Mi vida con Arturo 7
Afortunadamente esa noche no me buscó Arturo, ya que amanecí con mis pantaletas encharcadas de todo el semen que me escurrió durante la noche, me levante a bañar puse mi ropa hasta abajo del cesto, arreglé a los niños y me fui a la pape después de dejarlos en la escuela.
Mi vida con Arturo 7
Afortunadamente esa noche no me buscó Arturo, ya que amanecí con mis pantaletas encharcadas de todo el semen que me escurrió durante la noche, me levante a bañar puse mi ropa hasta abajo del cesto, arreglé a los niños y me fui a la pape después de dejarlos en la escuela.
En la tarde al regresar con los niños a casa vi que se rentaba un local abajo del departamento, llamé y lo fui a ver, le comente a Arturo y me dijo que si quería lo contrataba y cambiábamos la pape para allá, le dije que si pues así estaría más al pendiente de los niños, en dos semanas ya nos habíamos cambiado al nuevo local, era más reducido pero estaba más cerca de mis hijos y la zona era casi la misma así que muchos de mis clientes seguían comprándome.
Arturo se cambió de trabajo a una empresa llamada MORESA (motores y refacciones s.a.) me extrañó ya que ahí entró como vendedor y en Vegue estaba como gerente de ventas, pero según él era mas grande la compañía y las comisiones más altas. Después me enteré por Juan Carlos que al parecer hubo discrepancias en sus resultados y optaron por prescindir de sus servicios.
Los primeros meses fueron difíciles pues de estar con un sueldo a sólo prácticamente comisiones y en lo que se hacía de clientela, pues sus ahorros fueron disminuyendo considerablemente al grado que me comunicó que iba a vender el auto porque la empresa le daba uno para visitar clientes y que mejor aprovechaba el dinero y puso a la venta el auto, yo no quería, pues no es lo mismo tener algo propio que prestado, pero en fin…. Era su auto.
Como a la semana y media me llama a la pape y me dice que iba a ir un señor a ver el auto, que se lo enseñara y viera si se animaba, que los documentos estaban en el cajón del comedor, yo le dije que no sabía de autos y me dijo tú sácale el mejor precio, me urge el dinero para pagar la renta y nuestros gastos ya hice unas ventas pero me las liquidan en un mes.
A regañadientes le dije a ver qué puedo hacer ya me dijo en cuanto se lo había ofrecido y lo menos que aceptaría.
Como a las cuatro de la tarde llegó el señor este le abrí la cochera, sacó el auto y me subí a su lado, dimos una vuelta bastante larga ya que de la obrera nos fuimos hasta la colonia postal, después cogió Tlalpan hasta el estadio azteca, en el camino iba diciéndome lo que según le notaba al auto, me imagino para poder negociar el precio después, al cambiar de velocidades en dos ocasiones rozó mi pierna pero no le di importancia, me comentó a lo que se dedicaba y otras cosas sin importancia; su plática era muy agradable, tenía una sonrisa muy bonita franca y eso me dio confianza y le comenté que me gustaba mucho la música setentera.
Me percaté que a cada momento veía por mi escote y también observaba mis piernas, yo iba vestida con una blusa floreada verde muy vaporosa que por el calor tenia desabrochados los dos primeros botones dejando a la vista parte de mis senos ya que acostumbro usar brasear de media copa y una falda corta blanca que al sentarme quedaba más arriba de medio muslo.
El era un hombre bastante atractivo con unas incipientes canas a los lados, de espaldas anchas y manos fuertes y olía muy rico a una fragancia con olor a cítricos que excitaba mis sentidos.
Se estacionó en una callecita detrás del estadio azteca, y volteando hacia mí, empezó a explicarme lo que tendría que hacerle al auto, movía mucho sus manos al hablar y al estar más cerca de mí su fragancia me envolvía en un sopor delicioso, y sus movimientos parecía que me hipnotizaban jeje,
Le dije que el precio del auto eran 55 mil pesos y no estaba autorizada a hacer una rebaja que lo tendría que ver con mi esposo, el me contestó que Arturo le había dicho que todo el trato lo hiciera conmigo y lo que acordáramos él lo respetaría. Me explicaba sus razones, al hablarme me tomaba del brazo diciéndome que aceptara su oferta, me empezó hablar de tú. Después del estire y afloje me dijo que me ofrecía 50 máximo, le dije que menos de 53 no aceptaba, me dijo que haría el esfuerzo de conseguirlos si aceptaba su invitación a tomar un café y cerrar el trato.
Como nos urgía el dinero le dije que aceptaba su invitación, el sonrió y me dijo posando su mano en mi rodilla la cual retiré y él apretando mi mano me dijo como te gusta la música de los setenta, conozco un lugar que toca ese tipo de música y así estarás más a gusto, no le vi problema y acepté, hizo una llamada y nos fuimos de ahí.
