Mi vida con Arturo 2
Al día siguiente me levanté, no sé a qué hora llegó Arturo, me fui hacer un café y lo vi acostado en la sala no lo quise despertar, tomé mi café me metí a bañar me arregle y me fui a la oficina.
Mi vida con Arturo 2
Al día siguiente me levanté, no sé a qué hora llegó Arturo, me fui hacer un café y lo vi acostado en la sala no lo quise despertar, tomé mi café me metí a bañar me arregle y me fui a la oficina.
Como al mediodía fue Arturo hasta mi lugar para decirme que había llegado tan tarde que no quiso despertarme y por eso se quedó en la sala, yo le dije que no se preocupara pero seguía molesta tanto con él como por mi debilidad con Luis.
No sabía si mis sospechas eran infundadas o no pero sentía que la relación de Arturo con su secretaria era más amable de lo normal, y siempre sentía que ella se sonreía cuando me veía, lo que hacía afirmar mis dudas y mas que muchas veces tenía que irme sola o Juan Carlos me acompañaba porque Arturo se quedaba más tiempo en la oficina.
Yo estaba confundida porque su actitud hacia mi seguía siendo la misma y como él es muy serio y nada cariñoso, pues la vida supuestamente era normal, pero no me podía quitar de la cabeza que tuviera una aventura con su secretaria, hasta que opté por ya no pensar en ello.
Pasaron los meses sin ninguna novedad, Luis no me volvió a decir nada actuaba con naturalidad sin mencionar para nada lo sucedido lo cual, le agradecía, llegaron el día de aniversario de la empresa y se realizó una comida a la cual invitaron tanto a los empleados como a proveedores y clientes, alquilaron un salón, hubo baile juegos y rifas, nosotros dejamos a los niños en casa de mi madre, por si regresábamos tarde y no estar preocupados.
Estuvo muy amena la velada, bailé hasta el cansancio, al principio Arturo estaba muy serio le dije que tenía me comentó que eran cosas de su trabajo pero que ya las resolvería, en nuestra mesa estábamos Arturo, Juan Carlos, su esposa, el encargado de almacén, Ubaldo de Bimbo, su hermana, unos proveedores que no conocía, y yo. Juan Carlos bailó primero con su esposa y como sabe que Arturo no baila, le pidió bailar conmigo a lo que Arturo asintió, bailamos dos piezas y empezó el ambiente cuando quise darme cuenta estaba ya bailando con Ubaldo, su hermana con uno de los proveedores, Juan Carlos con otra secretaria el ambiente estaba super alegre, cuando vi hacia nuestra mesa, Arturo hablaba con el otro proveedor muy animadamente, bailé otra pieza con Ubaldo que por cierto no lo hacía nada mal, me fui al baño para refrescarme y al salir me encontré con Luis Ovando, me saludó con un beso en la mejilla y me dijo que si podía bailar conmigo, le dije que venía acompañada de mi pareja, me dijo bueno luego te veo y entro al sanitario.
Siguió la cena, empezaron las rifas Juan Carlos se sacó una videograbadora, a mí me tocó un vale por mercancía de Liverpool, todo era risa y festejo, siguió la música y cuando estaba hablando con Juan Carlos y su esposa, vi que Luis se sentaba junto a Ubaldo y hablaban divertidamente, Juan Carlos lo presentó con los demás de la mesa incluido Arturo con quien empezaron hablar sobre autos (tema favorito de Arturo).
De repente en medio de su plática le pidió a Arturo bailar conmigo y él le dijo que sí, me sacó a bailar era una pieza de salsa y después otra, que hasta rueda nos hicieron la verdad bailaba muy bien Luis, nos fuimos adentrando en la pista al grado que ya no se veía nuestra mesa se me acercó más, tanto que sentía su respiración en mi cuello y eso me ponía chinita, él me dijo que yo le gustaba mucho pero que no sabía que yo era casada, le dije que vivía en pareja nada mas, él era divorciado hace unos tres años, me empezó a bromear con lo clásico de que no era celoso, etc. Que me pedía una oportunidad yo le dije que eso no era posible, por mi situación y entre platica y platica, seguíamos bailando y él aprovechaba para pegarse cada vez mas a mi, acariciando disimuladamente mi cintura y un poco mas abajo y al hablarme tan cerca de mi oído y su aroma me estaban poniendo que solo sentía como subía el calor a mis mejillas y bajaba hasta mi entrepierna, que ya sentía la leve presión de su pene, me tomó de la mano guiándome hacia el área de estacionamiento, lo detuve le dije que me llevara a mi mesa, sin soltar mi mano la acercó a su paquete que ya estaba bien duro, yo la retiré y le dije que haces, estás loco?
