Mi verdad (2)

Continuación de la primera parte de Mi Verdad, en donde Aurora y su tía Lupe descubren que su amor va mas allá de lo llamado prohibido.

Mi Verdad II

Continuación de la primera parte de Mi Verdad, en donde Aurora y su tía Lupe descubren que su amor va más allá de lo llamado prohibido.

Aurora después de vivir en relación incestuosa con su tía llega a encontrar el equilibrio total en su vida al lado de ella quien la impulsa profesionalmente, y en compañía de su pequeño hijo quien despertaba su gran amor maternal. El niño al negarse a dejar de ser amamantado por su madre, creó un lazo muy fuerte entre ellos.

La vida continuó felizmente entre mi tía, mi bebé y yo, pasando los primeros años en una tierna relación de amor y satisfactoria sexualidad, aprendiendo a conocer nuestros cuerpos al experimentar todas las posibilidades de darnos placer una a la otra, conocimos todos sus puntos de placer explotándolos al máximo en cada sesión amorosa.

Lupe se encontraba recostada en mi regazo mamando suavemente uno de mis lechosos pezones, ya habían pasado ya varios años desde que nació nuestro amor y precisamente ese día era el aniversario de nuestro primer encuentro sexual, y como todos los años anteriores lo festejaríamos en grande los tres, esta vez lo haríamos con un viaje por la Ribera Maya. Ahora éramos dos exitosas mujeres profesionistas, gracias a la gran habilidad para crear diseños de ropa femenina teniendo enorme éxito con nuestros productos en todo el país, y también ya empezaban a destacar en el extranjero.

Nuestros cuerpos son perfectos, y en ese tiempo aun mas, somos rubias, altas, delgadas y con exuberantes senos, culos y piernas, obtenidos estos resultados por las rígidas rutinas diarias de fuertes ejercicios de gimnasio y aeróbicos, ejercitábamos todo el cuerpo, dando atención especial a la escondida musculatura vaginal. Ahora yo había crecido y ya tenía la misma estatura de mi tía. Éramos el punto de atención de cuanto hombre y mujer que nos conocían, la mayoría se sentían atraídos por nuestras anatomías y amable trato, intentaban de relacionarse con nosotras, nos llovían propuestas matrimoniales y de todo tipo, pero por el momento solo aceptábamos una que otra relación sin trascendencia, únicamente para satisfacer los deseos sexuales con hombres que en verdad nos atraían como para coger con ellos, y en parte para guardar las apariencias ante la sociedad y no declararnos abiertamente amantes, sin que eso menguara en nada la sexualidad entre nosotras.

Nos encontrábamos en nuestro lecho, al regreso del trabajo. Cambié de posición para sentarme a horcajadas encima de Lupe, teníamos ya las faldas subidas hasta la cintura, haciendo coincidir nuestros sexos que se frotaban suavemente acariciándose entre si con sus sonrosados y afeitados labios vaginales, por encima de las finas pantaletas. Me estaba yo apoyando en mis brazos a los lados de la cabeza de mi tía, con mis bamboleantes senos colgando, libres ahora con la blusa abierta y el brasiere desabrochado, los tenia sobre la cara de Lupita quien tenia atrapado entre sus labios uno de mis alargados pezones, del cual brotaba la tibia y dulce leche que era tragada ávidamente por mi hermosa y rubia amante.

No me canso de saborear tu leche, que bueno que decidiste seguir amamantando a Toñito.

A Toñito y a ti. Pues bastante insistieron los dos en tenerme como su vaca lechera.

Pero te gusta y también tu te das tus mamadas solita, te he visto hacerlo

Si pero me gusta mas cuando me las mamas tu, sobre todo cuando me las mamas al mismo tiempo

¿Así?

