Mi vida con Arturo 5
Quise poner un negocio con el apoyo de mi pareja y me sucedió lo siguiente
Mi vida con Arturo 5
Nuestra vida estaba mejorando bastante así que me dijo Arturo que si quería podía dejar de trabajar y dedicarme a la casa y a los niños, renuncié y me dedique al cien por ciento a mi hogar, en el nuevo departamento, así pasaron como dos años y acostumbrada a mi independencia, pues ahora me tenía que ajustar a lo que él me dierapara el gasto que no era mucho y resignarme a lo que me comprara para mi uso personal.
Un dia hablando con Arturo le manifesté mi inquietud de querer hacer algo por mi misma al fin los niños ya estaban más grandecitos. Me pregunto qué quería hacer, le comenté que había investigado sobre el negocio de la papelería y me gustaría emprender ese negocio, no muy convencido me dio el dinero de acuerdo a lo que presupuesté y me dijo que era todo lo que me daría que lo administrara bien y ojala pronto obtuviera ganancias porque sino tendría que cerrar, pues no contaba con más dinero extra.
Me puse muy contenta y empecé a buscar un local, encontré uno que me agradó en una calle con mucho movimiento peatonal y dos escuelas cerca. Estaba como a 15 calles del departamento o sea que podía fácilmente atender las dos cosas mi negocio y la casa.
Cuando la surtí por primera vez, en lugar de hacer el pedido a domicilio preferí ir directamente con la empresa mayorista y elegir mi material y mercancía directamente; terminé de hacer las compras y salí a conseguir un taxi grande pues eran varias cajas que un muchacho llevaba en un diablo, subieron las cosas al auto y como se lleno tanto la cajuela como el asiento trasero me tuve que sentar en el asiento delantero, era un auto de asiento corrido.
Siempre me ha gustado vestir bien y sobre todo ropa que me quede ajustada como pintada a mi cuerpo, en ese día llevaba una blusa de cuello en v algo escotada ya que se veía el canalillo y aunque no tengo un gran busto pues soy talla 34, uso brasier de media copa que levanta y resalta mis senos, la blusa era color fiucha combinada con una falda corta azul, la falda entallada a mis caderas que me llegaba a una palma arriba de la rodilla que obviamente al sentarme se subía un poco más de medio muslo, pantimedia transparente y unos zapatos de tacón alto color azul con un pequeño listón.
Nos fuimos en dirección a la papelería para dejar el material, en el camino el taxista no dejaba de platicar conmigo con el pretexto evidente de voltear a verme las piernas, yo me hacia la desentendida para no dar pie a malas interpretaciones y solo contestaba con monosílabos; ya serian como las siete de la noche y empezaba a obscurecer.
Cuando llegamos y le preguntó cuánto le debo me doy cuenta que no traía mi monedero, no sé si al estar subiendo la mercancía se me cayó o lo deje en el mostrador al pagar, no sabía que decirle.
El vio mi cara de preocupación y me preguntó qué pasaba le dije que no traía mi monedero y que en mi casa no había nadie.
Entonces él se voltea hacia mí y me dice "como le hacemos señorita porque no puedo dejar que baje sus cosas sino me paga, háblele alguien para que le traiga dinero. Le repetí que no había nadie en mi casa, que me diera oportunidad de pagarle mañana, al fin ya sabía dónde estaba la papelería y le pagaría mañana su dinero y un extra por el tiempo.
El se me queda viendo a las piernas y tomando mi mano me dice: Mire güerita, no desconfío de usted pero yo tengo que entregar la cuenta completa.
Yo le dije preocupada que no sabía qué hacer, que si quería le daba parte de la mercancía por el viaje, entonces el posando su mano en mi pierna me dice que el preferiría estar un rato a solas conmigo y olvidar la deuda, le dije que no podía ser pues era casada y él cínicamente me dice que nadie se iba a enterar y que además viera como lo había puesto con solo ver mis piernas y la ropa que traía tan entallada y cogiendo mi mano la acercó a su entrepierna, sintiendo un enorme bulto duro que pujaba por ser liberado, yo retiré instintivamente mi mano y le dije, que pretendía y que era un abuso lo que insinuaba y llamaría a la policía, a lo que él me contestó por aquí no pasa nadie ahora y además lleva las de perder porque usted no lo puede comprobar y yo sí que usted me debe, así es que como quiera llame a la policía y nos arreglamos en la delegación.
