Mi vida como Sugarbaby -2

No sé porque me fijé en un disfraz de mama Noel sexy que me intrigó, no me lo pensé dos veces y lo compré, venia con un gorro rojo típico de papa Noel pero con dos coletas a los lados, un top corto también rojo con lana blanca en los bordes, una falda mini, con cinturón negro que no dejaba vía libre a la imaginación; el traje también llevaba unas medias negras que llegaban hasta el muslo y unos tacones negros con un pompón blanco en la punta.

Cuando me desperté pude comprobar que Arturo seguía dormido, pero no en la misma posición en la que yo le dejé, se había dado la vuelta dejando su espalda para el centro de la cama. Miré el reloj y marcaba las 10:00 am, me levanté de la cama aún desnuda, fui al baño a asearme un poco y me vestí con el tanga blanco de la noche anterior y me puse una camisa azul clarita que había en el armario. Tras salir de la habitación me dirigí hacia el salón donde habíamos estado la noche anterior para coger mi móvil, vi varias llamadas perdidas y mensajes de Andrea preguntándome que donde estaba:

Andrea: Dónde coño estas Carla y porque no me coges el teléfono??

Carla: Que pasa tía?? pareces mi madre jajajaaj

Andrea: Pues que ayer te estuve llamando casi toda la noche y no respondías

Carla: Bueno estaba trabajando y no te pude responder, pero no te preocupes que estoy bien

Andrea: Cacho de puta!!!! Te han contratado?

Carla: Siiii, se llama Arturo y es muy buen hombre, me ha tratado genial y además en la cama es muy bueno. Ahora estoy en su casa que los findes me tengo que quedar con él. pero mañana te contaré todo vale?

Andrea. Vale pedazo de puta, que te vaya bien.

Tras mi conversación con mi compañera de piso, me fui a la cocina para hacerme el desayuno, vi que en la nevera había bastantes cosas. Como soy una chica que piensa que el desayuno, cogí unos huevos y los puse en una sartén, pude ver que al lado de la nevera había una especie de altavoz para poner música, cogí mi móvil y puse "Men! I feel like a woman" de Shanaia Twain. Mientras se hacían los huevos y la música sonaba a todo trapo, yo me hechaba en un bol unos cereales con leche además de bailar y cantar al ritmo de la música, cuando de repente alguien me apagó la música. Era una señora bajita, parecía ser latinoamericana e iba vestida con ropa como si fuera la señora de la limpieza.

Gladis: ¿Quién es usted señorita? ¿Y qué hace en esta casa y así vestida?

Yo me quedé estupefacta, no sabía que responder

Carla: Me llamo Carla

Gladis: Por cómo va vestida será otra buscona que se acuesta con el señor por su dinero.

Yo estaba aterrada no sabía que decirle a esa señora, y en parte no le faltaba razón yo estaba allí porque era mi trabajo. Menos mal que en ese instante apareció Arturo para salvarme de aquella tortura. Cuando llegó lo primero que hizo fue darme un azote en el culo y darme un beso en la boca.

Arturo: Bueno veo que ya os conocéis- cogió una taza y un cartón de leche para prepararse un café.

Gladis: Señor no me dijo que esta noche estaría acompañado

Arturo: No te lo dije porque se supone que hoy no trabajabas y además Carla se va luego y hasta el fin de semana que viene no vuelve. Bueno pero ya que has vendo cambia las sábanas de mi habitación y dile a Álvaro (el chofer) que esté aquí para después de cenar

Gladis: Claro señor

Cuando Gladis salió, Arturo y nos pusimos a desayunar

Arturo: Has empezado mal con Gladis, no le gusta que toquen su cocina.

Carla: Y yo que sabía, si no me dijiste nada- puse cara de enfado por la vergüenza que había pasado.

Arturo rodeó toda le mesa y se puso detrás de mi tocando mi vagina por encima del tanga con una mano y con la otra tocando una de mis reafirmados pechos adolescentes. Sabia como calentarme y eso me estaba poniendo a mil.

Arturo: Tengo prisa así que lo haremos rápido.