Dijo Lupe, y juntó con sus manos los dos jugosos pezones y llevó los dos juntos a su boca haciendo que me inclinara sobre su cara, para dejarla chupar la leche que salía abundante de ellos y era recibida ávidamente por la boca de mi tía. Tan placentera me resultaba esa succión, que sentí de inmediato como se humedecía mi vagina y se empezaba a mojar mi pantaleta. Me dejé rodar sobre un costado atrayendo conmigo la cabeza de mi tía que me acompañó a la nueva posición, sin dejar de mamarme ni un segundo. Entonces alargué la mano para acariciar el desnudo hombro de Lupe y la pasé por todo el contorno de su delgado pero firme brazo, poniendo énfasis en la lisa y perfumada axila de mi tía, quien levantó el esbelto y torneado brazo para aceptar las tiernas caricias. deslicé mi delicada mano por el redondo hombro pasándola hacia el pecho cubierto solo por una delgada blusa transparente sintiendo como sus pechos se hinchaban de lujuria y los pezones se endurecían bajo mi palma, bajé totalmente la blusa de delgados tirantes y liberé los enormes senos de Lupe, pasando la mano apenas rozando las puntas orgullosas de esos blancos senos. A mi me encantaba el contacto de los endurecidos pezones en las palmas de las manos, me excitaba enormemente sentir como se endurecían al contacto de mis dedos o de mi boca. Pellizqué suave los pezones moviéndolos en círculos y los atormenté con exquisitas caricias de las yemas de mis dedos, los cuales describían rápidos movimientos circulares en los ansiosos pezones de mi tía. Lupe cuando sintió que había terminado con toda la leche de mis senos, me atrajo hacia ella buscando mi boca besándola y chupándola, nuestras lenguas se buscaron acariciándose una a la otra bebiendo cada una la saliva de la otra así estuvimos unos instantes largos disfrutando nuestras bocas hasta que lentamente dirigí mis labios a los desnudados pechos de Lupe, los cuales esperaban con los enormes pezones en alto reclamando una boca sedienta que quisiera calmar sus ansias con ellos, golosamente me prendí de un erecto pezón y lo succioné con fuerza, haciendo que Lupe gimiera de placer ante el mordisqueo y chupeteo de que eran objeto los firmes senos de mi tía, mis manos no estaban quietas, diestramente se había abierto paso mi mano izquierda por debajo de la corta falda de fina tela que usaba Lupe, hasta llegar a la hermosa y rasurada vulva que ya estaba totalmente mojada y despedía por el aire su delicioso olor a feminidad excitada, anhelante de caricias intensas, mis dedos frotaron decididos el endurecido clítoris de Lupe quien se estremeció gimiendo de placer empujando su pelvis y separando los muslos para que mis dedos de amante entraran mas profundamente en la caliente vagina de la ardiente mujer, yo acepté de inmediato la invitación a la exploración de la húmeda gruta de amor, e introduje mis dedos tan profundamente como me era posible, buscando el sensible punto G de Lupe, ella me fue guiando para encontrarlo.

  • Ahí mi amor, justamente ahí mi vida siénteme, hazme gozar, frótalo fuerte mi cielo hazme tuya, ahora mas, mas, maaasss ya me vengo amor dame maaasss, asssii, aahhh amor mío.

El orgasmo de Lupe fue intenso, tardó varios segundos en seguir gozando de las deliciosas contracciones sexuales que la acometían en oleadas estremecedoras que sacudían involuntariamente todo su hermoso cuerpo, haciendo temblar sus grandes chiches que estaban siendo mamadas y mordisqueadas por mi desesperada boca.

