Mi viaje a Asunción

Uno de mis mejores viajes del año jaja comiendo pijas

Mi viaje a Asunción.

Era finales de septiembre y decidí viajar a Asunción después de mucho tiempo sin hacerlo.

Gracias a mis publicaciones eróticas pude conocer virtualmente a un hombre maduro que se llama José. Es muy atractivo. Se trata de un paraguayo muy lindo y con una pija muy rica, de esas que tanto me gusta mamar.

Primero hablamos por email luego pasamos al WhatsApp. Siempre tratábamos de tener una conversación caliente casi en todo el día. Era buenísimo porque siempre le hacía terminar… y él a mí, era la mejor parte de la conversación y casi siempre, su final.

Ya teníamos pensado conocernos personalmente hasta que por fin se dio la oportunidad. Decidí viajar a Asunción por motivos personales, pero obviamente que no podía desaprovechar esa oportunidad con José. Al llegar al hotel de Asunción le mandé un mensaje para que lo supiera. Él salía de la oficina a las 16:30 y entonces pude aprovechar e irme a hacer unas consultas por el centro.

Me dijo que iba pasar por mí, sabiendo que yo estaba súper ansiosa por verle y conocerle mejor. José también es un conductor de Uber, jajaja, y como saben a mí me encanta eso. (Si leéis mis anteriores historias lo descubriréis).

Me avisó que me esperaba frente al edificio donde yo estaba. Decidí bajar inmediatamente y allí estaba él. Personalmente era mucho mejor todo con él. Entramos al vehículo y sin dar muchas vueltas empecé a tocarle la pija mientras le besaba apasionadamente.

¡Uff qué ricos besos! Su olor me atrapó. Él me tocaba la cola y empecé a excitarme mientras su pija crecía más en mis manos, hasta que decidí metérmela toda en mi boquita y disfrutar de esa linda pija de buen tamaño que tiene. Empecé a chupar todo, arriba y abajo, a metérmela hasta el fondo de mi garganta; me atragantaba con su enorme pija y José gemía de placer.

Mientras le comía la pija él me masturbaba como un loco, hasta que estuve a punto de terminar, de tener un buen orgasmo en su vehículo. Pero él continuó masturbándome hasta que no aguanté más y terminé todo; me acabé como una verdadera cerda, mientras no paraba de comerle la pija, -qué rico era-, sus huevos, todooo. Se pasaron unos diez minutos y José terminó por venirse todo en mi boquita.

Y como soy una buena y perra putita, me tragué toda su leche. ¡Qué buena leche tenía mi nuevo amante de Asunción!

José debía ir a su casa y me llevó hasta el hotel. Nos despedimos con un rico beso. Decidimos vernos al día siguiente con más tiempo. Bajé del vehículo y decidí irme a la habitación y ducharme para estar todavía más puta para mi otro amante, Erico.

Es un hombre a quién le conozco desde más de seis años y siempre que se da la oportunidad de vernos nunca desaprovechamos para tener sexo. Él también sabía que iba estar por Asunción y decidimos vernos. Se fue al hotel junto a mí, y estábamos juntos disfrutando de una buena cerveza al aire libre en la terraza. Con decirles que ese mismo día me comí dos pijas, ya os imagináis lo que pasó después en mi habitación.

Fui muy afortunada, porque en ese viaje pude comerme dos buenas pijas y tragarme toda su lechita.

Espero que les haya gustado Jajaja, pero os adelanto que este relato va continuar.

Les mando un rico beso