Mi vida en el internado
Odiaba la vida del internado, era más una jungla que un instituto educacional, pero la vida te da compensaciones, sobre todo los fines de semana cuando podía salir a casa de mis familiares; bueno, casi nunca me quedaba allí, dejaba la ropa usada,recogía la limpia y me largaba porque había otras casas que visitar...
Estudiaba interno en Caracas cuando tenía trece años; había dos profesoras que me volvían loco y que la suerte quiso que se fijaran en mí.
Graciela tendría como mucho diecinueve años y era mi profesora de inglés, solía preguntarme mucho en clase porque le agradaba mi pronunciación, era muy común que me pusiera de ejemplo ante mis compañeros; era la profesora más joven que daba clases en el liceo.
En una de sus clases, ella estaba leyendo mientras nosotros seguíamos el libro, se paseaba por todo el salón mientras leía; yo estaba sentado en lo último del salón y tenía mi pierna cruzada de forma que la rodilla quedaba hacia el pasillo, ella recorrió el estrecho pasaje entre los pupitres, yo mantenía la mirada fija en la lectura cuando la percibí a mi lado, se detuvo, puso su sexo justo contra mi rodilla y permaneció allí, hizo mas presión y siguió leyendo, yo me mantuve imperturbable, pero en mi pantalón latía mi verga con una erección de marca mayor...; "siga con la lectura, Gutiérrez!"; continué con la lectura usando la mejor pronunciación posible cuando de pronto ella me interrumpió...; "póngase de pie, por favor..."; me levanté con la mayor naturalidad del mundo y continué leyendo mientras ella posaba su mirada en el enorme bulto que se marcaba en mi pantalón.
La siguiente clase volvió a leer y empezó a caminar, yo crucé mi pierna, apoyé mi mano en la rodilla y me mantuve atento a la lectura; de pronto creí que el corazón se me iba a salir por la boca, Graciela llegó hasta mi puesto y me plantó su sexo contra el dorso de mi mano presionando bien su cuerpo y continuó leyendo...; "no quiero a nadie levantando la mirada de su lectura!, cuando le diga a alguien que continúe, espero que esté atento o de lo contrario pierde cinco puntos!!"; siguió leyendo y de pronto comenzó mover su cuerpo rítmicamente contra mi mano; cuando se detuvo, yo comencé a presionar mis dedos contra su entrepierna y ella se mantuvo leyendo con total frialdad...; "Gutiérrez!, continúe la lectura!"; "Im sorry miss, I missed the line...!; "just because of your pronounciation, i wont take off five point from your evaluation, but..., stay with me after class time..!"; todos se rieron por mi situación; al terminar la clase, me dijo que la acompañara a la dirección del plantel; yo la seguí sin saber lo que se proponía...; "este joven tiene problemas de concentración..."; el director me miró muy severo y le preguntó...; "y usted debe tener alguna solución para eso, supongo..."; "en efecto profesor, usted sabe que yo soy psicopedagoga y , si usted me lo permite, quisiera ensayar ciertas técnicas de sobrestimulación con este joven..."; "haga lo que considere conveniente, espero resultados pronto..."; salimos de la oficina y ella me dijo que la siguiera hasta el cubículo donde ella preparaba sus clases, puso seguro en la puerta y se sentó frente a mí...; "¿sabes lo que significa sobrestimulación?"; "manejo muy poca información al respecto profesora..."; "toma, ahí tienes mi dirección, el sábado a las diez en punto, muy puntual, mira que en esto te va la calificación del lapso!!"; era la actitud mas sádica que había visto en un profesor, pero más tarde comprobaría que era algo así como una estrategia que no solo ella usaba, cuando se quería coger algún jovencito del internado.
