Mi vida con Arturo 20
Mi relación con Eugenio iba de maravilla, nos veíamos diario y por mi trabajo en la calle con los productos por catalogo, me la pasaba todo el día con él, lo hacíamos diario o mínimo cada tercer día parecíamos de luna de miel, unos días nos íbamos a su oficina, o al motel que frecuentábamos o inclus
Mi vida con Arturo 20
Mi relación con Eugenio iba de maravilla, nos veíamos diario y por mi trabajo en la calle con los productos por catalogo, me la pasaba todo el día con él, lo hacíamos diario o mínimo cada tercer día parecíamos de luna de miel, unos días nos íbamos a su oficina, o al motel que frecuentábamos o incluso en ocasiones en mi propio departamento, ahí lo recorrimos por completo en la sala, en la cocina, pasillo baño etc. estaba plenamente satisfecha con él tato en lo sentimental como en lo sexual.
Su secretaria renunció pues estaba embarazada y su esposo ya no quería que trabajara, entonces Eugenio me propuso si quería ser su secretaria y auxiliarle con esa función, actualizando reportes, haciendo y recibiendo llamadas etc funciones propias del puesto, le dije que lo platicaría con Arturo para no tener más problemas.
Lo platique con mi pareja pero no estaba del todo seguro en dejarme trabajar así, tenía muchas dudas y preguntas, como a que se dedicaba l empresa, donde estaba el despacho etc. quedamos en que lo pensaría y ya me diría su decisión.
Hubo dos circunstancias que creo motivaron a que me dejara trabajar en la oficina de Eugenio.
La primera fue que en una ocasión que me enfermé de gripa y no podía salir, se me descompuso la pila del celular y entonces quedé incomunicada como unos tres días, hasta que Eugenio se contactó con mi hija Brenda y le explicó ella lo que había ocurrido, entonces él le dijo que quería visitarme y cuando lo podría hacer sin problemas, yo le mandé decir, el día y la hora.
El día convenido tocó el timbre y salí a abrirle en bata pues no me había cambiado todavía, entramos al departamento, nos tomamos un café y me preguntó cómo me sentía, le dije que ya mejor, que posiblemente ya comenzaría a trabajar y entregar mis pedidos pendientes, él se ofreció como siempre a ayudarme con eso, se acercó a mí y comenzó a masajear mis hombros, yo cerré mis ojos y le dije que se sentía muy bien pues tenia el cuerpo cortado y adolorido, él continuó con su masaje y al saber que tardarían mis hijos en regresar de la escuela pues iban a ir con la hermana de Arturo a comer y al cine, me dijo ven recuéstate en el sillón para darte mejor el masaje, mientras voy al auto por unos aceites que traigo. Le di la llave del zaguán para que entrara sin tocar, regresó rápidamente y me dijo que me recostara y me quitara la bata, cerré las cortinas y así lo hice.
Al primer contacto del aceite con mi piel me puse chinita, pues lo sentí frio y mis pezones se levantaron como astas, él lo esparció sobre mis hombros bajándome los tirantes de mi camisón para descubrir completamente mi espalda, estuvo dándome masaje en mis hombros y brazos en una forma deliciosa, me relajé mucho y cerré mis ojos disfrutando la sensación tan placentera que su masaje me proporcionaba.
Puso más aceite en sus manos entibiándolo con su bao, y lo aplicó en toda mi espalda hasta la cintura, me quitó el camisón para que no se manchara con el aceite, dejándome únicamente con mi pequeña pantaleta que sólo alcanzaba a cubrir la mitad de mis nalgas, continuó dándome masaje por toda mi espalda y mi costado, sintiendo sus dedos rozar levemente, mis senos, yo puse mis brazos cruzados bajo mi cabeza a forma de almohada y así en esa postura recibía su masaje por entero en toda mi espalda recorriéndola desde mi cintura, hasta mi cuello, regresando por mis hombros y brazos, masajeando mis costados, hasta mi cintura, se sentía riquísimo y me comenzó dar un sopor al grado que me abandonaba a su masaje acariciador.
Puso mas aceite en sus manos y ahora lo distribuía sobre mis piernas desde mis tobillos hasta el inicio de mis nalgas, recorría mis piernas completamente de arriba abajo y de regreso, abriendo levemente mis piernas para masajear también el interior de mis muslos.
Sentía el roce de su mano en mi pubis al masajear el interior de mi muslo lo que me estaba excitando al grado que sentí como se empezaba a humedecer mi prenda intima, se sentó en mi espalda y seguía masajeando mis piernas de arriba hacia abajo, llegando hasta la planta de mis pies, lo que ocasionaba que su paquete ya algo durito, se posara en mis nalgas, acrecentando mi placer y sensaciones.
