Mi vida con Arturo 13.2

Encuentro fortuito con el papá de una compañera de mi hija en la secundaria, primera parte

Mi hija Brenda estaba ya en la secundaria y como era el último año, había muchas reuniones de padres de familia y maestros con motivo de varios eventos y sobretodo para coordinar la salida y fin de curso así como la graduación.

Brenda tenía una compañera con la que hizo mucha amistad y compartían casi todo, hacían tareas juntas, estaban en el mismo equipo de voley ball y básquet en fin para todos lados iban juntas, no había semana que estuvieran en mi casa o en la de Alicia que así se llama su amiga para hacer tarea o quedarse a comer y ver películas o salir a pasear.

Un día tuvimos junta con los maestros después de clase para ver el aprovechamiento y comenzar a coordinar lo de la graduación, al salir de la junta Brenda y su amiga se me acercaron y me presentaron al papá de ella, de nombre Antonio, nos saludamos formalmente de mano, era un hombre alto de anchas espaldas y muy atractivo con una voz muy varonil y manos fuertes que al estrechar la mía con fuerza y decisión me hizo estremecer, sintiendo una ligera punzada en mi vientre que recorrió hasta mi zona púbica al calor de su tacto.

Platicamos un momento pues en el salón sin conocernos intercambiamos algunos comentarios al quedar sentados cerca, como íbamos por el mismo rumbo el sr Antonio se ofreció a llevarnos en su auto, me senté en el asiento del copiloto mientras las niñas se subían en la parte trasera y el cortésmente cerraba mi puerta, pasando su vista por toda mi anatomía desde que me abrió la puerta hasta cerrarla.

Yo llevaba ése día un vestido beige con vivos cafés de falda plisada que me daba como cinco dedos arriba de la rodilla pero al sentarme quedó a medio muslo.

Se subió al auto y nos fuimos hacia mi casa, al llegar no me podía quitar el cinturón de seguridad pues se atoró, entonces él me ayudó a desabrocharlo pasando su mano por mi vientre inclinándose muy cerca de mi busto, ahí percibí el aroma de su loción, una fragancia fuerte muy varonil que hizo qué suspirara fuerte justo cuando logró desatorar el cinturón tocando levemente mi seno con la palma de su mano, preguntándome si me había hecho daño.

Le contesté que no, es que aspiré su fragancia y huele muy bien!!!

Gracias, a la orden, me dijo y se bajó para abrirme la puerta y ayudarme a bajar, el volver a sentir el contacto de su mano fuerte me electrizo nuevamente haciendo que mis pezones se erectaran tanto por el calor de su mano apretando la mía como por el anterior roce de su palma con mi seno, cosa que no pasó desapercibida a su mirada.

Me acompañó hasta la entrada del edificio tomándome del brazo y mi cintura al subir la banqueta, yo me despegue de él extendiendo mi mano para despedirme la cuál besó muy caballeroso quedando a mis órdenes. Detalle que nos impactó tanto a Brenda como a mí.

Ya estando en la casa mientras poníamos la mesa, Brenda me preguntó, que me había parecido el papá de su amiga y le dije que era una persona muy educada y atenta y ella me contestó: parece que no le eres indiferente, creo que le gustaste……

No digas tonterías!!! Le dije y seguimos preparando todo para comer, en eso salieron sus hermanos del cuarto y nos sentamos a la mesa.

Casi siempre lo veía al ir a dejar o recoger a Brenda y platicábamos en lo que entraban o salían, siempre iba muy bien vestido y su aroma me embriagaba mientras conversábamos, así nos íbamos identificando y conociendo.

En cierta ocasión teníamos junta con la maestra y el director para definir lo de la graduación, al llegar  fue Antonio a saludarme tomando mi mano y dándonos un beso en la mejilla, que casi me lo da en la comisura de los labios al girar mi cara para saludarle, iba como siempre muy bien vestido, de traje azul marino y corbata roja, yo llevaba una blusa torera ceñida a la cintura y un pantalón azul marino a la cadera.

Salió un maestro a decirnos que estaba el director ocupado con el inspector de zona y que la junta se posponía para una media hora más tarde,

Ví que él hacía una llamada y regresando a dónde estaba yo, me dijo: ni modo tendremos que esperar…..