Sólo quería que sintieras como me gustas y me llevó a mi mesa, saludó a todos y se retiró, yo tome mi bebida casi de un jalón, que Arturo me dijo que me pasaba, le dije que estaba acalorada y con sed, me dijo que si quería salir a tomar el fresco, le dije que iba al sanitario.
Fui al sanitario me refresque un poco y entre al wc, con las pequeñas caricias de Luis en el baile y sentir su pene tras el pantalón hizo que se mojaran mis pantaletas, me maquillé un poco y salí, al ir hacia la mesa vi a Arturo hablando placida y entretenidamente con Olga su secretaria, pase junto ellos y ni siquiera se percataron de mi presencia, eso me molestó mucho y me fui a sentar.
Uno de los proveedores me sacó a bailar yo no prestaba atención al baile pues buscaba a Arturo que no lo veía por ningún lado, se acercó Luis y le pidió a este señor bailar conmigo, estuvimos bailando dos piezas en las cuales me hizo sentir en plenitud su hombría totalmente dura, le dije que porque estaba así y me dijo que era por mi que desde aquella vez no podía más que pensar en estar conmigo, que él sabía que yo también lo deseaba le dije que tenía razón pues no era de piedra y el era muy varonil pero tenía pareja y no podía ser.
El solo me dijo y donde está él que no te atiende como mereces?
Ahí me desarmó ya que mi coraje hacia Arturo estaba en carne viva y supo cómo aprovecharlo a su favor, nos fuimos adentrando en la pista y empezó a acariciarme la cintura bajando lentamente su manos por en medio de mis nalgas y apretándome más hacia él, acomodó su pene en mi pubis de manera que lo sentía completamente erecto y duro como piedra, asi estuvimos hasta terminar la pieza y discretamente me llevó por atrás de la pista para salir hacia el estacionamiento.
Llegamos a su camioneta, abrió la parte de atrás, que era como camper, entramos y recorrió las cortinillas, para que no se viera nada hacia adentro. Me sentó en el asiento de atrás y me empezó a besar, acariciando mis senos a la vez que desbrochaba mi blusa, yo le desabroché el cinturón de su pantalón cayendo este al suelo, quedándose en calzoncillos, tomó mi mano y la acercó a su pene, sobé sus testículos por encima de la truza se los masajeaba y subía mi mano a lo largo de su pene que ya asomaba su glande por encima del resorte.
Desabrocho mi brasier arrojándolo al aire, me quité la blusa y me paré para quitarme la falda y no se arrugara, él puso sus dedos en el borde de mi pantimedia y me despojó de ella, hasta sacarla por mis pies, me recostó en el asiento, y separando mis piernas las empezó a besar por el interior de mis muslos enardeciéndome a tal grado que levantaba yo mi cadera tratando de acercarla a su cara, me bajo mi pantaleta y besaba mis labios introducía su lengua en ellos, buscando mi clítoris que ya estaba erecto, al encontrarlo me lo ensalivó por completo y haciendo círculos alrededor de él me hacía sentirme en el paraíso, ya no podía contener mis gemidos, sosteniendo su cabeza entre mis piernas para que no dejara succionarme, hasta que me desvanecí en un orgasmo delirante, no dejaba de gemir, diciéndole que rico sentía y jalándolo hacia arriba para que ya me poseyera, el se incorporó para quitarse la camisa dejando cerca de mi su erecto pene con ese glande amoratado y chato que lo hacía verse mas imponente, se lo acaricie rascándole con mis uñas su escroto que lo hacía brincar levemente.
