Mi viaje a Cádiz
Nunca he vivido una experiencia tan apasionante como esta. A pesar de que me gustan las mujeres a veces me pone muchísimo un chico como el que conocí en ese autocar. Sus ojos, su pelo y sobre todo su paquete...
Jamás podré olvidar lo que ocurrió esa noche. Espero que jamás olvide lo que sentí durante aquel increíble viaje. Desde ese día casi todas mis fantasías sexuales se basan en esas ocho horas y media que pasé en un autocar con dirección a Cádiz.
Todo ocurrió la noche del 6 al 7 de Diciembre del año pasado. Mis amigos planearon un viaje para el puente de Diciembre en Cádiz. Yo que por aquel entonces trabajaba todos los sábados, no pude ir en coche con ellos y decidí coger el autocar de las 11 de la noche para llegar el Domingo por la mañana.
Debido a la gran influencia de viajeros la empresa de autobuses tuvo que ampliar el número de autocares y yo tenía el billete del último coche que salía, el número 5. Al subir en él me di cuenta q el aforo no estaba completo y que sobraban unos 20 asientos en la parte trasera del autocar. Me senté obedientemente en el asiento que indicaba mi billete al lado de un hombre de avanzada edad, pero cuando el autocar arrancó decidí ir a sentarme a los asientos de atrás ya que estaban vacíos y así viajaría más cómodo.
Una vez sentado en el asiento de la ventanilla observé que un chico que viajaba unas plazas más adelante tomó la misma decisión que yo y se sentó en mi misma fila pero en los asientos de la izquierda. Comencé a observarle de pasada. Era alto, moreno de pelo corto algo rizado, de unos 25 años, de tez más bien oscura, ojos muy llamativos y brillantes. Llevaba unos vaqueros claros. unas botas y un jersey ajustado a parte de una mochila negra que sujetaba sobre sus rodillas. Sacó de la mochila el disc-man, se puso los cascos, y cuando estaba cerrando la mochila se cruzó su mirada con la mía tan solo un segundo pero lo suficiente como para poder observar de nuevo sus ojos.
-Ahora recuerdo- me dije- es el chico que estaba dándose el palo con su novia en el andén de la estación.
Siempre me había ocurrido, desde pequeño, aunque me gustan las mujeres siento una fuerte atracción por los hombres y a veces esa atracción puede ser mucho más fuerte y brutal de la que pueda sentir por cualquier chica. A mis 23 años y con novia me chocaba enormemente la idea de que yo fuese gay. No me traumatizaba sino que simplemente quería tener las cosas claras pero ahora ya no me preocupa en absoluto.
A los 10 minutos de trayecto pusieron una película de esas de humor malo y absurdo. No me acuerdo del título pero es raro porque es de las pocas cosas de las que no me acuerdo de ese viaje. Comencé a mirar las luces de la carretera de Andalucía y de vez en cuando echaba una ligera mirada al otro extremo del autocar para verle. Se me iba la mirada sin quererlo. En unas 3 ó 4 miradas que lancé hacia mi izquierda él también me miró y eso me gustaba pero me ponía muy nervioso y cuando me pongo nervioso me sale todo mal y solo hago chorradas.
En una de las últimas miradas que nos lanzamos me sonó el móvil. Era mi novia que me esperaba en Cádiz y me preguntaba si había salido ya el autocar. Tras hablar con ella y decirle guardé el móvil y volví a la realidad.
