Mi viaje por zimbabwe 2
La pobre chica va a ser violada sin remedio y el cabron que la somete soy yo
Su tristeza era palpable, no sabia que hacer para consolarla, acerqué mis labios a su oído y le dije.
-te amo.
Ella me miró sorprendida, sus manos acariciaron su rostro y sus ojos se llenaron de lagrimas de emoción, era una ilusión, pero le consolaba que ella fuera amada y no simplemente un trozo de carne para follar.
Ambos nos besamos apasionadamente mientras yo frotaba mi glande con su clítoris, notaba como sus pezones se clavaban en mi pecho y sus brazos me abrazaban con pasión.
Pero una patada en mi culo me empujó, clavándosela violentamente a la joven que gritó llena de dolor.
-¡empezad ya! ¡nos aburrís! – dijo la puta secuestradora.
Mi pene entró violentamente dentro de la chica, la cual gritó de dolor, mire a mi agresora.
-¿Qué te pasa? ¡me perteneces! ¡bombea! – dijo mi agresora
Intenté bombearla deprisa, pero a la pobre chica le dolía, no podía obligarla a hacer eso, pero noté como mi secuestradora apoyaba sus pechos en mi espalda y el jodido machete en mi cuello.
-¿quieres hacer el amor? Tranquilo, lo harás conmigo, con Jazmín y Jenny, podrás ser todo lo dulce que quieras, pero a ella solo tienes que preñarla, dejarla embarazada ¿entiendes? Esa cría solo es una triste yegua, una puta que te la follas gratis y con gusto así que acelera el ritmo o lo ultimo que vera esa putita antes de morir será como te abro el cuello.
-¡lo siento pequeña! – dije antes de aumentar el ritmo con ganas.
La chica dejó de abrazarme para intentar separarme, le dolía horrores, notaba como llegaba hasta el fondo de su útero, sus ojos se llenaron de lagrimas y dolor, su boca en vez de suspiros se llenaron de gritos y suplicas, su coño era estrecho y muy calido, pero sus lamentos no me permitían concentrarme.
-¡es para hoy! – dijo mi secuestradora mientras me golpeaba con el cinturón en las nalgas.
¿Qué mierda me pasaba? No podía terminar, la chica que violaba me suplicaba que me corriera, pero no conseguía llegar, en un momento me preguntó como me llamaba.
Yo le respondí Alfonso.
Ella me miró, intentó mantener una mirada dulce y me dijo.
-si es niño, así se llamará Alfonso.
Empecé a notar como mi leche abandonaba mis huevos y me vacié dentro de ella, fue una corrida de campeonato, caí agotado sobre ella, notando sus blanditos pechos mientras jadeaba.
Me obligaron a separarnos, la secuestradora veía satisfecha a la joven, adolorida, con las piernas abiertas y con su sangre virginal mezclándose con mi leche, en ese momento se dio cuenta y gritó con rabia a la muchacha.
-¡por que no me dijiste que eras virgen, podíamos haber vendido tu virgo por una buena cantidad.
Las patadas que le daba a la chica eran muy violentas, intenté detenerla, pero las chicas me inmovilizaron, cuando paró sacó el machete.
Le suplique que no la matara, pero ella me miró y sonriendo me dijo.
-tranquila, solo me ocupare de que no tenga estreñimiento.
Ató a la adolorida chica en una posición vergonzosa, de rodillas, con el culo en pompa y las manos atadas a la espalda
Su culo estaba a la vista de todos, podía ver como su concha todavía goteaba semen.
La secuestradora empezó a introducir un dedo en su ano adolescente.
-¡no! ¡no! – dijo la pobre chica.
Otro dedo metió, los movió dentro de ella en círculos.
-por favor, lo suplico, no me folleis por aquí.
Otro dedo se metió moviéndose deprisa, agrandando el agujero.
-basta, basta, por favor – suplicaba la joven.
La secuestradora cogió el machete y apuntó el mango en el ano de la chica, con violencia la penetró.
Mi esposa debió oír el grito desde su casa, porque la pobre gritó al notar como violentamente el grueso mango del machete llenaba sus intestinos, como con violencia empezaba un mete saca que incluso a mi me dolía.
La chica intentó zafarse, pero no podía.
El ano de la joven empezó a sangrar, sin duda habrá desgarrado algo, la sangre salía de su ano para acabar recorriendo su agujero recién estrenado.
La secuestradora sacó violentamente el machete y desató a la chica que se desmayó por el dolor, empezó a lamer el mango del machete, lleno de sangre, su lengua recorría el mango del instrumento cortante hasta que me vio.
Entonces lo supe, se me había levantado.
-mmmm ¿te gusto? Extranjero, ahora te atiendo.
Lentamente se acercó a mi y me susurró.
-no queremos que nos preñes, queremos tu energía para que nos vaya bien los negocios – me dijo mientras empezaba a lamer la punta de mi verga.
La anciana empezó a recitar un hechizo mientras nos espolvoreaba con algo, creo que eran cenizas, mi secuestradora apretaba los labios en mi glande, sacando los restos de semen que quedaban de la violación de la chica aún desmayada, lentamente, mi verga desaparecía dentro de su boca, me quedé en blanco, ninguna chica lo consiguió, ella lo notó, mientras me masturbaba me dijo.
