Mi vida color de rosa. iii

Del odio al amor solo hay un paso o mas

MI VIDA COLOR DE ROSA.

Anteriormente, hablé de la insistencia de Jona por pedirme algo más que un beso, como esto terminó en una serie de acontecimientos desafortunados para mi, entre ellos el hecho de que comencé a sentir mas que un gusto físico y como por ese sentimiento sería capaz de hacer cualquier cosa que me pidiera.

CAPÍTULO 3: Hábitos o Vicios

Alguna vez han probado algo que les gusta? Y una vez lo hacen quieren volver a probarlo no una, ni dos, ni tres veces, sino muchas, quiero decir que puede que algunas cosas se puedan volver un hábito, y la verdad es que para mi, Jona se había convertido en un hábito bastante delicioso.

Los encuentros sexuales entre Jona y yo se repitieron durante varias semanas, la verdad es que en cada momento descubrí nuevas cosas, era como si ambos buscáramos la perfección, ser casi unos semidioses sexuales, para ese entonces yo ya sabía de los placeres de la penetración que Jona me enseñaba con cuidado y mucha pasión, y a decir verdad no me podía quejar en esos momentos, tenía a Jona tal y como quería solo para mi, pero como dicen nada es perfecto y el poco a poco cambió mi cama por otras cosas, después de un mes comenzó a distanciarse y creo que ya no podía hacer mucho, ya le había dado lo que cualquier hombre puede esperar. Debo decir que para ese entonces comencé a llenarme de cierta rabia contra Jona y contra mi por haber sido tan ingenuo y dar algo tan valioso por una persona que quizá no valía la pena, pero por la que sentía cosas que jamás sentí por alguien, era un sentimiento difícil de explicar, era una mezcla de camaradería, instinto sexual, afecto y frustración.

Para ese entonces ya me daba cuenta de que disponía de bastante tiempo libre por lo que me propuse entrar a la universidad el otro semestre y conseguir empleo, pero bueno una cosa a la vez por lo que envié mi hoja de vida a una empresa importante de la ciudad.

Una tarde como cualquier otra me dispuse a caminar en el centro comercial, me senté a tomar un café en un salón de onces bastante agradable, todo hubiera seguido su curso natural, de no ser porque un chico que estaba sentado al frente mío me lanzó una mirada bastante insinuante, yo de una forma bastante tímida le correspondí, después de flirtear un buen rato se acercó a mi mesa y me invitó otro café, hablamos un buen rato y después insinuó algo que para mi ya era tan común, y de una forma bastante diplomática dijo que si podíamos tener sexo, en ese momento una extraña sensación invadió mi cuerpo y mi mente, mi cabeza decía no, no y mi amigo de abajo decía si, si, ese día lo que comenzó en una cafetería terminó en mi casa.

Me puse mi camiseta mientras aquel desconocido se apuntó su pantalón , reconozco que cuando lo hacía sentía rabia con Jona por ser un idiota que me usó y conmigo por pensar que acostándome con otro tipo lo iba a olvidar, sin saber que una cosa es tirarse a alguien y otra lo que uno siente. El se marchó y jamás nos volvimos a ver, mas adelante comprendería que aquel día me convertí en una “perra”.

Pasaron los días y Jona al parecer me había olvidado completamente, yo no podía dejar de pensar en el, por eso una noche como cualquier otra decidí salir a distraerme a un bar de ambiente algo bohemio, pedí una cerveza y no llevaba la mitad cuando un tipo de unos 22 años, alto, delgado, de cabello oscuro y ojos café se quedó mirándome fijamente, yo de manera nerviosa también lo miré, esta vez solo eso bastó para que se levantara, presentara y preguntara mi nombre.

-Alejandro, me llamo Alejandro y tu?

-Mucho gusto, César

En tan solo diez minutos de conversación pude notar que era una de esas personas inconformes con la sociedad por lo que compaginamos de buena forma.

A la hora me preguntó entre otras cosas:

-Bueno y la pregunta del millón, eres activo o pasivo?

Sonreí gracias al calor y efervescencia de las cervezas y le dije

-Tu qué crees?

-No se quiero que tu mismo me lo digas

-Ok, soy versátil

Lo dije así, sin más como cuando alguien pierde la vergüenza, estaba exponiendo mi gusto en las relaciones sexuales a un perfecto desconocido. Esa noche César me acompañó hasta que tomé un taxi, y puedo decir que terminé la noche intacto, eso si me lleve su número celular.

Al otro día me levanté con algo de resaca, después de desayunar marqué el número celular de César, efectivamente fue el quien me contestó y luego de charlar cinco minutos nos quedamos de ver en la tarde a eso de las dos.

