Mi venganza 3

Continuan mis aventuras luego de la traicion de mi esposo

Hola que tal, agradezco todos los comentarios que me han enviado y los que están en la excelente página de “todo relatos” también se los agradezco.

Para aquellos que me lo solicitaron les describo mi persona, como dije soy morena mido 1.60, senos medianos de aureola color canela y pezones apenas notorios en reposo, pero al excitarme se levantan como un par de uvas pasas y duros como piedra, piernas rellenitas y trasero pequeño pero redondito, redondito, no soy una belleza soy de facciones normales y por ser morena mi pelo es negro así como mi vello pubico, que ya no existe por cierto, por obvias razones.

Entrando en materia dejen les platico, días después de lo del zapatero no lleve a cabo nada y de hecho solo salía a tender ropa cuando estaba mi esposo ya que mi vecino se mantenía a la expectativa de cuando le iba a pedir otro favor para hacer conmigo lo que quisiera, como les platique mi vestimenta cambio y ya era mas ligera en todo momento, lo cual era molesto para mi esposo ya que al venir sus amigos a tomar o ver el fútbol yo no me cambiaba, así como andaba los recibía y les dejaba verme sin taparme si una teta se asomaba a medias por el costado de mis playeras o si se me veían las nalgas debido a las mallas, ni modo el se lo busco.

En una de esas visitas uno de ellos llevo a un sobrino, de unos 17 años, algo gordito y sin mucha gracia, excepto esa mirada de pervertido que nunca retiro de mi cuerpo aun y cuando su tío, mi esposo y los otros amigos le dijeron que debía ser mas respetuoso, esto lo supe cuando al ver que me retiraba y el no me quitaba la vista del culo su tío le dio un manotazo en la cabeza, al oírlo me detuve y alcancé a escuchar lo que les digo.

Total que  la mirada de pervertido me prendió y en la primera oportunidad que hubo le di gusto, al ser nuestra casa pequeña, la sala, el comedor y el baño están casi contiguos, así que me senté y crucé las piernas (en esa ocasión vestía una mini-falda de mezclilla y una blusa con un generoso escote, por supuesto sin ropa interior), me senté de tal manera que al salir o entrar del baño cualquiera me pudiera ver, sin que los que estaban en la sala lo hicieran, el gordito no perdió oportunidad y al entrar al baño no vio nada, pero al salir se quedo quieto, yo había separado las piernas y tenia la vista completa de mi sexo, mientras que yo “leía una revista”, en ese momento baje la revista y sin verlo me agache para rascarme un pie así que con toda la calma del mundo me vio las tetas, solo el grito de su tío lo despertó de su visión, al decir ya saliste que quiero entrar, me acomode pero pensé si el sobrino es pervertido, no dudo que el tío también, y se repitió el numerito, ahora fue el sobrino quien despertó al tío con las mismas palabras y agregando, creo que algo me cayo mal ; ).

Yo creo que se pasaron más tiempo entrando y saliendo del baño que viendo el dichoso partido a esas alturas ya tena la falda mojada con mis jugos por toda esa exhibición, total que me dije, que puedo perder y le comente a mi esposo si me ayudaba a poner una cortina en la recamara, a lo cual me dijo que no lo molestara mientras veía el partido, “molesta” me dirigí a las escaleras y tanto tío como sobrino casi al mismo tiempo dijeron si gusta le ayudo con la cortina, pero mi esposo le dijo al muchacho tu no cabron eres muy mandado, ve tu Miguel ya ves como es tu sobrino.

Tan pronto entro a la recamara, me abrazo y me aprisiono contra la pared, parecía tener mil manos, en segundos mi falda estaba enrollada en mi cintura y mi blusa sobre mis tetas, me estrujaba las nalgas, las tetas, las piernas, no hubo un centímetro de mi cuerpo sin acariciar en cosa de segundos, fue todo tan rápido que de repente me sentí alzada y pegada contra la pared, siendo penetrada por este hombre que me provoco un orgasmo tan fuerte que mis jugos mojaron mis muslos, me mordí una mano para que no ser escuchada gimiendo, de pronto empezó a decirme al oído, mamacita que buena estas si he sabido que eras tan fácil, ya te hubiera cogido hasta por el culo, obviamente le respondí “y que esperas”, no bien me había dado la vuelta y ya me estaba inclinando cuando oímos que alguien subía y a la vez que decían, aun no puedes con una mendiga cortina cabron, era mi esposo, fueron los segundos mas largos de mi vida, pero al entrar al cuarto el estaba sobre la escalera y yo en lado opuesto, discúlpame cariño es que aun no me decido como debe quedar.

Y para infortunio del amigo de mi esposo le dijo, oye cabron vamos por mas cerveza, llévanos, él intento zafarse diciendo: vallan uds, a lo cual le recordó mi esposo no te hagas te toca pagar y ahí si aceptan tarjeta, órale vamonos, yo no me podía aguantar las ganas de reírme de la situación, ya que el por mas que quiso no se le bajaba, para no ser tan mala, le dije a mi esposo vamos abajo para darte una botellas y me trigas unos refrescos.

