Mi vecino viejito y yo(32)

Mi vecino viejito y yo

Hola amigos, soy Lucia y hace bastante tiempo he estado contando mis “aventuras” amorosas. Como saben, los que han leído mis relatos, me gusta mucho el sexo y me encanta que me hagan gozar y ser dominada. Siento que siendo así, disfruto más. Tampoco tengo muchas más anécdotas que escribirles, siendo alguna esporádica, de “ocasión”. Cuando tengo mi conchita mojada y no tengo a nadie me consuelo sola con mi “amigo”. Pero esta vez les contaré, cuando fui a visitar a una amiga, Rosa y su esposo  Dardo.  Hacía mucho tiempo que no nos hablábamos ni sabíamos la una de la otra, por tal motivo ese día de mañana la llame por teléfono y le anuncie mi visita para la tarde a primera hora. Pude notar que su voz se alegró al escucharme y prometimos “ponernos al día” en los chimentos. A las 15 y poquito el bus me dejo cerca de su casa, y hasta allí camine.  Tiempo caluroso me “obligaba” a ir vestida para ello, tenía encima  una mini no exageradamente corta, bien normal, un buzo manga corta, mis interiores conjunto normal de hilo, y sandalias, creo que estaba bien, y no preparada para lo que vendría. El saludo fue normal y algo efusivo, con fuerte abrazo duradero más tiempo de lo clásico para esta ocasión, pero lo dejé pasar, no quise pensar en nada malo, pues mi conchita se mojaría y no quería. Llegamos al living, nos sentamos y comenzamos a charlar y recordar cosas de nuestro pasado. No dejábamos de hablar ni un solo segundo, hasta que me doy cuenta que no está su esposo, también compañero del secundario, y le pregunté por su vida, a lo que me contesto que estaba en cama con una fuerte contractura a nivel de  columna. De inmediato interrogué a mi amiga si le hacían masajes y contesto que recién a los dos días la sociedad le mandaría un profesional :-“Si quieren puedo ayudar en algo, tengo el curso hecho de masajes-“

Y de inmediato acepto, sin preguntarle a Dardo, me llevó al dormitorio y el pobre flaco estaba tirado en la cama, mirando el techo solo con una sábana tapando su virilidad.

Después de los saludos de rigor, tuve que agacharme para darle un beso quedando mi amiga detrás y poder ver mi encanto tapado solo con un hilo.

:-“ Bien Dardito, colita para arriba y comencemos, necesito solo una crema para untar la espalda”- dije y de inmediato mi amiga me alcanzo una.  Me arrodille en la cama para estar más cómoda y cumplir bien mi trabajo y despacio inicié  el tratamiento.  Luego de un rato de algunos quejidos de dolor y otros de beneplácito le dije que se diera vuelta y contestó que  quizás debiéramos dejar el frente para después.

:-“ ja ja ja se le paró !!”- dijo Rosa

:-“ valiente, por tan poco?”- acote

:-“ bueno que no soy de hierro, además hace días que estoy con este dolor”- dijo Dardo, como queriendo disculparse por no tener sexo y estar ahora excitado.

:-“ Pero si Lucia ya sabe lo que te puede pasar, ayúdame a darlo vuelta”- dijo Rosa tratando de llevar la acción al hecho, al hacerlo y con su ayuda queda mirando al techo, pero le queda una carpa importante evidenciando su estado de excitación.

:-“ vaya vaya, que tenemos acá? Me parece que hay alguien parado ja ja ja”-exclamé como no dando importancia al asunto.

:-“ perdón es algo inevitable- dijo y acoto- hace días que no pasa nada con Rosa”- diciendo ella:-“no te preocupes negrito, que luego quedaras bien sequito” - y festejamos todos la ocurrencia de mi amiga.

