Mi viaje de placer
Nunca pensé que mi amiga y yo diéramos rienda suelta a nuestra sexualidad en un viaje con dos chicos guapos.
Nunca pensé que mi amiga y yo diéramos rienda suelta a nuestra sexualidad en un viaje con dos chicos guapos.
Hola quizá algunos de Uds. Me recuerden mi nombre es Vicki, normalmente soy una señora de sociedad y vivo en una importante ciudad de México, sin embargo de vez en cuando hago algunas travesuras. A continuación les cuento una de las más recientes.
He conocido a mi amiga Prudencia (Prude) desde la secundaria, nos llevamos muy bien y sabemos todo la una de la otra, bueno eso creía yo. Cuando Prude quedo viuda, hace dos años, yo sabía que fue ella la que pasó "a mejor vida", pues perdió un marido borracho, golpeador y mujeriego, que le dejo varios negocios que trabajan solos. ¡Pero yo no sabía que tanto! .Prude, tiene una cabellera negra y medio ensortijada que le cubre los hombros con unos bellos ojos negros y pestañas largas, su cuerpo es delgado y firme, sus tetas son pequeñas pero también firmes, y tiene un culito respingado
Una noche durante una reunión en casa de Prude, tuve uno de esos accidentes femeninos (Para que entiendan los hombres cuando nos baja la regla sin estar prevenidas) subí a su cuarto y al buscar una toalla, tampax o lo que fuera, busqué en sus cajones y para mi sorpresa encontré un basta colección de tangas, sostenes transparentes, combinaciones de bra y tanga excitantes, etc. Preferí no decir nada, encontré lo que buscaba y regrese sin más a la fiesta. Como muchas otras veces en esa ocasión me quede a dormir en casa de Prude, cuando estuvimos solas le pregunté
¿Porqué tanta ropa sexy? Y me respondió
Desde que murió el desagraciado de mi esposo decidí no volver a casarme, pero eso no implica que no tenga sexo. Suelo salir con chicos jóvenes, y pasarla MUUUUUUUUUy bien.
Yo la llevé hasta un departamento que compré precisamente para poder realizar mis Travesuritas sin que nadie se enterará. Cuando lo vio y supo que yo también gustaba del sexo dijo -Ahora me toca a mi-
Me llevó hasta un taller mecánico, dijo
-Espera aquí- y se fue, pareció preguntar por un joven mecánico con el que habló, pude ver que señaló hacia mi con la cabeza y lego señalaron hacia otro de los mecánicos, joven que el que hablaba con Prude, de pelo chino y con brazos musculosos que resaltaban en la camiseta sin mangas.
Al final Prude y el mecánico se despidieron con beso en la mejilla, Prude vino hacia Mí y Dijo Listo, vayámonos-. No tengo que decir que mi cara demostraba todas las preguntas que yo tenía. ¿Cómo había conocido Prude a aquel Mecánico? ¿Qué había arreglado?
Muchas de estas dudas me las resolvió en el camino de regreso. Prude había dado rienda suelta a su sexualidad con grupos de jóvenes en los que había a conocido a Rubén quien era el dueño de un taller mecánico pero un muy buen amante, Prude arregló con él que ambos junto con José un joven ayudante y yo hiciéramos un viaje a partir del día siguiente, por lo que todo el día nos dedicamos a hacer los arreglos pertinentes.
Al día siguiente emprendimos el viaje y tal como habíamos quedado recogimos a Rubén y José en un pequeño pueblo fuera de la ciudad en la que vivimos.
Después de un rato paramos en un restaurante de carretera a comer. Rubén sacó un papel y lo entrego a Prude ella lo leyó y me lo dio, era un certificado de un laboratorio de análisis clínicos (también propiedad de ella) que especificaba que ni Rubén ni José tenían Sida o alguna enfermedad transmisible, Yo me admiré de lo precavida y dije o sea que nos ahorramos los condones- todos rieron.
Se hacia tarde y decidimos quedarnos en un motel cercano a pasar la noche. El encargado en un principio no quería rentar un solo cuarto pero un poco de dinero lo convenció. El cuarto era amplio con una cama King size en el centro música ambiental y luz roja. Fue entonces que José nos dio una sorpresa: a pesar de sus 18 años recién cumplidos era virgen esa noche se estrenaría con mujer.