Se tardo unos minutos en bajar y cuando por fin lo hizo, venia sudando, tan pronto se fueron todos subí a mi recamara a masturbarme, ya que aunque tuve un orgasmo delicioso aun estaba caliente, solo baje por mi refresco y regrese a mi recamara, no sin antes oír a Miguel preguntar, disculpe sra. Ya no ocupa ayuda con su cortina, le respondí: no gracias ya lo hice sola ; )

Al día siguiente como a las 11 estaba haciendo limpieza cuando tocaron a la puerta, mire quien era y vi al sobrino del amigo de mi esposo, Santiago se llama el muchacho, solo de imaginar con que intenciones llego se me mojo la entrepierna, esa mañana vestía mis mallas negras casi transparentes y blusa ombliguera sin mangas, como me había habituado a hacerlo desde la traición de mi marido.

Lo deje pasar dándole un beso por saludo y el empezó a tartamudear, queriendo explicar su presencia en mi casa, nada tonto al fin agrego: me parece que se me olvido mi gorra, no la ha visto ud? La verdad no, pero pasa para buscarla, apenas entro y se acostumbraron sus ojos al cambio de luz la mirada pervertida que me había encantado de el se hizo presente, sin pena alguna trataba de ver los mas que podía de mis tetas y mi trasero, no le importaba en realidad el disimular lo que deseaba y ya que el día anterior prácticamente me había visto todo, pues que mas daba y obviamente le di gusto me agache delante de el para buscar la dichosa gorra entre los sillones y que me viera a gusto el culo a través de las mallas o las tetas según se moviera, el  calor provoco que sudara la playera y se transparentaran mis pezones, cuando me incorpore no disimulo nada, su mirada se clavo en mis tetas casi como manos que me acariciaban, baje la mirada y su pantalón reflejaba una erección de buen tamaño, le dije eso es por mi?, se puso rojo como tomate y su mirada pervertida cambio por una de vergüenza, se tapo con las manos y se salio de la casa, desde la puerta le dije mañana regresas por tu gorra.

Lo último que pensé es que no se atreviera y ni modo me quede con una calentura enorme, así que lo mas sano fue el darme un baño para calmarme un poco no sin antes masturbarme, metiendo un par de dedos en mi panochita y otro par en el culito, pero en ese momento escuche la puerta, me asome para ver quien me interrumpía en mi rato de desahogo y para mi sorpresa era Miguel que con toda seguridad venia a terminar lo del día anterior, baje desnuda y le abrí escondiéndome tras la puerta, al verme así me dijo “me estabas esperando mamacita?” y como el día anterior sentí mas manos de las que se veían, me arrojo al sillón y separando mis piernas todo lo que pudo me dio una buena mamada de panocha y culito dejándome temblando cuando se puso de pie para desvestirse, ya de frente a mi pude ver su verga muy parecida  a la de mi esposo nada considerable como la de su sobrino, me la puso en la cara al tiempo que decía “te toca”, y le di una buena mamada hasta que sentí como me llenaba la boca y garganta de semen, me paso por la mente las experiencias con mi esposo y me quede con la idea de que eso seria todo, pero no fue así, ya que no se le bajo para nada, me tomo de la mano y me cargo penetrándome de pie  contra la puerta de entrada, me trataba de besar en la boca pero un sentimiento de culpa no me dejaba, y mejor se dedico a morderme el cuello y los pezones, de pronto sus embates se hicieron mas violentos y se empezó a venir en mi, solo acerté a gemir un “noo”, pero ya era tarde sentí los chorros de semen entrar en mi y mejor lo goce, ya después me preocuparía.

Me soltó y me fui al baño a limpiarme, tratando tontamente de sacar todo el semen de mi panochita, pero al estar así de espaldas a el, lo sentí tomarme por detrás e inclinándome me dijo al oído “me falto un agujerito por probar” y sentí su verga en la entrada del culo, me relaje, separe las piernas y le dije “tómalo”, me estuvo culeando un buen rato, hasta que se vino de manera abundante, nos mantuvimos en esa posición hasta que se le bajo la erección y se salio de mi culo resbalando poco a poco, y dejando que su semen escurriera por mis muslos, que sensación tan sabrosa, me levante y lo abrace y por primera vez bese a un hombre que no era mi esposo, restregué mi cuerpo al suyo en señal de agradecimiento por el placer recibido y le dije al oído “es mejor que te vayas, no tarda en llegar mi esposo”, sin dudarlo se vistió y se fue, no sin antes darme una buena manoseada y advirtiendo que volvería pronto y mas seguido..

Gracias por sus comentarios y correos, a todo aquellos que me han pedido una foto les pido paciencia, tan pronto me sea posible, la incluiré en un relato futuro…