El sábado a las nueve y cincuenta y cinco minutos toqué el timbre de su apartamento, me recibió con mucha seriedad, estaba vestida con la misma ropa del día del incidente...; "siéntate en el pupitre y asume la posición que siempre asumes en clase..."; comenzó a leer y antes de que pudiera concentrarme en la lectura, recostó su cuerpo contra mi rodilla y empujó unos instantes, suficiente como para que se me parara al máximo...; "esto que estoy haciendo se llama estimulación, se siente un placer muy agradable; ahora bien, sobreestimulación es cuando ese placer aumenta hasta el máximo posible debido a una causa externa, ahora ponte de pie!"; me paré frente a ella y Graciela acarició mi verga por sobre el pantalón...; "esto es estimulación..."; soltó mis pantalones y apoderándose de mi virilidad, se agachó ante mi y después de besarme varias veces el glande, abrió sus labios al máximo y lo desapareció por completo, acarició mis bolas con una mano mientras con la otra jugaba con los vellos de mi pecho; me fue empujando hasta que me senté en un sofá y siguió mamando sin dejar de mirarme a los ojos, succionaba con una fuerza bárbara, me acariciaba el pecho con pasión hasta que me hizo acabar con su deliciosa mamada; con la punta de un dedo recogió una gota de semen que había escurrido de sus labios, se llevó el dedo al interior de la boca y lo sacó limpio y seco...; "eso fue sobreestimulación..., ahora quiero que me demuestres lo que aprendiste de esta primera lección..."; me levanté del sofá y comencé a desvestirme con mucha parsimonia. Graciela trató de soltar los botones de su blusa pero yo aferré su mano y se lo impedí sin decir nada, la tomé por una mano y la hice ponerse en pie, ella esperó en silencio, me paré frente a ella y metí mi mano bajo su falda hasta que apresé su montículo delicioso que no tenía nada protegiéndolo; halé levemente sus vellos y pasé un dedo entre sus labios; Graciela parecía imperturbable, pero un brillo en sus ojos y la humedad de su sexo me indicaron que estaba super excitada.
De pronto agarré su blusa y se la desgarré encima, apresé sus menudas tetas y las apreté con fuerza hasta que sus pezones se hincharon morados de sangre, la fui empujando hasta que la recosté de la pared, levanté una de sus piernas y sin mas preámbulos, le enterré mis diecitantos centímetros de erección en su diminuta cueva hasta que sentí como se estiraba el fondo de su vagina, estaba húmeda y muy caliente; abrió sus ojos desmesuradamente y exhaló un quejido largo, casi inaudible...; "Aayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!!!"; arremetí contra ella con furia salvaje, ella se colgó de mi cuello mientras enroscaba sus piernas alrededor de mi cintura, comenzó a gruñir como una fiera en su cubil y casi de inmediato logró un orgasmo...; "gggmmmmmmmmmmmmm!, sssssss!, Ahhhhhhhhhh!, Ssssssssss!, uuhhummmmmmmmmmmmmm!!, sssss!, ggggrrrrrrrrrrr!, sssssssssssss! Aaaaaahhhhggghhhhhhhhhhhhhhh!, ya!, ya!, ya! Yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!;" su cuerpo quedó desmadejado contra la pared mientras yo la sujetaba por las nalgas, la sostuve por el torso para que no se cayera, la coloqué en sofá y volví a moverme dentro de ella con mas fuerza que antes; su orgasmo le sobrevino casi de inmediato con mayor intensidad que el anterior..., "coño Gutiérrez!!, esto no es sobreestimulación, esto es una supercogida, mi cielo!!; sigue muchachito divino que me estás resultando mejor de lo que me había imaginado"; Graciela sabía entregarse de cualquier manera imaginable y lo disfrutaba al máximo por cualquier lado, incluso era capaz de acabar con solo sentir mi eyaculación en su boca. Todos mis compañeros se dieron cuenta de lo que había entre nosotros porque ella no disimulaba en clases; solía caminar hasta mi puesto y se quedaba con su sexo recostado en mi mano hasta que terminaba la clase.
Aquel fue el tratamiento psicopedagógico mas largo de la historia; me la estuve cogiendo casi todos los sábados durante los dos años que duré en ese instituto.
Años más tarde la encontré en un restaurante y me acerqué a saludarla, ella se turbó un poco pero enseguida se repuso y me presentó a su esposo e hijas; yo le deseé la mayor felicidad posible y jamás volví a verla.
La otra profesora que me traía de cabeza era María Antonieta, ella nos daba clases de manualidades e historia del arte, una mujer como de treinta y seis años, muy sexy, tenía el aspecto de las vampiresas de cine, de hecho, ahora que recuerdo y conozco algo de cine, se daba un aire a la Gina Lollobrígida; vestía siempre de taller muy ajustado y todos estábamos pendientes de verle las piernas cuando se sentaba, pero era tan diestra que jamás pudimos atisbar un milímetro de sus muslos; su cuerpo era todo un espectáculo, piernas torneadas, sus muslos se delineaban bajo la estrecha tela de sus faldas que jamás subían más de un centímetro por sobre sus rodillas, nalgas redondas, voluminosas y empinadas, su abdomen era plano y sinuoso, un par de robustas tetas que provocaban sed, y un rostro super exótico de mirada felina, con unos labios carnosos siempre pintados de rojo fuego; coronaba aquel conjunto de perfección una abundante cabellera negra como la noche que siempre llevaba muy bien arreglada.
