Mi viaje sexxxacional
despues de aquel maravilloso trio que hiciera con mi querido esposo, hemos seguido urgando en el amplio mundo de la apertura sexual.
Después de la maravillosa experiencia de aquel trío sexxacional en octubre del año pasado, publicado aquí mismo, mi esposo Juan y yo decidimos darle un matiz nuevo a nuestra relación, así que, como por motivos de trabajo y personales, yo tenía que emprender un viaje a un estado de mi precioso país, Juan me sugirió poner un anuncio para ver si había alguien con quien pudiera estar a solas, ya que sólo había tenido el trío con él y nunca había estado a solas con otro hombre. Así que, unas semanas antes de mi partida, pusimos el anuncio; vale la pena mencionarles que recibí de todo, muchos se saltaron los requisitos, con la emoción de ver si, haciendo alguna trampilla, tenían suerte. A todos les contesté y les agradecí sus mails, pero hubo uno que atrajo mi atención, le llamaremos Héctor y charlé con él varios días por el messenger y por teléfono, así que acordamos que él iría por mí al aeropuerto y que si no nos gustábamos o no había química, no habría ningún problema, yo seguiría mi camino y de cualquier forma seríamos amigos, ya que es un hombre muy simpático, maduro, educado y cachondo. Llegó el día y en cuanto el avión aterrizó, mi celular sonó y Héctor me dijo "ya estoy esperándote Mary", luego me dio indicaciones nuevamente del punto de reunión y al estar ahí parada, cuál sería mi sorpresa al verlo, se veía mejor que por la webcam y después platicamos un rato y decidimos irnos a otro lugar, a tomarnos una copa y a platicar. Buscamos un buen hotel y nos instalamos, me metí a bañar, pues planeábamos ir a bailar y estando en el tocador lavándome la boca, Héctor me rodeó por la cintura y me apretó contra él, yo sentí que me tragaba la pasta de dientes, pues me hizo sentir su verga ya erecta entre mis nalgas y me besó por el cuello, con una pasión que después dijo que no se había podido contener, así que yo correspondí a sus caricias y sus besos. Luego nos fuimos hacia la cama entre besos y caricias y allí, él me quitó la ropa y comenzó a estimular todo mi cuerpo, mientras yo hacía lo mismo y comenzamos con una rica sexxión de besos de lengüita, besándonos los cuellos y las orejitas, sintiendo su respiración cada vez más agitada y yo, aún entre la emoción y los nervios, aún no bajaba de mi nube, pero ya lo tenía encima de mí, así que le pedí que me mamara las tetas, mientras yo iba bajando mis manos por su espalda, sus nalgas, hasta llegar finalmente a su verga, que se endurecía cada vez más. En un momento dado, yo sentí entre mis dedos un poco de líquido y de inmediato, me abalancé sobre su verga que estaba echando las primeras gotitas, a las que me he hecho aficionada, así que comencé a darle unas mamadas de pronóstico, que cuando lo veía, él ponía los ojos en blanco y me decía "¡qué bárbara, mamas riquísimo!. Yo le mamaba la verga como si fuera un heladito saboreándola desde abajo hacia la punta, suavemente con mi lengua y al llegar a la cabeza, la rodeaba y finalmente me la metía completita a la boca y de un solo golpe, una y otra vez repetí esa acción, mientras él me hacía el sexo oral y metía un dedo a mi vagina y con su lengua me mamaba los labios vaginales y a mi clítoris lo torturaba con su boca y sus dientes; no me pude contener y tuve un orgasmo tan intenso que le mojé la cara, él se limpió, mientras yo seguía mamándole los testículos y la verga. En eso, me dijo "si sigues así, ¡me vendré!", así que dejé de mamársela tantito y me dediqué a besarlo, pues él quería compartir conmigo mi propio jugo y así jugamos unos minutos intercambiando nuestros besos, en seguida, él se puso el condón y me dijo "Mary, ¡móntame!", así que lo monté y comencé a cabalgarlo, pero me recliné un poco y le pedí que me mamara las tetas mientras lo montaba, así que nos fusionamos los dos en un sube y baja. Luego comencé a cabalgarlo lentamente, quería disfrutar esa verga, pero conforme nos calentábamos más, lo hacía con más fuerza y rapidez, mete, saca, gemidos, sudor, pasión, besos, mordidas. Después le pedí que me dijera en cuanto se fuera a correr, ya que me gusta correrme al mismo tiempo, así que seguíamos cogiendo riquísimo y luego de un rato me dijo "Mary, me vengo, no puedo aguantar más". Al escuchar esto, los dos explotamos en un sensacional orgasmo, nuevamente lo empapé mientras él se retorcía viniéndose y me mordía mis tetas con más pasión, pues los dos no dejábamos de venirnos, ya que había sido muchísima la pasión y la calentura. Al terminar, él se quitó el condón y le di unas ricas mamadas, en señal de agradecimiento por los momentos vividos. Después él se metió a bañar, pues terminamos empapados en sudor los dos y mientras Héctor se duchaba, yo le llamé a Juan por teléfono, ya que mientras cogíamos recordé que Juan me dijo un día "¿sabes que me gustaría mucho amor?, que un día me llamaras y me dijeras que estás en algún hotel y que te vas a coger a alguien, eso me pondría cachondísimo", así que me dije "¿por qué no hoy?" y le llamé. Le dije los pormenores del viaje y en eso, Héctor salió de la ducha y me vio al celular, entonces le