Me bajó el tanga y me subió una pierna a la mesa, acto seguido metió su pene en mi vagina y empezó con un mete saca que a mí me estaba volviendo loca. Empezó suavemente para no dañarme pero rápidamente aumento su velocidad cuando notó que ya estaba bien lubricada. Mis gemidos no eran muy altos pero si sensuales y emanaban una sensación de placer que a mi compañero le volvían loco. Yo estaba disfrutando de aquella follada que surgió tan espontáneamente, yo tenía el temor de que alguien entrara por la puerta y me viera en aquella posición, aunque tampoco quería parar porque el placer que estaba recibiendo por parte de Arturo era increíble. Hubo un momento en que Arturo disminuyó la velocidad y comenzó a morderme el cuello y masturbarme con su mano derecha mientras con la otra me tocaba una de mis tetas. Yo me encontraba en las nubes con esos gestos, mi clítoris se estaba siendo estimulado por un auténtico experto en el sexo y cuando con la no que me estaba tocando las tetas pasó a pellizcarme los pezones con mucha sensibilidad, yo me derretí sobre su hombro. Comenzó a desabrocharme los botones de la camisa que llevaba puesta para poder manejar mejor mis pechos adolescentes y darme unos azotes en el culo.

Arturo: Joder Carla, tienes un culo de escándalo, es espectacular, pero ahora quiero mirarte a la cara mientras me corro.

Después de decirme esas palabras al oído, me cogió de los hombros y me dio la vuelta. Me la metió de nuevo y comenzó de nuevo el mete saca pero esta vez más pausado y calmado. Cuando se iba a correr noté que aumentaba la velocidad y que emitía unos gemidos haciendo saber que el momento había llegado. Se corrió como un animal en el interior de mi vagina, a mí me dejó bastante satisfecha con ese polvo mañanero tan inesperado que me hizo afrontar el día con más entusiasmo.

Arturo se sentó en una silla para descansar después de ese intenso polvo mientras a mí me empezaban a salir de mi vagina algunas gotas de su semen, cogí un trozo de papel para limpiarme lo que estaba cayendo sobre la parte interior de mis muslos.

Arturo: Lo siento por correrme dentro nena, pero es que estabas muy caliente, con la camisa y el tanga solo.

Carla: No pasa nada. además me tomo las pastillas para la regla y aquí no ha pasado nada.

Arturo: Bueno vale, pero intentaré no correrme dentro siempre o ponerme condón, pero si te pones tan provocativa como vas ahora no me voy a controlar.

Carla: Entonces si hago esto- me senté encima suya mirando hacia él, con la camisa aún abierta y me acerqué a su oído para susurrarle- ¿te gusta?

Arturo: Me encanta pero ya te he dicho que tenemos prisa y nos tenemos que ir, así que sube a ducharte y vestirte que nos vamos a mi bufete que te tengo que presentar a alguien.

Carla: Pero solo tengo la ropa que me traje ayer.

Arturo: No te preocupes antes de que vinieras te compré un modelito, ya verás cómo te va a gustar.

Carla: Vale pues ahora bajo.

Me despedí de el con un pico y cuando estaba marchándome noté como me miraba el culo descaradamente. Cuando entré en la habitación en la que estuve la noche anterior con Arturo vi que me había preparado un conjunto muy bonito que consistía en una blusa blanca, con una falda de tubo negra y unos tacones de aguja también negros. Cuando llegué al recibidor Arturo vestía con un traje de color azul oscuro y una camisa clara, junto con unos zapatos negros; nos dirigimos hacia el garaje donde había 5 Coches cada uno más bonito que le otro. Tenía de todo, un Audi, un Aston Martin, un Ferrari, un Lamborghini y un Mercedes. Nos montamos en el Audi R8 con de color azul. Cuando nos dirigíamos hacia se bufete Arturo preguntó si estaba nerviosa:

Arturo: No te preocupes solo te voy a presentar a mi asistente Vanesa, ella sabe que quien eres y está a tu entera disposición para que hagas lo que quieras con ella.

Carla: vale, me parece bien. ¿Y va a durar mucho la reunión?