Siempre he tenido una especial destreza para los trabajos manuales, pero ella en todo momento tenía alguna observación que hacerme, desde mi primera maqueta, que a pesar de haber causado admiración entre mis compañeros y algunos profesores que la vieron antes de entrar a clases, ella no le adjudicó mas que un 12/20. Una vez presenté un tablero de ajedrez elaborado en madera que había hecho en la carpintería de mi tío; sin falsas modestias, era una verdadera obra de artesanía; todas las piezas talladas a mano y los escaques o cuadros incrustados en mortajas de tela sobre madera sólida.
Ella lo observó detalladamente y luego de varios minutos, me dijo muy suspicaz...; "¿quien lo ayudó con esto señor Gutiérrez?, porque esto no es obra suya!", esperé que mis compañeros terminaran de reír y le contesté en voz alta para que todos me oyeran...; "me ayudó mi tío que es ebanista..."; "claro!!, solo así se explica!!..."; volví a esperar que mis compañeros terminaran de reir ; "si, me regaló la madera y me dejó usar sus herramientas; por lo demás, me tomó todo un fin de semana hacerlo..."; nuevas risas de mis compañeros y una mirada iracunda de la profesora...; "es usted muy chistoso!!"; "tanto como usted es incrédula, profesora!, cuando quiera la invito a casa de mi tío para que me vea trabajar la madera; quizá así se convenza que soy capaz de hacer cosas maravillosas con mis manos y sin la ayuda de nadie..."; "¿sabe que señor Gutiérrez?, usted me va a demostrar lo que es capaz de hacer, pero no en casa de su tío..., yo misma tengo un taller de trabajo en mi casa; aquí tiene mi dirección; el sábado bien temprano lo espero en mi casa y ojalá tenga algo muy bueno que mostrarme, porque de eso depende que le valide este trabajo!!"; tuve que valerme de toda mi audacia para deshacerme de Graciela sin que entrara en cólera; a las ocho de la mañana toqué a su puerta, ya estaba vestida con su habitual atuendo; olía a recién bañada, me tomé la libertad de medirla con la mirada como hacía siempre que estaba en clases, ella lo notó como siempre y como siempre me ignoró...; "pase Gutiérrez, llega a tiempo para un café"; "gracias profesora, pero si no le importa, quisiera empezar de inmediato para salir de esto lo antes posible; no obstante, me lo tomaré en el taller para no despreciar su atención..."; "usted no pierde el tiempo y eso me agrada, sígame..."; llamó a la mujer de servicio y le pidió que sirviera café con tostadas y mermelada...; "¿puedo utilizar estos retazos de madera?"; "todo lo que está aquí está a su disposición..."; solo por molestarla, volví a mirarla de arriba abajo como buscando algo en su cuerpo, suspiré hondo con mucha insinuación, ella sintió el deseo en mi mirada y se sonrojó toda, pero simuló no darse cuenta.
Prendí la caladora y comencé a cortar tiras de madera aleatoriamente, luego los fui pegando sin orden ni concierto, desde casi horizontal hasta una vertical perfecta, cuando logré una forma que me agradó, la puse a un lado para que ella la viera; muy fríamente la tomó en sus manos, como sin importancia, sin embargo yo noté enseguida que le había gustado...;" ¿qué se supone que esto?"; "eso es una escultura profesora"; no contestó, se limitó a darle vueltas entre sus manos durante algún rato...; "supongo que tendrá nombre su escultura..."; "si se llama "erecciones"...", le contesté sin dejar de marcar la madera que me disponía a cortar...; "bastante sugerente el título..."; dijo con displicencia; yo guardé silencio y procedí a cortar la pieza de madera. Era un objeto con poco trabajo pero que tenía una singularidad, según como se cortaba , era capaz de soportar un cinturón colgado en una de sus caras apoyándose solo en la punta de un lápiz; todo era producto de la fuerza resultante, pero el campesino a quién se la vi hacer, no sabía nada de física.