Si, espero no sea más tiempo del que dijeron…. Le contesté

Si gustas, mientras te invito un café en lo que hacemos tiempo me dijo Antonio

Bueno…vamos, pero algún sitio cerca para no tardarnos

Fuimos a una pequeña fonda a una calle de la escuela, él me llevaba del brazo ya que me ayudó a cruzar la calle y después no me soltó, como estaba lleno el lugar tuvimos que compartir mesa con una pareja, trabajadores de algún negocio u oficina cercano.

Las mesas eran las típicas de fonda antigua con la mesa en medio de dos sillones corridos, por tanto nos tocó sentarnos juntos, me hizo pasar a mi primero quedando junto a la pared y él cerca del pasillo, pedimos dos cafés, yo pedí un pan de dulce y él pidió unos huevos, ya que no había desayunado.

Al poco rato, se retiró la pareja, quedándonos sólos en la mesa, comenzamos a platicar, ahí me enteré que era viudo y no se había vuelto a casar, tenía dos hijos, Alicia compañera de Brenda y un niño más pequeño, trabajaba como gerente en una empresa en la colonia del Valle, yo le comenté que vivía con mis hijos y mi esposo y que tenía una pequeña papelería.

Extrañado me dijo: ah pero tienes marido? Nunca lo imaginé, pensé que eras divorciada o mamá soltera…

Y porque pensaste eso? Le pregunté

Porque siempre vienes sóla, incluso el día que nos citaron en fin de semana para la faena escolar no te acompañó tu esposo??...

Me quedé callada pensando, que era cierto siempre iba sola a todas partes, era raro cuando me acompañaba a algo relacionado con la escuela de mis hijos o mis cosas….

En eso Antonio se gira hacia mí y tomando mi mano entre las suyas, me dice: una mujer tan guapa como tú, nunca debería andar sóla, si yo fuera tu marido, no te dejaría ni a sol ni a sombra y atendería tus necesidades antes de que lo pidieras.

Todo esto me lo decía con su cara muy cerca de la mía y acariciando con una de sus manos mi brazo hasta el hombro y posando la otra en mi muslo.

Puse mi mano sobre la suya en mi muslo para retirar la suya, diciéndole: mi marido es una persona muy ocupada por eso difícilmente me puede acompañar. Miré mi reloj y le dije: nos vamos?

Pagó la cuenta y nos fuimos a la junta, se formaron grupos para cotizar todo lo referente a la graduación y el director al ver qué llegamos juntos nos encargó ver lo del salón y los anillos.

Al salir de la escuela, me pregunta cómo me voy a ir?

Le digo que en la micro hasta payno y de ahí camino media calle.

Te acompaño al fin es mi camino hasta luz Saviñón, sirve que nos ponemos de acuerdo para ver lo que nos encargaron de la graduación y tomándome del brazo nos fuimos.

Al subir al micro me dejó pasar primero y poniendo su mano en mi cintura nos fuimos hacia atrás, como no había lugar me agarré del tubo de un asiento y fuimos platicando cuando iríamos a ver lo de los anillos y el diseño del escudo y lo del salón.

En eso da un amarrón la micro y me suelto del tubo por lo fuerte que frenó y él logra detenerme para que no me cayera poniendo su mano en una de mis nalgas y la otra en mi vientre rosando levemente mi seno.

Logré enderezarme pero al tenerme cogida por la cintura quedé pegada con su paquete entre mis nalgas y al moverme parece que lo estimule, porque sentí como comenzaba a crecer dentro de su delgado pantalón de casimir.

Me separé sintiendo como el calor subía a mis mejillas, disculpándome con él.

Sólo se sonrió y me dijo: no te preocupes ya sabes cómo manejan estos…. No te lastimarte?

No, todo bien gracias….

Rodeó mi cintura con su brazo y me pegó a él que se puso de lado para tener mayor estabilidad, quedando parte de mi nalga y pierna en contacto con su pierna.

Poco a poco por el movimiento del micro quedó parte de mi nalga en contacto con su paquete, el cual ya se notaba algo duro y abultado dentro de su pantalón y seguimos platicando, aunque llegó un momento que ya no le escuchaba pues al sentir cómo iba creciendo su pene al rosar mi glúteo me empecé a excitar un poco, disfrutando de ese sutil acercamiento.

