Mi Vida con Arturo 18
Cambio de casa y adrenalina
Mi Vida con Arturo 18
No nos habíamos levantado todavía cuando escuché que abrían la puerta era Arturo que regresaba de su viaje, me levanté a saludarlo y servirnos café, me platicó como les fue en su viaje, me preguntó qué novedades había le comenté que todo normal los niños a la escuela y yo en la pape, sin nada importante.
Ese día nos quedamos en casa, él descansando de su viaje y yo haciendo mis quehaceres, hasta la noche que me conecté a internet para chatear con Eugenio; el domingo llevamos a los niños al parque, y vimos un partido de futbol de unos jóvenes, que por cierto dos de ellos se cambiaron de ropa a un lado de nosotras (Brenda y yo), mostrando sus atributos descaradamente, nos miramos mi hija y yo nos reímos y nos cambiamos de lugar y entonces Brenda me preguntó sobre mi cita con Eugenio, le dije que todo muy bien, que la pasamos muy a gusto y me dijo que si había estado con él en intimidad, le dije que no cómo crees?
Ah es que como no te oí llegar, me contesto y ahí quedó todo.
Las ventas empezaron a bajar y como Arturo ya no me apoyaba con los gastos tuve que cerrar la papelería y buscar un trabajo; para mi desgracia no encontré nada solo ventas por catalogo y como ya lo había manejado anteriormente me decidí por aceptar. Arturo no estaba muy convencido de mi decisión pero le dije que si no me ayudaba tampoco me limitara y según él no podía apoyarme pues sus ingresos tampoco eran buenos que incluso tendríamos que cambiarnos de departamento a uno de dos recamaras, al fin el niño era pequeño todavía y podía dormir con sus hermanas, le dije que no había problema y encontramos un departamento cerca de ahí sobre el eje central, pequeño pero muy bonito en planta baja, con un pequeño patio atrás, que permitía usarlo para tender la ropa, era como una casa de dos plantas que dividieron en departamentos.
Eugenio me apoyaba con eso y me acompañaba a volantear o distribuir el producto, eso me agradó mucho que teniendo su negocio dedicara tiempo para mí.
En una ocasión estábamos volanteando cerca de casa porque me llevarían un pedido, cuando me llamó el repartidor al celular para decirme que ya habían llegado, fuimos a recibir la mercancía Eugenio y yo, comenzamos a desempacarla y seleccionarla, poniendo los productos sobre la mesa y separando los pedidos en el sillón de la sala, como cualquier pareja de enamorados a cada momento nos besábamos o nos hacíamos alguna caricia, yo me sentía feliz a su lado y por su apoyo, cuando dejo un pedido en el sillón, sobre el respaldo, se me acerca y me abraza por la cintura haciéndome sentir e mis nalgas su erección, le digo que estamos trabajando, él me dice que me desea y quiere hacerme el amor, le preguntó si sería capaz de hacérmelo ahí, que no tardaba Arturo en llegar, por toda respuesta puso el seguro de la puerta de entrada y acercándose a mí, me volteó de espaldas a él y me inclinó sobre el respaldo del sillón, besando mi nuca y mis hombros, sobaba mis nalgas por encima de mi pantalón, haciendo que me empezara a excitar.
desabrochó mi pantalón y lo bajó hasta mis tobillos, yo levante mis pies para zafarlo de mi, se agachó y comenzó a besar mis piernas desde la base de mis nalgas hasta mis rodillas, besándolas y lamiéndolas ricamente, es un punto erótico en mi cuerpo que sólo él había descubierto y sabia como aprovecharlo.