Arturo: No te preocupes, mientras yo esté reunido, Vanesa estará contigo, podéis ir de compras o hacer lo que queráis, y si la reunión se alarga comerás con ella.

Carla: Me parece bien.

Cuando llegamos entramos, por un parking que parecía muy exclusivo porque solo había coches de alta gama. Cuando nos bajamos del ascensor en la planta 25 de aquel edificio que se encontraba en una de las 4 torres (para quien no lo sepa son las 4 torres más altas de Madrid y se encuentran juntas). Ante mi había unas oficinas muy grandes con muchas mesas y muchos hombres haciendo papeleo o hablando por teléfono. Nos metimos por un pasillo que daba a las oficinas de Arturo y sus socios, antes de entrar a la oficina nos encontramos con una mujer pelirroja muy elegante, que venía hacia nosotros.

Arturo: Hola Vanesa, ¿cómo andamos hoy?

Vanesa: Pues como siempre señor Domínguez, mucho trabajo y poco tiempo para hacerlo. Y esta chica de aquí debe de ser Carla.

Arturo: Efectivamente, Carla te presento a Vanesa mi asistente

Carla: Mucho gusto.

Vanesa: Bueno Carla, dentro de unos minutos, nos vamos y hacemos lo que quieras para descansar de tanto trabajo. Déjame ir a por mí bolso y nos vamos

Cuando Vanesa se fue Arturo me enseñó su despacho, era un despacho grande con vistas a la ciudad detrás del escritorio, que era muy grande y tenía muchos papeles en una montaña. La sala también tenía un sofá de color blanco donde cabían 3 personas y una mesilla con una cafetera unos bollos y unas tazas. Cuando Arturo me estaba enseñando las vistas entró Vanesa:

Vanesa: Bueno Carla, ¿nos vamos?

Carla: Si claro, adiós Arturo, luego nos vemos- le di un pico

Arturo: Adiós guapa, pasarlo bien chicas

Vanesa y yo salimos a la calle a pasear por las calles de Madrid, paseamos por el Retiro por la mañana y fuimos a comer a un restaurante que tenía una terraza en la azotea de un edificio del centro: Vanesa era una mujer con un cuerpo espectacular, unos pechos grandes pero bien puestos y redondos, una figura muy bien marcada con sus curvas, un culo bien tonificado (se notaba que hacía ejercicio) y unas piernas que hacían de ella una mujer espectacular.

Vanesa: Bueno Carla, vamos a hablar de tu contrato. Arturo ya te habrá hablado de lo que cobrarás ¿no?, bien pues ahora yo te hablaré de las cláusulas. Primero me ha dicho Arturo que ya sabes que tienes días libres y todo eso. segundo, no podrás engañar a Arturo a no ser que él quiera, si esto pasa se rescindirá automáticamente tu contrato y no cobrarías tu finiquito. Si Arturo y tu llegáis a un acuerdo para rescindir tu contrato si lo cobrarías. Por último, si practicáis alguna práctica sexual no convencional cobrarías un plus de 1000 euros.

Carla: No entiendo lo de practica sexual

Vanesa: Pues por ejemplo, sadomasoquismo, tríos, orgias, que Arturo te mire mientras follas con alguien o te masturbas, ese tipo de cosas.

Carla: Guau, no me esperaba eso

Vanesa: Pero las haréis si tú quieres claro, él no te puede obligar, en el caso de que te obligue y tu no quieras, se rescindirá tu contrato se te dará tu finiquito y un plus de 100000 euros.

Carla: Joder 100000 euros, que cantidad.

Vanesa: Bueno pues si estás de acuerdo solo tienes que firmar, aquí y serás oficialmente la novia de Arturo- me puso un contrato y un bolígrafo delante de mí, e instantáneamente firmé.