Afortunadamente se desocupó un lugar y pude sentarme, el me seguía platicando parado junto a mí, pero por su altura de 1.70, su miembro quedaba prácticamente entre mi sien y mejilla y en cualquier movimiento del micro rodaba mi cara con su pene que ya se notaba muy duro apresado por su ropa y con ganas de salir de su encierro pues lo sentía palpitar y eso me estaba excitando mucho, lo bueno es que ya estaba por llegar a mi destino.

Al levantarme del asiento y apoyarme en el asiento de adelante, Antonio se recorrió para dejarme pasar y su pene roso el dorso de mi mano sintiéndolo plenamente, se sentía caliente y de muy buen tamaño!!! Retiré mi mano después de unos segundos y lo besé despidiéndome muy cerca de su boca, poniendo él su mano prácticamente sobre mi nalga izquierda.

Me bajé sin voltear a verle ya que sentía su mirada y mi rubor me hubiera traicionado, así que caminé rápido hasta llegar a mi casa.

En la noche busqué a mi marido pero no logré nada más que alterarse, mi excitación era tal que el fin de semana estuve molesta, Arturo lo notó y cuando me preguntó que tenía, le comenté que nada, sólo estaba alterada y qué era por asuntos de la papelería me abrazo y entonces lo besé y nos fuimos a la recámara, ahí me comenzó a acariciar mis senos y nalgas mientras yo buscaba rosar mi vulva con su pene que ya iba despertando, se lo cogí con mi mano y lo pasaba entre mis piernas acariciando con él mi vagina.

Cuando lo sentí listo me quité la ropa y poniendo mi pierna en su cintura comencé a introducirmelo, el me apretó de mis glúteos y me lo metió completamente haciéndome suspirar y gemir, me giré quedando encima de él con todo su pene dentro de mi vagina y comencé a moverme primero en círculos y después apoyada en su pecho subía y bajaba disfrutando ricamente, sentí que su pene se inflamaba y yo no había llegado siquiera a mi primer orgasmo y le dije: espera Arturo un poco más, pero él sólo apretó mis nalgas y terminó dentro de mí, yo me seguí moviendo pero su miembro disminuyó de tamaño abandonando mi cálida vagina….

Una vez más me quedaba insatisfecha y con ganas de más, lo desmonté y molesta le dije: deberías ver un médico y solucionar eso, porque así ya no puedo y dándole la espalda puse mis manos entre mis piernas y me puse a llorar de impotencia.

Él sólo gruñó y se volteó para dormir, murmurando algo….

El lunes me levanté temprano, fui al mercado por lo que me hacía falta para hacer la comida ya que tenía que prepararla porque iba a ir por mercancía y no me daría tiempo después, me bañé y arreglé poniéndome un conjunto de ropa interior blanco de encaje, una blusa corta tejida color verde, una pañoleta que anudé en mi cuello y un mayon café que me quedaba muy ajustado, me ví en el espejo y me quedaba como pintado, lo bueno era que al ser de encaje mi panty no se notaba mucho, me puse mi perfume cogí mi bolso y llevé a Brenda a su escuela.

Al llegar a la escuela, Antonio estaba en la puerta y me hacía señas, me acerqué y me dijo: ven el director que nos va a dar el escudo y lema para los anillos y nos vamos a cotizarlos a las joyerías del centro.

Al salir de la escuela,le comenté si podíamos pasar por mi mercancía que era también en el centro

Con gusto no hay problema, traigo mi auto, vamos por tu mercancía, cotizamos los anillos y te llevo a tu negocio, al fin yo tengo toda la mañana disponible y con tal de estar contigo…..

Me le quedo mirando y el con una sonrisa cogiéndome de la cintura me dice: no es un secreto que me gustas mucho y disfruto de tu compañía o tú no?

Si, claro le contesté y tomándolo de la mano para que dejara de abrazarme pues estábamos frente a la escuela y alguien podía vernos, le dije: donde está tu auto?

Me subí a su auto y nos fuimos al centro, frente a marchand hay un estacionamiento y le dije que ahí lo dejara en lo que compraba mi mercancía.