Yo ya estaba mas que caliente y necesitaba urgentemente sentir un gratificante orgasmo, así que empecé a despojarme de mis ropas apresuradamente, saqué mis piernas que estaban abrazando a Lupe dejándola acostada sobre el lecho mientras me desnudaba y también desnudaba a mi tía, quien se dejaba hacer sin oponer ningún tipo de resistencia pero tampoco de cooperación, todavía estaba atontada por la intensidad del orgasmo y yacía lánguida en la cama, disfrutando las ultimas sensaciones, pero la calma no le duró mucho tiempo, pues yo ya me acomodaba entre sus piernas para chupar la jugosa vagina de mi amante tía, mientras le ofrecía también la mía invitándola a un intimo 69, Lupe abrió los verdes ojos para ver frente a ella mi bella y húmeda vulva perfectamente afeitada y lista para ser acariciada por una experta lengua, sin pensarlo dos veces atrajo el oloroso manjar a su boca dándole unas gruesas y pesadas lengüeteadas que me hicieron estremecer por lo que correspondí a la caricia de igual forma logrando que Lupe dejara escapar un agudo gritito que indicaba el placer que le estaba dando mi lengua amada. Como si estuviéramos de acuerdo las dos empezamos a introducir los finos dedos en nuestros dispuestos orificios, entrando primero en la vagina y ya una vez húmedos los pulgares los deslizamos dentro de los anos, que dejaron pasar a los deliciosos intrusos, de esta forma ocupamos todos nuestros puntos erógenos a nuestro alcance, chupando ávidamente los clítoris, mientras nuestros dedos alcanzaban los puntos G y los pulgares entraban totalmente en los cálidos anos, cerrando de esta forma el candado erótico de ambas, metíamos y sacábamos los dedos a veces rápidamente, para ir disminuyendo la velocidad hasta masajear lujuriosamente el interior de los anos y las vaginas, era tal nuestra excitación, que sin darnos cuenta rodaron nuestros cuerpos por toda la cama, pero ni así nos separaron de nuestras placenteras tareas, aprovechamos la amplitud del redondo lecho para rodar sobre él, una encima de la otra cambiando turnos varias veces, hasta que sentimos que nos aproximábamos al final, entonces permanecimos acostadas de lado sin soltar nuestras presas las que eran chupadas y penetradas una y otra vez, escuchándose solo los chasquidos de los chupetes, los gemidos y suspiros que escapaban de nuestras gargantas, lentamente fue creciendo la intensidad del orgasmo hasta que estalló primero en mi, eyaculando abundantemente, bañando completamente la cara de Lupe, la que al sentir mi explosión en su cara dejó que su cuerpo también respondiera con un poderoso estallido orgásmico acompañado también de una profusa eyaculación que cayó sobre mi boca y cara, las dos permanecimos desmadejadas con los rostros hundidos entre las piernas de cada una, recobrando el control de nuestros sentidos, jadeando escandalosamente y sonriendo felices por nuestro amor.

Lupe se incorporó primero liberando la cabeza mi de entre sus piernas y sacando la suya de mis gruesos y firmes muslos, que ahora estaban empapados por la gran cantidad de líquido que había sido expulsado con violenta eyaculación de mi satisfecha vagina, sonriente se acercó a mi cara y empezó a limpiar con su boca y lengua sus propios fluidos de mi rostro, mientras yo esbozaba una satisfecha sonrisa y estiraba mi espalda lánguidamente, levantando los brazos sobre mi cabeza, lo que aprovechó Lupe para chupar y lamer glotonamente mis axilas, de las que aparecía un fresco y limpio sudorcito delicioso que fascinaba a mi tía por su esencia pura y fresca. yo a mi vez, al ser lamida y tener cerca la cara de mi tía, inicié la limpieza del bello rostro de Lupe lamiendo también los restos de mi líquido sexual de la cara de mi amante tía, una vez mas o menos limpios los dos hermosos rostros, nos incorporamos del lecho y decidimos tomar un reanimante baño en el jacuzzi, y así se daría otra sesión de sexo mientras nos bañábamos una a la otra entre risas y arrumacos.

Las cosas habían cambiado totalmente para nosotras ahora gracias al trabajo habíamos creado un negocio muy fuerte económicamente y muy próspero. El dinero entraba en grandes cantidades por la demanda que tenían nuestros diseños entre la alta sociedad del país, incluyendo artistas y estrellas del cine y de la televisión que al usar nuestros modelos en los programas y películas, les hacían una gran publicidad.