:-“ por mí no esperes a luego, pobre Dardo”- acote ya con mi conchita con mucho líquido preseminal. Y ante mi sorpresa, allí mismo Rosa saca la sabana dejando al descubierto un precioso pene largo y fino con muchas venas surcándolo, lo toma con una mano y muy despacio comienza a besar la punta y con suavidad lo introduce todo dentro de su boca, jugando un rato con él metido. Su marido lanza un profundo suspiro, mis manos están a la altura de su cuello y despacio comienzo a bajarlas hasta encontrar sus tetillas que de inmediato quedan como dos botones, juego con ellas un buen rato y no me aguanto, bajo despacio y comienzo a besarlas e introducirlas en mi boca.  El macho estaba bien servido, cuando miro Rosa tenía todo el pene en su boca pegando sus labios el vello púbico de su marido, comenzando a ladear la cabeza de un lado a otro, jugando con tan sabrosa pija. :-“ Probalo amiga”- me dijo y sin esperar un segundo incline mi cabeza hacia la pija y me la engullí toda en mi boca, jugando con mi lengua, la sacaba y volvía a meter, haciendo contraer de placer a Dardo, mientras tanto Rosa se pone detrás mío y me saca el hilo abre mis nalgas y comienza a meter dedo  y lamer mi culo. Sensación que me puso a mil, separe más mis rodillas para ofrecerle todo y que dispusiera como más le guste de todo lo que tengo. Metió su pulgar en mi concha que entro con mucha facilidad, por lo mojado que estaba, y apoyo el mismo contra el techo que ahora oficiaba de piso y busco mi punto G, logrando encontrarlo de inmediato, no puedo describir lo se siente al ser aprisionada esa zona, solo trataba de meter más la pija en mi boca cosa imposible pues solo tiene un largo, pero entro toda. No aguanto mucho el macho, y teniendo todo su pene en mi boca, largo un chorro de leche que casi me ahoga por lo profundo que estaba, pero logre controlar la situación y succione fuerte y largo sacando y tragando hasta la última gota sin desparramar nada afuera, cuando salió de mi boca estaba flácida, ya mi amiga estaba en bolas y viendo que ya no tenía nada que hacer me para, me besa en la boca y me ayuda a desvestirme, estando las dos sin ropa me empuja a la cama y pone su concha depilada en mi boca haciendo un hermoso 69 acabando las dos al unísono no dejando escapar nada de nuestras conchitas.

Una vez acabadas ambas, se da vuelta y se pone encima de mí dándome piquitos en mis labios, sin dejar de rozar mis pezones, diciendo que les gustan pues son redonditos y tengo tetitas chicas. Su marido le dice que soy muy buena mamona y que le gustó mucho. Solo sonreía, gustándome sus comentarios. Por  la abstinencia sexual a la que estaba sometido, no duro mucho la flacidez de su pene, quedando pronto para dar guerra, se levantó y lo apunto a la conchita de mi amiga que estaba en mi boca y por ende el pene tenía que rozarme, y así un poco lo metía y otro poco lo mamaba yo, estuvimos un buen rato. Cuando estaba a punto de acabar, salió  de esa posición y se acostó quedando el hermoso pene parado como una columna, y sin pedir permiso, me senté sobre el entrando de primera para mi satisfacción, comenzando a hacer círculos con mi cadera y sacarlo para volver a meterlo, aquello me daba mucho morbo, mientras mi amiga serruchaba con su lengua mi vagina, presionando con sus labios mi parado clítoris. En un momento Dardo saco su pene de mi cola y me dijo que me pusiera en la posición de perrito, con Rosa nos pusimos a deleitarnos con nuestras lenguas en cada concha y así quedaba mi ojete descubierto, cosa que el marido de mi amiga, apunto con su verga y de un solo tirón la enterró sin saña, produciendo mucho gozo en mí, y así comenzó a meterlo y sacarlo con mucha fuerza hasta que se acabó dentro de mí, dando la última gota a su amada, ella luego de dejar mi concha subió un poco a mi culo y  recibió toda la leche dejada por Dardo dentro mío. Hasta que nuevamente  nos tocó a nosotras acabar, fue delicioso.

Una vez los tres acostados en la cama, al macho se le ocurrió orinar y  nos invitó a pasar al baño, cosa que hicimos con gusto. Nos puso de rodillas en  la bañera y ahí nos regó con su orín, luego de risas y gozo, puse a ellos acostados juntos y me pare sobre ellos, abriendo bien mis piernas y así los moje todo con mi pichi. Luego para no ser menos Rosa hizo lo mismo, mientras Dardo y yo nos dábamos un rico beso con lengua y orina de mi amiga. Así pase una preciosa tarde junto a mis amigos, que por supuesto volveré a visitarlos pronto.

Gracias a todos los amigos que me han escrito, contesto a todos y si tienen alguna pregunta no duden en hacerlas, no siendo tonterías de donde soy o esas bobadas. Besos.

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