Mi respiración se fue agitando por la excitación que me estaban provocando sus caricias, él se dio cuenta y bajándome las pantaletas a medio muslo comenzó a besar mis nalgas alternativamente, primero una recorriendo desde mi cintura hasta el final de mi glúteo y sacando su lengua la pasaba por en medio de mis nalgas saeteando con ella levemente mis labios vaginales, para continuar besando ahora mi otra nalga hasta mi cintura, mientras seguí masajeando mis muslos con sus manos, así estuvo acariciándome como 5 minutos mas, hasta que al ver el brillo de mis secreciones en mis labios vaginales, abriendo mis nalgas los acarició con sus dedos a todo lo largo y siguiendo su camino desde mi vagina hasta mi ano y a la inversa metiendo en cada ocasión su dedo medio en mi vagina, haciéndome gemir de placer en cada intrusión.
Jadeaba, gemía y emitía pequeños chillidos de placer apretando el asiento del sofá, con mis uñas, él se quitó de encima de mí y desnudándose completamente paseo su pene erecto por en medio de mis nalgas, abriéndolas para dejar su mástil, cálido y firme en la raja de mi culito, reposando sus testículos en la base de mis nalgas, que rico sentía su piel pegada a la mía, su pecho sobre mi aceitada, espalda y su cadera oprimiendo mis nalgas, mientras en un exquisito vaivén me hacía sentir la dureza y grosor de su pene en medio de mis nalgas recorriéndolas de arriba abajo y literalmente embarrando su escroto entre mis piernas y labios vaginales, yo levantaba levemente mis nalgas para sentirlo más pegado a mí si eso fuera posible, parecíamos dos lapas unidas plenamente, hasta que al levantar yo mis caderas hacia su encuentro me tomó de ellas y enfilando su inhiesto miembro me lo metió completamente por mi culito auxiliado por el aceite que se le impregnó de mis nalgas, al sentirlo invadir mi esfínter dilatándolo al máximo, emití un chillido de placer y sorpresa apretando con mis manos el cojín del sofá, levantando mi cabeza, ahhh que delicia sentirlo dentro de mi culito recorriendo por completo mi canal anal hasta dejarlo adentro completamente y sentir su escroto chocar entre mis nalgas y piernas, empezó con un mete y saca delicioso, elevando yo mis nalgas a su encuentro sintiendo su grueso pene perforar completamente mi ano con un erótico sonido al pegar sus testículos en mi piel plaf, plaf plaf.
Nuestras respiraciones se aceleraron aun mas, anunciando mi próximo orgasmo, mientras yo bajaba una de mis manos hacia mi clítoris para acariciarlo y acelerar mi corrida la cual recibí con pasión descontrolada agitando mis nalgas y cuerpo mientras destilaba mis jugos empapando mi mano y asiento con ellos, seguí acariciándome y recibiendo sus embestidas por mi culito hasta que mi orgasmo fue bajando de intensidad y mi respiración volvía a la normalidad, siguió dándome por detrás un rato mas, luego me lo sacó se sentó en el sofá y me hizo que lo cabalgara dándole la espalda, me penetró vaginalmente sosteniéndome por mis nalgas subiéndome y bajándome sobre su grueso pene sintiendo como topaba con mi cuello uterino en cada embestida profunda, yo solo me agitaba y gemía, apoyada en sus piernas sintiendo como perforaba mi vagina por completo solo dejando sus gordos testículos fuera pegados a mi vulva, me retenía unos segundos por las caderas dejando su miembro ensartado por completo en mi canal vaginal, movía mi cadera en forma circular sintiendo como horadaba mis pliegues plenamente, para después ascender sobre su mástil duro y firme hasta dejar su glande en la entrada de mi sexo para volver a descender completamente, así estuvimos copulando como otros 10 minutos acelerando nuestros movimientos y de repente me sostuvo de las caderas sentada en él metiéndome todo su miembro y eyaculando fuertemente hacia el interior de mi matriz con unos calientes, ricos y pegajosos espermas que me inundaban por entero, al sentir su venida dentro de mí y sus potentes chorros invadiendo mi interior apreté mis manos en sus piernas encajándole mis uñas y llegando a unos placenteros orgasmos encadenados uno tras otro que me hicieron gritar y chillar de gozo y placer intenso. Mientras terminaba de depositar hasta la última gota de su semen en mí acariciaba tiernamente mis señor besando mis hombros y mi espalda, que delicioso coito tuvimos en esa ocasión!!!!
Cogimos nuestras ropas, llevé las mía al cesto de la ropa sucia y puse el boiler para bañarnos, él puso las suyas en el sillón, coloqué el seguro de la puerta y mirándole coquetamente le dije que no quería que saliera por la ventana nuevamente, riéndonos de la ocurrencia, nos sentamos así desnudos en la sala comentando nuestras respectivas sensaciones, mientras yo jugaba con su flácido pene y acariciaba sopesando sus gordos testículos.
