Mi vida con Arturo 4

Nuestra vida siguió con normalidad, los niños a la escuela y nosotros a la oficina, Arturo recibió un aumento de sueldo lo que permitió que adquiriera un auto, nos íbamos y regresábamos juntos del trabajo, pasábamos por los niños a casa de mi madre y de ahí a la casa; teníamos una vida estable y rut

Mi vida con Arturo 4

Nuestra vida siguió con normalidad, los niños a la escuela y nosotros a la oficina, Arturo recibió un aumento de sueldo lo que permitió que adquiriera un auto, nos íbamos y regresábamos juntos del trabajo, pasábamos por los niños a casa de mi madre y de ahí a la casa; teníamos una vida estable y rutinaria en todos los aspectos.

A principios de año Arturo nos dijo que podíamos cambiarnos a una zona más céntrica, que vio algunos departamentos y que el sábado iríamos para que eligiéramos el que más nos agradara.

Elegimos un departamento muy amplio en Manuel Paino en la obrera, con balcón hacia la avenida, Arturo hizo el trato dando un buen depósito para que lo reservaran hasta julio que terminan las clases.

El día posterior a reyes estábamos en la casa, viendo la tele mientras los niños se divertían con sus nuevos juguetes, cuando tocaron a la puerta era Alfonso que le llevaba unos regalos para todos.

Fue una agradable sorpresa, los niños abrieron sus obsequios dándole las gracias, Arturo le invitó una cerveza y se pusieron a platicar, en tanto yo preparaba algo de comer.

Como era día de asueto estábamos de fachas Arturo traía un pantallazo y playera y yo traía una blusa a cuadros sin mangas ni brassier y unos shorts muy chicos que uso para andar en casa muy cortito que deja ver parte de mis nalgas.

De reojo veía a Alfonso que al tomar su cerveza si no lo veía Arturo volteaba la vista hacia mis piernas y nalgas, me pidió Arturo les sirviera algo para picar, les llevé un poco de queso, chicharrón y unos totopos con salsa, cada que les llevaba un Platón Alfonso me desnudaba con la mirada, me seguía con la vista desde la cocina hasta la sala sin perder detalle, concentrándose en mi entrepierna y en mis nalgas al irme a la cocina, eso hizo que me mojara un poco.

Arturo me pidió un par de cervezas pero Alfonso se anticipó diciendo si me permites yo las traigo y fue al refrigerador por ellas, al pasar por mi lado disimuladamente me agarró una nalga que di un pequeño salto y grito, Arturo preguntó que me pasó y le dije que me quemé con el sartén.

Al pasar por detrás de mí con las cervezas en las manos se acercó tanto que sentí su paquete en medio de mis nalgas e instintivamente las apreté atrapando le por un segundo, uff qué rico volver a sentirlo. Lo miré y le saqué la lengua el sólo se rió.

Me fui a sentar junto a mi pareja en el loveseat, quedando Alfonso a mi izquierda en el sofá y junto a mi Arturo, que mañana abrazó por los hombros obligándome a cruzar la pierna y mostrarle parte de mi pantaleta a Alfonso que no perdió detalle, Quería excitarlo y ver que hacía para cubrir la protuberancia que cada momento crecía más en su pantalón, pero el efecto era para los dos por estar viéndole cómo crecía su pene me estaba súper mojando, Sentía muy empapada mi pantaleta que les dije pasarán a la mesa en lo que me tapaba porque tenía frío y me fui a mi cuarto.

Cerré la puerta, me quité el short y la pantaleta que chorreaba de lo húmeda, me puse una limpia de encaje y unos mayones rojos ajustados que realizaban mis atributos, saqué mi blusa cubriendo parcialmente mi grupa y mis nalgas y salí a servir la comida.

La cara de Alfonso era un poema al verme con los mayones, ya no podía seguir deleitándose la pupila, y yo me moría de risa por dentro jijiji.

Terminamos de comer, serví café pero Alfonso se disculpó porque tenía que ir a casa de su hermano y se fue, lo alcancé en las escaleras pues había dejado su chamarra en el sofá, le dí un beso en la mejilla y apretándole el pene me sonreí diciendo pobre niño jejeje y me subí corriendo, él me gritó mala me vengare.

Entré a la casa y me senté a terminar mi café, me sentía tan excitada que le dije a Arturo que “hiciéramos la siesta” mandamos a las niñas al parque.

Nos metimos a la habitación mientras el niño se quedó en l sala jugando con sus regalos, le baje el pantas y empecé a masturbarle y poco a poco empezó a crecer su pene me lo puse en la boca y lo hacía entrar y salir, sintiendo como iba creciendo dentro de mi boca y acariciaba sus testículos, presionando la parte de atrás de ellos eso hacia que su pene se endureciera mas y diera ricos brinquitos en mi boca, él me levantó me quitó la blusa y empezó a lamer mis pezones mientras me quitaba el mayón que descendía por mis piernas junto con mi pantaleta de encaje, enrollándose en mis tobillos, me lo quité lanzándolo a un lado, me recostó, puso mis piernas en sus hombros y me penetró de una sola estocada hasta el fondo de mi vagina, yo estaba super mojada y eso facilitó la dura penetración, movía mis caderas en forma circular pensando que quien me lo hacía era Alfonso y no Arturo, imaginaba que era su largo y rígido pene el que se abría paso a través de mi vagina estirando al máximo mis pliegues, me meneaba tan rápido que en pocos minutos sentía que derramaba su semen en mi interior, gracias a lo excitada y húmeda que estaba pude alcanzar mi orgasmo.

Termino depositándome dos fuertes disparos de su esperma, y fue disminuyendo su pene, retirándolo del interior de mi vagina y resoplando se acostó a mi lado, cerré mis piernas fuertemente para seguir sintiendo presión en mi clítoris y acariciando lentamente mis labios disfruté en soledad de mi insipiente orgasmo.

Me metí entre las sabanas y me dormí dándole la espalda a Arturo; me levanté como a las tres horas y ya mis hijas habían regresado, me puse una bata y me fui a prepararles la cena, les serví me enjuagué la boca, me bañe y me dormí hasta la mañana siguiente.