimientos, tomo el bóxer (no me di cuenta en qué momento se los saco) se limpio por completo y levanto la mano con el bóxer en ella, como mostrando un trofeo, no entendí porque hizo ese gesto, supongo para no ensuciar las sabanas que tenia enredadas y los tiro a un costado de la cama, lado que daba hacia la pared, ordeno toda la ropa de cama y se dispuso a dormir.  Me quede completamente quieto, sorprendido y caliente por aquella situación, esto hizo disponerme ir a los baños para quitarme el calentón, baje del camarote y camino hacia la puerta vi el bóxer de Miguel, ver eso ahí me despertó una idea morbosa, mi corazón se acelero a mil, mire por todo el dormitorio y me fije de que los integrantes de este durmieran, lentamente di un paso hacia el bóxer y mire nuevamente asegurándome de que no estuvieran despiertos, poco a poco avance, me habrá tomado unos 10 minutos aquel tramo de 4 metros pero fue lo más excitante y peligroso de ese momento, mi corazón latía a mil, sudaba caliente y cada cierto rato me daba un escalofrió por todo el cuerpo, ahí estaba el bóxer brillaba acompañado por un liquido que emanaba aquel aroma de Miguel con mayor intensidad, si bien en el transcurso hacia el bóxer se me había bajado este aroma intenso de Miguel hizo reaccionar por completo mi calentura, me agache lentamente y con la punta de dos dedos los alcance, en ese momento Miguel se da vuelta mirando hacia donde yo estaba, quede congelado, me entro un pánico que se esfumo al instante a ver que Miguel estaba completamente dormido y los ojos cerrados, espere unos segundos y me levante con mi trofeo en la mano, de forma rápida me dirigí a los baños, saliendo del dormitorio por el pasillo que daba al costado del salón común, apreté mi trofeo, el que me humedeció la mano, aún estaba tibio el líquido que se encontraba...llegue en corto tiempo a los baños y me encerré en un cubículo, me senté para calmar mi corazón y sopesar lo que había hecho, es ahí cuando dirijo mi mirada al bóxer y veo el semen de Miguel, el olor me inunda nuevamente y de forma automática lo acerco a mi nariz, cierro mis ojos y hundo mi rostro en el  he inhalo profundamente para grabar el aroma de ese macho, aquello hizo explotar mil imágenes  de Miguel, fallándome por todos lados y dándome ordenes para otorgarle placer, en ello aparece la figura de Roberto siendo de guía y sumándose a la acción, ambos me follaban y me reclamaban como suyo, con mis ojos cerrados saque mi lengua y la pase por los líquidos que inundaban el bóxer, el sabor si bien estaba tirado para salado me fascino, con mi mano en mi verga dándome a mil, otras imágenes vinieron a mi imaginación y veía como Roberto y Miguel se peleaban por mí, no a combos, sino que cada uno me follaba más duro, buscan darse placer con cada parte de mi cuerpo, no pude mas con aquella imagen aquello hizo que jadeara y explotara la leche que tenia dentro, me fui al mismo momento en que mi imaginación me mostraba como Miguel y Roberto me llenaban de leche por el culo y la boca, chorreaban mi cuerpo y cara, quede exhausto, abrí mis ojos y volví a la realidad en aquel cubículo de baño, el bóxer ya no tenía semen, me lo había comido todo, solo quedaban las manchas, mi leche chorreaba mi mano y verga cayendo en el piso, estaba bajando mi pulso cuando escucho un ruido en el baño, doy un sobresalto y quedo en silencio, veo pasar unos pies grueso y grandes hacia la salida, no supe si escucho o se dio cuenta de mi momento de placer, solo espere el silencio nuevamente, me limpie, me dirigí a mi cama y camino a ella tire el bóxer por donde los había dejado Miguel, esa noche dormí completamente relajado.

A la mañana siguiente, se escuchó la voz de tío encargado para levantarnos, me apresure en hacer mi cama e ir a bañarme, de regreso a la pieza me topo a Miguel viendo su bóxer con cara de extrañado, supongo por encontrar solo la mancha y no algo más espeso y seco, al verme tiro sus bóxer con su ropa sucia y me dedico una mirada completamente distinta a la de ayer, si bien fue una sonrisa, su mirada y expresión posada en mi fue la declaración de que por fin encontró lo que busco por harto tiempo...

Espero seguir recibiendo sus valoraciones y aportes para seguir entregándoles mas experiencias vividas en este lugar...