Mi Vida con Arturo 28
Salida a chapultepec
Mi Vida con Arturo 28
Cierto día paso Eugenio por mí, ya habíamos quedado en ir desayunar y después ir a dar un paseo por Chapultepec, así que me vestí para la ocasión, me desperté temprano les preparé el almuerzo a mis hijos y le di de desayunar a Arturo, , me sentía contenta de poder salir con mi amado y estaba muy excitada ese día al grado que se me notaban mis pezones erectos a través de mi camiseta de dormir, al irse todos recogí la mesa y después me metí a bañar, terminé y antes de vestirme masajeé todo mi cuerpo me puse crema por todas partes es una costumbre que tengo desde siempre me hace sentirme fresca todo el dia y con un aroma muy agradable.
Me puse un coordinado de brassier de media copa que resaltaba y figura y una pequeña pantaleta de encaje blancos, una blusa blanca floreada con algo de escote ya que sus botones empezaban justo en mi canalillo de cuello alto y en v; y un short blanco a rayas verdes que me quedaba justo y como tres dedos debajo de mis nalgas, unos pequeños tines blancos y mis tenis sin agujetas.
Mi cabello rizado a la altura de los hombros y una delgada diadema sosteniéndolo y dejando un flequillo únicamente, me maquillé muy sutilmente y lista me sentía sexy a pesar de la sencillez de mi vestuario.
Llegó por mi y nos fuimos a desayunar al vips de fray Servando cerca de Bolívar, nos sentamos y degustamos nuestro desayuno tranquilamente platicando de nuestras cosas y comentándole que pensaba regresar a vender Avon y en cuanto entrara nuevamente decirle a Arturo que había renunciado, él me recomendó mejor decirle que el proyecto se terminó y por el momento no había nada en puerta y había reajuste en la oficina y así quedamos.
Me acurrucaba de vez en cuando en su pecho, me gustaba mucho impregnarme de su varonil aroma, me embelesaba su olor viril fuerte, mis hormonas estaban algo sensibles ya que con cualquier pequeño roce se me erizaba la piel, siento que era por la cercanía de mi ovulación, ya que estaba a mitad de periodo.
Terminamos de desayunar y al llegar al estacionamiento y abrirme la puerta para que subiera, me incliné para subirme con la premeditada intención de rozar su masculinidad con mis nalgas, que rico sentí al comprobar que estaba semi erecto, me subí y volteé a verle con una picara sonrisa, el se agachó y me beso en los labios posando su mano en medio de mis piernas que me hizo erizarme más.
Fuimos al Chapultepec viejo, estuvimos en el zoológico muy poco tiempo solo para ver los pandas, rentamos unas bicicletas pero la mía me rozaba mucho el asiento y entonces las dejamos y nos fuimos al castillo y al museo de historia, disfrutamos mucho ahí nos besábamos y acariciábamos fugazmente, eso hacía que nuestra excitación poco a poco iba en aumento ligeramente, fuimos hacia el lago y rentamos una lancha, íbamos platicando frente a frente, él remaba y acercaba sus labios a los míos coordinando nuestros besos al ritmo de la remada, al pasar bajo el puente ahí nos besamos con pasión y él acariciaba mis piernas y sobaba mis nalgas en una forma que hacía que mi respiración se agitara yo me abrazaba a su cuello y mordía sus labios ligeramente efecto de mi sentir.
Pasando el puente a la derecha vimos un canal que no estaba habilitado ya que tenia atravesada una cuerda la cual levantamos y nos introducimos por ese canal, ahí nuestra adrenalina empezó a aflorar por el temor a ser vistos, pero afortunadamente no había nadie cerca, remó un poco mas hasta adentrarnos en ese canal y en una especia de ladera que formaba el lago y que quedaba al amparo de la sombra de un árbol, ahí nos quedamos dejando estacionada la lancha en esa especie de cala pequeña, nos sentamos en la parte ancha de la lancha y nos empezamos a besar apasionadamente, yo estaba bastante húmeda ya que desde la mañana estaba muy excitada y ahora con sus besos y caricias me dejé llevar y liberé toda mi pasión posando mi mano sobre su miembro el cual ya presentaba una exquisita y atrayente protuberancia en su pantalón, comencé a acariciarlo por encima de su pantalón sintiendo como iba aumentando su volumen y endureciéndose más al contacto de mi mano mientras enlazábamos nuestras lenguas en un riquísimo beso que duró una eternidad placentera.