Al ir de un pasillo a otro buscando lo que necesitaba para la papelería, él no desaprovechaba la ocasión para apretar mis manos al darle las cosas o ayudarme a levantar cuando me agachaba por algo, tomándome de la cadera o rozando mis nalgas con su mano sutilmente, o cuando no alcanzaba unas carpetas en el anaquel de arriba él se estiraba y sentía su paquete en mi pierna o entre mis nalgas, lo hizo unas tres veces y cada una se sentía más duro que la anterior, signo inequívoco de su excitación.

Y con lo alterada que yo estaba y tan perceptiva por el frustrado encuentro con Arturo la noche anterior, pues cualquier acercamiento me dejaba más excitada….

No sabía que hacer, si decirle algo o ignorarlo y tomarlo como algo fortuito aunque sabía claramente que no era así, el señor me gustaba y mucho desde que lo conocí pero yo era casada y que podría él pensar de mí además la relación entre nuestras hijas….. en fin estaba hecha un lío.

Terminé de hacer mis compras y al estar en el mostrador en lo que hacían mi cuenta, Antonio me tomó de la cadera con su fuerte mano abarcando gran parte de mi nalga derecha y preguntándome si había encontrado todo, me jaló hacia él haciéndome sentir su gran erección en mi pierna, que al ser el mayon no muy grueso lo sentía como si fuera piel a piel y con lo receptiva que estaba me empecé a humedecer al tener palpitando su pene pegado a mí bien duro y caliente!!! Uuuff volteé a verlo un tanto seria y con mi codo lo empujé discretamente, el se despegó pero sin quitar su mano de mi cadera, sintiendo la presión de sus dedos en mi nalga.

Pusimos la mercancía en la cajuela, me iba a subir al auto cuando me dice: que te parece si desayunamos algo y después vamos a ver lo de los anillos?

Me parece bien, incluso podemos ir caminando para que no muevas el auto, como ves?

Si no te importa caminar, por mi está perfecto, me dijo estirando su mano para que la tome sin dejar de ver mis piernas, le dí la mano y no fuimos a una cafetería en 20 de noviembre, tomamos asiento en un cubículo de sillón corrido, pensé que se sentaría en frente pero para mi sorpresa lo hizo a mi lado quedando muy juntitos….

Pedimos el desayuno y en lo que nos servían, cogió mi mano y rodeando mis hombros con su brazo, me pidió disculpas por su atrevimiento en el mostrador, diciendo: perdona mi impulso al acercarte a mí pero no me pude contener me gustas mucho y la verdad con éste pantalón tan ajustado no me pude resistir y me excité mucho….

Se veía realmente apenado y para aligerar su mortificación le dije sonriendo: si ya lo vi y sobretodo lo sentí jiji, pero ya en serio fue algo impropio pues sabes que soy casada y la relación de nuestras hijas…. Me caes muy bien y no me gustaría perder tu amistad por algo así….

Mira te voy a ser sincero me gustas mucho desde que te ví por primera vez y cuando supe que nuestras hijas eran amigas busqué el acercamiento….

Entonces la supuesta presentación de tu hija….

Así es yo la motivé, mi prioridad son mis hijos y no quiero ocasionarte problemas, al contrario creo que te puedo hacer feliz, procurarte lo que tú marido no te dé… y perdona mi franqueza pero creo que no eres plenamente feliz con él y me gustaría complementar lo que con él te haga falta, ya sea un amigo o confidente o lo que necesites…. Claro si no te doy indiferente.

Esto último me lo dijo con un especial brillo en su mirada que denotaba la pasión y excitación que le provocaba mientras acariciaba mi hombro y brazo, deslizando su mano hasta quedar en mi cadera, apretando ligeramente mi nalga.

Acercó su cara a la mía y me dio un delicioso beso que me hizo estremecer y sentir una corriente eléctrica desde mi nuca hasta mi vagina y culito, el cual fruncí sin querer!!!

En eso nos sirvieron y ya no le contesté….. terminamos de comer y al salir tomé su mano poniéndola alrededor de mi cintura como signo de aceptación mirándole a los ojos con una sonrisa, él me atrajo hacia el y dandome un apasionado beso en la boca, el cual correspondí abriendo mis labios y uniendo su lengua a la mia.

Nos fuimos a Madero a los portales a las joyerías de ahí, sacamos los presupuestos, íbamos aabrazados como pareja con su mano acariciando mis nalgas o repegando su paquete en ellas al estar viendo los anillos, así me estuvo motivando, algrado que yo sentía mis mejillas ardiendo y mis pezones erectos todo el tiempo, que hasta un dependiente se les quedó mirando.