Decidí echar mi asiento hacia atrás y dormir ya que me esperaba un duro viaje aunque con dos paradas. Ladee mi cabeza hacia el lado izquierdo y podía verle en mi misma posición mirando la tele. Cerré los ojos un momento y al abrirlos mis ojos se fueron hacia su paquete. ¡Pufff, tenía que dejar de mirarle porque me estaba empezando a excitar muchísimo! Pero es que tenía un buen paquete que además se marcaba más en la posición en la que él estaba. Esos vaqueros ajustados y esas manos que tenía apoyadas cerca me estaban poniendo muy malo. Le miré a la cara, que no conseguía vérsela del todo por culpa del asiento de al lado que estaba más incorporado, y vi que el también intentaba dormir. Yo sin conseguirlo seguí mirándole el paquete, me moría de ganas de acariciárselo, de tocarlo y apretarlo. -intenta dormir-me repetía una y otra vez. Me empecé a poner nerviosos y a suspirar, torcí la cabeza hacia la ventana y al volver a girarla hacia él pude ver claramente que el me estaba mirando a mi.
Me estaba mirando también el paquete. Sin poder evitarlo me empecé a empalmar. Yo también llevaba unos vaqueros aunque menos ajustados y aun así mi erección se notaba a simple vista. Me quedé mirándole de arriba abajo y vi que él no apartaba la vista sino que tenía la mirada nerviosa igual que yo. No lo podía creer, la excitación que tenía en ese momento era muy fuerte, si él me hubiera tocado en ese momento me hubiera corrido, pero eso no pasó y yo cada vez que le veía observándome me ponía mas y mas caliente. Solté un suspiro y él respondió con otro más elevado. Entonces le miré a los ojos y él se quedó mirándome, tragaba saliva y no apartaba la mirada. Yo me toqué el paquete porque no aguanta un segundo más así. Me apreté fuerte pero sin mirarle ya que me podía la timidez pero él comenzó a hacer lo mismo pero más delicadamente. Su paquete era cada vez más grande y mi excitación mayor. Nos estuvimos tocando por encima del pantalón unos minutos hasta que él se levanto.
Yo creía que se iba a sentar a mi lado pero no, se levanto para coger la chupa que tenía en la parte de arriba del asiento y yo aproveché para mirarle el culo que era respingón, marcado, con buena forma, más marcado que el mío que era más plano ¡Que culo! Me seguí tocando mientras le miraba, él se sentó y como si no nos hubiésemos visto puso su cazadora sobre sus piernas y siguió tocándose como si no pasara nada. Yo le imité con la chaqueta que tenía a mi lado Por fin podría sacármela sin que fuese tan descarado y así lo hice. Me desabroché los botones viendo que el parecía que hacía lo mismo. Me acaricié la polla por dentro del calzoncillo esperando que el hiciera algo porque yo no pensaba dar el primer paso. Tras un minuto de suspiros nos volvimos a mirar fijamente y el decidió apartar su cazadora de encima. Pude ver como tenía la mano igual que yo dentro del pantalón pero sin mostrar nada, y con la otra mano se acariciaba el abdomen y el pecho por dentro del jersey. Desde que habíamos arrancado habían pasado dos horas entre toqueteos, miradas y suspiros pero no pasaba nada. Yo creí que no aguantaba un segundo más porque nunca había estado en una situación así con un chico, y no estaba dispuesto a dar el primer paso.
De pronto sonó la voz del conductor por los altavoces. Hacíamos una parada para recoger viajeros y teníamos 10 minutos de descanso.
Yo bajé del autocar rápido y me encendí un cigarro para calmar los nervios. Respiré el aire frió de Diciembre y disimuladamente miré hacia la puerta del autocar esperando que bajara. Cuando le vi bajar entré en la cafetería que a pesar de que era la 1.30 de la madrugada estaba hasta arriba. La gente hacía cola para ir al baño y pedía a gritos cafés y cervezas y yo fui corriendo al baño y me metí en el primer water que vi vacío, cerré la puerta y respiré hondo otra vez. No sabía que hacer, si esperarle que sería absurdo porque el baño estaba lleno de gente, o hacerme una paja rápida para calmarme. Meé, me la menee un poco pero decidí salir otra vez a tomar el aire. Justo al salir del baño me crucé con él. Nos quedamos mirándonos a los ojos, serios, sin pestañear mientras la gente empujaba en ambas direcciones. Salí del baño, compré una coca-cola de lata y salí al área de descanso a fumarme otro cigarro y tomar el aire mientras pensaba en todo lo sucedido. Quizás me estaba esperando en el baño, que hacer....prefería subir otra vez al autocar ahora más tranquilo y continuar mi viaje porque seguro que allí algo pasaría ya que nadie nos podía ver.