Desabrochó con una mano mi short y metió su mano para acariciar mi vulva, abrí mis piernas facilitando su acceso hacia mi intimidad que ya estaba súper húmeda por la afluencia de mis jugos, él tocaba mis labios vaginales sobre mi pantaleta presionando ligeramente mi clítoris que ya presentaba cierta rigidez y que gracias a sus caricias aliviaba mi excitación.
Se oían las voces y pasos a lo lejos de los transeúntes que iban por la parte lateral del castillo, volteamos hacia el origen de dichos sonidos percatándonos que difícilmente pudieran vernos ya que los arboles comuflajeaban nuestras siluetas.
Continuamos con nuestros escarceos y caricias que cada vez eran más desinhibidas, bajé el cierre de su pantalón y metiendo mi mano en su bóxer extraje su durísimo pene, me agaché y dejando una de mis manos dentro de su bóxer acariciando sus cargados testículos y cogiendo su grueso pene de la base lamí su glande retirando con mi lengua una pequeña gota de liquido pre seminal que brillaba en su orificio rodeé con mi lengua su cabecita girándola alrededor haciéndolo apretar sus glúteos y que emitiera un sonido gutural prueba eminente del placer que mi caricia lingual le proporcionaba, metí en mi boca lentamente y centímetro a centímetro su grueso pene abriendo mis quijadas al máximo para albergar su potente y viril falo, subiendo y bajando mi cabeza dándole una de mis mejores felaciones por lo excitada que estaba, en ese momento me olvidé donde estábamos solo quería sentir sus palpitaciones peniles en mi paladar acariciando con mis dedos sus bolas masajeándolas deliciosamente.
él metió su mano en mis pantaletas acariciando mis redondas nalgas colocando su dedo medio en la reja de las mismas, descendiendo hasta alcanzar mi orificio anal y presionar dulcemente mi esfínter, levanté mi cadera haciéndome hacia atrás permitiendo que su caricia llegara más lejos, siguió acariciando y apretando mis nalgas dándome un exquisito placer hasta que introduciendo su mano completamente llegó hasta mis labios vaginales y abriéndolos ligeramente con sus dedos metió dos de ellos en mi vagina y con el dedo indicé presionaba mi erecto clítoris haciéndome gemir de placer, quería hacer que se corriera en mi boca y disfrutar tragándome su esperma y aceleré mis movimientos copulándolo prácticamente con mis labios.
El detuvo mi cabeza, me levantó y bajando un poco mi short y mis pantaletas, descendió sus pantalones y bóxer a medio muslo, me tomó de mis nalgas y me sentó en él introduciéndome completamente su pene en mi chorreante vagina que lo acogió calurosamente haciéndome emitir un pequeño grito al sentirme plenamente invadida por su miembro, me senté hasta sentir su escroto pegado a mis nalgas y comencé a mover mis caderas en círculos y de atrás hacia adelante sin sacar ni un milímetro de su grueso pene sintiendo como topaba en el fondo de mi cuello uterino que pellizcaba levemente su glande haciendo que su falo brincara dentro de mí, dándome un placer indescriptible.
Apoyó sus dos manos en mis nalgas y apretándolas me subía y bajaba a todo lo largo de su miembro sacándolo casi por completo para metérmelo enseguida hasta el fondo haciéndome arquear mi espalda al sentirlo topar con mi matriz.
Así estuve cabalgándolo durante varios minutos hasta que apretando mis nalgas me dejé caer ensartándomelo completamente y logrando mi orgasmo que fue bastante escandaloso ya que gemí y grité fuertemente al sentir como salían mis fluidos bañando todo su pene mojando copiosamente su pubis y sus testículos. Movía su cadera circularmente extendiendo al máximo mis paredes vaginales dejándome disfrutar plenamente mi orgasmo, hasta que mis gemidos menguaron y mi respiración se fue normalizando cayendo de mi frente algunas gotas de sudor sobre mis piernas, dejé mis manos apoyadas en sus muslos que resistieron la presión de mis uñas al estarme corriendo fuertemente.