Terminé la pieza y la puse en sus manos...; "listo profesora!, aquí tiene mi invento!!..."; "usted me está tomando el pelo señor Gutiérrez!, después de esta belleza me sale con esta basura!!"; "no tan de prisa profesora, primero, esa belleza no pareció gustarle mucho cuando se la entregué, segundo, déjeme demostrarle lo que hace esa "basura" que tiene en sus manos..."; me saqué el cinturón y coloqué la pieza en la punta de uno de sus dedos; como era lógico, cayó al piso y ella se río muy bajito; volví a poner la pieza en su dedo pero esta vez con el cinturón acoplado. Sus ojos no daban crédito a lo que veían, se quedó muda, atónita ante el extraño fenómeno...; "¿qué piensa ahora profesora...?"; "la verdad es que me dejaste estupefacta!, parece magia!!, puedo tutearte supongo.."; "puede tutearme profesora y no es magia, es física, fuerza resultante y punto de apoyo..."; "la verdad es que te debo unas disculpas, y lo voy a hacer el lunes delante de todos tus compañeros para desagraviarte; por cierto, me puedes tutear mientras no estemos en clase, pero quisiera pedirte un favor si no te importa...; hace años que tengo este taller y hay herramientas que nunca me atrevo a usar por miedo a herirme, sin embargo tu las usas con mucha destreza!, me gustaría si me las enseñas a usar con seguridad, sobre todo los formones y guvias, digo, si no tienes inconveniente...";
"al contrario!, después de tu reconocimiento, tengo todo el fin de semana disponible..., vamos a empezar por lo mas difícil, así cuando lo logres, ya no tendrás miedo de usar ninguna herramienta!"; tomamos sendas tiras de madera balsa y un par de formones; le expliqué como sostener la filosa herramienta entre sus dedos y procedí a cortar varias tiras para que ella viera el proceso, luego esperé a ver que tal lo hacía; apenas vi como usaba el formón, le dije que parara...; "deja que guíe tus manos, así aprenderás mas rápido..."; me coloqué detrás de ella y tomé sus manos entre las mías, la fui guiando hasta que salió la primera tira, no muy bien por cierto, pero yo le di ánimos...; "tranquila!, esto es como cuando te guiaban la mano para que escribieras tus primeras letras..."; volvimos a cortar y en el movimiento, mi pecho se apoyó contra su espalda y mi miembro rozó su hermoso trasero; yo me eché hacia atrás, pero aquel roce bastó para que ella sintiera la erección tremenda que hacía rato se alojaba bajo mis pantalones...; "disculpa, es que cuando halamos, me fui hacia delante y..."; "tranquilo!, te entiendo, hagámoslo de nuevo que esto me parece divertido..."; pero mi erección estaba al máximo y cuando lo intentamos de nuevo, volví a juntar mi cuerpo contra el suyo; ella debió notar nuevamente la dureza que chocaba contra sus nalgas...; "creo que estamos perdiendo el tiempo con esto de cortar tiras de madera..."; "pero si ya casi lo hacemos!!"; "ese es el problema!, no me gustan los "casi", prefiero que lo hagamos ya!!"; se giró en su asiento y me encaró a pocos centímetros...; "dime algo Armando..., ¿siempre te excitas tan rápido o es solo cuando cortas madera...?"; ni siquiera esperó mi respuesta, soltó mi cinturón que había vuelto a las trabillas momentos antes y abrió el pantalón, metió su mano hasta que apresó mi erección y la extrajo toda; la admiró durante unos segundos como una pieza de arte...; "Ssssss!, te pareces al David de Michelangelo!"; "pero ese no lo tiene así...", "eso es lo que mas me gusta, a ti se te para..."; me ofreció su boca y yo la besé metiendo mi lengua bien profundo mientras soltaba los botones de la blusa; María Antonieta resoplaba por la nariz y pujaba sordamente al tiempo que su excitación crecía a cada segundo; soltó mi miembro solo para permitirme que le sacara la chaqueta y la blusa en un solo movimiento; amasé sus duras y robustas tetas por sobre la tela del brassiere mientras ella sobaba mi verga con una mano y con la otra iba soltando los botones de mi camisa; separó la tela y acarició mi pecho con ambas manos...; "eres todo peludo mi vida!, que cosa tan rica!!"; "y tu eres durita y muy suave, tal y como te imaginé cada vez que tuve fantasías contigo...!";