Cuando subí al autocar me llevé una triste sorpresa. Dos mujeres de avanzada edad andaluzas, se habían sentado justo detrás de mi amigo, en la última fila. ¡Ohhh no! había perdido mi oportunidad de saber lo que se siente al estar entre los brazos de ese chico. Cuando él llegó su mirada de decepción también fue clara al ver a las dos mujeres detrás de su asiento hablando sin parar. Emprendimos otra vez el viaje con las voces de las mujeres de fondo. Mi gran excitación se veía colmada por dos mujeres que no paraban de hablar de un tal Paco, que debía ser el hermano de alguna de ellas, y de las piedras en el riñón que el pobre Paco venía sufriendo desde hace tiempo. Pensé en que podía haber sentido en mis manos ese paquete, ese culo, pensé que podía haber estado con un tío buenísimo y todo se había ido al garete. Pero tuve un golpe de suerte. Una de las mujeres a la media hora de haberse montado comenzó a decir que se mareaba y la otra le sugirió que se cambiasen a dos asientos que había libres a la mitad del autocar. Así que las dos se levantaron y se fueron y en ese momento regresó el calentón que tenía.
El me miro y por primera vez me sonrió y yo hice lo mismo y comenzamos con el mismo ritual que antes pero ahora más rápido. Mi polla salía del slip que llevaba y se ocultaba debajo de mi sudadera, esto con los pantalones desbrochados que se veían claramente. El decidió apoyarse en la ventana y poner las piernas sobre el asiento contiguo quedando frente a mí. Nos miramos y comenzamos a pajearnos cada vez más y más deprisa, suspirando y tocándonos el cuerpo. Todo esto tapándonos con nuestros jerséis. El se quito el jersey y dejó al descubierto su rabo de tamaño normal tirando a grande y muy erecto.Yo hice lo mismo y seguimos pajeándonos mirándonos nuestras pollas. Ya no me daba vergüenza así q de vez en cuando paraba y se la enseñaba para que la viera y era entonces cuando más fuerte se masturbaba. Aun ahora lo pienso y se me pone dura.
El se mordía los labios y eso a mi me ponía más cachondo así que seguí masturbándome pero con mas fuerza, más rápido. Respirábamos más y más fuerte y de vez en cuando echábamos una mirada por si alguien nos veía pero no había moros en la costa. Yo, nervioso y cansado paré un momento porque estaba a punto de terminar y decidí calmarme, él prosiguió haciendo movimientos esporádicos y levantando su culo. Pude ver sus pelotas, eran grandes y estaban recogidas. Al ver que yo no seguí el también decidió parar y descansar y aprovechó para dirigirme sus primeras palabras:- ¿Qué pasa? ¿Por que no sigues? -dijo con una voz muy varonil y grave Yo no sabía que responder aunque mi intención era que no me iba a quedar satisfecho si tan solo me hacía una paja con él, porque eso ya lo había hecho con amigos míos y me había puesto mucho pero yo quería algo mas. No supe como decírselo así que le dije: Estoy descansando, estoy a punto de correrme dije en bajo. El sonrió y siguió meneándosela muy despacio pero ¿porque si a el le apetecía tanto como a mi se iba a quedar la cosa así? Así q le dije: ¿Por qué no te vienes aquí? dirigiendo mi mirada al asiento de al lado. -Me parece buena idea-dijo otra vez sonriendo y mostrándome sus ojos que eran cada vez mas brillantes.
Se la guardó, se abrochó los pantalones y se pasó a mi lado.-Soy Guille me dijo mientras me daba la mano, yo le di la mano y le conteste sonriendo como si esa presentación fuera un poco irónica:-Soy David, encantado.
