Mi vida como Sugarbaby-3

Yo asentí poniendo cara de traviesa, Jony tras recibir mi aprobación me dio un azote y metió su pene dentro mi coño bruscamente. De mi boca salió un gemido bastante alto pero también de placer, cuando comenzó con la follada. Al principio era lento pero metiendo todo el falo hasta el final de coño, mis gemidos eran suaves y melódicos pero cuando empezó a aumentar la velocidad los sonidos que emitía de mi boca se volvieron más altos y llenos de placer, Jony me cogió del pelo y aumentó la velocidad emitiendo gritos de placer que acompañaban a mis gemidos.

Esa mañana me desperté justo cuando Arturo me traía el desayuno, se había puesto el pijama y yo seguía desnuda, con lo que me dio un poco de vergüenza, así que me puse un sujetador, que había allí de cuando dejé algunas de mis cosas en su casa para cuando me quedara allí. Ese día transcurrió con normalidad, después de desayunar nos fuimos a dar un paseo por la ciudad, luego comimos en un restaurante bastante caro, después de la comida fuimos a un centro comercial a pasar el día, no compramos nada pero sí que estuvimos viendo algunas cosas para poner en su casa.

Al llegar la noche Arturo me dejó en mi casa, porque al día siguiente tenía que coger un avión para ir a ver a mis padres por las fiestas. Iba a estar dos semanas en Mallorca, ya lo tenía todo preparado para irme cuando de repente, llegó un mensaje a mi móvil.

Julia: Buenas, Carla soy Julia la directora de clientes de Afrodita Agency. Quería comentarte que ya has cumplido tu primer mes con tu Sugardaddy y queríamos felicitarte por tus buenos comentarios que has recibido por parte de él. Nos ha comentado que eres una chica muy alegre y divertida que se lo pasa muy bien contigo, también nos ha dicho que en la cama eres muy atrevida y que eso le encanta. Con lo que se alegra un montón de haberte escogido a ti como su primera Sugarbaby. Y te quería comentar que si nos puedes enviar tus impresiones de tu primera experiencia como Sugarbaby, así poder mejorar nuestros servicios

Carla: Claro, cuando quieras.

Julia: Pues mira, dentro de unas dos horas tengo un rato para poder charlar.

Carla: No voy a poder a esa hora, porque tengo que coger un vuelo.

Julia: Bueno, pues cuando aterrices me escribes y concretamos una cita.

Carla: Me parece bien.

Un rato después, fui al aeropuerto a esperar mi vuelo para el quedaban dos horas. Allí vi a un chico joven y guapo, debería tener unos 25 años más o menos. Cuando estaba en la cafetería tomándome un café pude ver que el chico se acercaba y sentaba a mi lado.

Raúl: Buenas guapa, me llamo Raúl ¿y tú?

Carla: Mi nombre es Carla, ¿Y a qué viene este repentino acercamiento hacia mí?

Raúl: Bueno, he visto una chica guapa sola y he dicho esto no puede ser hay que hacerla compañía.

Carla: Se defenderme solita, gracias

Raúl: Bueno, pero un poco de compañía no la vas a rechazar ¿no?

Carla: Venga vale, no tengo nada mejor que hacer.

Raúl: ¿Y a donde va esta belleza el día de navidad?

Carla: Voy a mallorca a ver mis padres, que estoy estudiando aquí en Madrid.

Raúl: Mira qué casualidad, yo también vuelo a Mallorca.

Raúl era un chico de cabello corto con tupé muy bien peinado de color castaño y con barba muy bien arreglada. Iba vestido con un traje de color gris clarito, con una corbata azul y camisa blanca. se le veía que era un chico que hacía deporte porque tenía unos músculos que se le marcaban en el traje. Cuando llegó la hora de irnos a embarcar nos fuimos hablando de nuestra vida. Me contó que había venido a Madrid a ver a su tío pero que habían discutido por cuestiones de trabajo y por eso no había cenado con él en nochebuena.

Cuando subimos al avión nos dirigimos los dos hacia primera clase.