Sentía una corriente eléctrica desde la parte trasera de mis rodillas que me recorría hasta centrarse en mi clítoris, haciéndome humedecer bastante, ya mi pantaleta estaba muy mojada por efecto de sus caricias y besos, metió su cara entre mis piernas presionando mi vulva con su nariz sobre mi prenda interior, moviendo su lengua entre ellas como si fuera una saeta, punteando mis labios vaginales, uffff que sensación tan rica y placentera, estaba al borde del orgasmo, me quitó las pantaletas y bajándose los pantalones y sus bóxer, separo un poco mis piernas y en esa posición me penetró profundamente, yo emití un suspiro acompañado de gemidos al sentir su duro pene abriéndose paso en mi vagina estirando al máximo mi conducto vaginal, hasta topar con mi cérvix con su glande y estrellar sus testículos en mi pubis, uuufff me sentía llena con su miembro cálido completamente dentro de mí, se quedó quieto en el fondo de mi vagina haciéndolo saltar dentro de mi qué sensación tan exquisita, me encantaba cuando lo hacía palpitar dentro de mí!!!! Se quitó la camisa y se recargaba en mi espalda para coger mis senos y acariciarlos debajo de mi blusa, yo comencé a mover mis caderas de atrás hacia adelante, penetrándome yo solita, empujaba hacia atrás hasta sentirlo completamente dentro de mí, apretaba su miembro con mis músculos vaginales, rotando mis caderas, para después aflojar un poco y retirarme hasta sentir su glande en la entrada de mi vagina, de hecho era yo quien lo copulaba deliciosamente, así estuve moviéndome en un exquisito vaivén paulatino, sintiendo plenamente cada centímetro de su duro y grueso pene como unos 10 minutos hasta que estalle en un riquísimo y violento orgasmo, apretando con mis dedos el respaldo del sillón gimiendo y chillando del placer obtenido hasta quedar tendida sobre el respaldo sin fuerzas.
El continuó dentro de mi con un leve movimiento de mete y saca lento permitiendo que gozara completamente mi orgasmo hasta que mi agitada respiración se fue serenando y normalizando, entonces me cogió de las nalgas acariciándolas mientras me penetraba lentamente, por otros 10 minutos que rico me lo hacia éste hombre sabia darme un intenso placer, conocía perfectamente mi cuerpo y como exaltar mis sensaciones.
Se salió de mi vagina y recogiendo nuestra ropa, me tomó de la mano y me preguntó cuál era mi habitación, se la señalé con mi dedo y nos metimos al cuarto, le dije que podía llegar Arturo en cualquier momento, pero él solo se sonrió me quitó la blusa y el brassier, se descalzó y poniendo su erecto pene entre mis piernas, rozando con su movimiento mis labios vaginales que estaban súper lubricados, acariciaba y besaba mis senos, levanté su cara y lo besé apasionadamente abrazándome a su cuello, moviendo mi pelvis al compás de sus caderas, él levantó mis piernas alrededor de su cintura y me empujó recostándome en la cama, apuntó su miembro a la entrada de mi vagina y de una profunda y fuerte estocada me penetró completamente haciéndome encorvar mi espalda y morderle el labio inferior emitiendo un leve gemido de placer al sentirme plenamente llena.
Comenzó a moverse frenéticamente en un delicioso mete y saca tan profundo que solo se escuchaba el chasquido de nuestros cuerpos al chocar su escroto en mi perineo, que rico sentía cada vez que sus duros testículos se estrellaban en mis nalgas ufff me sentía en la gloria que perdí el sentido del tiempo, solo quería que esto no terminara nunca, no sé cuantos orgasmos encadenados tuve, solo sentía fluir mis líquidos como un grifo abierto sin dejar de mover mis caderas al encuentro de sus potentes embestidas, ya no me importaba gemir ni chillar fuerte y libremente, disfrutando de esta extraordinaria copula, solo emitía mis gemidos y acompañados de ayes y chillidos plenos de placer, hasta decirle que ya acabara por favor, tenía muy sensible mi clítoris por efecto de mis orgasmos que a cada roce sentía una corriente eléctrica desde mi vagina recorriendo mi columna hasta mi nunca erizándome la piel y de regreso, mis brazos se aflojaban y relajaban, le besaba la cara giraba mi cabeza de un lado a otro wow y él no terminaba de darme duro, hasta que aceleró mas sus embestidas y me dio tres estocadas profundas quedándose quieto al final con todo su pene hasta el fondo de mi, disparando su espeso y caliente esperma directamente en mi matriz, estaba bastante cargadito ya que sentí como cuatro potentes chorros inundando mi interior.