En lo cotidiano yo no había tenido corazón para dejar que mi hijito durmiera en otra cama, me había acostumbrado a dormir con él siempre y uno de sus rituales antes de dormir y al despertar era dejarlo que me mamara las chiches en busca de su exquisita y abundante leche, así que el niño que ya había crecido seguía siendo amamantado por mi y también por su tía. Pues resulta que a Lupe le dió curiosidad el sentir como mamaban los bebes y al ofrecer sus pezones al niño este los rechazó pues no tenían el preciado líquido, entonces ideamos una trampa colocando una delgada y suave manguerita adherida al pezón de Lupe por la cual pasaba leche que yo previamente me había ordeñado, de este modo el niño aceptó mamar también las hermosas chiches de la tía Lupe, y ella pudo sentir en cierto modo el placer de amamantar a un bebé.

Pero la cosa no paró ahí pues nos enteramos por medio de nuestro ginecólogo que aun las mujeres que nunca han tenido hijos pueden llegar a producir leche mediante la lactancia inducida mediante la estimulación de los senos al succionar los pezones en forma rutinaria, y en un lapso relativamente corto la mujer empezara a producir leche en forma natural, de inmediato nos pusimos a trabajar en la estimulación de las chiches de Lupe hasta que pocos meses después sus senos empezaron a producir una delgada leche al principio pero que a base de mamadas mías y de Toñito llegó a producir una respetable cantidad diaria, que era mamada por dos tibias bocas que se la disputaban juguetonamente.

Así fueron los primeros años del afortunado Toñito que tenia para si dos pares de soberbias chiches que se peleaban por su inocente boca. Los tres dormíamos casi siempre en la misma cama así que las mamadas nocturnas eran normales entre nosotros, Toñito se había acostumbrado a que podía mamar cualquier chiche que estuviera a su alcance. Pero el tiempo pasó y con él Toñito alcanzó la edad de dieciocho años de una manera feliz pues me tenia a mi, ahora de treinta y dos años y a su tía de casi treinta y siete, que se desvivían por atenderlo, y que también lo habían educado de la mejor manera haciendo de él un jovencito agradable y respetuoso que sobresalía en los estudios escolares y los deportes, amén de empezar a despuntar como un atractivo muchacho admirado abiertamente por el sexo femenino de diferentes edades.

Sucedió entonces una cierta vez en que estábamos acostados los tres y yo estaba dándole de mamar a Toñito y a Lupe, cuando mi hijo empezó a tocarse y estrujarse el pene que siempre había sido manipulado desde bebé, por sus dos madres llegando inclusive a mamarle el penecito suavemente cuando se le ponía erecto, las dos jugábamos divertidas con el pequeño pene sin que eso significara algo malo para nosotras. Pues en su familia era una práctica muy común que se había efectuado desde que teníamos uso de razón, la promiscuidad y el incesto era una actividad natural en la familia y para nosotras la vida era así, pero habíamos aprendido a guardar las apariencias en la sociedad porque así convenía a los negocios. Toñito sin embargo no nos veía ni a mi, ni a Lupe con interés sexual, pues la práctica de la lactancia era común entre los tres, así como el deambular desnudos por la casa, sin que se despertara en el muchacho ningún deseo sexual por las dos hermosas mujeres.

Esa vez me tocó a mi calmar las ansias de Toñito, y mientras este me mamaba un delicioso pezón, su verga se ponía erecta, como casi siempre le ocurría, al notarlo tomé entre mis dedos el pene de mi hijo masturbándolo delicadamente, los tres estábamos desnudos en la cama y mientras Toñito me mamaba una chiche, mi tía Lupe se encargaba de la otra, mientras me acariciaba despreocupadamente con un dedo mi vagina.