Serian como las seis y media cuando llegamos al lugar, un sitio agradable con posters de aquella época al igual que la decoración u tanto sicodélica. Nos sentamos y pidió las bebidas, puse mi cara de enojada y le dije no iba a ser un café, el se sonrió y me dijo que no creía que tuvieran ahí, que una copita para la sed era más refrescante pero si no estaba a gusto podíamos ir a un vips o sanborns, le dije que estaba a gusto y no había problema pero solo una eh?
Empezamos a platicar de diversos temas me dijo que era separado pero vivía con su hijo de 10 años, y estaba dedicado al cien a su trabajo e hijo pues no tenía una relación con nadie por el momento, algunas parejas se pararon a bailar y el caballerosamente me dijo si bailábamos, le dije que me encanta bailar, bailamos la primera separados como se estilaba en esos años, riéndonos de los pasos que hacíamos acordes a esa época.
En la segunda pieza, me tomo de la cintura y puso mi mano sobre su pecho con la suya y empezamos a bailar, su fragancia me envolvía sentir su mano fuerte en mi cintura y sus hombros bien formados me estaba mojando era un hombre bastante atractivo para mi gusto, me apretó un poco mas y pude sentir su entrepierna en mi muslo, seguimos al compas de la música con movimientos cadenciosos y por los roces su pene comenzó a despertarse, se sentía bien no era muy grande pero si se notaba muy grueso y duro, él se movió de manera que quedara a la altura de mi vientre, traía unos calzones flojos porque podía fácilmente acomodarlo, sin presión para él.
Me estaba excitando mucho que ya sentía la humedad en mi pantaleta, él empezó a besar mi oreja y le dije que mejor nos sentáramos un rato, al separarme se le veía una gran carpa en el pantalón me sonreí y tuve que ir pegada a él para que no se le viera la erección jaja.
Terminamos nuestra copa, mientras tanto el insistía en acariciar mis piernas y yo en detener su mano, me dijo que le gustaba mucho y quería estar conmigo, le dije que ya me llevara a mi casa pues era tarde, salimos del lugar y tres calles antes de mi casa se detuvo y me beso en la boca, metiendo su mano entre mis piernas, yo le dije que parara pero me contestó: se que lo deseas tanto como yo y vaya que lo sabia pues ya estaba rozando con sus dedos mi húmeda intimidad, le dije que estábamos cerca de mi casa y nos podían ver y como ya le había hablado a Arturo no podía ir con él a ningún lado que era lo que me pedía, lo comprendió y sacando su mano de entre mis piernas me dijo: tienes razón Rocío me hizo un cheque por 50 mil pesos, me dio su tarjeta y me dijo mañana te doy los otros tres que me va a prestar mi hermano, te dejo mi numero y nos coordinamos; arrancó el auto me ayudó a bajar y me acompañó a la puerta de mi casa, dándome un beso en la mano.
Entre a la casa y como a los 10 minutos llegó Arturo le di el cheque y se puso muy contento, cenamos y nos fuimos a dormir.
Esa noche mi pareja me buscó, y como estaba excitada por lo sucedido con el comprador del auto me dejé hacer.
Empezó a besare y a tocarme por todas partes, yo empecé a suspirar con sus caricias y al tocarme la vagina por encima de mis pantaletas, notó mi humedad, se sonrió y quitándome el camisón besaba y succionaba mis pezones que se erectaron inmediatamente, metí mi mano en su pantalón de la pijama y extraje su pene ya listo y duro, se lo acaricié de arriba abajo, varias veces, él me quito mis pantaletas y poniéndose en medio de mis piernas me penetró sin dejar de besar mis pechos, cómo estaba muy excitado sabia que terminaría pronto así que moví mis caderas de modo que rozara su pelvis mi clítoris y así conseguir mi ansiado orgasmo, él terminó después de mi bufando y con la respiración agitada, me desmontó me dio un beso en la frente y se quedó a mi lado hasta que se durmió, yo tarde un buen rato en conciliar el sueño pensando en que pasaría si iba por el dinero o no.
A la mañana siguiente me fui a la pape como de costumbre y no fue hasta dos días después que le llamé para ir por el dinero, me dijo que nos viéramos en el centro en el hostal de Cortes, hay un café amenizado por un piano y es muy agradable con una fuente en el centro es una construcción colonial muy bonita, le llamé a Arturo y le dije iba a ver a mi comadre la esposa de Felipe en casa de su hermana porque me iba a mostrar unos artículos para regalo y venderlos en la papelería, me dijo que le hablara para ir por mí, le dije que seguramente me traerían a casa y colgué.
Subí a la casa, les prepare algo de comer a los niños y a Arturo le di indicaciones a Brenda, me bañé y me arregle muy bien, me puse una lencería de encaje blanca, una blusa azul claro de florecitas y una mini falda blanca que me quedaba como pintada, unas medias elásticas con encaje y zapatillas a juego, me maquille discretamente cogí mi bolso y salí a buscar un taxi.
