Mi venganza se me fue de las manos
Soy Jessica, hace poco descubrí que mi novio muy celoso me engañaba, no me dolía, pero me enojaba mucho y necesitaba vengarme. Me hacia sentir de su propiedad y por eso necesitaba probarme a mi misma que no era así.
Hola, me llamo Jessica Rodríguez, soy de Colombia. Me gusta ir al gym, por lo que tengo mi cuerpo bien trabajado, tengo los senos grandes, pero tampoco yendo a lo exagerado, yo diría que van más hacia lo normal pero si que se usarlos para llamar la atención, sobre todo cuando uso escotes, tengo las piernas largas y el culo firme y redondeado, no escatimo en gastos para mostrar al mundo mis atributos y disfruto mucho de las miradas, aunque alguna vez intentaron propasarse conmigo siempre pongo límites. Pero me gusta mucho salir porque normalmente siento que llego a algún lugar e intimido a la mayoría de los hombres.
Soy una mujer caliente, creo que el sexo es algo maravilloso y me gusta investigar más sobre nuevas formas de complacerme y hasta hace poco descubrí una nueva tan emocionante como prohibida, la infidelidad…
Todo pasó la semana pasada pero aún estoy con la emoción y como no puedo contárselo a nadie, utilizo este medio para desahogarme.
Tenia una relación con mi novio desde hace ya 2 años, no fue nada del otro mundo, fuimos amigos hace bastante tiempo y por la pura costumbre de vernos decidimos intentarlo, pero yo no estoy enamorada y tampoco él, solo era la necesidad de estar acompañados y por obvias razones todo debía terminar mal… Pues sí, me fue infiel, me llegó unas fotos de un amigo en común que tenemos, los dos se habían ido a un prostíbulo. Ahora, sé que ese amigo también quiere algo conmigo y tal vez por eso le tendió una trampa a mi novio, pero de todas formas la infidelidad sea como sea, lo es y punto. Lo peor de todo es que mi novio es muy controlador, es celoso en demasia, no le gusta que otros me vean, ni siquiera amigos y cuando hacemos el amor le encanta concentrarse en mis senos, los adora y me obliga a decirle que son solo suyos, se pasa mucho tiempo ahi antes de penetrarme... Me enojó mucho que sea tan controlador, que me trate como si fuera de su propiedad, todo este tiempo le aguanté y cuando descubrí su infidelidad creo que algo dentró de mi murió, ya no fui la novia abnegada, queria vengarme para que sepa que no soy de su propiedad.
Después de dos días de aquel mal rato, quedé con mi novio para vernos, lo esperaba en mi departamento. Me guardé muchas palabras, quería regañarlo y mandarlo a rodar, él no sospechaba de mi furia y tampoco lo encaré, en el fondo pensaba que si terminaba mi relación, quien ganaría seria el amigo que nos quiso separar para intentar algo conmigo así que tampoco le daría el gusto, pero si necesitaba vengarme de alguna manera…
Pasó un par de horas, yo solo me mostraba indiferente y se notaba en él un claro cansancio, se quedó dormido en mi cama. No me dolía, me molestaba la infidelidad. Revise mejor las fotos y al parecer estaba con una señora, no entiendo cómo puede hacer eso teniéndome a mí, ¿tendrá algún tipo de fetiche? Su acompañante claramente estaba en mala forma, se le notaban los rollos, la piel mal cuidada ¿o estaba tan ebrio que no se dio cuenta? Tenía unas ganas de despertarlo bruscamente y reclamarle todo, pero imaginaba la escena: él disculpándose, yo enfadada, hablar y hablar y hablar… que pesado sería. Y por otro lado pensaba en simplemente terminar con él, pero aun seguiría este sentimiento de humillación por haberme sentido engañada, otra vez en mi mente se escuchaba “venganza” Ese día, le pedí que me dejara descansar y no hicimos nada.