dije "alguien te quiere saludar" y se lo pasé a Juan, entonces Héctor se recostó en la cama desnudo boca arriba y yo no pude evitar comenzarle a mamar la verga. Este fue el diálogo que escuché: Juan le dijo "hola Héctor ¿cómo éstas?", Héctor respondió "hola Juan, muy bien atendido", entonces Juan volvió a preguntarle "¿qué te pareció Mary?, a lo que Héctor comentó "¡wow!, genial, tienes una mujer hermosa y muy caliente !me encantó!", luego Juan lo cuestionó "¿qué esta haciendo ella?", (pues escuchaba la voz de Héctor excitado por las mamada de verga que le estaba dando), así que Héctor le contestó "me la esta mamando riquísimo, ¿quieres oirlo?" y Juan le respondió "sí". Entonces Héctor me puso el teléfono junto a la boca e hice más ruido, para que mi adorado Juan se calentara más, luego Juan le dijo a Héctor que me comunicara con él y le dije (en tono de broma) "¡mi mamá me dijo que nunca hablara con la boca llena, que era de mala educación!". Esta respuesta hizo que los dos se atacaran de la risa y Juan volvió a preguntarle a Héctor "¿qué te parece mi mujercita como mama la verga?", a lo que Héctor contestó "mama riquísimo, qué bueno que me tocó a mí", luego le agradeció la confianza y me lo pasó y me dijo "te llama Juan"; cuando yo contesté Juan me dijo "¡amor, no tienes una idea de lo feliz y caliente que estoy!, ¡me estoy masturbando a tu salud y a la de mi socio, así que terminaré y tú disfruta esto que te quise regalar, te amo!, le dije que yo también lo amaba, que le agradecía esos momentos y colgamos. En eso, Héctor me dijo que le dolía la espalda, así que lo puse boca abajo y comencé a darle un masaje para ayudarlo, pero sobretodo era un masaje erótico, lleno de cachondería, pues se lo di con las tetas, suavemente y con mi pubis, que subía y bajaba en movimientos eróticos, sensuales, pues estando boca abajo Héctor, estaba a mi merced. En eso comencé a besarle los testículos rasuraditos a petición mía y sus nalgas, en un momento dado después de estarlo estimulando, él discretamente jaló su verga hacia atrás, así que yo me abalancé nuevamente sobre esa rica verga y él me decía que nunca se la habían mamado hacia atrás, que era una sensación nueva y deliciosa. Al estarlo estimulando tanto en su verga como en su ano y sus testículos, yo estaba muy caliente y sentía cómo me iba mojando la entrepierna, pues hacerlo me provocaba un orgasmo tras de otro y él lo sabía, pues me oía gemir y sentía cada que tenía un orgasmo, pues le mamaba con más fuerza su verga. Yo estaba feliz, pues él no me estaba dominando y podía comerle su verga en una posición que él jamás había experimentado, ya que su verga es de las que siempre apuntan hacia su pecho al estar erecta y en esta ocasión, él se había atrevido a echarla hacia atrás y estaba teniendo una sensación nueva y exquisita. Así pues, sentí primero su precom, que lo gocé y me lo comí, luego él levantó un poco la cadera y pude meter mi cabeza en su entrepierna y ponerme boca arriba y sentir como su verga entraba hasta el fondo de mi boca; en ese mismo momento volví a tener un orgasmo. Estuvimos así varios minutos, yo sentía como su verga se hundía en mi boca cada vez más y en eso, él se levantó, se puso el condón y con una fuerza de toro embravecido, me puso boca arriba de misionero y me penetró hasta el fondo, yo sentía como arremetía contra mis paredes vaginales, una y otra vez, cada vez con más fuerza y dureza, sentía como sus testículos rebotaban en mis labios vaginales desnudos y sentí como esa verga quería explotar. Entonces yo le decía "¡dame más duro, fuerte, máássssss!" y en eso me dijo "¡me vengo, no puedo más!" y yo, impulsada por esa frase correspondí derramándome en él, ¡ahhhhhhhh, qué rico fue!. Luego nos fundimos en un abrazo y nos besamos con mucha pasión y entrega y estuvimos así por varios minutos. En eso, él me dijo "oye Mary, ni siquiera hemos cenado, ¿vamos a cenar?". Así que nos levantamos y nos bañamos y nos fuimos a cenar a un restaurante de la ciudad de México, a recorrer la ciudad y terminamos bailando en un antro de la avenida Presidente Mazaryk, donde nos dieron las 4 de la mañana y en eso sonó su celular, era su mujer, que lo andaba buscando desde horas antes y él había apagado su celular.,Con una sonrisa y una cara de alegría y fingiendo estar tomado, le dijo estoy medio borracho "mejor me voy a un hotel, pues ya es tarde para regresar a casa", eso me sorprendió y pensé "!vaya, tenía muy bien aprendida su respuesta". Después nos fuimos al hotel y nos dormimos muy abrazados; al otro día , volví a darle su masajito, pues estaba molido por la bailada y ya se imaginarán en lo que terminó el masaje, en otra deliciosa cogida. Al terminar le dije "¿crees que me merezco una carta de recomendación de mamadora de verga?" y me dijo "¡cuenta con ella, yo te la daré!". Esta es la primera parte de este viaje de negocios y aventuras, gracias Héctor, por ser tan complaciente, me divertí mucho contigo y gocé mucho tu compañía, pero sobre todo, gracias a Juan, sin él, nada de esto habría sido posible, ¡te amo Juan!. Dividí esta crónica de mi viaje en 3 partes, ya que las 3 son deliciosamente excitantes. Espero que les gusten.