Mi vida con Arturo 16
Sentirse mal y tomar una decisión crucial
Mi vida con Arturo 16
Pasaron los días nos seguíamos viendo en el chat, nos mandábamos postales y cartas amorosas por correo, y en ocasiones me visitaba en la papelería, cuando eso sucedía buscábamos cualquier pretexto para ir por mercancía dejando a Brenda a cargo por un rato.
Con Arturo las cosas seguían igual ya no me interesaba estar con él y su actitud hacia mí seguía muy distante y autoritaria, no sabia que hacer, quise platicar con él pero según su opinión no había ningún problema, era una situación que me tenia alterada, ya tenía tiempo que no me daba para el gasto tenía que sacarlo de la papelería, no le veía caso a nuestra unión.
En una ocasión llegó a la pape y estuvimos platicando en la calle pero haciéndonos señas o diciendo cosas que solo nosotros entendíamos, llevaba una faldita recta y corta ceñida al cuerpo con una panti blusa a juego y él me decía que se me veían muy hermosas las piernas sin medias, que me agachara un poquito etc. hasta que nos excitamos con tan solo nuestra platica y como no podíamos acercarnos el uno al otro sin crear sospechas, me dijo que si íbamos a dar la vuelta, le dije a Brenda que iba por unas cosas que me faltaban aprovechando que Eugenio tenia auto para traerlas de una vez, nos fuimos al centro por las cosas que iba a comprar y al regreso pasamos por el motel donde estuvimos por primera vez juntos, nos miramos y sin mediar palabra, entramos al motel, nos subimos al cuarto y sin decirnos nada comenzamos a desvestirnos mutuamente, acariciando cada parte de nuestros cuerpos que quedaba libre de vestidura, me quitó la falda y abriendo mis piernas desabotono mi panti blusa y comenzó a lamer mi vagina humedeciendo mi pantaleta, de la cual me despojó rápidamente para continuar besando mi pubis y entrelazando en su lengua mi erecto clítoris, yo ya estaba super mojada con la plática y ahora sus caricias en mi sexo hicieron que me corriera ahí parada y golosamente él sorbía mis jugos sin importarle nada, me temblaban las piernas de lo fuerte que me vino el orgasmo acariciando su cabeza, sosteniéndola pegada a mi chorreante sexo, se incorporó terminándose de desvestir, me volteó e inclinó sobre la cama y así de pie me penetró vaginalmente desde atrás, lo sentí restirar mis pliegues vaginales al máximo, abriéndose camino con su duro pene hasta el fondo de mi ser. golpeando exquisitamente mi pubis con sus bolas, haciendo el clásico sonido de plap plap en cada penetración profunda que me daba, estuvimos asi como 20 minutos hasta que le dije que ya terminara, él se retiró de mi, súbitamente emitiendo nuestros sexos un fuerte sonido plop al sacármelo, para acostarme boca arriba levantando mis piernas sobre sus hombros y enfilando su potente miembro volver a metérmelo hasta dentro, agarrándome de las nalgas con ambas manos continuo sus fuertes embestidas una tras otra hasta que se corrió dentro de mi copiosamente, haciendo que tuviera otro delicioso orgasmo, nos acostamos bajo las sabanas, acariciándonos un poco mas; me quise levantar después de un rato de reposo, pero me jalo de la mano, le dije ya vámonos, pero levantando la sabana me enseño su pene completamente duro, haciendo una pequeña carpa y me dijo: no puedo salir así, con su seductora sonrisa, metí mi mano para tocarlo y sentir como palpitaba totalmente erecto y cálido, y sentándome en él comencé lentamente a introducirlo en mi vagina, sintiendo como se abría camino, distendiendo mis labios vaginales, hasta alojarlo dentro de mí por completo, apoyándome en su pecho rotaba mis caderas, para sentir mayor placer con su pene, él acariciaba mis senos y empujaba su pelvis hacia mi cuando yo subía para penetrarme mas, se sentó sin sacármelo y en esa postura podíamos acariciarnos por todas partes quedando frente a frente y sintiendo su duro pene hasta adentroooo.
Se inclino hacia mi haciendo que me recostara en la cama y abrazándolo con mis piernas de su cintura, me dio un riquísimo mete y saca continuo y rápido por más de 15 minutos hasta sentir su agitada respiración sobre mi cuello y dando una especia de gruñido expulsar su esperma hasta el fondo de mi vagina, mezclándose con mis jugos que en ese momento expedía en mi siguiente orgasmo abrazándolo fuertemente fusionando nuestros cuerpos por completo. Continuó moviéndose dentro de mi hasta vaciar por entero sus testículos, no se separó de mi hasta que su pene flácido salió de mi interior, nos vestimos rápidamente y nos fuimos a la papelería, descargamos la mercancía que compre y la acomodamos en sus anaqueles, mi hija Sonia comentó que el aroma de él se había quedado en su mano y que le gustaba mucho, yo en mi mente, decía para mis adentros, “no solo en tu mano, sino en todo mi cuerpo”. Se despidió de nosotras y se fue.
Por la noche nos quedamos a platicar por el chat hasta altas horas de la noche comentando nuestras sensaciones en nuestro fugaz encuentro y lo que podríamos haber hecho con más tiempo, Arturo me dijo que ya nos acostáramos pero no le hice caso y decidió irse a dormir primero.
Antes de irme a dormir me aseé perfectamente recordando mis sensaciones con Eugenio, humedeciéndome un poco y teniendo que limpiarme nuevamente, me puse mi ropa para dormir y me fui a acostar.
No podía dormir me sentía inquieta al grado que me levanté y me fui a la sala a fumar un cigarrillo y tomar un café, iba por mi segundo cigarrillo cuando Arturo se levantó y fue a sentarse a mi lado, yo estaba sobre el sillón sentada en el respaldo y el se sentó normalmente quedando su cara cerca de mi rodilla, me preguntó que tenía le dije que nada, él comenzó a acariciar mi pierna y decirme que nos fuéramos a acostar, le dije que no tenia sueño, y empezó a besar mis piernas, yo no quería estar con él pero a la vez no tenía ganas de pelear así que lo dejé hacer, al fin y al cabo era mi pareja y ya sabía cómo motivarlo para terminar rápido.
Me tomó de la mano y me llevó a la habitación, me recosté boca arriba y dejé que me fuera desnudando sin poner resistencia pero también sin cooperar con él.
En dos ocasiones me instó a que le tocara el pene pero desviaba mi mano hacia sus hombros y mejor acariciaba su espalda o su pecho.
El ya estaba totalmente excitado, se acomodó en medio de mis piernas y me penetró, moví rápidamente mis caderas de manera que acelerara sus movimientos y en unos 5 minutos ya lo oía bufar, inequívoca alerta de su inminente corrida la cual ya no tardó mucho en expulsar. Me sentí sucia y comencé a llorar en silencio, él se bajó de mi se volteó y se durmió, yo seguía sollozando sintiendo que le había fallado a mi amante.
Fue la última vez que estuve con Arturo hasta que Eugenio se fue a vivir lejos.
Se lo comenté a Eugenio y él me dijo que era lógico pues era mi pareja, y entonces le prometí que mientras estuviéramos juntos jamás lo volvería a hacer con Arturo, también lo platique con Brenda y ella me dijo que me entendía y que si ya no amaba a Arturo pues no tenia porque estar con él en la intimidad.