Cuando llegué al café, él ya me estaba esperando, caballerosamente se levantó para ayudarme a sentar, pidió dos cafés y el carrito de pasteles, me tomó de las manos y acercándose a mi me besó, llegó el carrito y escogí un pastel de moka, bajó su mano a mi pierna y la acariciaba subiendo por el interior de mi muslo, cerré instintivamente mis piernas pero el ya tocaba mi piel justo donde termina el elástico de mi media, abrió los ojos con sorpresa y sonrió; le retiré la mano disimuladamente y le dije que no contaba con mucho tiempo que me diera el dinero para irme.
Pidió la cuenta y me dijo que lo tenía en su casa y ahí me lo daría, (ya sabía yo que algo así sucedería y estaba decidida pues necesitaba el dinero, además que lo merecía por haber cerrado el trato y Arturo no me quiso dar nada cuando le pedí para surtir unos materiales), salimos y en el auto me volvió a besar diciéndome lo guapa que me veía y que me deseaba tanto que no había dejado de pensar en mi, puso su mano en mi pierna y nos fuimos a su departamento, todo el trayecto me fue acariciando las piernas, tenía libre acceso pues mi falda al ser corta se me subió casi al borde de mis medias dejando a la vista el elástico de encaje, ya tocaba mi piel directamente y con uno de sus dedos acariciaba mis labios vaginales sobre mi pantaleta, me estaba poniendo a mil con sus caricias; puse mi mano sobre su pierna apretándola cada vez que sentía mis jugos fluir, en un semáforo se acercó a mi me beso apasionadamente y puso mi mano en su entrepierna, estaba duro su pene y le apreté levemente el glande sobre el pantalón nos tocaron el claxon y arrancó el coche sin dejar de tocar mi vagina, haciendo a un lado mi pantaleta de encaje, mientras yo sobaba sus testículos sobre el pantalón y recorría su pene de arriba abajo recostada en su pierna ya mi entrega era total, quería que ya llegáramos y me poseyera completamente, cómo me excitaba su aroma era algo irresistible para mi, le pregunté por su hijo y me comentó que estaba en casa de su hermano que lo llevó en cuanto le llamé.
Me reí y le dije lo planeaste bien eh? Sólo sonrió y dijo nos deseamos …
En cuanto entramos a su departamento nos besamos y nos fuimos desnudando uno al otro, al llegar a su habitación ya solo traía mis medias y mis pantaletas, y el solo sus flojos bóxer con una erección monumental estirando al máximo la tela de su calzón.
Se paró frente a mi y abriendo mis brazos a los lados me dijo te ves hermosa!! Y cargándome de la cintura besaba mis pechos golosamente, arrojándonos sobre la cama, su pene salió por la bragueta de su calzón golpeando deliciosamente mis piernas, las cuales abrí para apresarlo en medio de ellas, se sentía caliente y húmedo en la punta por la secreción pre seminal que brotaba, no dejaba de succionar mis pechos diciendo lo hermosa que era y sobando mis nalgas, tratando de bajar mis pantaletas, levanté mis caderas para facilitarle la maniobra, quitándomelas por completo y abriendo mis piernas comenzó a besar mis nalgas y mis labios vaginales, transportándome al paraíso, me sentía super mojada, con ayuda de sus dedos abrió mi vagina metiéndome su húmeda lengua como si fuera un diminuto pene para después poner su boca en mi clítoris como si fuera una ventosa succionándolo, que deleite me hizo sentir que en unos cuantos segundos moje su cara con mi orgasmo torrencial.
Beso el interior de mis muslos, besó mi vientre y se acomodó en medio de mis piernas introduciendo su miembro en mi vagina, que se deslizo fácilmente hasta el fondo por lo mojada que estaba, hasta que sentí su escroto pegado a mis nalgas, se quedó un rato así besando mi cuello y mi oreja izquierda hasta volver hacia mis senos y sin dejar de besarlos empezó un delicioso mete y saca que rodeándolo con mis piernas acompasé moviendo mis caderas al encuentro de sus embestidas, lo abrazaba fuertemente pues empecé a sentir como llegaba mi siguiente orgasmo, él continuaba al mismo ritmo hasta que apoyándose con sus fuertes manos en el colchón aumentó la velocidad de sus embestidas enterrando en cada una su duro pene hasta el fondo de mi canal vaginal, me dio tres fuertes empujones que sentía rebotar en mis nalgas sus testículos expulsando su ardiente esperma en el fondo de mi matriz, lo abracé fuertemente y apreté sus nalgas con mis piernas para sentirlo profundamente y con los músculos de mi vagina exprimirle hasta la última gota de semen, quedamos exhaustos su respiración en mi cuello acariciándole su cabello estire mis piernas sintiendo como iba abandonando mi cálida vagina su ya flácido pene, mojando mis nalgas con su semen mezclado con mis jugos.
Se levantó diciéndome que nos bañáramos yo le dije que no que quería llevar su olor en mi piel, me vestí y tomando un taxi, me fui a mi casa.