Siguió moviéndose lentamente hasta que descargo la última gota de semen, pero su miembro seguía duro moviéndose dentro de mi vagina, besaba mi cara y mi cuello, bajando hasta mis senos y los besaba y mordisqueaba levemente poniendo mi pezón entre sus dientes, movía su boca haciéndome sentir un intenso placer y cosquilleo, hasta volverlo a parar.
Le dije que parara de moverse que ya no aguantaba más, se quedó dentro de mi acariciando mis nalgas y besando todo mi cuerpo, mis brazos senos cuello hombros todo lo que estaba al alcance de sus labios, me sentía deseada y amada, al grado que brotaron mis lagrimas de felicidad, que él amorosamente recogía con sus labios.
Nos pusimos de lado y sacó su pene impregnado de su esperma y mi corrida y lo colocó en la entrada de mi ano acariciándolo con su glande y lubricándolo, acaricio mi clítoris y metió dos dedos en mi vagina extrayendo algo de semen que untó en mi orificio anal, introduciéndome su dedo medio, lubricando y relajando mi esfínter
Cuando sintió que estaba lo suficientemente lubricado y distendido cogió su pene y poniendo su glande en la entrada de mi culito presionando hasta que lo introdujo, primero la cabeza y después en una penetración continua depositarlo completamente en mi conducto anal, hasta sentir sus bolas pegadas a mis nalgas, rodeé su cintura con mis piernas atrayéndolo más a mí para sentirlo por completo, lo movía dentro de mi culito en forma circular acariciando y abriendo mis nalgas, besando mis senos y succionando mis pezones, yo lo abrazaba fuertemente, él aceleró sus embestidas, el roce de sus vellos en mi vagina logró que me acercará a mi próximo orgasmo bajó su mano y presionaba mi clítoris masturbándome, levantó mi pierna y siguió bombeándome duro durante varios minutos hasta que me dijo: terminemos juntos me embistió fuertemente como tres veces más mientras me masturbaba corriéndonos los dos al mismo tiempo, sentí dos fuertes disparos que inundaron mis intestinos, me apreté hacia él aprisionando su mano en mi clítoris al alcanzar el orgasmo, gimiendo y chillando de placer!!!!!!,
Apretaba y aflojaba mi esfínter hasta sacarle la última gota de esperma, él se quedó dentro de mi hasta que su miembro perdió su dureza y erección y así abrazados salió lentamente de mi ano.
Nos quedamos abrazados reposando, hasta que escuchamos que intentaban abrir la puerta, se levantó rápidamente se vistió y se salió por la ventana al patio trasero, yo me envolví en una toalla, me fui al baño mojé mi cabello y fui abrir la puerta.
Era Arturo, que me dijo que o podía abrir le dije que me metí a bañar y por eso puse el seguro al estar sola en casa, dejó sus llaves en la mesa, se metió al baño pidiéndome algo de comer.
Entré a mi habitación acomodé las sabanas, me puse sólo un short y una blusa sin ropa interior, cerré la puerta de mi recamara y le dije que pediría comida a la fonda de la vuelta pues no tuve tiempo de guisar porque me llegó mercancía y estuve separando los pedidos.
Comimos y platicamos de su día en el trabajo, me comentó que solo pasaba rápido a comer pues tenía que entregar unas refacciones en bucareli, yo le dije que me arreglaba e iba por los niños a la escuela y a dejar los pedidos. Se alistó y se fue, yo cambié rápidamente las sabanas, me vestí fui por los niños les di de comer, Brenda me ayudó a terminar los pedidos y los fuimos a entregar mientras sus hermanos hacían la tarea.
En la noche por el chat comentamos Eugenio y yo nuestra odisea y cómo salió del edificio sin ser visto, nos reíamos de nuestra aventura con nerviosismo pero a la vez excitados por la adrenalina.