No le contesté los mensajes durante varios días, hasta que él dejo de insistir y me mandó un mensaje diciéndome que estoy rara, no le di mucha importancia… Después de un par de días, volvió a sonar un mensaje en mi celular, no quise ni ver, pero tras varios minutos revisé mi celular y era mi amiga Paulina, chateamos varios minutos, le conté todo y me dijo que debo relajarme y que le pida un tiempo para salir con otras personas, tuvo mucha razón y prometí hacerlo, pero mi mente me decía “si le pides un tiempo y te vas con otro, no te estarías vengando” Entonces continuando la charla le dije que a ver cuando salimos a parrandear para olvidar las penas y ella me dijo: “Claro, se va a dar uno de estos días” pensé que como siempre, cuando los amigos se dicen eso, nunca llega tal día… Pero llegó, más rápido de lo que pensaba…
Habíamos hablado el martes de la semana pasada y el viernes en la noche, mi amiga me volvió a escribir, esta vez para invitarme al cumpleaños de su primo para el sábado. Las charlas con ella siempre eran entretenidas y siempre me sacaba una risa:
- ¿Y es lindo su primo Paulina? – Pregunté
- Si es un ángel
- Ok, entonces voy y me lo presenta
- Jaja no creo que estés a su altura
- ¿Cómo?
- Jaja no, es que me puse un poco celosa
- Ay amiga, no me lo voy a comer jaja, aunque…
- LL Bueno está bien, te lo presentaré, es muy lindo, no te enamores
- ¿En serio? Está bien entonces ahí estaré
Quedamos en vernos a las 6 pm en una plaza “es muy temprano” pensé, pero ella me dijo que estarían desde las 3 pm todos los invitados. Sabiendo que mi venganza estaba en proceso me alisté algo temblorosa, vi los mensajes sin revisar de mi novio, sin entrar al chat…
Me vestí muy sexy, como pidiendo ser notada y deseada, unos leggins ajustados color jeans, una blusa de tela suelta delgada y rosada, de esas que dejan ver todo cuando me agacho con el escote recto que dejaba ver casi la mitad de mis senos que estaban levantados por mi sujetador negro, juntándose, y para caminar tranquila por la calle, me cubrí con un abrigo negro hasta los muslos y tacones negros. Me maquillé más de lo rutinario, normalmente no exagero con eso, pero ahora quería sentirme más deseada, así que utilicé delineadores, me pinté las cejas, las pestañas y los labios de un guindo intenso y me eché algo de polvo para crear rubores. Me miré al espejo, parecía una de esas modelos que salen en las portadas, me sentí orgullosa ¿Qué tan lindo seria su primo? No importa, sabía que se le caería la boca.
Esperé como 20 minutos en el lugar quedado hasta que llego Paulina, ella no se veía nada arreglada, solo llevaba puesta una camiseta deportiva, Jeans y tenis, su cabello tan natural, no como para una fiesta, no le di mas importancia, era mi noche…
- Wow, Jessica, tu si que vienes decidida a conquistar esta noche
- Puede ser, tal vez tu primo tenga suerte, ¿como dices que se llama?
- Jajaja – Soltó una risa casi molesta – Gerardo
- Gerardo, el príncipe de mi cuento
- Jajaja ay amiga, estás desesperada, vamos te presentaré a tu príncipe azul
- Ok, vamos… Le compré un regalito
- Y que es?
- Una botella de licor caro – La había envuelto en un papel de regalo
- Jajajajajaja – Paulina reía mucho, comenzó a enfadarme
Subimos a su auto, en el camino, seguía burlándose de mi, ya cansaba, eso me alentaba mas a mostrarle que su primo caería en mis brazos y pues, claro que sí cayó, yo digo que hasta se enamoró, pero hubo un pequeño inconveniente que Paulina no me había mencionado:
Ya llegando al lugar, me di cuenta que era un espacio al aire libre, escuché bulla, risas, chillidos, ¿Qué es esto? Entramos y Paulina me pidió que esperara en la entrada, vi al fondo algunas personas mayores sentados en una mesa cerca a un ambiente, al otro costado unos niños jugaban en uno de esos globos inflables con resbalines, la decoración era de Batman, ya lo comprendí…
- Te presento a Gerardo – Dijo Paulina, era un niño, de tan solo 9 años, era su piñata
- Hola – Me dijo el niño
- Jessica dice que eres su príncipe azul y que cuando crezcas te vas a casar con ella – Dijo Paulina riéndose. El niño me miró con los ojos grandes, se sonrojó, yo me sentía muy incómoda, no podía negarme para no lastimarlo y tampoco podía seguir el juego, miré a Paulina como pidiendo que parara.
