Mi vecino maduro me convirtió en su Puta. Parte 3
Continuación de la parte 2
Al pasar al salón, me dio un azote.
Yo, me quedé parada. Allí había OTRO HOMBRE!!!.
Se le veía aun mayor que Jaime. Le calculé, rápidamente más de 60. Sin llegar a 70 años. Era un poco más alto que mi vecino. Pero lo que más destacaba de él era su gigantesca barriga. Mayor incluso que la de mi vecino (que ya es decir). Pelo cano. Me preguntaba quién sería aquel hombre y si "esa" era mi sopresa.
Como adivinándome los pensamientos, Jaime, dijo.
- Jaime: Zorrita, este es mi amigo Aquilino. Aquí, esta es la zorra de mi vecina, la que te he comentado
No me lo podía creer!!!! Le habñia hablado de mi...a otro tipo!!!!
Iba a protestar cuando ellos, empezaron una charla, que me dejo helada.
Aquilino: Está buena. Es jovencita. Pero...¿Es tan guarra como dices?
Jaime: Sí, lo es. Ya lo verás tu mismo. Pero primero, la pasta (en ese momento, Jaime me miró). 120 euros, Aquilino.
Yo estaba...estupefacta.
Mi vecino, me estaba alquilando a un desconocido. Delante de mí. Y sin preguntarme ni consultarme.
-Yo: P...pero Jaime...
- Jaime: Ni peros ni hostias. Mira, PUTA (vino de nuevo hacia mi, con el dinero en la mano).Creo que quedó claro el otro día que eres una zorra de primera. Y yo, tu papi. Así que harás TODO lo que yo quiera. Y en ese TODO, está incluido "prestarte" a amigos míos, como Aqui. De hecho, él me acaba de pagar por estar contigo (me dio un azote, de nuevo) con derecho a TARIFA PLANA. Y ahora, nena...no hagas esperar a Aqui.
Yo estaba alucinando. Que mi vecino viejo, feo y gordo me follase como a una puta...podía tener un pase. Per que fuera algo así como un "chulo"...joder...Sentía escalofríos.
Aquel tipo, Aquilino, me miraba. Fijamente. Pude oir la risa de Jaime y su mano, en mi espalda, dándome un empujoncito, terminó por sacarme de mi estado. No hbañia duda. Mi vecino, era un cerdo. Y yo...UNA PUTA. SU PUTA.
Caminé hacia Aquilino, que me miraba los pezones que se marcaban bajo la suave tela del top.
Al llegar a donde estaba, sus manos, algo ajadas, se posaron sobre mis pechos.
Aquilino: No tiene muchas tetas!!1
Jaime: Lo importante es su actitud, ya verás qué zorra es.
Sonreí a Aquilino. Con mi mejor sonrisa. Me estaba gustando que aquel sesentón me magreara mis pechitos. Me estaba gustando la situación. Y mucho. Demasiado.
Aquilino continuó un rato magreándome mis pechitos. A su antojo. Ese "sobreteo" duró algo más de 1 minuto. Puede que 2.
Cuando terminó, me miró, muy serio.
- Aquilino: Quítate la ropa, zorra!!!!
Joder!!!! Si a mi vecino le gustaba "mandar", Aquilino no era menos.
Yo, excitada como una perra, me quité el top rápidamente.
Los ojos de Aquilono, fijos en mis pechitos...ufff...no los olvidaré nunca.
Iba a quitarme la mini, mientras, de nuevo Aquilino me manoseaba mis pechitos cuando su voz, me paró.
- Aquilino: De rodillas, puta!!!
Estaba claro. Si Jaime era "duro" conmigo, quedaba claro que Aquilino lo era igual. O incluso más.
Ni que decir tiene que me puse de rodillas. Aún con la mi ni puesta.
Aquilino, en un movimiento rápido se desabrocho su pantalón, bajó su bragueta y tiró de sus pantalones al suelo. Me quedé contenmplándole desde el suelo. Esa barriga. Barrigón. Enorme. De hecho, no pude ver más allá. No pude ver sus ojos. Solo..un enorme bulto. Y no era su miembro.
Sin que me diera tiempo a nada más..me cogió de la nuca...y restregó mi carita sobre sus calzoncillos. No eran tipo boxer (como los que gasta mi chico). Si no mas bién tipo slip.
Mientras Aquilino restregaba mi carita contra su miembro, le oí decir:
Aquilino: Tarifa plana eh, Jaime?
Jaime (riendo): Por supuesto.
No entendía muy bien que era eso de "tarifa plana" (lo entendí después). Lo que sí estaba claro es que aquel hombre había pagado por mi. Como si fuera una fulana. Una puta. Y le hacbía pagado a mi chulo.
En mis pensamientos estaba yo, cuando Aquilino bajó su slip.
Un miembro, pequeño, arrugado, rodeado de un vello corto y cano asomaba.