Continuamos charlando, sobre nuestras vidas, me contó que lleva trabajando para Arturo más de 10 años y que ha visto progresar mucho al bufete. También me habló de su familia, sus padres viven en Valencia y tiene marido dos niños de 8 y 6 años cada uno. Cuando terminamos nos fuimos a un centro comercial cercano al bufete para comprarnos algunas cosas: Lo que sobre todo compré fueron conjuntos de ropa interior sexy que me recomendó Vanesa para impresionar a Arturo. También me compré unos cuantos bikinis y zapatos, por ultimó muchos vestidos de noche más formales, y unas cuantas prendas para pasar el día pero sin ir hecha un desastre. Al terminar Vanesa me dio una tarjeta de crédito que es donde se me va a ingresar el dinero que cobre, además ya venían 4500 euros ingresaos por cortesía de Arturo que sabía que me gustaba mucho comprarme ropa y modelitos.

Cuando volvimos al bufete se nos acercó un chico que no debía tener más años que yo, llamado Gonzalo; era un chico que no debía tener muchos más años que yo, muy delgado, con gafas grandes y aún con algunos granos de la pubertad en la cara. Se puso muy nerviosos cuando nos vio y le dio algunos apeles a Vanesa.

Carla: ¿Quién era ese chico?

Vanesa: Ese chico es Gonzalo, llegó hace poco, acaba de terminar la carrera de derecho, es un chico muy inteligente pero como has podido comprobar se pone muy nervioso con las chicas guapas. es sobrino de Arturo y además creo que es virgen.

Carla: Yo también lo creo, pero se le ve un chico muy tierno y amable, solo tiene que estar acostumbrado a estar con las chicas y hablar con ella.

Llegamos al despacho de Arturo y esperamos allí tomando un café y unos bizcochos en los sofás que había allí

Cuando llegó Arturo vino con muchos papeles y con mala cara.

Carla: ¿Que te pasa?

Arturo: Nada, cosas de abogados.

Carla: No sabes que estoy estudiando derecho ¿no?

Arturo: Pues no, eso no lo sabía, pero esto son cosas de mayor calibre.

Carla: Bueno vale, ¿qué vamos a hacer ahora?

Arturo: Pues vamos a casa cenamos y te llevo a casa.

Carla: ¿No me iba a llevar tu chofer?

Arturo: Al final te llevo yo, que no estoy muy cansado.

Cuando terminé mi café me despedí de Vanesa y bajé con Arturo al garaje, donde ya no había tantos coches como esta mañana. Nos dirigimos a casa, pero antes pasamos por un Burger King, para recoger algunas hamburguesas, pero en vez de ir a casa nos las comimos en el coche. Arturo me contó cuando era pequeño y su infancia en un pequeño pueblo de Segovia, donde vivía con sus abuelos y sus padres, tuvo una infancia dura porque sus padres ahorraron mucho para darle una buena educación, yo le conté mi infancia en Mallorca con mis padres y mis hermanos pequeños. Después continuamos hablando sobre nuestra vida, hasta que me preguntó que como había sido mi primera vez.

Carla: Pues fue en un coche de un exnovio mío a los 18, en un descampado- nada más escuchar eso arrancó el coche- ¿Por qué arrancas?

Arturo: Vamos a un descampado

Carla: Eres un chico travieso- le dije con una voz sensual

Mi mano se deslizó sobre su entrepierna y mi boca fue directa a su cuello.

Arturo: Carla para un momento, espérate que lleguemos, porque podríamos tener un accidente por no estar concentrado en la carretera.

A los cinco minutos llegamos a un lugar oscuro que parecía abandonado. Las luces del interior del coche se encendieron y me lancé al cuello de Arturo y nos empezamos a besar con locura. Una de sus manos se dirigió a unas de mis nalgas, la estrujaba fuerte