Una vez en ese punto estábamos como al principio del viaje. El con las piernas estiradas mostraba su paquete y yo no pude resistir el hacer lo que había querido hacer desde que le vi. Deje caer mi mano izquierda sobre mi pierna y rocé levemente la suya, él me miraba y respiraba cada vez más fuerte así que pasé mi mano sobre sus muslos duros y me fui acercando hasta q puse mi mano sobre su paquete. El puso su mano sobre la mía, tenia la mano caliente pero suave, delgada y dejaba ver sus venas marcadas. Comencé a apretar fuerte y el se estiró gimiendo. Le desabroché el pantalón y metí mi mano para poder sentir su polla mas cerca pero llevaba unos bóxer ajustados que hacían el tacto muy agradable y nos ponía en una situación morbosa porque le estuve tocando por encima del bóxer mientras se le ponía cada vez mas dura.
Que sensación más excitante, cada vez que a él le daba un espasmo a mi me daba otro y se me ponía cada vez mas dura. Duró unos minutos hasta que el me dijo con la respiración entrecortada:- Quieres sacármela ya por favor. Yo le hice caso, introduje mi mano y se la saqué por encima del bóxer, la tenía caliente, algo húmeda aunque no tanto como yo, y muy suave. El bóxer incomodaba así q lo intente bajar pero era imposible sin que si quitase los pantalones. Mientras le pajeaba nos mirábamos y el volvía a cerrar los ojos y morderse los labios y eso a mi me ponía una barbaridad. Entonces noté que su mano también se dirigía hacia mi polla que estaba oculta bajo la camiseta y me dijo: Q ganas tengo de tocar tu picha .Cuando sentí su mano apretándola, sentí que me iba a correr así que le dije que fuera despacio, y entonces fue cuando acerco su cara a la mía. Nos comimos la boca salvajemente mientras nos pajeábamos y respirábamos más y más fuerte. Yo quería tocarle los huevos pero su bóxer no me dejaba, pero aun así él no parecía estar incomodo. De pronto el soltó su mano, me dijo que parara y suspiró levemente. Era la tercera vez que estuvimos apunto de corrernos así que hicimos un breve descanso pero seguimos besándonos apasionadamente.
Tras pasar unos minutos se dio cuenta que seria mejor si se bajaba los gayumbos pero eso iba a ser difícil porque tendría que quitarse también los pantalones. Se puso de pie y se bajo un poco el bóxer pero yo no pude resistir y le cogí de los brazos para que quedara sobre mí. Era incomoda la postura y seguramente se le vería desde delante así que eché todo lo que puede el respaldo hacia atrás hasta quedar casi tumbados. Entonces el se tumbó encima de mi. Sentí su polla tocando la mía. Su capullo rozando el mío. Agarré su culo fuertemente y lo apreté. El subía y bajaba yo agarrado de sus brazos que eran algo musculosos sentía su calor. Decidí entonces bajarle un poco los pantalones y su culo quedo medio descubierto pero gracias a eso salieron sus huevos que también me rozaban. Ahora los tenia mas flácidos pero seguían siendo igual de apetecibles. El también me bajó con esfuerzo el pantalón y en esa posición y rozándonos estuvimos hasta que note que el daba un fuerte empujón y justo después daba un leve gemido al mismo tiempo que note un líquido caliente sobre mi abdomen. Solo pensar que se había corrido, notar su semen caliente sobre mí, me basto para que yo unos 10 segundos después me corriera también. Nuestro semen quedaba entre nosotros y en esa posición permanecimos unos dos minutos relajados. Siempre pensé que el día que follara con un tío seria yo el primero en correrse pero sorprendentemente fue él.