- Dale su regalo – Decía Paulina, otra vez riéndose, esta vez mas fuerte. Claro iba a ser yo la tonta de regalar a un niño una botella de licor y para el colmo Gerardo ya extendía las manos para recibirlo
- Mejor te lo guardo yo – Intervino Paulina – Ve a dar una vuelta con tu novia, muéstrale los juegos – Y nos dejó solos, llevándose la botella.
Todo fue un desastre, el niño no paraba de hablarme, no sé qué cosas y no había nadie que me recate, Paulina se había perdido en los ambientes ya varios minutos y apareció nuevamente con esa sonrisa burlona dirigiéndose al niño.
- Gerardo, préstame a tu novia un rato, luego te la devuelvo para que se besen – Y volvía a reírse.
- Yo creo que debe tener mejores cosas que hacer que estar jugando con niñitos – Intervino una voz gruesa y burlona también y Paulina me presentó como obligada.
- Oh, Jessica te presento a Norman, mi cuñado – No me dejó ni siquiera decir un hola y se apresuró en tomarme la mano.
- Es un gusto Jessica. A qué se debe el honor de su presencia cariño
- Gracias, pues Paulina me invito y…
- Paulina, no sabía que tenías amigas tan lindas
- Jaja gracias, no voy a molestar, solo estaré un rato
- ¿Por qué? No molestas, quédate el tiempo que quieras
- Bueno, es que teng…
- Yo invito una ronda, que te gusta tomar – Miré a Paulina, como extrañada, el tipo era arrogante, me cortaba al hablar, casi me obligaba a estar con él…
- Por el momento nada, gracias
- Iré por un par de bebidas chicas, quédense aquí – Apenas dio la vuelta, Paulina me jaló llevándome a un ambiente cerrado, se podía ver por la ventana la fiesta de los niños y unos payasos armando un escenario para títeres
Norman no era nada atractivo, le calculo unos 45 años, vestía bien, hablaba bien, pero se notaba un claro sobrepeso, la piel gracienta y unos cuantos granos sobre su frente que llegaba hasta la cabeza con el poco pelo que bordeaba la coronilla y para el colmo su mala postura no le ayudaba, tenía como una joroba y el cuello pronunciado hacia adelante, era incomodo tan solo verlo y pero aún con esa actitud tan perturbante, poco a poco y con la confirmación de Paulina me di cuenta que era un idiota. Me contó que maltrataba a su mujer, tenía dinero heredado y con eso se sentía el rey del mundo, sentí lastima por Gerardo, ya que era su padrastro.