-¿tu mujer no se la traga toda? Je, las blancas son estrechas y poco amorosas, pero las negras somos calientes y podemos con cualquier hombre – me dijo mientras frotaba sus pequeños pechos con mi glande, se acercó a mi oído mientras preguntaba.
-¿follo mejor que tu mujer?.
Yo no quise responder, entonces ella se puso encima mío y acercó sus labios a mi oído, a medida que mi verga se hundía en mi concha, me susurró algo que me aterró.
-he visto la foto de tu mujer, muy guapa, blanca, con las tetas grandes, bonitas piernas y pelo largo y rubio, pero lo que me gustan son sus ojos, azules y llenos de amor, ¿sabes que? ¡me encantaría secuestrar a tus hijos y llamarla para que viniera si quiere verlos vivos.
-¡puta! ¡no metas a mi familia en esto! –dije furioso, pero el machete apoyándose en mi cuello me hizo parar.
Ella siguió moviéndose, notando como mi polla llenaba su útero, continuó con su relato.
-Me presentaría desnuda ante ella, le cogería de su barbilla para examinarla, después, con mi machete le sacaría la ropa a jirones, descubriendo ese cuerpo que tu has visto, le diría que sus hijos están bien, pero que ella tiene que darme gusto, la obligaría a ponerse de rodillas y acercaría su carita de ángel a mi agujerito, tranquilo, me lavaría a fondo, para ella ¿te imaginas su lengua dentro de mi? ¿recorriendo mi rinconcito húmedo? Seguro que sabe como lamer un clítoris.
Estaba furioso con ella, imaginaba todo lo que ella me describió mientras ella se movía, mientras la anciana seguía recitando hechizos.
-la agarraría de sus cabellos y la obligaría a besarme, amenazando con cortarle su clítoris si no lo hacia, la tumbaría en un colchón y frotaría mis pezones con ella, no sabes el placer que me da sentir los pechos de otra chica en los míos ¿ese bebe? ¿Cuándo nació? ¿sus pechos estarán llenos de leche? ¿a que sabrá la leche blanca?
Imaginarme a mi mujer poseída por esa psicópata me excitaba, pero no quería que eso pasase, no quería.
-¿Qué quieres para que la dejes tranquila? ¿¡que quieres!?
-apoyaría mi machete bajo sus pechos de madre, los chuparía, bebería esa intima leche, saboreando no solo sus pechos sino lo que contienen, mmmmm debe ser deliciosa, la obligaría a que me masturbase, yo también la masturbaría a ella ¿tendrá su agujero grande por tu pollota y por haber parido? Si, seguro que podría dejarse follar por varios negros sin problemas, el problema es que soy muy celosa, si me gusta mucho tu hembra te matare para tenerla como mi esclava particular, si, desnuda, con una cadenita en el cuello, sirviendo a todas mis perversiones y cuando ya me aburra de ella, venderla a un negro con la polla gorda para que el y sus hermanos la gocen hasta matarla.
Intenté golpear a mi agresora, pero esta apoyó firmemente su machete en mi cuello, haciendo que mane sangre.
-tranquilo león, si te portas bien no llegare a eso, ¿por donde iba? Ah, si sentir su aliento mientras mis dedos la tocan, imaginarme lo que ella sentiría al notar mi aliento en su piel, frotaríamos nuestras conchas mientras nos chupamos los pies, si, nuestros clítoris frotándose mutuamente ¿tendrá pelo tu mujer? ¿o estará rapado? ¿se correrá? ¿se enamorara de mi y te dejara en la calle mientras yo me caso con ella y cuido de sus hijos? ¿le gustara mordisquear mis gruesos labios? Me gusta tu mujer, cuando una chica me gusta, hago que dure, se lo haría todo el día y toda la noche mmmmm ya me la imagino, su cuerpo lleno de sudor, su concha lleno de fluidos amorosos, sus pechos con restos de leche y su boca jadeando con esos labios tan rojos que tiene, cuando termine con ella la fotografiare, hare muchas fotos, algunas las venderé, otras me las quedare, para revivir ese momento una y otra vez.
noté como llené su útero de mi leche, me sentía enfermo al correrme pensando en mi mujer de esa forma.
-le daría un beso apasionado antes de dejarla y le devolvería a sus hijos, fuertes, sanos, tu me darás unos gemelos fuertes y sanos, un negro y una negrita, el negro para que se folle a tu hijita y la negrita para que se la folle tu hijo.
-maldita enferma – le dije.
-una enferma con un machete, riégame con tus restos de leche.
Lentamente se separaba de mi, al desacoplarse, un chorrito de mi lefa salió, se tumbó boca arriba y saqué los restos de mi lefa, tirándoselos a la cara y a los pechos, restos que ella embadurnó sensualmente, la anciana dijo algo, entonces mi secuestradora me dijo.
-hoy descansar, mañana tu bañarme en tu leche para poder tener suerte en negocios.