Escuchamos algunos pasos en la maleza tras de nosotros a cierta distancia lo que hizo que me incorporara rápidamente haciendo salir estrepitosamente su pene de mi vagina con un sonido como si descorcháramos una botella de champagne plop!!!.
Me subí como pude mi short quedando mis pantaletas medio enrolladas a la mitad de mis nalgas, me senté frente a él acomodándome mi cabello mientras él acomodó sus ropas sin abrocharlas y comenzó a remar para salir de la pequeña cala en que estábamos.
Escuchamos la voz de un hombre que estaba parado a unos metros de nosotros reprimiéndonos por estar ahí diciéndonos que era una zona que no podíamos pasar, si ya nos vamos le dijo Eugenio, el tipo se me quedó mirando directamente a mis senos que traté de cubrir con mi mano y con una sonrisa lasciva nos siguió con la mirada hasta que salimos del canal.
Remó hasta llegar al puente donde aprovechó Eugenio para acomodar su pene que seguía totalmente erecto y abrochándose los pantalones, fuimos a dejar la lancha y nos encaminamos hacia el auto con una sonrisa entre divertida y nerviosa por lo sucedido en el lago.
Llegamos al auto me subí y antes de que él cerrara la puerta le acaricié su paquete sobre el pantalón diciéndole sarcásticamente, ¡¡¡pobre niño!!!! Se sonrió movió la cabeza y me sacó la lengua jeje.
Prendió el auto, me acerque a él lo besé en los labios y le dije que estuvo rico, bajé mi mano y acaricie nuevamente su pene que estaba duro como roca pulsando por querer salir de su prisión.
Se dirigió por periférico rumbo a viaducto, yo me incliné en mi asiento y desabrochando su pantalón metí mi mano entre su bóxer, saliendo su pene disparado como resorte, lo agarré con mi mano empuñándolo sin poderlo abarcar por completo debido a su grosor; lo sentía palpitar en la palma de mi mano, él levantó un poco su cadera bajándose un poco más los pantalones y calzones quedando libres tanto su erguido pene en mi mano como su escroto que reposaba entre sus piernas.
Mientras el manejaba hacia nuestro destino yo seguirá masturbando su pene y acariciando sus bolas con mi otra mano, chupé su glande, recorrí con mi húmeda lengua todo su tronco hasta llegar a sus testículos besándolos y chupándolos uno a uno, recorriendo de arriba abajo por todo su duro miembro hasta llegar nuevamente a su glande que lengüeteé varias veces antes de meter todo su trozo de dura carne en mi boca apretándolo y presionándolo entre mi lengua y paladar, mientras escuchaba como su respiración se agitaba y entrecortaba del placer que le estaba proporcionando con mi boca.
Así estuve lamiendo y chupando su pene, subiendo y bajando mi cabeza con su duro falo dentro de mi boca hasta que sentí como se infló su pene, aceleré mis movimientos manteniendo solo su glande dentro de mi boca y un poquito de su pene haciendo que vibrará por lo sensible de la zona y recibiendo en mi garganta sus fuertes disparos de semen que golpearon mi campanilla inundando toda mi garganta haciéndome tragar todos sus espermas que seguían saliendo sin parar fácilmente fueron como 4 largos y espesos chorros que se descendieron por mi esófago hasta alojarse en mi estomago.
Que rico sentir como pasan sus espesos espermas por mi garganta haciéndome salivar para poder pasarlos sin ahogarme o tener arcadas y ese sabor especial que tiene como agridulce y su particular olor que enardece mis sentidos haciéndome humedecer nuevamente.
Estuve lamiendo todo su pene hasta dejarlo completamente limpio sin rastro de su corrida y besando y chupando su escroto sintiendo en mi lengua los restos depositados en él de mis fluidos al venirme antes en la lancha; acaricié su pene y se lo guarde en su bóxer, levantando levemente su cadera acomodé como pude su pantalón y se lo abroché, me puse de lado y acomodé mi pantaleta que seguía enrollada a mitad de mis nalgas, nos miramos sonrientes y salimos justo en eje central para ir a comer unos riquísimos mariscos en el mercado hidalgo.
Comimos deliciosamente con un par de cervecitas, después me despedí de él y me fui caminando a mi casa, no sin antes quedar en salir el próximo viernes con mi hija mayor a Africam safari para una tarea que le habían encomendado.