Empecé a notar que Toñito comenzaba a mover su cadera al ritmo de los dedos de mis dedos, mientras le subía y bajaba el prepucio descubriendo y ocultando el glande. Tocando el hombro de Lupe le indiqué que observara la actitud de nuestro niño, pues era la primera vez que este reaccionaba de esa forma a las caricias dedicadas en su pene, pero aparte del movimiento de la pelvis, Toñito también mamaba con mas fuerza y velocidad mi pezón, al tiempo que me acariciaba voluptuosamente todo el seno. Las dos nos miraron entre si, sin saber que actitud tomar. Toñito terminó con la leche del seno, pero a diferencia de su costumbre de dejar de mamar al no salir mas leche de las chiches que mamaba, esta vez siguió mamando y jugueteando con el pezón, este jugueteo provocó que yo me excitara toda vía mas, y lo delataba la agitación de mi respiración, Lupe se dió cuenta del estado en que me encontraba ya, y también sintió la inyección del deseo en su sexo, empezando a lubricarse internamente su vagina, tan solo de mirar la escena entre madre e hijo. Yo no me decidía a tomar la iniciativa, así que Lupe tomó el control de la situación y sin decir nada dejó de mamar mi otro pezón y jaló a Toñito para subirlo y colocarlo entre mis piernas, yo solo la observaba como si no tuviera voluntad propia, mientras ella me colocaba a mi hijo encima de mi cuerpo, mas que nada por instinto separé las piernas permitiendo que mi hijo se colocara entre ellas, y este sin desprenderse del pezón materno se acomodó encima de mi y continuó con el cadencioso y natural movimiento de su cadera, sentí cómo el ya nada pequeño pene, trataba de abrirse paso entre los labios de la vulva que le había dado la vida hacia ya dieciocho años. Mi vagina estaba mas que lubricada y por la posición de los dos, el pene terminó por introducirse fácilmente dentro de mi cálida vagina, aunque le faltaba todavía desarrollar ya era capaz de casi llenarme plenamente esa cavidad. El muchacho continuaba con su movimiento convirtiéndolo así en la primera cogida de su vida conmigo, su propia madre, pero para la naturaleza aun no estaba listo y después de varios minutos de coger suave y torpemente con su madre, el sueño lo fue venciendo hasta quedar profundamente dormido con la verga clavada en mi sexo, esto provocó las risas entre nosotras, rompiendo la tensión del momento y relajándonos. Lupe me ayudó a quitarme de encima a Toñito, y acostarlo a un lado de nosotras. Bajamos a la cocina por unos refrescos comentando.

  • Andaba caliente el Toñito y no le importó que yo fuera su madre, me metió la verga el muy caliente.

¿Si alcanzó a metértela?

Por lo que sentí, me la metió toda, pero todavía no sé por qué lo hizo, y por qué hasta ahora.

Pues es la consecuencia lógica de nuestra forma de vida. Yo llegué a pensar que llegaría él a saber como coger.

Bueno ahora ya lo sabe, aunque creo que le falta saber lo inconveniente que es venirse dentro de nosotras.

Bueno y ahora ¿Qué vamos a hacer si vuelve a ocurrir lo mismo?, tu como su madre debes decidir como debemos tomarlo.

Pues por lo pronto, creo que debemos ir con el ginecólogo para que nos recete un método anticonceptivo y prevenir cualquier sorpresita, aunque ya pasé de los cuarenta todavía me puedo embarazar.

Yo pienso lo mismo, no nos conviene que vayamos a salir embarazadas de Toñito. Pero debemos ir ya.

Bueno entonces si llega a pasar de nuevo lo de hoy simplemente no lo dejaremos hacerlo, pero le iremos platicando lo riesgoso de que se llegue a saber lo nuestro en otros lados.

Como lo habían planeado después de visitar al ginecólogo e iniciar el tratamiento, hablaron con Toñito para saber que tipo de actitud estaba tomando en el terreno sexual, se sorprendieron al saber que Toñito no había cogido aun con nadie.

