Mi vecino viejito y yo(30)
Una amiga de mi niñez vino a visitarme, encontrando el ella que era tan degenerada como yo.
Mi vecino viejito y yo (30)
Hola de nuevo amigos, soy Lucia, se acuerdan de mí? Creo que sí, les he contado muchas de mis aventuras sexuales, y hoy continuo con la que tuvimos mi amiga Natalia con mi vecino viejito. Luego de pasar una noche tremenda de sexo con mi amiga de la infancia, creo que caminamos con las piernas abiertas por la tanta lengua que nos metimos y saliva. Teníamos la conchita con un poco de comezón por el sexo de la noche anterior. Pero así y todo nos mantuvimos en línea, y no se notó nada, pues queríamos estar bien con la tenida que tendríamos esa tarde con don Berker, mi vecino viejito.
Ya en la mañana cuando salimos hacer mandados nos vio, y parecía una hormiguita saliendo y entrando a su casa, muy apurada y nerviosa, pues sabía que en la tarde tendría a su disposición dos minas jóvenes. Tampoco nosotras estábamos muy tranquila que se diga, pues contábamos que dentro de unas horas tendríamos otra sesión de buen sexo, y esta vez con un pene de verdad.
Cuando luego del almuerzo dijimos de salir a dar una vuelta, salimos pero dimos la vuelta a la manzana y como distraídas entramos a la casa de mi viejito sin dientes, ya ella estaba sentada en un sofá, y de inmediato le hice la presentación del caso, una amiga de mi niñez, el viejito que me da felicidad, le dije a mi amiga, y acoto:-“ si la putita del barrio ”- “- Exacto ”- dije y Natalia llevó su mano debajo de la pollera que tenía don Berker y toco su pene .:-“ linda verga tiene ”- y lo abrazamos. La desvestimos y entre ambas nos turnamos para chuparle su miembro parado al máximo a estas horas, solo se escuchaba cuando el pene se escapaba de nuestras bocas o los quejidos del viejito. Así las tres nos fuimos a la cama, ya desnudas, comenzamos con un precioso lamer de pepas entre mi amiga y yo, mientras mi viejito nos besaba el culo y chupaba, pues era lo único que tenía a mano, hasta que estando Natalia arriba, abrió sus nalgas le puso la cabeza de la pija en el agujero de su culo y la enterró con fuerza, un :-“ aaaaahhh cuidado viejo de mierda, coge despacio puto ”- le salió de la boca de mi amiga, previa mordida a mi conchita que no esperaba esto. Pero poco le importo a mi viejito que siguió machacando fuerte el ojete de Natalia, teniendo que acostumbrase al dolor y dar paso al gozo, cosa que no se hizo esperar. Estuvimos un buen rato meta lengua, hasta que mi viejito le llenó la cola de leche a Natalia .-“ aaaaggggg acabo putaaaaa ”- solo atinó a decir don Berker y se fue en leche. Saco su pija del culo de mi amiga y se fue a lavar, volviendo de mini, y un lindo bikini. Estaba linda, con sus piernas finas, mi amiga salió de la postura en la cual estábamos y fue hacia ella, lamiendo sus tetitas , haciendo que su pene despertara, seguramente había tomado la pastilla, y bien que lo hubiera hecho. :-“ hhuu que bien lo hace tu amiga Lucia, me gusta como chupa mis pezones ”- decía, y continué yo haciendo ese trabajo , preparándolo para lo que se le venía. Natalia se puse la “amiga” que por supuesto teníamos en el bolso, vino por detrás de “ella” y la tanteó por encima de la ropa, se sorprendió, pero continuo sacando su colita para afuera y refregándola. Mientras yo chupaba alternativamente su pene y tetillas ella le besaba la oreja y sacaba la ropa, ayudado por mi vecino putito. Como estábamos desnudos, le paso cremita en abundancia por su culito y la cabeza del pene postizo, y asi le calzo sus rodillas en la cama levantando sus cachetes al aire y mostrando su agujerito fruncido marrón, llenos de lubricante, Natalia poso el pene en el culito de don Berker y lo enterró hasta la mitad :-“ Aggggg nooo, ayyy que doloooorr no lo metas más, esperá ”- decía tratando de salir de la incómoda posición pero ya estaban echado los dados, tanto mi amiga como yo, lo teníamos bien calzado y ella empujo la otra parte para adentro, y se sintió algo parecido a una sopapa cuando empuja algún desecho al agujero. Y otro quejido y otro lamento, y lágrimas en los ojos de mi viejito sin dientes que estaba sintiendo como mi amiga le continuaba abriendo el culo. Un buen rato estuvo abriendo y ambas sentíamos los lamentos de don Berker, pero tampoco vimos que sacara su colita del sacrificio que estaba sintiendo. Aproveche para chuparle su miembro que estaba flácido, pero como siempre gustoso, mi amiga empujaba a gusto y yo le succionaba con frenesí el pene, hasta que no pudo más y me descargó buena medida de lechita, Salí de la posición en la cual estaba y con Natalia nos dimos un hermoso beso con lengua y le pase el líquido que había sacado de mi vecino. Saco mi amiga el pedazo del culito de la putita y ahí nos despachamos a gusto ambas mujeres, con profundo lengüetazo en nuestras pepas, hasta saciarnos y mojarnos toda nuestra cara con lefa.
Una vez respuestas, nos aseamos bien, no dejamos rastro de nada raro, solo en nuestros estómago lechita fresca, dejamos nuestra “putita” tendida en la cama y nos fuimos- Como no podía ser de otra manera felices por la aventura que habíamos tenido y sabiendo que cuando estuviéramos juntas nuevamente sería de alquilar balcones.
Aprovechamos como no podía ser de otra manera esa noche para dormir juntas y seguir explorando nuestro cuerpo al máximo.
Y esa es otra de mis aventuras amorosa, esta vez con Natalia una amiga de la infancia que hacia muchos años no veía.
Gracias por leer, y gracias como siempre a todos aquellos, que me escriben, comentando los relatos, a todos contesto, besos y mi correo es
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