Raúl: ¿Una estudiante en primera clase?

Carla: Bueno es que estoy trabajando para poder pagarme mis cosas

Raúl: Pues debe de ser un trabajo muy bien pagado.

Carla: Si no está mal pagado.

Nos sentamos en diferentes asientos, pero él se las ingenió para cambiarle el sitio al señor que estaba a mi lado. estaba claro que ese chico quería algo conmigo, por cómo me miraba y me hablaba. Pero yo seguía fría como un tempano, aunque cada vez me intrigaba más. Nos pasamos todo el tiempo hablando hasta me contó porque había discutido con su tío, al parecer es el hijo mayor de la hermana de su tío, y su tío había metido a su hermano pequeño en la empresa nada más salir de la universidad cosa que no había hecho con, por eso fue a verle pero acabaron discutiendo. tal y como lo contó parecía que su tío era un tremendo imbécil. Cuando llegamos a Mallorca, se ofreció a llevarme, ya que mis padres no podían venir a recogerme porque estaban trabajando. Llegamos a su coche y como buen caballero me abrió la puerta, su coche era un Aston Martin gris muy elegante.

Raúl: ¿Y tienes novio Carla?

Carla: Si, se podría decir que si

Raúl: ¿Que pasa que es una relación informal?

Carla: No, probablemente sea la relación más formal que he tenido nunca, pero es algo raro.

Raúl: Pues si ni tu misma no sabes que es, no intentes explicármelo.

Cuando llegamos a mi casa, Raúl se paró enfrente de mi casa y como no había nadie, le invité a pasar. Estuvimos hablando durante un rato y tomando un vino, según pasaba la mañana iba subiendo la temperatura y el vino y Raúl me parecía cada vez más atractivo. en uno de esos momentos él se acercó a mi e intentó besarme pero yo me aparté, nos quedamos mirándonos un rato los dos y enseguida nos empezamos a enrollar en el sofá y mi casa. Sabía que no debía hacer eso, pero en ese momento estaba muy cachonda y no me importaba nada, me quitó la camiseta y me quedé en sujetador, rápidamente le quité la chaqueta y la corbata.

Carla: Vamos a mi habitación

Raúl: Vamos, vamos.

Mientras subíamos yo me quietaba las zapatillas, los calcetines y los pantalones quedándome en ropa interior. El mientras tanto él se iba quitando los pantalones y los zapatos, cuando entramos en mi habitación cerré la puerta y nos estuvimos liando contra la pared. De repente me hecho sobre la y me quitó mi tanga de color negro y se lanzó hacia mi vagina. No se hizo de rogar y metió dos dedos dentro mientras con la lengua jugaba con mi clítoris, mis gemidos no se hicieron esperar y salieron de mi boca a la vez que le jugaba con mi coño, eran incontrolables y ruidosos, menos mal que no tenía vecinos porque si no creo que estarían pensado que me estaban matando. Estaba a punto de correrme cuando paró, yo me quedé con cara de tonta pero en seguida se tumbó en la cama y yo me puse encima de él, comenzó a cabalgar encima suya muy deprisa debido a mi calentura. Para callar nuestros gemidos nos comenzamos a besar mientras me estaba penetrando, cuando de repente escuché una voz que provenía del piso de bajo.

María: !!!!Carla, ya estamos en casa¡¡¡¡

Era mi madre, miré el reloj y vi que habían llegado antes de lo previsto.

Carla: Vale, ahora bajo mamá- me bajé enseguida de la cama para vestirme cuando me di cuenta de que tenía la mayoría de la ropa tirada por la casa

Raúl: Coge tu ropa y metete en el armario, es bastante grande vas a caber.

María: Carla, ¿por qué hay ropa tuya tirada por el suelo?

Carla: Estaba cansada y cuando llegué me la quité para echarme una siesta.

Mientras estaba hablando con mi madre a gritos, Raúl y yo buscábamos toda su ropa cuando nos dimos cuenta que tenía, su camisa, su corbata y su chaqueta en el salón. Mis padres me iban a matar. Escuché los pasos de mis padres subiendo y empujé dentro del armario a Raúl.