ente y de vez en cuando me daba un azote. estando ya muy excitada me subí encima suya y me puso las dos manos en el culo mientras nos besábamos excitadamente. Sus manos empezaron a desabrocharme la blusa botón a botón, cuando terminó de quitarme los botones de mi blusa blanca y se paró a sobarme las tetas mientras yo terminaba de quitarme mi prenda superior, me sobaba las tetas por encima del sujetador, también me lamia el escote, jugaba con su boca y el comienzo de mis tetas. Yo le quité su chaqueta y corbata rápidamente y continué besándole sus labios mientras me subía la falda. Dejó a un lado el hilo de mi tanga y se puso a masturbarme, no me lo esperaba así que de mi boca salió un gemido leve pero sensual que le excitó un motón porque noté como su polla crecía entre mis piernas, mi vagina ya estaba húmeda y cuando lo notó, se desabrochó el cinturón y se bajó la bragueta, en cuanto se sacó la polla me la introduje en el coño y comencé a botar sobre ella. Mis gemidos eran contenidos pero muy placenteros. Como ese lugar era muy incómodo, nos salimos fuera, hacia frio pero el calor que yo tenía en ese momento lo compensaba. Con los pantalones por los tobillos, Arturo me posó sobre el capó del coche, me empezó a comer el clítoris, mientras con dos en mi interior me masturbaba. Menos mal que no había nadie por allí cerca, porque seguramente hubieran oído mis gemidos a bastante distancia. Antes de que me corriera Arturo separó su boca y sus labios de mi coño y me metió la polla otra vez, era una delicia ese momento, yo ya estaba dispuesta a hacer lo que él quisiera, era tal la excitación que no pude evitar correrme sobre polla. En ese momento, volvió a abrir la puerta del coche y me coloqué sobre el asiento a cuatro patas, el me introdujo y la polla y volvió con el rápido mete saca de antes que tan loca me volvía, me cogió del pelo y aumentó la velocidad, con la otra mano me estaba dando azotes, que para que mentir me ponía muy cachonda que me trataran de esa manera.

Arturo: Ahhhhh... Me corroo!!

Me di la vuelta y soltó toda su carga de semen sobre mi bonita ara adolescente, también se me mancharon un poco el sujetador y la falda que llevaba aún puestos. Se quedó mirando un rato mi cara llena de semen, yo procedí a mamarle la polla. El me la introdujo en la boca para que se la limpiara, la limpié a fondo sin pararme a mamarle los huevos. Cuando terminé me levanté y Arturo me dio un pañuelo para que me limpiara la cara y la boca. Los dos nos terminamos de vestir y nos pusimos en marcha a mi casa para que pudiera descansar y mañana ir a clase. Cuando llegamos Arturo me besó y al salir me dio un azote que me hizo mirarle con cara de querer más juerga, pero el sabía como hacer que una chica no pierda el interés en un hombre, cerró la puerta del coche y se fue.

Cuando subí a casa ya era tarde y estaba cansada de lo que había vivido ese finde semana, pero Andrea me estaba esperando sentada en el sofá del piso. En cuanto me vio me miró con cara de alegrarse por mi

Andrea: Hola, ¿cómo ha ido ese fin de semana?

Carla: Hola, pues ha ido muy bien, Arturo es un hombre muy atento y cariñoso, además he conocido a su asistente Vanesa que me ha ayudado mucho.

Andrea: Y en la cama ¿qué tal?

Carla: Muy bien, nunca había follado de esa manera y además no follamos solo en la cama, en el coche y en la cocina también.

Andrea: Joder, eres toda una putilla jajajaaj

Carla: Anda que tu estos días no habrás hecho más cosas que yo

Andrea: Bueno, vale, vale tienes razón a mi Alejandro me pidió que si podíamos hacer un trio

Carla: ¿Y aceptaste?

Andrea: Si, hice un trio con Alejandro y un amigo suyo.

Carla ¿Y...?

Andrea: Fue increíble, y cuando tuve una polla en la boca y otra en el coño fue aún mejor.

Carla: Guau, bueno yo me voy a dormir que estoy muy cansada

Andrea: Si yo también me voy a ir.

Las dos nos fuimos a la cama. Yo me dormí enseguida porque después de un día tan agotador me apetecía descansar un rato para estar fresca al día siguiente. Cuando me levanté vi un mensaje de Arturo en el que me decía que hoy no podía quedar conmigo porque tenía que hacer cosas importantes en el trabajo pero que mañana sí que podría estar conmigo. Lo primero que hice nada más levantarme fue desayunar con Andrea y arreglarme para ir a la universidad. Andrea salió antes que yo hacia las clases. Cuando salí de casa, mi casero Pedro, me paró.

Pedro: Buenas Carla, he visto que ya me habéis pagado el mes que teníais atrasado y el de este mes también.