"Descarado!!, te has masturbado pensando en mí!; ya no volverás a hacerlo Armando, de ahora en adelante ya no tendremos necesidad de fantasear el uno con el otro, porque yo también he acompañado mis noches solitarias con tu recuerdo!!"; nos volvimos a besar vorazmente, mientras nos deshacíamos del resto de nuestra ropa, yo me separé como a dos metros de distancia y la detallé de pies a cabeza...; "eres bella criatura!, y tienes unos muslos tan bellos como imaginé; has sido muy mezquina con todos los alumnos, mira que esconder algo tan bello...!!"; "pues desde hoy son tuyos mi cielo!, pero solo aquí, en el liceo no los podrás ver jamás..."; "acércate criaturita deliciosa, deja que me sacie con tu boca, con tus tetas, con tu sexo, con toda tú!!"; "soy tuya Armando!, saciémonos ambos de nuestros cuerpos!!"; nos tendimos en la alfombra y fui besando cada milímetro de su deliciosa humanidad; me deleité en sus tetas mordiendo sus pezones y amasando aquellas masas duras y grandes; bajé por su abdomen y me apoderé de su sexo, lo tenía muy bien cuidado y se había perfumado con jazmín, eso me hizo comprender que todo lo había planeado con cuidado y me excité mas aún, acaricié sus labios con mi mano y separé su carne buscando el clítoris, lo lamí con suavidad durante unos segundos, le introduje mi lengua bien profundo en su ardiente vagina y luego volví a aquel botoncito hinchado y lo chupé con fuerza; aquello bastó para que María Antonieta estallara en un orgasmo bestial; comenzó a temblar muy fuerte mientras cerraba sus muslos contra mi cara, me agarró los cabellos con sus manos y me pegó muy fuerte a su sexo mientras se restregaba delirante y dejaba escapar un torrente de jugos que bebí con ansia...; "Sssssss!, Ayyyyyyyyyyy!, Ssssssss!, Aayyyyyyyyyyyy!, mi viiiidaaaaaaaaaa!, sssss!, síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!"; la dejé descansar un poco sin despegar mi boca de su sexo, entonces ella me urgió...; " date la vuelta Papi!, quiero tu verga en mi boca mi amor!!"; no esperó mi reacción, ella misma se fue contorsionando hasta que pudo tener mi verga al alcance de su boca, abarcó mi erección con sus rojos y carnosos labios y comenzó a succionar apasionadamente mientras con su lengua hacía maravillas en mi glande y a todo lo largo del tronco; por momentos se lo sacaba de la boca y recorría con su lengua desde mis testículos hasta la punta para volver a engullirlo hasta el final. Yo seguí pegado a su deliciosa cuca y le metía mis dedos por ambos orificios; María Antonieta se retorcía de placer; de pronto se metió mi erección bien profundo en la boca y comenzó a orgasmar intensamente, yo podía sentir mi glande rozando su garganta mientras ella crispaba sus dedos en mis nalgas, me apretaba la cara entre sus muslos y se estremecía toda; yo le metí un dedo en el trasero y le di con fuerza, entonces ella soltó mi miembro y lanzó un alarido fenomenal hasta que pasaron sus espasmos...; " Sssssss!, Ayyyyyyy!!; Ssssssssssss!!, aayyyyyyyyyyayyyyyayaayyyyyyyyyyyyyyyaayyyyyyy!,Coooñoooooooooooooo!, que vaina tan rica mi viidaaaaaaaaaaa!!, que macho tan divino eres Armandito!, ayyyyyyyy! Carajo!, assiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!"; derramó tantos jugos que mi dedo penetró hasta el final en su trasero con mucha facilidad, le volví a introducir otro en la vagina y seguí cogiéndola con mis dedos hasta que acabó de nuevo y entonces me suplicó que la cogiera...; "méteme el güevo mi vida!, cógeme bien rico papito!; méteme esa ricura hasta el alma machote divino!!"; quien hubiese asistido a una clase con ella, jamás se hubiera imaginado que aquella mujer de hablar tan refinado fuera capaz de expresar sus deseos con tanta crudeza; alcancé un cojín y lo metí bajo sus nalgas, su sexo quedó expuesto bien arriba; me coloqué entre sus hermosos muslos y se lo enterré de un solo empujón hasta el fondo de su caliente vagina; María Antonieta abrió los ojos desmesuradamente y lanzó un quejido agónico...;
"Aaaggghhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!, me maaataassss coooñoooooooo!, lo tienes inmenso papi!, te siento en mi garganta machito lindo, pero sigue!, dame duro papi!!, sácamelo por la boca mi amor!!, destrózame la cuca papi, hazme lo que quieras!!, quiero chillar como una perra!, Armandooooo, coooñoooooo!, voy a acabar otra vez mi viiiidaaaaa!!"; busqué su boca y la besé con pasión, aferré sus tetas con mucha fuerza y embestí sin piedad contra su estrecha cuquita; así logró tres orgasmos más, entonces rodé con ella hasta que la puse sobre mí...; "quiero que te cojas sola!, quiero verte cabalgando con mi verga en tus entrañas María Antonieta!, que acabes las veces que quieras mamita rica!!"; apoyó sus manos en mi pecho y comenzó a saltar sobre mi erección, se apretó las tetas con ambas manos hasta que sus pezones se brotaron hinchados de sangre y acabó mientras lloraba copiosamente; yo la aferré por las caderas y empujé con fuerza hacia arriba mientras duró su orgasmo...; "quiero que acabes mi cielo!, déjame sentir tu leche golpeando mi útero!, lléname la cuca con tu leche mi amor!, inunda mi ser con tus jugos alumno adorado!!, hazlo ahora cielito, no esperes más!!"; la volví a poner debajo de mí, me hinqué apretando sus muslos con los míos y comencé a darle bien duro rozando su clítoris en cada movimiento; al cabo de dos minutos, le descargué un torrente inmenso de semen en su intimidad; María Antonieta me miraba extasiada mientras mi cuerpo se tensaba como acero y mi rostro se transformaba por el inmenso placer que estaba experimentando; al final quedé tendido sobre su pecho y ella me brindó su deliciosa boca para unirnos en un beso largo y apasionado...; "gracias a Dios que hoy es Sábado, porque tu no te vas de aquí hasta mañana en la noche!!, quiero gozarte el máximo tiempo posible mi vida!!"; nos encaminamos a su cuarto desnudos como estábamos, nuestras ropas quedaron tendidas en el piso del taller; yo le dije que la criada podía vernos y ella me dijo que si no la llamaba, ella jamás salía de su cuarto, cuando más tarde pude detallar su casa, me percaté que era más una mansión y la casa de la señora del servicio, estaba como a treinta metros de la residencia principal; íbamos llegando al final de la escalera cuando yo la agarré por la cintura, la hice apoyarse con las manos en los peldaños superiores y allí mismo se lo enterré desde atrás; ella empujaba duro hacia mí, nos sincronizamos y al cabo de pocos minutos logramos un orgasmo simultaneo y muy intenso...; "eres un loco maravilloso mi cielo!", "y tu eres una mujercita deliciosa!, podría estar cogiéndote toda la vida hasta desfallecer...!!", "espero que me cumplas eso, porque te siento tan rico, me coges tan sabroso que lo único que deseo es sentir esta delicia por todos los rincones de mi cuerpo...!!".
Llenamos la bañera (para la época no habían aparecido los jacuzzi) y nos metimos juntos, estuvimos retozando con nuestros cuerpos durante un buen rato y entonces me la cogí en el agua, nos sentamos de frente y entrelazamos nuestras piernas; María Antonieta me ofrecía sus tetas y su boca y yo me solazaba con ella mientras me movía en su interior; así logró tres orgasmos antes que yo acabara de nuevo; todavía nos quedamos en el agua otro rato disfrutando de nuestros cuerpos hasta que poco a poco me fui saliendo de ella; nos envolvimos en una toalla inmensa y caminamos juntos hasta la gran cama que había en su dormitorio; nos secamos mutuamente y nos envolvimos en las sábanas de seda, así nos quedamos dormidos, abrazados tiernamente.