¿Entonces no te habías acostado con nadie todavía hasta que lo hiciste con tu mamá?

Así es tía, no he querido hacerlo todavía.

¿Porque no mi amor?

La verdad mamá es que quiero que cuando lo haga sea muy especial.

¿Entonces porque me lo metiste?

Perdón pero no me pude controlar mamá, tuve que hacer un esfuerzo muy grande para no venirme y crearnos un problema por si te embarazara. Que terminé por desmayarme.

Ay Toñito, ¿Pero no tienes amigas con quien hacerlo?

Si tía, hay algunas muchachas con las que lo podría hacer, pero la verdad no son lo que quiero.

Pero entonces, debes masturbarte como condenado, pero se me hace raro no haberte visto hacerlo.

No tía tampoco me masturbo. He tratado de no hacerlo.

¿Nunca lo has hacho mi vida?

Claro que si lo he hecho mamá, pero eso fue desde la secundaria, pero después de que ustedes hablaron conmigo de los orgasmos y de lo maravillosos que son al hacerlo con otra persona, decidí no hacerlo y esperarme hasta que me llegara la oportunidad.

¿Pero que es lo que esperas hijito?

Quiero que sea alguien de quien yo esté seguro que siempre va a estar a mi lado.

¿Ya te quieres casar mi amor?

No mamá ¿Cómo crees? Todavía no.

¿Entonces, vas a esperarte varios años mas?

Para casarme si.

¿Y para coger también?

No, para eso no pienso esperarme tanto tía.

No te entiendo Toñito y de seguro tu tía tampoco.

Lo que quiero es hacerlo con ustedes mamá. Son las personas que mas amo en mi vida y con nadie mas me gustaría disfrutar de mi primera vez, que con ustedes.

Ay mi amor, que felices nos haces, pero debemos hablarlo bien hay que tomar en cuenta muchas cosas que ya te iremos diciendo. Además yo tenia la esperanza de que lo hicieras con otra muchacha mas acorde a tu edad. Y no con nosotras.

¿Entonces no aceptan?

Mira déjanos platicarlo a tu mamá y a mi, pero no pongas esa carita triste mi amor, nosotras te amamos, pero entiende que es algo muy difícil de llevar en la sociedad.

Lupita tiene razón, mi amor, debemos platicarlo muy bien, pero no te deprimas. Vamos anímate que aun no hemos dado nuestra respuesta. Ten la seguridad de que veremos que sea lo mejor para ti.

Si estoy seguro que decidirán lo mejor, pero sepan que las quiero mucho, nada mas a ustedes, Bueno voy a estudiar un rato bajo para la cena.

¿Bueno y ahora que?

  • Pues no se que será lo mejor. Si prohibirle coger con nosotras, y que lo haga en prostíbulos o con chicas promiscuas que salgan embarazadas o puedan llegar a contagiarle una enfermedad incluso el SIDA. O bien que coja con nosotras hasta que vaya conociendo chicas sin riesgo y encuentre una noviecita sana que sepa cuidar de los dos.

Mira yo pienso que lo primero que debemos hacer es ir hablando con él sobre cuanto conoce del sexo en realidad, hasta donde ha llegado en otros lados y como piensa comportarse ahora que ya se inició contigo, para que no vaya a tener problemas con lo que aprenda en otros lados, y con nosotras.

Si, debemos decirle que lo que hacemos nosotras con él, no lo hacen en todas las familias y que debe sentirse privilegiado de tenernos a nosotras para darle lo que quiera. Pero lo que mas deseo es permitirle que el escoja libremente con quien hacerlo. Aunque no sea con nosotras, me gustaría que no cayera en el incesto, pero también lo amo tanto que estoy segura que si me lo pide voy a aceptar coger con él cuantas veces quiera él hacérmelo a mi o a ti mi amor.

¿Entonces vamos a aceptar ser sus amantes?