Levantó mi pierna poniéndola encima de su hombro y la otra doblándola un lado de su cintura mientras yo agarraba su grueso y durísimo pene guiándolo al centro de mi vagina, el lo tomo y paseándolo unas veces a lo largo de mi vagina, me lo metió paso a paso hasta el fondo de mi vagina sintiendo esa cabezota chata topar en la entrada de mi útero, distendiendo a cada centímetro que metía dentro de mí los pliegues de mi vagina al máximo, era tan grueso que de no estar tan mojada me hubiera lastimado, me sentía completamente llena con semejante tronco tan duro y potente.
Se quedó un momento quieto acariciando mi nalga y pierna y besando mis senos, y con sus testículos reposando dulcemente en tre mi ano y el asiento; comenzó u riquísimo mete y saca lento y continuo que me hacia sentirlo en toda su magnitud dejando al retirarse únicamente su glande en mi vagina y metiéndolo al mismo ritmo hasta que sentía su glande golpear mi matriz y sus testículos chocar con mis nalgas, así estuvo en ese delicioso vaivén por varios minutos yo me sentía en la gloria apretando su espalda acercándolo mas a mi si eso fuera posible hasta que ya no aguanté mas y tuve un exquisito orgasmo seguido de dos más pequeños ya que él no paraba de seguir embistiéndome acelerando poco a poco sus movimientos haciéndome gritar de placer y pidiéndole que siguiera asi, dándome masss.
Me agarró de las nalgas con ambas manos y acelerando sus movimientos dándome unas embestidas que hacia que mis senos se balancearan fuertemente y recorriéndome en el sillón que pensé que toparía en un costado mi cabeza, me embistió fuertemente tres veces mas y levantándome de las nalgas con sus manos lo metió hasta el fondo, disparando fuertes chorros de semen directamente al fondo de mi matriz, que manera de venirse, con una potencia inusitada que sentía como inundaba completamente mi vagina, mientras él resoplaba fuertemente dejando su esperma depositado en mi interior.
Movía mi cadera a su encuentro para sentirlo hasta dentro de mí, hasta que expulsó la última gota de su espeso semen. Él siguió moviéndose dentro de mi con su pene todavía bastante duro, no había perdido su dureza a pesar de su abundante eyaculación, se salió de mi y poniéndome en 4, se colocó atrás de mi, que potencia de éste hombre seguía tan duro su pene y viendo al techo como si no hubiera terminado hace unos minutos, abriendo mis nalgas jugó un rato restregando su pene por mi vagina y en la entrada de mi culito, pensé que quería hacerlo por ahí, pero afortunadamente no lo hizo lo dirigió a mi vagina y de un solo empujon lo metió tan adentro que me hizo levantar la cabeza y gemir tanto de placer.
Metí mi mano entre mis piernas y todavía estaba la cuarta parte de su miembro afuera y siguió con un riquísimo mete y saca hasta que lo metió por completo y me sacaba la mitad y me lo metía nuevamente por entero sintiendo como chocaban contra mis labios vaginales y se balanceaban sus testículos, sintiendo una delicia indescriptible en cada embestida, duramos así como 10 minuto más, hasta que se volvió a venir dentro de mi Lanzo tres disparos dentro de mi vagina al mismo tiempo que yo alcanzaba mi enésimo orgasmo, mordiendo mi puño y chillando de placer, sintiendo su pecho en mi espalda y sus suspiros en mi cuello recostándonos de lado y sin sacarlo hasta que fue perdiendo su volumen y grosor saliendo lentamente de mi interior, mojando con los residuos de semen mis piernas.
Nos limpiamos rápidamente y nos vestimos, él se asomó primero asegurándose que no hubiera nadie cerca, me ayudó a salir y dándome una leve nalgada me dijo que me adelantara y que esperaba volver a estar conmigo en otra ocasión, yo solo baje la mirada y me fui hacia el salón.
Me fui al baño para asearme bien mis partes y ponerme un protector pues seguía escurriendo su semen por mis piernas. Llegué a la mesa, me preguntó Arturo donde estaba le dije que me había sentido mal y salí a tomar el fresco y fumar un cigarrillo, me dio un beso y rodeó mi espalda con su brazo.
Yo daba vueltas a mi vaso pensando en lo que acababa de pasar sintiendo como descendía el semen hasta mi pantaleta.
Al poco rato se despidió Juan Carlos y su esposa, aprovechando nosotros también para irnos a casa.