Después de la riña que le di a Paulina por haberme humillado de esa manera y para el colmo presentarme con ese idiota, me relajé… Paulina abrió el “regalo” la botella de licor y tomamos hablando de la vida mientras mirábamos a Norman afuera buscándonos con un par de vasos en la mano yendo de ahi para allá. La charla seguía y las risas salían más fuertes desde nuestro escondite, ya no estaba molesta…
- Míra – Le dije desabotonándome los dos primeros botones del abrigo, para mostrarle lo sensualmente vestida que vine – Todo por el príncipe que resulto ser mas bien un enanito
- Jajaja, pero aun tienes las puertas abiertas, le gustas
- Déjame en paz – Nos miramos y nos reímos mas fuerte, el trago hacia efecto…
Se fue oscureciendo y las luces se habían prendido sin darnos cuenta. Entonces Norman pudo vernos por las ventanas, se acercaba… Nos miramos asustadas y salimos corriendo por una puerta paralela que daba a otro ambiente, miramos hacia atrás y Norman nos seguía, salimos al patio para perdernos entre la gente, el susto se convertía en diversión por la adrenalina, Norman no paraba de buscar de un lado a otro mientras nosotras lo esquivábamos. “Suficiente” pensé, no me había vengado, pero al menos me divertí, le pedí a Paulina que me lleve de vuelta a la Plaza que quedaba algo lejos y ella me dijo que espere un rato mientras va a buscar las llaves de su auto, la vi entrarse en uno de los ambientes
Esperé sentada en una silla cerca a la salida, pero Paulina tardaba demasiado, temía que Norman me encuentre sola así que decidí ir a buscarla. Entré por la misma puerta, estaba sola en ese lugar, vi una puerta entreabierta al fondo y de ella salió un chillido como un aullido, me dirigí hacia ella, abrí con cuidado y lo que vi cambió todo, me tomó por sorpresa: Vi a Norman, se masturbaba frente a un calendario con una mujer desnuda, yo no tuve reacción, la imagen me sorprendió tanto porque veía al tipo jorobado forzando la vista hacia arriba con la boca abierta y la expresión como si estuviera asustado, los ojos saltones. En el calendario la mujer posaba con las manos levantadas dejando ver sus senos llevando la cintura hacia un costado, ese contraste de una mujer tan atractiva siendo deseada por un ser tan repugnante me causo cierto morbo, no sé cómo, tal vez por instinto, pero de repente Norman giró la cabeza y me vió, me quede petrificada por unos segundos y salí corriendo buscando a Paulina para que me saque de ahí…
Afuera vi como todos se habían reunido en la mesa quedando el patio despejado, baje la marcha para tratar de pasar desapercibida, pero para salir necesariamente tendría que pasar por ahí, así que volví a entrar a los ambientes pero por otra puerta, esta vez escogí uno sin luz.
Estuve ahí en mi escondite, Paulina no aparecía por ningún lado, me dio por revisar mi celular, ¿como no se me había ocurrido llamarla?, pero antes revisé nuevamente las fotos de mi novio siéndome infiel, esa rabia de verme la cara me inundó nuevamente, acercaba la imagen viendo a la prostituta, no era nada atractiva, ¿por qué lo hizo? Abrí su chat, me había escrito mucho, me preguntaba si podía salir, que quería verme, que me tenía una sorpresa y otras cosas más, decidí escribirle:
- Hola Amor… disculpa, estaba muy ocupada, prometo recompensarte - Terminé de escribir, pero no sentía que estaba siendo sincera, en verdad no quería verlo.
Estuve ahí pensando, recreando la escena tan fuerte que acababa de ver, hasta que sentí una mano por la espalda que me hizo saltar, era Norman, me abrazó por la cintura, no pude reaccionar, rápidamente sentí sus manos y comenzó a manosearme las tetas por sobre la blusa, no me habia dado cuenta que seguia con los dos botens del abrigo desabotonados así que fupe facil para él, las elevaba y las dejaba caer, no tuve reacción, me acordaba de las fotos de mi novio con esa tipa gorda y fea, ¿ahora me tocaba hacerle lo mismo?, con un tipo que no me merecía, que era peor que él, Norman no pensaba parar, la respiración se le agitaba, lo dejé… se masturbaba con una mano y con la otra seguía tocándome las tetas, luego con las dos manos me desabotonó el abrigo como pudo y me lo quitó, metió su mano por debajo de la blusa, las dos manos me manoseaban bruscamente, una las tetas y la otra la entrepierna, jaló con ufera mi sujetador dejando mis tetas descubiertas por debajo de la blusa mientras movía sus caderas empujando mi culo, sentía su pene al medio de mis nalgas, se excito mucho… Entonces subió la otra mano y me apretó las dos tetas moviendose lo más rápido que pudo, como un perro callejero, mientras a mi oído izquierdo se acercaba su boca jadeando como cuando un perro tiene mucha sed…. Me sentía usada, rebajada, pero al mismo tiempo pensaba en mi novio, me estaba vengando…
