Mi vida con los hombres. 5 Los viejos del gimnasio
Continúo contando mis hazañas con los hombres. Historias reales.
Tenía algo más de tiempo en esta época, y decidí apuntarme al gimnasio, no es que me hiciera falta, tengo buen cuerpo, pero me podía el morbo de ver los tíos del gym y si podía pescar a alguno mejor. Había probado a ir a diferentes horas del día para ver que tipo de hombres había. Cuando más tranquilo estaba desde luego era por la mañana, pero claro, la media de edad por la mañana subía mucho con respecto de la tarde. Me lo pasaba bastante bien, le había cogido cierto morbo a pasearme por la sala de maquinas con mis mallas ajustadas marcando culazo, y por supuesto, en los vestuarios cuando tocaba cambiarme no tenia pudor ninguno en quedarme en bolas delante del que estuviera por allí. También me gustaba recrearme en las duchas, me enjabonaba despacio, recorriendo todo mi cuerpo.
Una mañana como otra cualquiera llegué al gym, me fui a las maquinas a hacer cardio, estábamos los habituales, algunos deportistas profesionales, estos van a los suyo, los musculosos con sus rutinas y por otro lado los mayores, hombres de unos 60 años en adelante, la mayoría jubilados, van allí a pasar el rato y estar entretenidos. No había ninguno que me llamase especialmente la atención, sin embargo alguno de ellos si se quedaban mirándome sobre todo cuando hacía elíptica. Yo me había fijado en el monitor de spinning, un chaval de uno 25 años, guapete, cuerpazo, tenía mucho sentido del humor, me quedaba mirándolo atónito, sobre todo cuando acababa las clases y salia con la camiseta sudada y se le marcaban los pectorales. En una de esas abstracciones que tenía me interrumpió uno de los jubilados, me hacía saber que aquel monitor estaba fuera de mi alcance, al parecer tenía novia desde hace tiempo, cosa que me hizo gracia por el números de heteros que tienen algo con otros tíos. Aquel señor me siguió contando que ya han sido muchos chicos los que le habían entrado al monitor y no habían conseguido nada. Le pregunté como lo sabía, me dijo que él era uno de los rechazados por el chico, me sorprendió, no imaginaría que aquel señor le iban los chicos. Seguí charlando un rato con aquel hombre y al rato me fui hacia los vestuarios. Me había quedado con mal sabor de boca por lo que me dijo, pero a la vez estaba algo cachondo por la situación. El jubilado mientras me había hablado no dejaba de mirarme y desnudarme con su mirada, y eso me dio morbo. Si no podía tener al monitor, al menos con el viejo me aliviaría. Estaba desvistiéndome cuando llegó el viejo junto con otro hombre algo más joven que él, los había visto antes juntos, supuse que eran conocidos de allí. Yo seguía a lo mio, me saludaron, fueron a sus taquillas y los escuché murmurar entre ellos. Yo como buen exhibicionista me puse de pie apoyando un pie en el banco enseñándoles mi culo. Sabía que estaban hablando de mi, empezaron a desnudarse los dos, ellos no tenían nada que ver con el monitor, eran gorditos, uno más velludo que el otro, el que me habló era canoso, se veía fuerte, el otro era calvo, más bajo que el amigo y velludo, este si estaba más gordito que el otro. Los dos tenían pollas muy similares, gorditas con buenos huevos, y ya empezaban a estar morcillonas. El viejo se acercó hasta mi, desnudo, veía de reojo su polla balancearse, y lo que me dijo me dejó de pierda. Resulta que el otro hombre que iba con él era su pareja. Y me estaba proponiendo irme con ellos a su casa a tomar algo, le había caído bien. Los tres nos vestimos y pusimos rumbo hasta su casa, estaba cerca del gym. El más mayor se llamaba Paco, tenía 63 años y efectivamente estaba jubilado, su pareja era Javi de 55 años y desempleado. Llegamos a la casa, me ofrecieron si quería tomar algo, me senté en el sofá a igual que ellos. Paco no se andaba con rodeos y se desnudó y acto seguido lo hizo su pareja. Me decían que me habían visto muchas veces paseándome desnudo por los vestuarios que ahora no fuese tímido y hiciera lo mismo. No tenía vergüenza ninguna así que me desnudé. Me contaron que ellos practican mucho el nudismo, en verano suelen ir a playas de este tipo y que por supuesto llevan una relación bastante liberal. Le gusta meter terceras personas en su relación siempre por placer por supuesto. Javi se acercó a Paco y empezó a pajearlo delante de mi, los dos se morreaban y se tocaban las pollas. Me invitaron a unirme, me morrearon, me chuparon el cuello y casi todo el cuerpo. Sus pollas estaban a tope, a pesar de la edad de Paco su rabo empalmado se veía perfecto, duro y apuntando al techo, la de Javi tampoco tenía desperdicio. La pareja seguía sentada en el sofá, yo me arrodillé delante de ellos, agarrándo sus pollas mientras ellos seguían con sus morreos y demás. Primero me comí la polla de Paco, menudo cipote tenía, con la otra mano pajeaba a Javi, al rato cambiaba, me comía la polla de Javi y pajeaba a Paco. Javi había conseguido llegar a mi culo y empezar a follármelo con un dedo, me estaba haciendo gozar porque tenía los dedos gordos. Se levantó y se colocó detrás de mi, me puso a 4 patas delante de Paco, sin dejar de mamarle la polla a este. Javi me escupió en mi rajita y restregó la punta de su rabo por mi agujerito, me agarro de las caderas y me la fue metiendo poco a poco. Apenas podía gemir con la polla de Paco dentro de mi boca. Para estar gordito Javi se las apañaba muy bien, sentir toda esa fuerza empujando en mi culo me hacía disfrutar mucho. Llegó el momento de que me follara Paco, no se levanto del sofá, me subí a horcajadas encima de él, como ya tenía bien dilatado el ojete no le costó trabajo meterme el rabo. Me apoyé en su pecho y empecé a dar salto en su polla, que entraba u salia de mi culo de maravilla. Javi se puso al lado de Paco,dándole de mamar su polla a su pareja. Erán unos maduretes muy degenerados. Pedí descansar un poco de tantos brincos, ellos accedieron dejándome que me levantara de la polla de Paco, en mi lugar se puso Javi, de espaldas a Paco y abriéndose las nalgas se metió la polla de este y empezó a dar saltos mientras a mi me chupaba la polla. La pareja se puso de pie y me volvieron a poner en el sofá, esta vez de rodillas apoyado en el respaldo y con el culo hacia ellos, Javí volvió a metermela y Paco se pajeaba mirando y agarrándome el culo. Los dos estaban a punto de correrse, yo me pajeaba disfrutando de la follada que me estaban dando. El primero en correrse fue Paco, apuntó su polla a mi culo con Javi follándome todavía, Javi no tardó mucho en sacar su polla y correrse también sobre mi culo y raja dejándomelo entre los dos empapado y cubierto de lefa. Paco sin soltarme el culo me dijo que esto había sido mucho mejor que con el monitor.