Se incorporó, saco unos clines, nos limpiamos y nos abrochamos el pantalón pero ¿y ahora que?..Yo había sentido el mayor placer de mi vida y no sabía como decírselo, al igual que tampoco sabía como decirle que no me consideraba gay y que tenía novia, pero entonces recordé que él se estaba besando con una chica en la estación así que le pregunte:
-La chica con la que estabas en la estación ¿era tu novia?
-Sí- me contesto él, llevamos dos años y....-Se quedo callado sin saber que decir a lo que yo aproveché:
-Yo también tengo novia
-¡¡Ahh si!!, en serio me dijo, otra vez con su sonrisa.
-Si, ella me gusta pero a veces no se como explicarte, a veces me puede molar un tío, no se si lo entiendes.
-¿eres bisexual ?pregunto él
-¿Lo eres tú? le respondí yo con otra sonrisa
-Creo que si, aunque esta es la primera vez que llego a tanto con un tío
-Para mi también es la primera vez y espero que guardes el secreto
-Yo te pido lo mismo.
Tras charlar durante una hora y pico de nuestras vidas y de como éramos, me di cuenta de que estaba ante un tío que me gustaba también por su forma de ser. Me gustaba como hablaba, como era y él decía lo mismo de mí. Fue todo perfecto, fue como encontrar a la persona con la que siempre estaría bien pero ninguno de los dos dio muestra de que esto fuera más allá.
Habían pasado ya 5 horas y media y el conductor volvió a coger el micrófono para anunciar parada de media hora. Guille y yo estábamos besándonos mientras nos tocábamos el pecho y la espalda, pero todo por dentro de la ropa. Al tocar el vientre liso y sus brazos más bien fuertes volví a ponerme cachondo. Lo que hubiera dado en ese momento por estar con el en una cama, desnudos, acariciándonos sin nadie alrededor. El me acariciaba el pecho y me lamía detrás de la oreja.
-¿Bajamos no? Me dijo
-Si claro.
El área de descanso del pueblo donde paramos parecía más pequeña pero en su cafetería había menos gente. Ahora juntos nos dirigimos hacia el bar pero él no me apartaba la vista mientras me fumaba el cigarro que me hubiera gustado fumarme después de haber follado en el autocar.
-¿quieres uno? le dije
- No ahora no, me estoy meando
No hacia falta decir nada mas según estaba la situación y estando tan calientes como estábamos. Quería follar con él, me moría de ganas de repetir lo del autocar y teníamos media hora pero a pesar de lo excitado que estaba no seria capaz de hacerlo en el baño por si alguien nos veía. Mi sorpresa fue cuando vi que los cuartos del water estaban cerrados por abajo aunque libres por encima de la puerta, cosa que no pasaba en el baño del otro pueblo donde paramos. Esperamos meando en los meaderos de pie para ver si se iba todo el mundo pero no paraba de entrar y salir gente. Entonces yo me dirigí hacia uno de los cuartos y cerré la puerta y a los dos minutos entro él.