María: Carla, Mi a mor como estas- me abrazó.

Carla: Mamá ¿no podíais esperar abajo?, estoy medio desnuda

José: Bueno será que no te hemos visto más veces.

María: ¿Qué tal el viaje cariño?

Carla: Muy bien, pero por favor ¿podéis esperarme abajo? que necesito vestirme

María: Bueno vale, pero también haz la cama

Carla: Que Siiii, ahora bajo- los empujé fuera de mi habitación

Abrí rápidamente el armario donde estaba Raúl, aún sin vestirse.

Carla: No salgas de aquí, ni hagas ningún ruido, ahora subo con tu ropa y te vas.

Raúl: Claro majestad- Hizo un gesto de reverencia

Cuando terminé de ponerme algo para no bajar medio desnuda, salí de la habitación y fui directa al salón donde estaban mis padres sentados en el sofá donde hace unos minutos me estaba liando con un chico. lo primero que hice fue echar un ligero vistazo de donde estaba la ropa de Raíl, pero no la encontré, lo que me tranquilizó porque eso significaba que mis padres tampoco la habían encontrado. Cogí una silla y me senté enfrente de ellos, llevábamos hablando un rato cuando me di cuenta que detrás del sofá sobresalía la parte final de la camisa de Raúl.

Carla: Ehh, oye mama, papa porque no vais a comprar algo de comida que cuando he llegado he visto que se había acabado, así me dejáis hacer una cosa del trabajo sola y luego nos vemos.

María: Bueno vale hija, iremos a comprar cosas para la cena de navidad.

Cuando se fueron, cogí rápido la ropa que le faltaba a Raúl y se la subí rápido. Cuando estábamos bajando me dio un azote en el culo y yo me giré para mirarle con cara rara.

Carla: ¿se puede saber qué haces?

Raúl: Venga hace un rato estabas gritando como una loca cuando follábamos y ahora no te puedo dar ni un azote.

Carla: No.

Raúl: ¿Te volveré a ver preciosa?

Carla: No creo, adiós.

Cuando cerré la puerta enseguida, me sentí como una mierda, había engañado a Arturo y lo peor era que no lo pensé ni un solo segundo, solo me entregué a aquel hombre como si fuera una perra en celo. El día transcurrió con normalidad después de la angustia que había pasado ese día, hice la video llamada con Julia para dar mis valoraciones de Arturo, pasé navidad con mis padres y toda mi familia al igual que nochevieja, aunque después de cenar salí de fiestas con mis amigas. Ya en año nuevo, vino a cenar un amigo de mi hermano que se llamaba Jonathan, era el típico pringado de 18 años que se cree que el más guay del barrio. El chaval estaba coladito por mí, aunque no se atreva a decirlo yo lo se porque no para de mirarme cuando está en casa y de vez en cuando he notado como me espiaba a través de mi puerta mientras me cambiaba de ropa. Cuando terminó la comida yo me fui a mi habitación al igual que mis dos hermanos y su amigo, a los veinte minutos Jonathan o Jony como él se hace llamar, entró en mi habitación.

Carla: ¿Qué haces aquí?

Jony: Tengo una oferta que hacerte nena

Carla: Primero me llamo Carla, y segundo ¿de que estas hablando?

Jony: Tengo una información que creo que no les va a hacer gracia a tus padres.

Carla: ¿Qué clase información?

Jony: Esto- me enseña la página donde salgo como una sugarbaby

Carla: ¿Cómo has encontrado esa página?

Jony: Pues el padre de un amigo mío, es cliente y su hijo se sabe la clave, así que estuvimos viendo algunas de las chicas cuando de repente vi Carla Rodríguez Cano es una chica muy alegre y sexy que hará de su sugardaddy un hombre muy afortunado por las caderas y culo que tiene.

Carla: Por favor no digas nada, es mi forma de ayudar a mi familia.

Jony: Tranquila, no voy a decir nada.

Carla: Gracias, Jony.

Jony: Siempre y cuando folles conmigo.