Cuando ya estaba listo el baño fui a mi habitación por la ropa que iba a ponerme, cuando siento que me abraza por detrás acariciando mis senos y poniendo su pene en mis nalgas parcialmente erecto besando mis hombros y el lóbulo de mi oreja, le dije que se estuviera quieto que ya nos teníamos que bañar, él me dijo poniendo la palma de su mano en mi pubis y vulva, el baño puede esperar quiero hacértelo aquí nuevamente en tu cama matrimonial.
Me volteé frente a él y le dije que nos podían interrumpir, él me dijo lo dudo ya que tus hijos están con su ”tia”, besando mi cuello comenzó a acariciar mi espalda hasta mis nalgas las que apretó con pasión, yo le abracé fuertemente sintiendo los vellos de su pecho cosquilleando mis senos, lo besé en la boca apasionadamente, entrelazando nuestras lenguas y compartiendo nuestra saliva, que rico me besaba sentir sus gruesos labios sobre los míos y su lengua enlazada a la mía, mientras nos acariciábamos ardientemente.
Así de pie levantó mi pierna izquierda que enredé en su cintura apoyando mi pie en sus nalgas, mientras él empuñaba su duro pene para dirigirlo hacia mi húmeda y hambrienta vagina metiéndomelo hasta la mitad, al sentirlo dentro de mí lo abrace con ambas piernas por la cintura colgándome de su cuello, huy se metió por completo en mi vagina, me abracé fuertemente a su cuello y así de pie empecé a subir y bajar en su miembro sintiéndolo entrar y salir distendiendo al máximo mis chorreantes labios vaginales, él me agarraba de mis nalgas acompasando mis movimientos que por momentos aceleraba con la finalidad de sentir nuevamente el placer del orgasmo.
Me tumbó sobre la cama y con mis piernas en sus hombros me jaló hacia la orilla de la cama embistiéndome fuertemente una y otra vez hasta sentir como golpeaba su escroto contra mis nalgas.
Sobaba mis senos y pellizcaba levemente mis pezones eructándolas de tal manera que me dolían de lo duros que se pusieron, bueno en realidad uno solo porque el otro como ya comente, lo tengo algo sumido por una mordida de mi bebé.
Así estuvimos copulando un buen rato hasta que llegué a otro orgasmo y él seguía como si nada, dándome duro, cuando sentí llegar mi orgasmo lo jale hacia mí abrazándolo fuertemente expulsando mis líquidos y bañando copiosamente su miembro, lo agarré de las nalgas apretándolo fuertemente, él me dejó disfrutar mi orgasmo a plenitud sin moverse hasta me cargo para acomodarme en el centro de la cama sin sacármelo y poniéndonos de lado siguió con sus movimientos de mete y saca chupando mi seno y acariciando mi nalga izquierda.
Siguió así por unos minutos más embistiéndome lentamente haciéndome disfrutar de sus penetraciones y caricias sobre mis nalgas, me lo sacó y poniéndome en 4 me volvió penetrar vaginalmente acelerando frenéticamente sus embestidas que hacia balancearse a mis senos como si fueran péndulos, en cada embestida profunda lo sentía como si penetrara hasta mi estomago haciéndome gemir y chillar levemente, moviendo mi cabeza hacia arriba, al sentir su próxima eyaculación acompasé mis movimientos a sus penetraciones sintiendo como rebotaba su vientre en mis nalgas haciendo un erótico ruido de plop, plo, mientras sus testículos se balanceaban a igual que mis senos me embistió fuertemente hasta meterlo completamente en mi vagina y disparando su esperma dentro de mí con tres fuertes chorros, llenándome por completo y al correrse metió uno de sus dedos en mi ano dándome un placer indescriptible al sentirme ocupada por mis dos orificios al mismo tiempo, mientras ponía un dedo en mi boca que golosamente yo chupaba y apretando mis músculos vaginales terminé en otro rico orgasmo.
Su virilidad fue disminuyendo de tamaño hasta salir completamente de mi vagina, poniéndolo sobre mis nalgas, nos recostamos de lado y descansamos un buen rato hasta quedarnos medio dormidos.
Después nos levantamos y nos metimos a bañar acariciándonos y enjabonándonos uno al otro, nos vestimos y pedimos unas pizzas para almorzar.
Estuvo toda la tarde conmigo me ayudó a separar la mercancía que tenía que entregar al día siguiente, tendí la cama, arregle un poco la casa, vimos una película comiendo unas palomitas y dándonos besitos y caricias, hasta que llegaron mis hijos a los cuales les dije que acababa de llegar a visitarme, estuvimos platicando todos juntos en la sala, procurando sentarme donde se había humedecido el sofá y Eugenio lo hizo en el sillón individual.
Como a la hora llegó Arturo sorprendiéndose de la visita, se lo presenté como mi supervisor de Avon, que fue para recoger algunos pedidos y darme las nuevas listas de precios, Arturo saludó a los niños sentándose a mi lado poniendo su brazo sobre mi hombro, nos vimos a los ojos Eugenio y yo y nos sonreímos, seguimos conversando un poco más y luego Eugenio se retiró, llevándose unos paquetes de productos para justificar su visita.