Rubén se sentó en un sillón a beber cerveza y vernos a los tres, Prude y yo nos sentamos en la orilla de la cama con el chico en medio, empezamos a besarlo, le quitamos la camiseta y acariciamos su pecho lampiño, yo besé sus tetillas mientras Pru se dirigió a la polla, abrió el pantalón y metió la mano acariciando aquella polla virgen, luego metió la cara y sin meter las manos recupero el rabo del chico con la boca, se podía apreciar como crecía conforme Pru manifestaba una maestría que no imaginaba, el órgano viril de José empezó a reaccionar al tratamiento, Pru bajó entonces el pantalón y calzoncillo por completo dejando al chico desnudo y volvió a su tarea. Tomó el ahora erecto miembro con ambas manos y lamió el glande, delicadamente, después chupo los testículos y recorrió el tallo lentamente con la lengua. José cerraba y abría los ojos disfrutando el tratamiento. Prudencia, escupió abundante saliva que corrió desde el glande hacia abajo por la parte superior de la verga cuyo tamaño no era despreciable, luego se metió prácticamente todo el instrumento y luego lo saco y repitió el proceso varias veces cada vez mas rápido haciendo que el chico le follara la boca. Lo dejó y luego acerco uno de los pezones a la verga y acarició el frenillo con él, Sus pequeños pechos no le permitieron hacer una buena cubana pero lo intentó.
Mientras tanto yo me dirigí hasta donde estaba Rubén sentado en el sillón. Él me abrazó por atrás y me quitó la blusa, empezó a acariciarme los pezones y me apretó los pechos, me dio de beber cerveza la cual se derramó sobre mi, entonces me volteo hacia el y empezó a chupar la cerveza que escurría por mis senos hasta los pezones, esto me estremeció hasta el fondo, mi sexo se mojó y sentí acercarse el primer orgasmo de la noche.
Mientras tanto Pru, había detenido la mamada, antes de que José se viniera, lo subió a la cama, tomo el pene del chico con la mano y se lo introdujo en la vagina, ella empezó a subir y bajar sobre la verga del chico que salía y entraba en la cueva de la Pru, viéndose cada vez mas mojada, las caderas de ambos acompañaban el movimiento de forma acompasada. De pronto se escucho un sonido largo, el chico se vino explotando en un orgasmo que fue acompañado por un estruendoso orgasmo de Pru. Ella, callo sobre el chico, ambos sudaban copiosamente, el semen del chico salía de la cueva de mi amiga
La excitación de José y Pru, nos contagió a Rubén y A Mi. Rubén me tomó de las caderas y me puso de pie, bajo mi falda y mi tanga de un solo intento, yo quedé totalmente desnuda ante él. Subió besando el interior de mis piernas, hasta llegar a mi bien cuidado conejito, lo lamió y poco a poco llegó hasta mi rajita, delicadamente, succiono mi clítoris con una evidente experiencia llevándome a un nuevo orgasmo. Se quitó los pantalones se sentó y me jaló de las caderas hacia él, Abrí mis piernas y me metí ese hermoso pedazo de carne hasta adentro, empezamos el mete y saca poco a poco y la velocidad fue aumentando, nuestros cuerpos ahora sudorosos, se unieron al venirnos al mismo tiempo. Caí sobre su pecho agotada y bebimos más cerveza.
Después de un poco de descanso, yo empecé a ver que la verga de José se recuperaba, yo había seguido bebiendo y estaba mas cachonda, me acerque y empecé a lamer su miembro, después acerque mi vagina a su boca para darle a comer mi coño y empezamos un 69, José demostró tener un talento innato para dar placer a una mujer mi mamada cumplió su objetivo, y José soltó su leche en mi boca que me trague completando con mas cerveza.
Rubén y Pru pusieron junto a nosotros en la cama, ella en cuatro al la tomó y cogieron de a perrito José descansó su cabeza entre mis pechos y se quedó dormido a pesar de los movimientos que hacían Pru y Rubén. Rubén descargó su lefa en la vagina de Prude, yo no quise despertar a José y con la mano tome parte del lechoso líquido que salía del sexo de mi amiga lo acerqué a mi nariz y luego lo metí en mi boca.
Los cuatro descansábamos tirados sobre las cama cuando tocaron a la puerta, a pesar de que sabíamos que era el encargado del hotel para decir que se había terminado el tiempo, Pru se paró, totalmente desnuda y abrió la puerta ofreciéndole al vigilante el mejor espectáculo que él podía esperar, Dejando la puerta abierta fue por el dinero, pagó por otro turno y regresó a la cama. Dormimos un rato mas antes de bañarnos y continuar nuestro viaje.
Esto fue sólo el comienzo del viaje