Carla: Ni de coña, ni en tus mejores sueños.

Jony. Pues esta información podría ser enviada a tus padres

Carla: No me puedes hacer esto

Jony: Pues te lo estoy haciendo-me escribió una dirección en un papel- quiero que vengas a esta dirección, con la lencería que sales en la foto. - se fue de mi habitación sin decirme nada más.

Durante los próximos días no podía pensar en otra cosa, por una parte si iba mis padres no sabrían nada de mi otra vida, pero por la otra mi autoestima se vendría abajo si me acostaba con ese chico. El día en el que tenía que ir al sitio donde me había dicho Jony, estaba vistiéndome con la ropa que me había ordenado Jony. Me miré en el espejo y no sabía que estaba haciendo con mi vida, estaba apunto de follar con un chaval que me había chantajeado y además seguro que era virgen, cuando terminé me puse un abrigo largo y las botas más largas que tenía.

María: ¿a dónde vas Carla?

Carla: He quedado con unas amigas

María: ¿Y a donde vais?

Carla: No lo sé mamá, imagino que iremos a tomar algo.

Bajé al coche aun dudando si ir o no, pero recordé que iba a necesitar el dinero para continuar con mis estudios. Contra más me acercaba al lugar que me había dicho Jony, me iba poniendo más nerviosa y cabreada, no podía creer lo que estaba a punto de hacer, un niñato me estaba chantajeando y yo no podía hacer nada, me sentía impotente al no poder hacer nada para revertir la situación. Después de veinte minutos conduciendo, llegué al a mi destino, era el típico motel donde dos amantes se reúnen para follar sin que sus respectivas parejas lo supieran. Pregunté en recepción por la habitación y una señorita muy amable me llevó allí. Cuando estaba enfrente de la puerta me pensé dos veces si llamar, pero acabé llamando a la puerta. Jony me abrió muy sonriente y ya en calzoncillos, pasé a la habitación, era muy normal, con una cama en el medio y unos pocos muebles repartidos por la habitación.

Carla: Venga terminemos con esto cuanto antes.

Jony: Bueno no quieras correr tanto que voy a disfrutar de esto, así que enséñame esa lencería que te pedí.

Se sentó al borde de la cama y yo dejé caer la gabardina que llevaba puesta dejando a la vista una impresionante lencería de encaje de color negro que relazaba mis pechos y hacía de mi vagina un plato bastante apetecible para cualquier boca. A parte del conjunto llevaba puestas unas botas de cuero que quedaban muy bien con mis largas piernas.

Jony: Date la vuelta, quiero ver el culo por el que todo el instituto suspiraba cuando estudiabas allí.

Me di la vuelta y el chico se quedó embobado con mi culo, cuando reaccionó a los pocos segundos se arrodilló ante mis nalgas y me mordió una de mis perfectas montañas.

Carla: Ayayay, ¿qué haces?

Jony: Morder esta delicia de trasero que tienes.

Siguió mordiendo y lamiendo mi culo unos minutos hasta que cogió el elástico de mi tanga y me lo bajó hasta abajo. Levanté mis piernas para que pudiera quietarme lo con facilidad. Me cogió de mi cintura y se empezó a frotar contra mí; lo hacía muy mal sin ritmo como si yo fuera un árbol y el un oso rascándose la espalda. Notaba su pene entre mis nalgas no era muy grande ni muy grueso, el emitía gemidos de placer cuando ni siquiera yo estaba mojada.

Jony: Ahhhhh, que buena estas Carlita, como te voy gozar.

Yo seguía poniendo caras de asco cuando de repente se plantó enfrente de mí y me empujó sobre la cama con brusquedad, si no hubiera sido por la cama me hubiera dado un gran golpe. Tras el empujón se puso a los pies de la cama y me abrió las piernas, y con la poca delicadeza que estaba presente en la habitación se lanzó contra mi coño y comenzó a comérselo como si no hubiera un mañana. Empezó todo siendo muy rudo, pero todo empezó a mejorar cuando estaba jugando con mi clítoris lo trataba de una manera muy especial y delicada, mis gemidos iban saliendo de mi boca mientras que mi clítoris era estimulado.