Norman no paraba, me jalo los dos pezones bruscamente y di un aullido – Auuuuuu – Sacó su mano rápidamente para taparme la boca, entonces me di la vuelta, aun con la poca luz que habia pude notar su horrible aspecto pero eso me excitaba sabiendo que mi novio no tenía el control, que alguien más estaba tomando lo que creía ser suyo, me acordé de las veces que hicimos el amor y como le encantaba besarme los senos, haciéndolos solo suyos, esta vez, eran de Norman…
Me levanté la blusa dejando caer mis senos en frente de él, se tomó su tiempo para inspeccionarlos con la poca luz que llegaba y luego los asaltó tan rápido que no pude evitar gemir, lamia mis pezones de arriba abajo tan rápido, tan desesperado, intercalando mis senos, luego con fuerza los chupaba como tratando de sacar moretones, me acordé de la mujer en el calendario con el que se masturbaba, así que hice la misma pose levantando las manos y llevando la cintura a un costado, eso me excito tanto que los gemido me salían por si solos – ahhhh –ahhh –uuuuuyyyyy – ahhh
Nunca me di cuenta que solo con mis senos podría tener un orgasmo tan rico, sin ser penetrada, ni siquiera tocarme abajo, esa lengua áspera y el sentirme usada por un tipo que además de feo era un idiota me calentaba tanto, sabía que me arrepentiría luego pero ya había comenzado y necesitaba terminar, entonces mi celular comenzó a sonar... estaba dentro del bolsillo de mi abrigo tirado en el piso, ya no le tomé importancia, tuve otro orgasmo mientras Norman tomaba mis tetas entre sus manos levantándolas lo más que pudo y frotando ligeramente mis pezones con sus pulgares, undiendolos… Luego me soltó e hizo una pausa para trancar la puerta con una silla, volvió hacia mí, en ese momento tomé conciencia de hasta donde podría llegar todo esto, no podía dejar que me penetre… Mi celular seguía sonando, vi la llamada era mi novio, contesté…
- Hola
- Amor, ¿dónde estás? Te busqué como loco, estoy en la puerta de tu departamento
- Estoy en otro lugar voy a tardar – Norman ya había llegado hacia mí y quiso tocarme nuevamente, lo esquivé
- Pero cuanto tardarás, quiero verla, la necesito Jessica
- ¿Y para que quiere verme?
- ¿Cómo para qué? ¿Quiero besarla, abrazarla, que me acaricies mamacita, te deseo ahora mismo – Norman ya me había arrinconado en una esquina
- Por qué no te contratas una prostituta – Hubo un silencio incomodo
- ¿Qué dices amor? ¿amor? – Ya no le respondí, pero continuaba la llamada
Algo que nunca me atreví hacer era dar sexo oral, simplemente me parecía denigrante, Norman ya intentaba quitarme los leggins, era algo fuerte, el momento, la excitación y el miedo a ser penetrada por un hombre tan desagradable y el deseo de venganza me obligo a actuar, puse el alta voz y me arrodillé frente a Norman…
- Acá estoy amor – Respondí a mi novio, mientras le quitaba el cinturón a Norman
- Que bien mamacita, ¿dónde estás?, ¿a qué hora vendrás?
- Tengo que hacer algo y luego voy – Le bajaba el cierre de los pantalones
- Que cosa es más importante que yo, no me deje así Jessica, que le pasa pues
- Estoy acá con un pendiente, una comida
- Que comida ni que comida, usted se está burlando de mí – Ya se le notaba el enojo
- Una amiga me invitó y ahora estoy por comer algo y luego voy para darle un beso ¿oyó? – Le bajé los interiores a Norman, el olor era asqueroso, me arrepentí y me quise levantar, pero Norman me detuvo…
- Usted está juagando, con quien está Jessica, ¿me está engañando? – Eso me enfureció, mientras Norman me empujaba la cabeza para que me metiera su miembro a la boca, yo giré la cabeza y sentí esa cosa asquerosa en mi cachete derecho.