Estaba soñando algo muy excitante; La profesora de manualidades me había hecho ir a su casa y después de recriminarme por el mal rato que le había hecho pasar en clases, se había desnudado ante mí y sacando mi verga del pantalón, me la estaba mamando deliciosamente, era tan real el sueño que podía sentir la rugosidad de su lengua y la tibieza de su boca en mi miembro. Justo en ese momento me desperté y vi su hermosa cabellera negra cubriendo mi sexo mientras sentía como succionaba con fuerza y frotaba mis testículos con sus manos; no lo había soñado; estaba en su cama y mi orgasmo estaba comenzando, enredé mis dedos en sus cabellos y ella emitió un leve ronroneo como si fuera una gata; mi cuerpo se tensó todo y mientras aferraba su cabeza, me descargué en su boca hasta quedar totalmente sin fuerzas...; "tienes un sabor tan rico que no podía dejar de tragarme otra porción de tu rico semen!"; subió hasta mi cara y me besó con pasión...; "quiero que permanezcas inmóvil, esta vez soy yo la que te va a coger y lo voy a hacer a mi modo...!!"; dejó pasar un buen rato hasta que consideró que yo había descansado suficiente, entonces manipuló mi verga para excitarme de nuevo; cuando me tuvo dispuesto de nuevo, se sentó sobre mis piernas mirándome fijo a los ojos, tomó mi erección con una mano y la orientó hacia su agujero, luego empezó a descender lentamente mientras se iba enterrando mi mástil hasta lo mas profundo; sentí como mi glande rozaba el cuello de su útero y luego chocaba contra el fondo de su vagina; ella se quedó quieta por unos segundos y comenzó a rotar sus caderas mientras se amasaba las tetas; fue aumentando el ritmo de sus giros sin dejar de mirarme, de pronto comenzaron a rodar lágrimas de sus ojos y ella entró en convulsiones; se movía, me apretaba el miembro con sus músculos vaginales y lloraba, siempre con sus ojos fijos en los míos; así logró acabar cinco veces más y se tumbó sobre mi pecho; yo podía sentir sus jugos corriendo por mis testículos y de allí hacia mis nalgas para seguir camino hasta las sábanas; la recibí con un abrazo muy tierno y la dejé descansar sin decir nada; al rato me dijo en un susurro...; "quiero tenerte sobre mí!!"; la coloqué boca abajo y le puse dos almohadas bajo su vientre, sus nalgas quedaron empinadas y su sexo se asomaba entre sus muslos; separé un poco sus piernas y después de pasar mi lengua por su hendidura, me introduje en ella y comencé a moverme, separé sus nalgas al máximo y ayudado con saliva, logré meterle mi dedo pulgar en el trasero; el efecto fue desbastador...
María Antonieta hizo un bulto con la sábana y lo mordió con furia, crispó sus dedos en el colchón y entre gemidos y pujadas, logró un orgasmo mucho mas intenso que todos los anteriores...; "quiero sentirte por detrás Armando...!, métemelo por el culo papito!, quiero sentir tanto dolor como te sea posible provocarme!, no importa si grito o te ruego que no sigas!, tú solo házmelo mi cielo!!"; "eso será luego mi vida!, ahora vamos a comer algo y cuando te haya disfrutado al máximo, tú misma me lo ofrecerás otra vez...!"; bajamos a comer algo liviano, parecíamos una pareja de recién casados, ella me daba comida en la boca y yo hacía otro tanto con ella; en un momento le ofrecí algo de mermelada con mis dedos y cuando lo quiso tomar, yo embarré su cara y sus tetas con el dulce; María Antonieta río y tomando un tarro de miel, lo vertió en mi pecho, yo agarré mas mermelada y embarré su abdomen para luego abrazarnos y dedicarnos a comer de nuestros cuerpos. Todavía quedaba algo de aquel emplaste sobre nuestra piel cuando nos unimos de nuevo sobre la mesa del pantry y alcanzamos un nuevo clímax...; "eres un loco de atar!, pero me encantan tus locuras!, me haces sentir viva!!"; nos dimos un baño y dormimos de nuevo por unas tres horas abrazados como un par de enamorados.
Esa noche hicimos el amor hasta quedar exhaustos, y nos quedamos dormidos abrazados hasta bien tarde en la mañana del Domingo; todavía semidormidos, nos unimos en un estado de semiinconciencia delicioso hasta que acabamos juntos...; "ya no puedo esperar más!, házmelo ahora mi vida!, tómame por detrás!!, te lo suplico amor mío!!"; busqué algo con que lubricarla y después de besar todo su cuerpo, hundí mi cara entre sus nalgas y comencé a meter mi lengua en su estrecho orificio, luego apliqué bastante crema alrededor de su esfínter y metí mi dedo lentamente para dilatarla haciendo presión hacia los bordes. La hice colocarse de rodillas y apoyar su cabeza en la almohada...; "separa tus nalgas con tus manos y pídeme que te posea!!"; hizo tal cual le dije y su rosado agujero quedó expuesto ante mis ojos...; "quiero que me cojas por el culo papito!, pero hazlo con rudeza!, quiero que me duelas al máximo mi hombre!!"; apunté mi glande contra su orificio posterior y en un solo movimiento, se lo clavé hasta la base mientras me aferraba a sus caderas, su alarido fue algo animal...; "Ah!, Ah!, aaayyyyy!, nooooooooooooooooooo!; me matas coño!, sácamelo mi vida que me vas a partir en dos!, no lo soporto amorcito!, créeme, no lo aguanto más!!; te lo suplico coooññooooooooo oooooooooo, noooooooooooooooooooo ooooooooooooooooooo!!, me estás reventando toda mi cieeelooooooooooo!, apiádate de mi vida!, yo quería saber como era por ahí, pero de verdad no puedo mas!!", yo ignoré sus gritos y seguí dándole tan duro como me era posible; lloró y me insultó de todas las maneras posibles, pero yo la sometí con mi fuerza y el peso de mi cuerpo; al cabo de dos o tres minutos, sentí como ella empezaba a empujar hacia atrás hasta que sus movimientos se hicieron cada vez mas fuertes...; "Coño de la maadreeee, noojoooodaaaaaaa!, que dolor tan rico me has causado amor mío, mi vida!!, que cogida tan deliciosa me estás dando por mi culito mi amor!; dame más!, dame duro!, no vayas a parar hasta que me hagas acabar bien rico con esa vergota divina papi!!"; Seguí cogiéndola con fuerza hasta que María Antonieta se desató en un orgasmo tan intenso que pensé que dejaría la vida en ello; me apretó con su esfínter, tan duro que llegué a sentir dolor, pero seguí dándole bien duro hasta que cesaron sus contracciones; me salí muy despacio de ella y la coloqué boca arriba, subí sus muslos sobre mis hombros y volví a clavarla por el trasero.