Carla: Mmmm...- se me escapaban gemidos y sofocos mientras aquel inexperto adolescente jugaba con mi depilada vagina

Jony: Veo que te está gustando.

Carla: Si, si no pares de hacer eso- cogí su cabeza y la puse en mi entrepierna para que continuara labor.

Estuvo comiéndome el coño un largo tiempo, ese tiempo que estuvo estimulando mi pequeño jardín de las delicias mis gemidos se incrementaron casi llegando al punto de correrme, ese momento no llegó porque cuando estaba llegando al clímax Jony decidió que todavía no quería que aquello terminara.

Carla: ¿Porque paras?

Jony: Porque he visto mucho porno y se cuando una mujer está a punto de llegar al orgasmo, además me he estado informando sobre como complacer a una mujer en la cama estos últimos días.

Se bajó los pantalones y los calzoncillos dejando a la vista un pene de tamaño y grosor normal. Se sentó encima de mí y puso su polla enfrente de cara.

Jony: Chúpamela, pedazo de puta

Carla: No me hables así.

Jony: Te hablaré como yo quiera o si no llamaré a tus padres.

Después de escuchar esa frase me metí su polla en la boca y la comencé a mamar lentamente, no le debió gustar mucho porque empezó a manejar el ritmo, mi lengua se envolvía alrededor y chupaba su glande mientras se metía en mi boca. Al cabo de un rato incrementó la velocidad de las envestidas sobre mi boca provocándome algunas arcadas, salían lágrimas de mis ojos y el sudor se empezaba a impregnar en mi pelo debido al calor que había en aquella habitación. En aquel momento yo ya estaba muy cachonda y me dejaba hacer cualquier cosa.

Jony: Te gusta el sexo rudo ee putita- sacó su polla de mi boca

Yo asentí con cara de niña buena y el empezó a pasar su polla por toda mi cara.

Jony: Escupe zorra, escupe y vuelve a meterte la polla en tu boca.

Esa frase me encendió aun más de lo que estaba y nada más me lo dijo me metí esa polla en la boca. Como las arcadas de antes me habían encantado, lo hice otra vez y esta vez mirando la cara de placer que tenía Jony en esos momentos. Tras cinco minutos de escupitajos, bofetadas, insultos y folladas de boca se corrió dentro de mi boca expulsando varios chorros de semen dentro de mi boca. Con cara de angelito me tragué la corrida de Jony, me miró con cara de perversión de seguir aquella noche de sexo duro y salvaje, así que tras correse dentro de mi boca se quitó de encima de mi cuerpo.

Jony: Date la vuelta y ponte a cuatro patas que te voy a reventare se bonito coño que tienes, zorrita.

Mi cara de niña obediente volvió y me puse en la posición que me dijo, cogió un condón de la mesilla que había al lado de la cama, se lo puso y se posicionó detrás de mí.

Jony: Prepárate para recibir la follada de tu vida, Carla.

Yo asentí poniendo cara de traviesa, Jony tras recibir mi aprobación me dio un azote y metió su pene dentro mi coño bruscamente. De mi boca salió un gemido bastante alto pero también de placer, cuando comenzó con la follada. Al principio era lento pero metiendo todo el falo hasta el final de coño, mis gemidos eran suaves y melódicos pero cuando empezó a aumentar la velocidad los sonidos que emitía de mi boca se volvieron más altos y llenos de placer, Jony me cogió del pelo y aumentó la velocidad emitiendo gritos de placer que acompañaban a mis gemidos. El sonido que había cuando mis nalgas chocaban con su cuerpo era lo más salvaje que había escuchado en mucho tiempo, el placer que me recorría por el cuerpo en ese momento estaba siendo emitido por mi boca con gemidos y gritos, mientras me tenía cogida del pelo y me daba azotes. Unos minutos después Jony aumentó la velocidad y emitía algunos gemidos, sabía que era el momento en el que se iba a correr y así me lo hizo saber dándome unos golpes en la cadera.