Carla: Si, es que nos hemos puesto a trabajar las dos en las horas en las que no estamos estudiando.

Pedro: Eso, está bien. ¿Y se puede saber en qué estáis trabajando?

Carla: Pues nos han contratado en una tienda de un centro comercial aquí cercano.

Pedro: Eso está bien.

Carla: Si, si me perdonas me tengo que ir, que llego tarde a clase.

Pedro se apartó y yo me fui andando bastante rápido, porque ese hombre seguía teniendo el mismo hedor de siempre. El día en la universidad fue muy bien, con clases un poco aburridas, pero siempre tenía a mi grupo de amigas que hacían que los días más amenos. Por la tarde me quedé en casa viendo unas series, también decidí mirar por internet algunos regalos para mis padres y hermanos porque ya se acercaban las fiestas. No sé porque me fijé en un disfraz de mama Noel sexy que me intrigó, no me lo pensé dos veces y lo compré, venia con un gorro rojo típico de papa Noel pero con dos coletas a los lados, un top corto también rojo con lana blanca en los bordes, una falda mini, con cinturón negro que no dejaba vía libre a la imaginación; el traje también llevaba unas medias negras que llegaban hasta el muslo y unos tacones negros con un pompón blanco en la punta.

Al día siguiente le dije a Arturo que le tenía preparado una pequeña sorpresa para el día de nochebuena, ya que en nochevieja iba a estar con mi familia, le parecía bien ya que las fiestas las solía pasar solo, aunque de vez en cuando sí que le gustaba ir a visitar a su madre por nochevieja. Los días continuaban pasando y Arturo y yo continuamos follando en cualquier lugar de la casa: salón, baño, ducha, garaje, despensa... También salíamos a hacer cosas de pareja, por ejemplo, íbamos a cenar, a algún museo, salíamos a pasear e incluso había veces que nos quedábamos en casa viendo una peli, en su sala de reproducción.

Cuando nos dieron las vacaciones de navidad en la universidad, lo primero que hice fue irme a cenar con mis compañeras, Arturo se enfadó un poco conmigo porque quería verme ese día pero cuando le dije que se lo compensaría y le mandé una foto mía de uno de los conjuntos de ropa interior que me había comprado, de color rojo con encaje que me quedaba de miedo.

El día nochebuena estuve de compras con Vanesa y Andrea, que nos íbamos a comprar algún vestido para llevar a la cena y de paso mirar algunos juguetes sexuales para pasar las noches que estuviéramos solas. Mi vestido era de color rojo pasión largo con un escote en V y abierto por un lado en la cola para dejar mi pierna a la vista, también me puse la lencería roja que le había mandado a Arturo, más unos tacones de aguja de color rojo oscuro. Cuando Arturo me llamó para que bajara cogí mi bolso y la bolsa con el traje de mama Noel sexy, para darle mi regalo a Arturo.

Bajé y allí estaba el mismo coche en el que habíamos follado hacía unos días.

Carla: Buenas noches, amor- le di un pico en los labios

Arturo: Hola, preciosa. Hoy vamos a cenar en casa que Gladis ha preparado la cena para todos.

Carla: ¿Para todos?

Arturo: Tengo la costumbre de que la gente que trabaja para mi cene conmigo en nochebuena. estará todo el servicio, estará Vanesa y mi sobrino Gonzalo.

Carla: Me parece bien

Cuando llegamos a la casa, estaba muy decorada con luces navideñas y unas figuritas que decoraban el jardín de color blanco. En la puerta de la entrada había unas luces en las que ponía "Merry Christmas". Ya dentro todo estaba muy distinto: en el recibidor había un enorme árbol de navidad muy bien decorado y colorido y una estrella que brillaba bastante en lo alto y unos regalos decorativos a los pies. Cuando entramos al salón allí estaban todos los que iban a cenar con nosotros, en el salón también había un árbol de navidad más pequeño y un santa Claus de plástico puesto en una esquina del salón. En la pequeña mesa de cristal, había puesto un belén al que no le faltaba ningún detalle. La mesa donde íbamos a cenar ya estaba puesta e incluso había cena ya puesta. así que cuando nosotros llegamos nos fuimos a sentar a la mesa. Arturo y yo nos sentamos cada uno a un extremo de la mesa mientras que los demás se sentaban a los lados. La cena transcurrió con normalidad, cenamos con tranquilidad charlando. El primer plato era una sopa de marisco, el segundo fue un pavo asado con patatas y verduras, por último de postre un coulant de chocolate con helado de vainilla; todo esto acompañado con un vino blanco que tenía pinta de ser carísimo.