Me puse nerviosa era cierto el tenia la razón, yo le debía el pasaje y no me había hecho nada malo solo proponía una solución a mi problema, y que problemón pues se hacía de noche y mi pareja no me creería el motivo de mi tardanza.
Pensé bueno lo masturbo baja mi mercancía y ya me voy a mi casa caminando al fin quedaba como a unas 15 calles.
Le dije bueno pero estaciónese bajo aquel árbol, para estar más tranquilos, el con una sonrisa pícara me acarició la pierna y se estacionó.
Como ya dije el asiento era corrido entonces se acerco a mí y me volvió acariciar mis piernas yo le dije que solo lo masturbaría y ya, pero él me decía que necesitaba acariciarme para no perder la excitación, tonta de mí, lo deje que siguiera acariciándome mientras yo le desabrochaba el pantalón, el se lo bajó completamente y lo que vi me dejó impactada tenía un pene grueso y mucho más grande que el de mi marido, sobresalía por un lado de su bóxer, fácil era el glande y unos tres centímetros de su pene, me lleve la mano a la boca y él me dijo que si nunca había tocado uno de ese tamaño, le dije que no tan grande y entonces se bajo por completo su bóxer saliendo disparado como un resorte semejante trozo de carne, sus testículos reposaban gordos y duros en el asiento.
Al acercarme para tocarle los testículos que también me impresionaron y empezar a masturbarlo se levanto mas mi falda y el aprovechando eso empezó a subir sus manos por mis piernas posando una en mi nalga derecha y la otra acariciando mi vulva sobre mi panty y acercando su boca empezó a besarme el cuello.
Desgraciadamente para mi uno de mis puntos débiles, se me erizo el cabello y empezaba a excitarme con sus besos y caricias empecé a recorrer todo su miembro masturbándolo tratando que terminara pronto para ya irme, pero a pesar de su excitación el taxista aguantaba mucho sin correrse, yo le decía que ya terminara, pero él me decía que no podía que necesitaba más.
Entonces me levanto la blusa y desabrochando mi sostén que era de broche al frente dejo libres mis senos y comenzó a besarlos y chuparlos ahí fue cuando ya perdí la noción de todo, el tener en mis manos esos testículos tan gordos y sentir palpitar en mi otra mano que no alcanzaba a cerrar mi puño del grosor de semejante pene aunado a sus caricias en mi vulva, ya no opuse resistencia cuando trató de bajar mis pantimedias, solo levante mis caderas para facilitar sus movimientos las bajo hasta mis tobillos y haciendo a un lado mis pantaletas con su dedo gordo apretaba mi clítoris mientras su dedo medio se introducía en mi, al ver mi entrega entonces me recostó en el asiento y alzando mis piernas se puso en medio de ellas recargando mis pies en el volante, tomó su pene con una de sus manos sin dejar de besar mis senos y cuello, alternadamente, paso su glande varias veces por la entrada de mi vagina rozando mi clítoris que ya estaba súper erecto y de un solo empujón me introdujo más de la mitad de su poderoso miembro, yo solo mordía mi puño para no gritar y aminorar mis gemidos ya que en ese momento tenía mi primer orgasmo, el comenzó un lento pero continuo mete y saca que hacía que los tacones de mis zapatos emitieran un ruido constante en el volante del auto, tac tac tac .
así me estuvo metiendo y sacando su miembro de mi vagina que se acostumbró a su grosor y tamaño y empecé a mover mis caderas al encuentro de sus embistes, era un coito en toda regla y yo que pensaba que solo lo masturbaría, inocente de mi!!!! jaja.
Apresuro sus movimientos y sentí como se inflamaba su pene en mi interior y le dije sáquelo por favor, no termine dentro pero ya era tarde en eso sentí tres fuertes chorros de semen que se depositaban en el fondo de mi útero ya que en un último esfuerzo me penetro completamente sintiendo como sus bolas golpeaban y se quedaban pegadas a mis nalgas, me abrace a él y tuve otro fuerte orgasmo que se unió a su esperma, al perder erección su miembro y salirse de mí, dejo un buen charco en el asiento del auto.
Solo me dijo gracias señora fue estupendo.
Acomodamos nuestras ropas, me ayudo a meter la mercancía al local y me dio un aventón dejándome a una calle de mi casa, me metí al baño para asearme y quitarme mis zapatos de tacón que tenían una pequeña mancha de semen, mudo testigo de mi infidelidad. Como llego ahí? no lo sé. Me serví un café en lo que llegaba arturo pensando en lo ingenua que habia sido con el taxista aquel.