Ella me miraba con sus ojos desorbitados, pero casi sonriente, hizo una mueca de dolor cuando entré en ella nuevamente y me dijo susurrante...; "Eres un salvaje desgraciado!, pero me encanta como me dueles!, no te imaginas como me haces gozar cuando me dueles así...!, dame bien duro mi vida, que quiero que me veas llorar de dolor!!!", enseguida la complací, tome uno de sus pezones y se lo torcí con fuerza mientras lo halaba, con la otra mano busqué su clítoris y lo apreté con fuerza; María Antonieta se halaba los cabellos desesperada por el dolor, pero me rogaba que le diera mas duro...; "lastímame animal!, viólame desgraciado!, quiero sentir que me dueles hasta lo insoportable!!!"; estrujé su pezón con mas fuerza y agarrando algunos de sus vellos púbicos, se los halé hasta que sus gritos y sus lágrimas me indicaron que ya no podría soportar mas, ella me suplicó que parara pero yo seguí aplicándole el mismo tratamiento hasta que explotó en lo más intenso del placer, esperé hasta que pasó aquella tormenta y entonces la besé con mucha ternura mientras sorbía sus lágrimas y permanecí quieto dentro de su lastimado agujerito...; "gracias mi amor!, sentí miedo que te detuvieras cuando te grité que no aguantaba más, pero ya veo que sabes complacer a una mujer a pesar que te diga que no, cuando en realidad te estaba diciendo que siguieras; me has hecho tan feliz que no deseo otra cosa que no sea sentirte acabando junto conmigo, eso si!, no dejes de darme bien duro porque ahora si lo voy a gozar plenamente con el hombre que me arrebató mi virginidad anal...!!" ; aquella confesión me enardeció, comencé a moverme con furia dentro de su estrecho pasaje y le advertí que sería mas violento que antes, ella me sonrió y me animó a seguir, cuando acabamos juntos, nuestros gritos se deben haber sentido en toda la cuadra, pero no nos importó; nos desatamos en un orgasmo que nos dejó sin fuerzas por toda la tarde.
Muy entrada la noche, María Antonieta me ofreció sus tetas para recibirme en su boca varias veces; al final terminé saliendo con ella el lunes bien temprano para ir a clases...
...Señores!, buenos días!, quiero decirles que el señor Gutiérrez me demostró a cabalidad las maravillas que puede hacer con sus manos; más aún, debo decir que su imaginación no tiene límites, tanto así que si me permiten la expresión, dejó mi casa llena de bellísimos recuerdos. Su actitud hace que me sienta obligada a pedirle disculpas en público por la forma como lo traté la semana pasada, y eso es lo que estoy haciendo ahora como desagravio; señor Gutiérrez, lo felicito, usted me hizo cambiar de posición de muchas maneras y se lo agradezco..."; cruzó sus piernas y dejó al descubierto una buena porción de sus deliciosos muslos.
Desde entonces María Antonieta solía regalarle una espléndida vista de su anatomía a los compañeros de clase; una tarde que estábamos en su cama, le pregunté por que hacía eso...; "deja que ellos disfruten con la mirada lo que solo tú disfrutas totalmente, ahora penétrame mi vida!, que ardo en deseos de sentirte dentro de mí...!!!"