Llegamos a su auto nos subimos, no sin antes abrirme caballerosamente la puerta y acariciando abiertamente mis dos nalgas, se sube él al volante y viendo su abutado pantalosn le digo: mañoso!

Se sonrió y me preguntó que donde quedaba mi negocio, le indiqué que donde nos dejó la otra vez, pues es un local junto a donde vivo.

Íbamos por bolívar, él me iba a cariciando las piernas muy cerca de mi intimidad, la que rosaba haciendo que apretara mis piernas; de pronto giró hacia la izquierda en una pequeña calle y le dije: es derecho Antonio, todvia falta….

Se estacionó entre unos matorrales frente a una barda y girándose hacia mí, me abrazó con su brazo derecho y jalándome me beso en la boca con mucha pasión, acariciando mi vagina con la otra mano me dice: Rocío te deseo mucho, ya no aguanto más, te propongo estar un rato en intimidad y luego te llevo a tu negocio? Y me volvió a besar apasionadamente en la boca y en el cuello, sin dejar de acariciar mi vagina y ahora también uno de mis senos.

Haciéndome poner chinita y gemir levemente al sentir su caricia en mi vagina con su dedo medio incrustado entre mis labios vaginales sobre mi mayón.

Que dices? Vamos un rato?

No hay tiempo y tengo que recoger a las niñas, porque desde que nos presentaron acompañábamos a Alicia a su casa y de ahí nos íbamos Brenda y yo a la nuestra o a la papelería.

Cogiendo mi mano y pegando su boca a mi oído me dice: mira como estoy, no me dejes así…!!!

Puso mi mano sobre su pene que ya estaba muy duro, se lo apreté y diciéndole al oído, no hay tiempo pero aquí si quieres de alivio….. y desabrochando su pantalón saquesu pene que ya abultaba mucho en su boxer al grado de despegarlo de su vientre.

Le baje el bóxer liberando todo su pene y sacando sus testículos que se veian gordos y casi sin vello, su pene de muy buen tamaño sobre la media como de unos 18 cms algo grueso y curvado a la derecha y con sus venas saltonas, se sentía muy duro y el glande amoratado con la acumulación de sangre, me recosté en el asiento y comencé a masturbarlo.

Antonio metió su mano en mi mayon acariciando mis redondas nalgas, pasando su dedo medio entre ellas por toda mi raja hasta llegar a mi vagina e introducirlo dentro de ellamientras con el dedo índice acariciaba mi excitado clítoris.

Era tanta mi excitaciony necesidad que pronto tuve un delicioso orgasmo mojando copiosamente sus dedos,  gimiendo de placer, mientras comencé a chupar sus testículos uno a uno, recorriendo con mi lengua todo el rugoso tronco de su pene hasta llegar a la punta y meterme su glande en mi boca succionándolo para después irme metiendo todo su  miembro en la boca hasta sentir su vello publico cosquilleando mi nariz.

Asi estuvimos dándonos placer mutuamente hast que sentí como se aceleraba su respiración y apoyaba su mano en mi cabeza, indicándome que pronto terminaría. Segui moviendo mi cabeza de arriba abajo y su pene creció y se engrosó un poco mas, entonces retirando mi boca y siguiendo con mi mano masturbándolo, me quité la mascada del cuello, la puse frente a su pene y con un agudo gemido expulso un torrente de blancos y espesos espermas llenando mi mascada con su esencia. Fueron varios potentes disparos que dirijí directamente a mi mascada, la que hice bola y limpiando con ella su miembro la dejé en el tapete del auto.

Me incorporé y acomodando mis ropas me senté en mi lugar y sonriéndole le dije: ya mas calmado?

Sí linda y tú? Creo que te debo una….. no?

Tú lo has dicho y me eché a reir…..

Mañana que coticemos el salón te compenso y verás que si puedo cubrir tus necesidades….

Me le quedé viendo y con una sonrisa picara le dije: será…..

Ya lo verás….. y puso en marcha su auto llevándome a la papelería, me ayudó a bajar las cosas y después me encaminó a la escuela por las niñas y de ahí él se fue a su trabajo.