- Ya sé que se fue con sus putas, ¿qué cree que soy estúpida?, vos me engañaste – Le decía mientras aguantaba el olor
- ¿Qué putas mi amor, de que me está hablando?
- Ahora yo le haré lo mismo – Y sin más preámbulos, me metí a la boca el pene de Norman, quien dio un quejido fuerte y ronco, mientras se lo chupaba acerque el celular para que mi novio oyera el sonido
- Jessica, ¿qué es eso? ¿Con quién está? Contésteme – Los quejidos de Norman aumentaban - Jessica, ¿con quien está mal parida? – Sin sacar el pene de Norman de mi boca le respondí
- ya je ije je ejtoy en una coida
- Jessicaaaa, ¿qué está haciendo? – Saque el pene de Norman chupándolo con fuerza y sacando un sonido
- Se la estoy chupando a un viejo para vengarme de usted – No me creyó
- Jaja ya deje de jugar Jessica, ya pues, en serio, quiero verla ahora mismo, ese culito, esa boquita, esos teticas me pertencen, usted nunca se iria con otro por que es solo mia - Eso me enfureció, nuevamente se sentia mi dueño, como si fuera una cosa...
Colgué la llamada y volvía a mi labor mientras de reojo le mandé la fotos de su infidelidad, paso un rato y volvió a llamar, no le contesté. Mientras Norman gozaba de lo lindo, se notaba que ya iba acabar, las llamadas seguían, entonces contesté y cambié a videollamada, me enfoqué bien para que vea
- Jessica, perdóneme pues, yo no me acuerd…. Jessica..!! ¿que está haciendo?
Con la mano izquierda me enfoqué mejor como sacándome una selfie, me saqué el pene de la boca y con la derecha comencé a masturbar a Norman muy rápido
- Esta es mi venganza entendió, a mi no me va a ver la cara, estas tetas no son suyas, terminamos!! – Vi la cara de mi novio, ahora exnovio, le salían las lagrimas aun diciendo mi nombre temblando, mientras Norman aumentaba sus jadeos, yo continuaba – Yo voy a cogerme a quien quiera a partir de ahora, váyase con sus putas, no me interesa que….. – De repente salió el disparo, directo a mi cara, cerré los ojos y sentí como me llenaba de semen el cabello, el cachete, parte de mi boca que la cerraba por el asco, rápidamente puse mi brazo derecho por debajo de mis tetas para levantarlas para que el semen de Norman los llenara, al mismo tiempo mostrando toda la escena a mi exnovio, comencé a reír mucho, Norman no paraba, era increíble, seguía disparando, llevé la punta de su miembro haciendole dar un toru al rededor de mis senos hasta que paró, por fin... Norman quedó agotadisimo, mirando hacia arriba y cerrando los ojos, me enfoqué mejor con el celular mostrando a mi exnovio lo empapada que estaba mientras me insultaba y luego le cogué. En ese momento reaccioné, me limpié con mi abrigo y me vestí como pude, disimuladamente recogí mis cosas, me arregle como pude y mientras Norman quedaba sentado en la silla, destranque la puerta y salí corriendo ya sin importarme nada, pasé en medio de todos sin mirar, no vi a Paulina, solo sali de ese lugar...
Pero la historia no termina ahí, después de vivir esa adrenalina, sentía la necesidad de repetirlo, así que el amigo que me envió las fotos se salió con la suya. Comenzamos a salir y ahora es mi nuevo novio, no es nada especial, ya desde el primer día intento llevarme a la cama, no se lo permití. Pero ahora busco una excusa para serle infiel, quisiera que él lo haga primero para disfrutar la venganza nuevamente, pero hasta ahora nada… Lo que empecé hacer es serle infiel un poco, me mentí a chats en línea de esos donde se mandan fotos y he creado un correo electrónico exclusivo para eso.... y por un momento me siento la mala cuando mando mis fotos pensando que no soy de nadie, sino de quien me de la gana.
Me gustaría compartir experiencias, si desean contarme algo, escríbanme: jessica.rodriguezc25@gmail.com