Si él lo pide, aun después de exponerle las cosas, entonces Si te pido que aceptemos complacerlo, y así aprovecharemos para ayudarle a ser el mejor de los amantes, pues quiero enseñarle todos los secretos.

Cuenta conmigo, si Toñito me lo pide desde luego que aceptaré a lo que el quiera lo amo tanto como ati y estoy también dispuesta a participar enseñándole todo lo que sé que nos agrada, y no solamente en el plano de loa sexual, también en lo romántico.

  • Se me ocurre algo, pues ya faltan días para que sea nuestro

aniversario que te parece si nos reservamos hasta ese día para permitirle a Toñito venirse dentro de nosotras, podemos hacer que ese sea su regalo de aniversario.

Me parece estupenda idea, así jamás olvidaremos la fecha de su primera eyaculación dentro de nosotras.

Como era de esperarse durante esos días, no fue la única vez que a Toñito le dieron ganas de coger, pero ya estábamos prevenidas y no le permitimos cogernos, pues faltaban pocos días para el aniversario, además de que iniciaban los días de nuestras menstruaciones, así que seguíamos reservándonos para la gran sorpresa, pues Toñito, según nos había confesado, todavía no sabia lo que era un orgasmo dentro de una mujer.

Sin embargo Toñito seguía gozando de mis senos y de los de su tía, que eran fuente de su alimento favorito, pero además, desde niño se había acostumbrado a gozar viendo nuestros cuerpos desnudos incluyendo ese par de vaginas, de las que seguramente podía percibir el perfumado aroma sexual de la mujer, notábamos que su cada vez mas grande pene se ponía erecto, al oler el aroma de su madre o de su tía.

Toñito desde pequeño ya sabia bastante de sexo pues su tía y yo le habíamos hablado amplia y claramente de todos los placeres y los riesgos que rodean a la mas deliciosa práctica de la humanidad, pero hasta ese momento toda su experiencia fue la posición del misionero, cuando se metió entre mis piernas y sin poderse controlar me metió la verga que se había hecho mas grande y gruesa, a veces desde pequeño recibía unas buenas mamadas de pene de alguna amiga suya. Pacientes y amorosas al fin mujeres, nos esmerábamos por complacer a nuestro niño, pero aun no le permitíamos cogernos, solo cuando mas le mamábamos la verga un poco, o esperábamos hasta que esta se bajaba por si sola, mientras nos mamaba la leche a cualquiera de las dos.

Una mañana de domingo que estábamos aun acostados los tres y Lupe se encontraba en medio sintió la reclamante insistencia de Toñito por mamarle una de sus hermosas chiches, para tomar su leche de la mañana, como Lupe estaba dándole la espalda, mientras me abrazaba, descansando su mano en uno de mis grandes senos, tuvo que darse la vuelta en la cama para quedar de frente a Toñito, quien al sentir la cercanía de las chiches de su tía rápidamente tomó uno de los pezones y empezó a mamar vigorosamente extrayendo la leche que se había acumulado durante la noche, aun nos encontrábamos menstruando ese día, así que cuando Toñito quiso mañosamente meter su verga en la vagina de su tía, esta se lo impidió y tampoco lo dejó acariciarle la vulva, pues le desagradaba mancharse de sangre además del mal olor que despedía esa sangre en su vagina.

No mi amor hoy tampoco podemos coger contigo, porque estamos sangrando y sabes bien sabes que no nos agrada estar así, pero termina de mamar y después yo te mamo un poquito a ti, ¿Aceptas?

Si tía lo que tu digas.

Bueno sigue mamándome que hoy tengo mucha leche.

Así lo hizo Toñito y no paró de mamar hasta dejar secas las chiches de su tía, quien, al terminar su sobrino su desayuno, se aprestó a cumplir con lo prometido. Lo puso acostado de espaldas en la cama y se recostó sobre la cadera del muchacho, hasta quedar su boca a la altura del pene que se encontraba completamente erecto y palpitante por la excitación que ya le producían las dos mujeres.

