Mi victima (2)

Victoria intenta impedirlo, pero ella me pertenece

Victoria pidió a un amigo que la acompañara, el era grande, fuerte, muy fuerte, sabia lucha libre y valetudo, un buen guardaespaldas.

Ella le explicó que un enfermo la acosaba, el respondió crujiendo sus nudillos diciendo.

-espero encontrarme con el.

Era un viernes noche, entraron en una discoteca, en dos días no apareció el tipo, Victoria pensó que ese hombre era como los otros violadores, un cobarde.

Ambos bailaron, el miraba la hermosa figura de Victoria, tan joven, tan llena de energía.

El guardaespaldas sentía una tremenda erección en sus pantalones, decidió llevarle bebida, para emborracharla y tal vez conseguir cogerla.

Ella se quedó sola, bailando, un hombre se acerca y baila, ambos bailan, cada vez más juntos, más pegados, el olor de ambos cuerpos los excitan.

-vamos a un sitio más cómodo – gritaba el hombre debido a la tremenda música que había.

-tengo un amigo que…

-shhhhhh, no nos preocupemos por el – dijo el hombre colocando un dedo sensualmente en los labios de rubí de la joven.

-en serio, no quiero nada, he sufrido una mala experiencia.

-yo creo que disfrutaste de mi regalo como tus compañeros disfrutaron de tu video.

Esas palabras la dejaron sin habla, gritó, pero la música de la disco eclipsaba su voz.

La punta de la navaja tocando uno de sus pechos la hizo callar, ambos se fueron a un reservado.

-desnúdate putita– ordeno el hombre.

-¿Quién eres? – dijo la chica entre lagrimas.

-me perteneces ¡hazlo ya!

-mi amigo te romperá la cara, es un buen luchador – dijo ella.

-estoy preparado, quítate la ropa o veremos si puedes vivir sin pezones.

Ella obedeció, la situación, aunque le costaba admitirlo la excitaba, lentamente se despojó de sus ropas bajo la mirada y la respiración excitada del hombre.

-bien, sáciate cerdo – decía Victoria completamente desnuda.

-Ponte esto, preciosa y maquíllate – decía su violador.

Era ropa rasgada, medias de rejilla rotas, falda vaquera y top lleno de rotos, tan distinto a su elegante ropa, también se maquilló mientras su coaccionador la peinaba de forma distinta.

El se desabrochó sus pantalones y mostró su falo, era muy grueso y bastante grande.

-chúpala putita.

Ella dudó, el reaccionó agarrando su pelo y obligándola a metérsela en la boca, el ritmo con el que la obligaba a mamarla era fuerte, sentía que se atragantaba.

-Victoria ¿Dónde estas? Ah, perdonen – dijo el guardaespaldas de Victoria.

-no se preocupe, me gusta tener publico – dijo el violador.

El observaba tocándose el paquete la escena, viendo como Victoria era obligada a mamar, pero ella estaba tan distinta con el maquillaje, el peinado y la ropa que no la reconoció.

-eh, me sabe mal que estés ahí parado ¿quieres romperle el culo a esta putita?

-no, tengo un vaso con una capsula de Roinol para una amiga que hago de guardaespaldas, cuando se lo tome, me hinchare a cogerla, desde hace tiempo que le tengo ganas – dijo el guardaespaldas.

-no se va a ir – dijo el violador.

-quiero llevármela antes de que se la lleve otro, disfruta de tu puta – dijo el guardaespaldas.

Cuando se fue, el violador le dijo a Victoria.

-me cae bien tu chico, lastima que sea algo tonto

Victoria no podía llamarlo ni gritarle, porque tenia la boca llena de carne, la carne de su violador, pero lo que le costaba creerlo es que su guardaespaldas no le hubiera reconocido y ¡iba a abusar el también de ella!

Bruscamente el violador saco su polla de la boca de Victoria, la puso a cuatro patas y tras levantar su falda, la penetro por la concha agarrando los cabellos de la joven.

-aahhh que estrecho lo tienes putita.

-ah animal, no me tires del pelo – dijo Victoria.

El tiró con más fuerza, bombeándola con mayor brutalidad, varias lágrimas salían de los ojos de Victoria.

-me voy, me voy dentro de ti.

-¡no! ¡Me preñaras! ¡NOOOOO!

Pero el termino dentro, ella cayo agotada mientras que el observaba como salía su semen de forma lenta del agujero de la concha de Victoria.

Le sacó la ropa y le besó una de las nalgas.

-nos veremos, dijo.

Victoria, se sentía extrañamente bien, pero ese hombre, ese… se burlo de el en sus narices, no solo pudo evitar su guardaespaldas, sino que el muy cerdo la violó delante de el y el muy imbécil del guardaespaldas tenia previsto abusar de ella, metió sus dedos en su concha y miró el semen de su agresor, viscoso, blanquecino.

Se lo llevó a la boca y lo saboreó.

Salió del reservado y se encontró con su guardaespaldas, el le ofreció una bebida con la mejor de sus sonrisas.

Ella le echó el alcohol en la cara mientras decía.

-estas despedido.

Y se marchó a su casa

Esa noche Victoria se sentía excitada al pensar en lo que pasó, pero al mismo tiempo, muy asustada, era su fantasía, pero solo una fantasía, aquel hombre era de verdad ¿Qué le incitaba a abusar de ella con ganas?

Otra llamada.

Victoria, temblando cogió el teléfono.

-hola putita ¿Cómo esta tu coño hoy?

-¿Qué quieres de mi? ¿No te aburro todavía? – dijo Victoria furiosa.

-me perteneces, eres mi juguete pero ahora tengo un serio apuro económico.

-pues me alegro – dijo Victoria.

-no te alegres tanto, te estoy exigiendo el pago de 1000 euros.

-gánalos trabajando, como todo el mundo – dijo Victoria furiosa.

-todavía tengo las grabaciones y algunas nuevas, que paja más memorable te has hecho en la cama ¿pensaste en mi?

Victoria apretó tanto la mano que sus uñas se clavaron y la sangre salía de su puño.

-¿Dónde quieres el dinero? – preguntó Victoria.

-no quiero que me lo des, quiero que lo ganes para mi, ve a la puerta y lo verás.

Ella fue a su recibidor, abrió la puerta, había un paquete, lo recogió y lo llevó a su mesa, al abrirlo, se quedó pálida.