Cuando terminamos la cena todos se fueron a sus casas y nos quedamos Arturo y yo solos.

Arturo: Bueno ahora que nos hemos quedado solos, te voy a dar mi regalo.

Carla: No hacía falta, que me compraras nada, peo muchas gracias

Me dio una pequeña caja envuelta en papel de regalo blanco con un lazo de color negro y una nota en la que ponía: "PARA MI MAYOR DESCUBRIMIENTO DE ESTE AÑO". Cuando lo abrí y vi que era un colgante me impresioné, se notaba que era de oro de verdad y con un diamante en el centro.

Carla: Yo también te he comprado un regalo

Arturo: ¿De verdad?

Carla: Si ven conmigo

Lo llevé, hacia la habitación y le senté en la cama.

Carla: Ahora vengo, no te muevas.

Arturo: ¿Dónde vas?

Carla: Voy a por tu regalo

Me fui de la habitación y volví a los cinco minutos con mi disfraz de mama Noel sexy

Arturo: Guau, me encanta mi regalo.

Carla: Bueno, pensé en que es lo más que te iba a gustar y sabía que los que más te gusta soy yo, así que este es mi regalo.7

Arturo: Pues has acertado.

Me puse encima de él y comencé a besarle lentamente, el posó sus manos sobre mi culo. Al rato de estar besándonos, Arturo comenzó a subirme la mini falda y dejar el hilo del tanga al lado para masturbarme. Yo le acompañaba el movimiento con mis caderas. Yo me quité un momento de encima y me subí la falda por encima de las caderas y me bajé el tanga, mientras tanto él se quitó los pantalones y los calzoncillos. Después de eso me dirigí hacia su entrepierna para mamarle la polla, comencé por el capullo besándoselo y lamiéndole la punta. Luego bajé hacia los huevos y los comencé a lamer, luego me metí uno en la boca y lo chupé viendo como su cara expresaba un placer inmenso, antes de pasarme al otro subí hacia su cara para darle un morreo con el sabor de polla en la boca, mientras él me iba quitando el top que llevaba.

Arturo: No que quites el gorro ni las medias ni los tacones por favor.

Asentí y me dirigí otra vez hacia su polla, ahora me las metí más para dentro sin llegar a metérmela entera, cuando me la saqué escupí para lubricarla más. En esos momentos yo ya estaba muy mojada así que no dudé ni un solo segundo y me la metí entera en la boca, con arcada incluida. Al sacarla Arturo me preguntó qué porque había parado, me subí encima suya y metí su polla en el interior de mi coño, le coloqué las manos sobre mis pechos y comencé a botar, el ritmo no era muy rápido pero tampoco lente, se escuchaban los muelles de la cama con cada bote que pegaba mi cuerpo, que a la vez eran acompañados por suspiros. Cuando Arturo comenzó a acompañar el ritmo mis gemidos se intensificaron y ahora eran más altos y sensuales. Al cabo de unos 10 minutos, Arturo me cogió y me puso al borde de la cama y subió mis piernas sus hombros, el de pie empezó a darme fuertes embestidas para que mis gemidos se intensificaran, ya vaya que si lo logró estaba chillando como una perra sentía que en cualquier momento me iba correr. Ese momento llegó y mis jugos salieron aun con la polla de Arturo dentro, eso hizo que le también se excitara mucho con lo que no tardó en sacarme la polla de mi coño y correrse sobre mi plano vientre. Calló rendido sobre y con la respiración muy acelerada, yo también estaba rendida así que con su semen aun en mi vientre nos metimos en la cama y dormimos abrazados y desnudos durante toda la noche.

Continuará...