Mi vecino viejito
Después de pasar una veda larga mi cosita me pedía sentir algo adentro y mi vecino cumplió su deseo.
Mi vecino viejito y yo
Hola amigos, de nuevo por acá, soy Lucia y les traigo otra de mis andanzas. Esta sucedió con mi vecino, como había hecho un párate en mis andanzas, andaba con mi cosita bastante mojadita a diario, no podía escaparme de algún dedito, o el “amigo” en la soledad de mi habitación. Pensé que había dejado a mi viejito algo olvidado, por lo tanto, cuando tuve oportunidad fui a su casa, con alguna madera para evitar cualquier mal entendido con los otros vecinos. Con mi pollera por encima de las rodillas, una blusa larga y por supuesto sin ropa interior. Cuando me vio adentro de su morada, se sorprendió y se abalanzo hacia mí, busco mi boca y por supuesto que la encontró, con la lengua preparada, ahí jugamos bastante no dejando el de tocarme por todo el cuerpo, me tomo por mis dos glúteos y los abrió tanto que me dolían, y con un dedo libre trato de metérmelo en la colita, lo ayude y pudo, aunque no todo sino la puntita, pero para mí alcanzo para que me mojara más, pudiendo sentir mis piernas por dentro mojadas. Solo salían de mi boca gemidos de sentirme bien puta, preparada para que mi macho disfrutara de mí y yo de él.
Como pude desabroche su pantalón y cayó al suelo, quedando en calzoncillos y su miembro parado por fuera de la bragueta, me arrodille ante él y me lo metí entero en mi boca, tocando su punta mi garganta, lo cual me hizo algunas arcadas, pero no lo saque, sino que lo exprimí con fuerza, sacando u quejido de dolor casi de su boca, mientras completaba mi faena, me desnude sin problemas, el solo se sacó la camiseta y estaba como yo en bolas. Me agarro de los pelos, como desesperado, respirando ruidosamente y me llevo casi a rastras hasta su cama, me tiro en ella dejando mi culito al aire, no contento con esto, puso las rodillas al costado de mis nalgas abriendo estas y me lleno de babas, se escupió la mano y se la paso por su verga arrimando esta a mi posillito marrón jugado unos segundos hasta que de un solo empujón me la metió entera, esperaba esto pero no dejo de dolerme, haciéndome soltar un grito de dolor, levante mi colita para que pudiera coger a gusto, y ahí comenzó el mete y saca furioso, mis quejidos creo que se escuchan dese la calle, pero no cejaba su pija furiosa entraba casi que desgarrando las paredes de mi intestino, hasta que el suplicio ceso cuando sentí que su pene se ensanchaba y quedaba más caliente, llenando mi culito de su rica leche, quedo encima mía y poco a poco fue saliendo con mucho ardor, pero no me importaba pues él había sido feliz. Me tocaba a mi gozar, después de un ratito de mimos y besos, comenzó una masturbación suave y lenta, primero rozando mi clítoris y luego hundiendo uno más tarde dos dedos en mi conchita, su boca desdentada chupaba mis tetitas haciendo que subiera al cielo, no dejaba de tener su pene en la mano consiguiendo que se parara, cuando vio que mi respiración era con una falta de oxígeno total puso mis piernas en sus hombros y embistió con todo, tratando de que saliera por la garganta, no le alcanzo con esto que me cacheteo varias veces, logrando tener una eyaculación tremenda, parecía que me orinaba, dejándolo todo mojado, alcanzando también él una acabada hermosa, dejándome toda mojada por mis jugos y su lechita. Después de varios arrumacos que nos hicimos, quedando un rato jugando y acariciando mi cuerpo fuimos apaciguando nuestro deseo sexual, y ya satisfecha me vestí nos besamos fuerte y me fui para mi casa.
Gracias a todos por la paciencia de leer mis aventuras, y un beso especial a Mara, a quien guardo un cariño especial. Hasta la próxima.-