Todavía algo somnolienta, Lupe se llevó a su boca la dura verga de su sobrinito, y empezó a mamarla utilizando solo la succión de su boca como su estuviera mamando un gigantesco pezón, sin mover la cabeza, pues descubrió que así era como mas le gustaba a Toñito que le mamaran el pene, le encantaba sentir toda la presión sobre su glande, hasta que la verga se iba desinflando lentamente para quedar totalmente flácida por el cansancio y no por eyacular. Pero esta vez todo cambió y revolucionó completamente el comportamiento del trío.

Lupe sintió que algo diferente ocurría en la verga de Toñito, la sintió que crecía y engordaba dentro de su boca, además le sujetaba la cabeza presionándosela contra su pelvis mientras adoptaba un movimiento como si se la estuviera cogiendo por la boca, eso le gustó a Lupe y lo dejó hacer sintiendo curiosidad por la nueva y desconocida reacción de su sobrino ante la mamada de su tía, Toñito aceleró el ritmo de sus movimientos y presionó con mas fuerza la cabeza de Lupe, esta no opuso resistencia y abrió mas su boca para permitir que el "niño" introdujera casi todo el pene dentro de la boca de su tía, los movimientos cada vez eran mas y mas rápidos y cortos hasta que se oyó un grito del chico, y en ese momento Lupe sintió que se ahogaba por los chorros que salían de la verga de su sobrino llenándole la boca con tal cantidad de esperma que fue insuficiente la boca de Lupe para recibir completamente el envió que mi hijo depositaba dentro de ella.

Yo me desperté con los gritos de mi hijo al tener su primer orgasmo y quedé atónita al ver la escena que se desarrollaba frente a mi, Lupe yacía sorprendida y gustosa por haber sido ella quien recibiera la primera eyaculación de Toñito. Yo estaba sorprendida pero feliz al adivinar lo sucedido, mi hijo ya se había convertido en un hombre, pero sabía que ahora deberían tener más cuidado ellas dos si no querían salir embarazadas de Toñito.

Mi hijo al principio se espantó por lo que le había sucedido, temía que la reacción de mi tía fuera de enojo, pero no obstante recordaba el gran placer que sintió al estallar su pene en chorros y chorros del blanco líquido, pero también sintió desconcierto por la intensidad de la sensación experimentada, se extrañó de que su madre y su tía lo abrazaran gustosas por lo ocurrido, pues aunque le habían hablado de la eyaculación dentro de alguna mujer, jamás se imaginó que seria una experiencia tan intensa y tan cargada de energía. Me apoderé de su verga aun dura y gorda por la que todavía escurrían gruesas gotas de semen las que eran lamidas y chupadas por mi ávida boca. Tal era su confusión de Toñito que sin darse cuenta empezaron a rodar gruesas lágrimas de sus desconcertados ojos, Lupe al darse cuenta de ello trató de consolarlo explicándole que lo que había sucedido entre ellos era lo mas maravilloso que le había pasado en la vida. Yo al escuchar a mi tía dejé de mamar la verga de mi hijo y lo abracé cariñosa, uniéndome a la explicación la cual fue tan acertada que el susto que sentía Toñito fue cambiado por alegría al saber que ya estaba convirtiéndose en nuestro hombre y había dejado de ser nuestro niño.

Las dos sabíamos que la situación había cambiado desde esa mañana y ahora las cogidas que nos daría Toñito iban a ser en serio, así que deberíamos tomar todas las precauciones, a menos que alguna o las dos deseáramos quedar embarazadas de Toñito, y peor aun que se llegara a saber nuestro secreto.

Pero eso será otro capítulo de esta historia, si te interesa conocer la continuación no dejes de enviar tus comentarios y así sabré si ha provocado algún interés en alguien.

CONTINUARA… ??? Tú lo decides

Nick: Quiqueman enrykarmand@yahoo.com.mx