Las manazas de Aquilino se posaron entonces en mi nuca. Con fuerza, me atrajo hacia ese miembro, diciiéndome:
- Aquilino: Chupa, Puta!!!!
Abrí mi boca...y comencé a hacerle una mamada. Yo estaba excitadísima. Convertirme en el juguete sexual de Jaime, que me prestara (como dice çel) a otros, que me trataran como a una vulgar puta...me excita. Demasiado.
Así que, presa de la excitación, le obsequié a Aquilino con una de mis mejores mamadas. Así lo entendió él, que dijo:
Aquilino: Joder...qué buena. Como chupa. Y no hay que obligarla ni nada.
Jaime: Ves...¿Qué te dije?- Mercancía de primera, Aqui.
"Mercancía". Joder...como me ponía Jaime. El muy cerdo...con esa manera de tratarme...me ponía...loquísima. Y él, lo sabía.
Seguí obsequiando a Aquilino con una buena sesión de sexo oral, dispuesta a sacarle hasta la última gota.
Pero vi que este...se apartó. Cogiéndome de la nuca..se sentó en el sofá.
Como pude me fijé en Jaime. Estaba sentado en el sillón que hace L. Fumando. Desnudo. Sudando (joder, este hombre, como suda. A todas horas). Masturbándose. Atento.
Le dediqué una sonrisa, pero él...puso esa mirada...de cerdo. De sátiro.
Una voz, reclamándome, me sacó de mis penssamientos.
Aquilino se había sentado en el sofá. Piernas abiertas.
- Aquilino: Lámeme el ojete. Vamos puta.
Yo le miré, dudando. Nunca había hecho eso. Ni a mis novios. Ni a mi chico. A nadie. Miré a Jaime, en busca de ayuda.
- Jaime: Nena (me dijo) este buen hombre ha pagado por tarifa plana. Eso quiero decir que puede hacer contigo LO QUE QUIERA. LO QUE QUIERA.
Aquellas últimas 3 palabras resonaban en mi cabeza. "Lo que quiera". Eso era la tarifa plana. Derecho a todo.
Saqué mi lengua y con cara de rogar por favor, la acerqué a su orificio anal. Joder..que mal olía aquello. Jaime y Aquilino, reían. Sobre todo, Jaime.
Mi lengua...ya rozaba el ano de Aquilino.
Qué salto dio cuando mi lengua acarició su ano. Le gustaba. Mucho.
Aguantándome la náusea...empecé a mover mi lengua en círculos. Sin duda, le gustaba por los espasmos que daba Aquilino.
Apunto estuve de vomitar. Menos mal que mi propio "cliente" me paró.
- Aquilino: Para niña..que me vas a hacer correrme. Y aún no te he follado. Sientáte sobre mí y gánate la pasta.
Miré a Jaime. La pasta la había cobrado él. Y además, no te´nía condones. De nuevo, mi vecino, me adivinó el pensamiento, porque pude ver que sobre la mesa del salón había un par de preservativos.
Abrí uno, con la boca, y se lo puse a Aquilino. Erecto, su miembro no debía medir más de 12 o 13 cm. Pero me daba igual. El tamaño no era lo que me importaba. me importaba más como me trataban aquellos dos viejos. Gordos, feos.
Me senté a horcajadas sobre el miembro de Aquilino. Mi falda..arrugada en mi cintura. Él recibió mi sexo, dándome un par de azotes. Uno con cada mano.
Comencé a saltar, como loca, sobre aquel miembro. Aquilino, alternaba azotes con "magreos" y pellizcos en mis pechos.
Ahora..la que iba a correrme...era yo. Qué placer.
Comencé a convulsionarme cuando noté que tiraban de mi. Desde mi izquierda.
Era Jaime...me cogía de la nuca...y me obligó a meterme todo su miembro en mi boca...mientras Aquilino, muy excitado por la presencia de su amigo, comenzó a bombearme.
Dios!!!!! Qué placer!!!!
Aquellos dos hombretones, follandome la boca y mi sexo.
No pude evitarlo...y me derremé sobre las rodillas de Aquilino.
- Jaime: Joder, puta. Como has puesto el salón. Luego lo vas a limpipar.
Os aseguro que limpiar el salón era, en ese momento, lo que menos me importaba.
EStaba en el Nirvana. En el cielo. Casi sin darme cuenta, Aquilino se movió. No podía más, decía y aun quería....¿Qué créeis que quería?
Pues sí.
Mi culo!!!!
Jaime: Aqui, por ahí, puedes meterla sin goma. La puta te deja.
Yo: Ni de coña, Hijo de puta - Le dije, presa de exictación, pero también enfadada. Por cuestiones de salud sexual no podía permitir que me follaran sin goma. O eso creía yo. Porque nada más terminar de hablar, Jaime...me diço un sonoro bofetón.
Jaime: Aquí se hace lo que diga "papi". Yo mando. Tu, obedeces.