Cuando nos encontramos dentro lo primero que hicimos fue sonreírnos y sin perder un segundo nos besamos libremente, sin preocupaciones. El me quitó la sudadera y la camiseta, después yo me quité las deportivas mientras el se quitaba los pantalones. Era un poco asqueroso dejar la ropa en el suelo pero me daba igual, quería follarle y que me follara. También me daba igual si alguien nos oía. Cuando acabamos de desnudarnos lo primero que hice fue besarle y después ponerme de rodillas. Nunca había tenido una polla tan cerca de mi cara. La miré y entonces la introduje en mi boca. El gimió y volvió a morderse los labios. Me gustaba el sabor que tenia, la metí y la saque de mi boca y de vez en cuando absorbía fuerte, chupaba y eso a el le encantaba, me agarraba fuerte de la cabeza y daba quejidos cortos. Le pasé la lengua por el capullo luego por los huevos hasta casi llegar al ano pero me dio reparo, más bien por lo que pensara él y volví a ascender para encontrarme otra vez con su boca, con su pelo negro ondulado y con sus ojos que tenían las pupilas muy dilatadas. Como si fuera un juego el repitió lo mismo que yo y tuve el segundo momento de placer mas grande de mi vida y el primero fue en el autocar. Después le agarré del culo fuertemente y acerque mis dedos otra vez a su ano suavemente. Entonces me dijo q le cogiera. Yo no le entendí pero de un salto colocó sus piernas enganchadas en mi cuerpo. Yo no pude aguantarle y me senté en el water. Tenía mi polla debajo de su raja del culo y el se balanceaba. Se levantó, me cogió de los
brazos y me giró para colocarse detrás de mí. ¿Quería metérmela? No lo se pero no lo hizo. Pasó su polla por debajo de mi culo y agarrándome con sus brazos comenzó a moverse quedando la punta de su rabo bajo mis huevos mientras me masturbaba. Esta vez fui yo el que no tardo en gemir y retorcer mi cabeza hasta dejarla a la altura de la suya y expulsé semen contra la pared. Me sorprendí porque era bastante cantidad para acabar de correrme hacia una hora y poco. El siguió así un minuto mas hasta q note como me apretaba cada vez con mas fuerza y su rabo rozaba ásperamente mi ano cada vez mas, llegué a sentir dolor un momento hasta que el se corrió. Nos volvimos a quedar en esa posición unos minutos, pero no tardamos en vestirnos para volver al autocar.
Quedaban unas tres horas. La primera hora la pasamos durmiendo aunque de vez en cuando nos dábamos algún muerdo. La segunda hora fue la hora de la verdad. Quedaba poco para llegar al destino y no sabíamos que iba a pasar una vez en Cádiz. Le pregunte cuando regresaba y el me dijo que se quedaba la semana entera, cosa que yo no podía hacer. Entonces en un ataque de desesperación le pedí su número a pesar de saber que lo que había pasado se iba a quedar ahí y no iba a llegar a más. Lo sabía por lo que estuvimos hablando. El me dijo que se fiaba de mí, que sabía que esto iba a ser un secreto pero que tenía miedo de estropear su vida, con su chica y con los demás, y a mí en cierto modo me pasaba lo mismo.
Cuando ya solo quedaba una hora le mire bien de arriba abajo. No me podía creer que había estado gozando con él. El también me miro y sin decir nada se tumbó encima de mí al igual que la primera vez que lo hicimos. Del rozamiento me volví a poner cachondo, no me lo creía pero quería volver a hacerlo y mas sabiendo que quizás no le volvería a ver. El parecía que también porque increíblemente su polla volvía a estar dura, no como antes pero si dura. Yo hice lo que pude pero no alcance en principio una erección completa. Nos frotamos cara a cara y entonces el me dijo:
-Me he quedado con ganas de saber q se siente cuando te la meten. Era curioso porque desde que yo había visto su culo me moría de ganas de metérsela pero ya era tarde porque en el autocar iba a ser difícil ¿O no? Aun así volvimos a desabrocharnos y nos la tocamos, el mojaba sus manos para pajearse e intentar q se pusiese mas dura, pero decía que le dolía. Yo con la polla medio dura le pedí que me la chupase por ultima vez y el lo hizo. Luego hice yo lo mismo, pero pensaba en lo que sentiría si se la hubiese metido en el baño. Nos pusimos ladeados apunto de caernos al suelo y con las piernas hacia el pasillo sin importarnos si alguien miraba. Le bajé los vaqueros y los bóxer y mojándome un dedo se lo metí. El me decía que siguiera y yo introduje otro dedo y así un rato. Era un poco asqueroso porque los dedos salían manchados pero era tanta mi excitación incluso después de dos polvos que me daba igual. Me baje los pantalones y me los quite dejándolos en el suelo. El también se los quito pero miraba todo el rato hacia delante por si alguien miraba pero el autocar estaba oscuro, solo brillaban unas luces de emergencia y las farolas que se veían a través de los cristales de los asientos delanteros. Entonces después de intentarlo e intentarlo, y con varias posturas conseguí metérsela.