Me arreglé, y me dispuse a ir al centro comercial, llegué quince minutos antes, y por mi mente pasaban miles de pensamientos, pero nunca el de tener sexo con aquel personaje. Luego de la espera llegó César me saludó de una forma bastante seria y le pregunté hacia donde nos dirigíamos, a lo que respondió:

-Vamos a mi casa

Por mi cabeza había cierta desconfianza, pero igual por mi mente no pasaba el acostarme con el ese día. Llegamos y conversamos un rato en la sala, me pidió que lo acompañara un momento a su habitación para mandar unos archivos de la Universidad, una vez lo hizo me preguntó si quería ver algo, le dije que bueno, después de cinco minutos puse en el reproductor una canción de Rihanna (Umbrella) y una vez inició el coro, César empezó a besarme de una forma bastante apasionada, sus dos manos las sentí como seis y la idea de acostarme con el ya no me parecía tan descabellada, después de un minuto de besos y caricias la ropa había volado al piso y el tenía su mano en mi “polla” moviéndola de una forma que me sentía en éxtasis, luego de veinte minutos había descubierto algo mas divertido que la penetración. Una vez me vestí seguí escuchando música, el me trajo algo de comer, ambos estábamos exhaustos, y mas tarde me marché con el pensamiento de que algo así debía repetirse.

Ya era el otro día, Jona ya no estaba tan presente en mi cabeza, ahora era César pero no de forma especial, sino de una forma excitante y necesaria, como un vicio en ese instante sonó el teléfono, lo contesté, era de la empresa a la cual había enviado mi hoja de vida me necesitaban para una entrevista de trabajo, accedí con gusto y me alisté rápidamente.

Hay cosas que probamos y nos gustan pero las dejamos, hay otras que las convertimos en hábitos y hay unas que se vuelven vicios, y la verdad es que la línea que separa un hábito de un vicio es bastante delgada, por lo que se puede pasar fácilmente de una a otra y quedar perdido.

No se si fue Jona o el sexo, no se si es un vicio o un hábito como fuere las consecuencias de todo no serían tan agradables luego, pero eso no era algo que me importara por el momento después de todo la entrevista había salido bien y ahora tenía empleo.

Pero lo mejo todavía  estaba por venir ya que en el nuevo empleo que había conseguido  estarían  a punto de pasar cosas no muy buenas con el que sería mi jefe ya que el trabajo era de asistente y una nueva aventura nueva que probar empezaría. Ya  estando  a punto de comer un rico sándwich sonó el celular y  era Cesar  donde me decía que  saldría fuera y no sabía cuando regresaría ya que según era por trabajo a lo cual le dije que  le fuera bien y esperaba verlo a su regreso, ya que pues medaba igual porque no teníamos nada serio  solo  un pequeño  gusto por lo que me hacía sentir. Ya llegando el día lunes me presente a la empresa  donde había conseguido el trabajo y una señorita de la recepción me dice que  me dirija a oficina   de Mercadotecnia con el Lic. Marcos Olive ira Pedrosa   quien sería mi jefe y yo obediente  me dirigí a la oficina pensando que de seguro seria un tipo viejo, aburrido, enojón que me cargaría de su chacho pero al fin trabajo es trabajo lo cual me serviría ya que  estudiaría  Mercadotecnia.

Ya  habiendo hecho un buen recorrido llegue a la oficina y toque la puerta top top top top y una voz gruesa  varonil me dice  pase  a lo cual yo  le dije hola buenos días me dijeron que para esta oficina ya que es mi primer día de trabajo, el tipo estaba de espaldas pero cuando se da la media vuelta  por poco y me da un paro cuando lo vi de frente ya que Marcos  no era un viejo como pesaba si no un hombre joven de unos 28 años de edad , alto, buen cuerpo tipo Huck jackman no se por qué lo pensé pero es cuerpazo, ojos verdes azulados, barba de tres días,  mi amiguito de abajo ya estaba despertando,  guapo y güero bronceado era su piel.

Después  de examinarlo me dijo cuál es tu nombre  a lo cual le dije Alejandro licenciado  y me dice muy bien lo primero que vas hacer será ir a  entregar estas propuestas publicitaria para el comercial publicitario del  restaurante  las fuentes que esta por la plaza Morelos ( la empresa es una editorial publicitaria donde hacen anuncios para comerciales, propagandas, expo, etc..)  y de ahí  vas con la señora  Helena rodríguez   de la tienda de ropas   galerías  quien te dará unos sobres donde vienen  las propuestas que quiere para su nueva tienda en anuncios,  bueno pero tendré coche  y Marcos le dice cómo quieres atribuciones  cuando apenas empiezas que tonto eres  ya que te irás en taxi o  camión.

Alex pensando en voz alta “vengo llegando y ya me está dejando  tantas cosas este amargado” y marcos  le contesta  si soy amargado y es mi problema pero   aquí se harán las cosas como dijo o te vas, Alex dice perdón pero  pensé en voz alta y bueno iré por lo que me encargo, pues mas te vale y ya vete que me quitas el tiempo dijo marcos.