Termino la frase, escupiéndome en la cara y haciéndole una seña a su amigo quien puso su manaza en mi espalda y me empujó contra el sofá.
Aquella bofetada, lejos de enfadarme, me xcitó. Aun más, Mucho más.
Como me trataba Jaime!!!! Yo era su PUTA. Y él, conmigo, se comportaba como un macarra. Un chulo. Mi macarra. MI chulo.
Aquilino, detrás de mi. apuntó esos 12-13 cm a mi culo. Pese al poco tamaño, costó entrar. El sexo anal, aunque lo practico con mi chico, no lo hago a menudo.
Para "relajar esfínter" (eso dijo) Jaime animó a Aquilinó a darme azotes.
Comencé a contarlos, Pero cuando iba por el décimo séptimo, dejé de hacerlo. Una sensación de dolor y placer..me embargaba.
Ahí, Aquilino, empezó a penetrarme. A veces. cogía mi pelo y tiraba hacia él. Sus embestidas eran salvajes. De vez en cuando, paraba y me azotaba de nuevo.
Creí morirme. Creo que me corrí de nuevo. Y esta vez. mucho más abundantemente que antes.
De mi éxtasis me sacaron unos gruñidos de Aquilino.
Iba a correrse. Pero no quería hacerlo en mi culo.
- Aquilino: De rodillas, puta!!! - Dijo, de nuevo.
Sabía lo que quería. Así que abrí mi boca mientras él se apretaba su miembro. El muy cerdo...me la metió entera en la boca y aflojó su mano.
Una cantidad enorme de líquido brotó de aquel miembro. Gran parte del mismo, cayó por mi garganta.
Aquilino: Joder..qué follada. Qué puta. Jaime, ha valido la pena. Mercancía de primera. A saber de qué club la has sacado.
Jaime: Qué coño de club. Es mi vecina.
Aquilino: Hostia.
Jaime: Sí, tio. Puedes venir y repetir con ella cuando quieras. Ya la has visto. Eso sí, el precio es 120 euros.
Mientras aquellos dos camaradas, reían y me trataban como mercancía yo tenia la boca llena de semen de Aquilino. Me levanté y me fui al baño. Allí, escupí lo que tenía en la boca. Aún llevaba encima la mini falda...arrugadísima sobre mi cintura.
Joder...semen de un tio de 66 años. Que me había follado con condón y me había dado por el culo sin condón.
Sin duda, me estaba volviendo una puta.
Volví al salón. Cuando regresé, Aquilino, se estaba terminando de vestir. Jaime, aún continuaba desnudo. Ambos se daban la mano.
Aquilino: Joder niña...menuda puta estás hecha.
Yo: Gracias!!! (sonreí)
Jaime: Mi puta. Has visto Aqui? puedes venir cuando quieras..a dejarte el dinero de la pensión (ambos hombres, rien).
Aquilino: Será un placer. Ya te aviso, Jaime.
Mientras ellos hablaban, yo me aparté a un lado. Estaba claro que en aquella charla entre hombres, yo no pintaba nada. Hasta que Jaime...
- Jaime: Tú, puta (dijo, señalándome con la cabeza). Acompaña a Aquilino a la puerta. Y despídele como Dios manda.
Aquilino vino hacia donde yo estaba. Me cogió del culo. De ese mismo culo que minutos antes había penetrado. Comenzamos a andar hasta la puerta.
Al llegar a ella...Aquilino movió sus labios hacia los míos.
Me besó. Metiéndome la lengua hasta la garganta. Evidentemente, le corespondí. Incluso, mis brazos, rodearon su cuello.
- Aquilino: Qué zorra eres!!! Bueno, lo dejamos aquí. Pero volveré
Me dió un cachete y se marchó.
Yo volví al salón. Cuando llegué, me encontré a Jaime sentado en el sofá. En el mismo sofá donde habñia estado sentado Aquilino (y yo encima de él), Estaba contando el dinero. Seis billetes de 20 euros. Me enseñó uno.
- Jaime: Ven a por tu parte, zorra!!!
Caminé hasta él. Cogí el billete de 20 euros que me ofrecía.
Yo: ¿Solo uno?. Yo he hecho todo el trabajo.
Jaime, rió.
- Jaime: Zorra, aquí mando yo. Yo decido qué se hace, con quién, cuando y por cuanto. Y por supuesto, decido cuanto te llevas tú.
Al terminar de hablar., me miró, sonrió y acerco sus labios a los míos. Empezó a comerme la boca.
Cuando pude "respirar" un poco, le dije:
- Yo: ¿Pero no me dijiste que las putas no besan?
Me dio de nuevo una bofetada. Y continuó comiéndome la boca. Yo, esta vez, le correspondí. Parecíamos dos adolescentes enamorados. Hasta que Jaime, decidió parar.
- Jaime: Tráeme una cerveza de la nevera. Cuando vengas, me das la cerveza y me la chupas.
--- Continuará