Jony: putaa, que me corroo, quiero correrme en tu caraaa.

Sacó la polla de mi vagina y se bajó de la cama, se quitó el condón y empezó pajearse.

Jony: Ven aquí y hazme una paja con esas tetas que tienes.

Me bajé de la cama y me puse sentada en el suelo frente a él, toda sudada me quité el sujetador y liberé mis dos preciosas montañas y sus pezones pequeños pero rosados, cuando le iré se le iluminó la cara parecía que eran las primeras tetas que había visto en su vida, aunque por la follada que me había metido antes no lo parecía. Cogí su polla y la coloqué entre mis tetas, empecé a pajear esa polla lentamente, sabía que a los chicos les gustaba eso porque no era la primera vez que hacia una cubana.

Jony: Si puedes metérmela en la boca a la vez que haces lo de las tetas.

Bajé un poco mi cabeza y solo me llegaba a meter el glande dentro de la boca, pero cada vez que me entraba esa cosa dentro de la boca lo estimulaba como podía.

Jony: Carlaa, quita que me quiero correr en tu caraaa!!

Se apartó de mí y enseguida lanzó un chorro directo hacia mi cara y mi pelo, acabé llena de sudor y de semen y además de agotada pero no podía negar que había quedado muy satisfecha. Me senté al lado de la cama exhausta sobre el suelo al lado de la cama después de aquel salvaje sexo. Al cabo de unos minutos me levanté y me dirigí a la ducha y el chico lo único que podía hacer era mirarme el culo, no quitaba la vista de aquellas magnificas nalgas que dios me había dado.

Jony: ¿Dónde va ese culito de zorrita?

Carla: Va a la ducha, si quieres puedes acompañarme- dije poniendo la cara más puta que tenía.

Él se levantó y corriendo entró conmigo a la ducha, follamos una vez más como locos dentro de la ducha, yo me corrí dos veces y el esta vez se corrió en mis tetas. Volvimos a la habitación y nos vestimos antes de la habitación.

Carla: Tendrás pagada la habitación ¿no?

Jony: La pagas tú, que eres la se forra follando con viejos

Carla: Joder Jonathan, mira la voy apagar porque me estas chantajeando y porque el polvo que hemos echado ha estado fantástico.

Salimos de la habitación, pagué en recepción y bajamos a mi coche, le tuve que llevar a casa porque el todavía no tenía coche, ya que acababa de cumplir los 18 años hace unos meses. Al llegar a su casa le di una última mamada en mi coche. subió a su a casa y yo volví a la mía, porque al día siguiente tenía que volver a Madrid para empezar las clases y ver a Arturo de nuevo.

Durante mi vuelo no podía parar de pensar y arrepentirme de lo que había hecho estas navidades, había engañado a Arturo dos veces, vale que en una me habían extorsionado pero al final me había gustado y encima había repetido, me pasé todo el vuelo pensando si se lo tenía que decir o no, porque por una parte si se lo decía perdería mi trabajo y a saber cuánto me costaría encontrar otro sugardaddy, pero si no se lo decía la culpa me iba a matar por dentro. Al llegar al aeropuerto, Arturo me recogió en su limusina y me dio unas flores.

Arturo: Hola preciosa, ¿qué tal estos días? - me dio un pico para darme la bienvenida.

Carla: Bien, bien. Con la familia y los amigos.

Arturo: ¿Te pasa algo?

Carla: No nada solo cansancio, ¿qué tal tu?

Arturo: Bueno, al final si cené con mi familia en nochevieja, hasta mi sobrino se ha quedado unos días en casa. Todavía está allí ¿quieres conocerle?

Carla: Vale, vámonos ya.

Nos montamos en la limusina, durante el trayecto estuvimos hablando y liándonos en la parte trasera. Al llegar Arturo y yo entramos en la mansión.

Arturo: Raúl!!! Ya estamos en casa baja a saludar.

Se escuchó abrirse una puerta del piso de arriba y alguien bajó por las escaleras, por las escaleras bajó el último Raúl que esperaba que bajase de aquellas habitaciones.

Continuará...