Mi vendedora regalona (2)

El postre que nunca pense tener me lo dieron en el baño de mi tienda.

Mi vendedora regalona II

Habían pasado un par de semanas desde nuestro primer encuentro y Patricia tenia un brillo distinto en sus ojos se le veía mas alegre, como siempre nos juntábamos después del trabajo y recorrimos las viejas calles de nuestra ciudad.

Un fin de semana en que a ambos nos correspondía trabajar la vi muy coqueta mas de lo habitual nos saludamos en el pasillo y me pidió que le llamara a su anexo.

Desde mi oficina le llame y me pidió que le hablara como a ella le gustaba, queria excitarse me dijo que toda la noche había pensado en mi y eso la llevaba y escuchar lo que ya le podría hacer en el trabajo.

Le pedí que subiera a la gerencia ya que los domingos no hay nadie y podríamos estar solos, subi enseguida y no falto mas que vernos cuando ya nos estabamos besando y tocando por todos lados.

Patricia era devota del pene no era mas que nos encontráramos solos para que ella acariciara mi miembro y se calentara de manera especial, sus pequeños senos rápidamente se paraban y me pedía que se los chupara.

Un ruido en la sala de fotocopiado nos hizo saltar, pensamos que nos pillarían así que rápidamente nos separamos y por separado salimos del lugar.

Media hora después le volví a llamar y le dije que la esperaba en el baño de la gerencia solo yo tenía acceso a él, no demoro mucho nuevamente estabamos solos pero esta vez nadie nos molestaría y ella lo salía y me lo demostró con un gran beso que entrelazan nuestras lenguas provocando una calentura de precedentes.

Como era ya costumbre no tardo en acariciarme el pene pero esta vez no aguanto mas lo saco de mi cremallera y me comenzó a dar una chupada que me cortaba la respiración era una diosa, toda una leona sabia hacerlo. Me dejo sin aliento y no pude soportar mas y derrame toda mi leche en su boca la cual no perdió nada ella y se la trago toda, me miro limpio muy bien mi pene con sus labios se paro, me dio un beso y volvió como si nada a su puesto de trabajo. Mientras tanto, yo recobraba el aliento y me guardada mi pene muy bien limpiado en su lugar.

Fue algo espectacular, ella me llamo y me dijo que el postre le había encantado pero que se lo repetiría mas tarde poco antes de irse a casa,cosa que ocurrió pero esta vez fui yo quien toma la iniciativa y me folle de espalda en el baño afirmado de sus tetas que se habían endurecido de manera extraordinaria.esta vez no pudo evitar que su culito no permitiera la entrada mi caliente miembro, le moje con saliva la entrada y de un puro empujón la penetre provocando que su cuerpo se erizara de manera fenomenal, un grito se le escapo de dicho momento pense que de dolor pero era el placer que sentía que le hacia pronunciar entre cortado pedir mas.

Con una cara de caliente salió del baño y se fue de la tienda una de sus colegas le pregunto que pasaba y solo le dijo que al parecer le había subido la presión y que estaba sofocada.

Me llamo de su casa y me agradeció la jornada y me dijo que la próxima ella invitaba el almuerzo.