Decía que le dolía un poco pero que siguiese porque sentía algo raro pero placentero. Se la metí muy poco porque la postura era imposible y no duró la penetración más de cinco segundos porque era muy difícil. Los dos sin pantalones no veíamos la manera, hasta que me dijo que se sentaría encima de mi pero entonces seguramente nos vería el conductor a través del retrovisor porque los asientos de delante no le taparían.
Nos quedamos mirándonos sin saber que hacer hasta que el dijo:
¡¡Vaa! a tomar por culo, venga rápido. Se sentó encima de mí agachando la cabeza, yo lo intente una y otra vez pero no pude. Ahora sí la tenía dura y me dolía pero quería metérsela hasta el fondo. Nos echamos saliva y mas saliva hasta que lo conseguí. Creí q me iba a quedar sin frenillo pero era una sensación alucinante. El saltaba sobre mí y de vez en cuando se daba la vuelta y miraba hacia delante del autocar. Comenzó a gemir más alto y yo le dije que se callara ya que nos podían oir así que la penetración duro poco porque ya era mucho el escándalo. Al minuto se incorporó y se sentó otra vez a mi lado. No fue una penetración totalmente completa pero por lo menos probamos. Respiraba fuerte mientras me agarraba fuerte la polla. -Eres buenísimo- me dijo.
Decidimos acabar como la primera vez que tanto nos gusto. Cara a cara, polla contra polla, piernas contra piernas y besándonos pero esta vez comencé yo encima. Me balanceaba con fuerza y él se volvía a morder los labios pero entonces yo tuve la idea que si cambiábamos de posición podía meterle los dedos por el culo mientras follábamos. Duramos mucho, unos cuarenta minutos y ya casi llegando a Cádiz. Yo ya le estaba metiendo tres dedos y nuestras pollas estaban a punto de explotar cuando él paró de repente y yo sentí un poco de líquido caliente sobre mi abdomen. Yo no me corría a pesar de estar muy excitado y el hizo todo lo que pudo. Siguió balanceándose, me metió también un dedo por el culo, pero hasta que no vi su polla húmeda y un poco de su lefa sobre mi abdomen no llegue a correrme. Toque la lefa que había sobre mi, y el cogiendo mi mano la llevo hasta mi boca. Sabía rara pero me ponía muchísimo así que también me corrí. Yo apenas eyaculé solo unas gotitas pero el se las metió en la boca y dijo que jamás haría esto con nadie mas que conmigo.
Fue maravilloso. Me he hecho pajas pensando en ese día casi todas las noches. Nos vestimos y yo le pedí quedarme con sus gayumbos de recuerdo. El dijo que seria una buena idea intercambiarlos. Me pajéo con sus gayumbos pensando que mi polla es la suya. Los llevo puestos ahora y esta noche haré lo que tantas otras.
Antes de bajarnos del autocar yo le di mi teléfono. Le dije que no quería cambiar mi vida pero que si algún día nos arrepentíamos por lo menos tenía mi número. El lo apuntó y me dijo que me llamaría. Bajamos del autobús donde esperaban mis amigos y mi novia. Yo les presenté a todos mientras pensaba que todo se acababa. Me despedí dándole la mano y le vi irse hacia un taxi. Desde entonces no le he vuelto a ver pero si he vuelto a hablar con él
Me llamo al mes y medio y me dijo que no aguantaba esta situación y que por lo menos quería verme un día y yo insistí en quedar pero al final el se negó. Volvió a llamarme unas tres veces y las tres veces nos pajeamos por teléfono escuchándonos y recordando esa noche. La última vez que me llamo me dijo que para el mismo puente de este año me buscara una excusa porque nos íbamos los dos a Cádiz en el mismo autocar. Queda un mes y medio para esa fecha y espero impaciente el gran día. Hasta entonces solo tengo sus bóxer blancos y su voz.
¿Le volveré a ver?