Mi vecino Juan

Juan es todo un personaje, el típico fantasma fanfarrón que se le va la lengua en cuando prueba un cubata, muy echado palante pero aun así un tío simpático.

Vivimos en un bloque de pisos en un pueblo de la provincia de Cádiz, de vecinos coincidimos con una pareja entre otras, Chari y Juan, mi marido y Chari habían sido vecinos desde niños y sus familias se conocían de toda la vida, ese fue el primer contacto con ellos por mi parte y desde entonces entablamos una estrecha amistad. Con el paso del tiempo Chari y yo nos volvimos intimas amigas, casi pasábamos todo el tiempo libre juntas o bien en su casa o en la miá, en cambio mi marido, Paco, es mas reservado y serio aunque pronto congenio con el marido de Chari, Juan es todo un personaje, el típico fantasma fanfarrón que se le va la lengua en cuando prueba un cubata, muy echado palante pero aun así un tío simpático. Mi marido es albañil, yo auxiliar de geriatría, Chari limpiadora de un centro veterinario y su marido Juan repartidor de medicamento, todos coincidíamos mas o menos en horario laboral menos Juan que comenzaba su jornada de madrugada paraba sobre las 12 de la mañana. Los días pasaba con normalidad pero siempre hay un momento en el que te cambia el chic y lo que hoy es negro mañana blanco, lo que hoy aborreces mañana te atrae, es difícil de explicar pero supongo que a todos nos a pasado, una tarde me encontraba en casa con Chari tomando un café y chismorreando de todo un poco cuando la conversación se deriva hacia el sexo, habíamos hablado muchas veces de sexo en plan cachondeo y era algo habitual cuando me dice…

  • Quilla Belén ¿tu lo has echo por detrás alguna vez?_me pregunta

  • Por detrás por donde por el culo ni de coña, eso tiene que doler tela jaja _conteste entre risas

  • Pues este carajote por cojones quiere hacerlo por el culo

  • Chiquilla prueba quien sabe si te gusta, dicen que si pruebas repites seguro

  • Si claro como la tiene chica, si le dejo me revienta

Seguimos comentando entre risas e indicándome con las manos el tamaño de miembro de Juan, yo no paraba de reír.

Dos días después voy subiendo en el ascensor cuando se para en segundo piso, aparece Juan después de una corta conversación se baja en su planta, sin darme cuenta mi vista se va hacia su entrepiernas pensando en lo que su mujer me contó del tamaño de su pene, cuando se cerro las puertas me sentí rara, con pensamientos que jamas tuve antes, entre en mi casa ”tampoco creo que sea para tanto” dije en voz alta casi sin darme cuenta provocando en mi una risa tonta incontrolada.

Una noche me encontraba haciendo el amor con mi marido y empiezo a fantasear mentalmente con Juan, joder no me lo quito de la cabeza desde que Chari me confeso el tamaño de su polla.

Durante un tiempo intente pensar en mis cosas pero era inevitable que cada vez que estaba excitada pensara en el, mi marido la tenia dentro de la media española o eso creo y sinceramente si no exageraba mi amiga, hija puta que suerte, eso pensaba yo, dicen que el tamaño no importa pero….no se yo..caballo grande ande o no ande ¿no? En fin que me daba morbo la situación..

Pero con el paso del tiempo note algo que me tenia confundida, Juan comenzó a subir a casa con mas asiduidad cuando no era por alguna herramienta de Paco que le dejaba con gusto, o porque Chari lo había mandado por tabaco, o venia a preguntarle a Paco por algo sobre internet, me tenia confundida en el sentido que notaba que me miraba el escote cuando me hablaba y lo hacia descarado, como era el, en verano ya me diréis que me pongo para estar en casa una camiseta de tirantes y un pantalón cortito, siempre con sujetador cuando venia alguna visita, si no pues sin ropa interior. Ya me había piropeado delante de su mujer en su casa entre risas cuando salia algún tema de sexo..

  • Haber si convence a Chari que se ponga tetas Belén_ soltó una tarde en la cocina mirándome las miás, Chari lo mando al carajo.

  • Oye que las miás son naturales jaja_ le conteste

  • No le hagas caso esta obsesionado con las tetas, pues ya sabes buscate una tetona_ dijo Chari

Diciendo esto Juan agarro a Chari por detrás cogiéndole las tetas y mordiéndole el cuello…

  • Con estas me conformo_ dijo Juan mientras su mujer intentaba zafarse de sus manos

Sin dejar de reír mire con disimulo la entrepiernas de Juan cuando este se despego de su mujer y esta de un salto me dio la espalda para empujarlo hacia fuera de la cocina, llevaba un chándal ajustado y pude apreciar la forma morcillona de ese magnifico ejemplar, nuestras miradas se cruzaron, Chari volvió a sentarse frente a mi y el a su espalda con la mano por encima del chándal se colocaba la polla hacia un lado, no quería mirar pero era inevitable, mordiéndose el labio inferior bajo su mirada hacia mis pechos, yo ruborizada se me subió me puse roja. Me subí a mi casa nerviosa mordiéndome las uñas y pensando en lo que acababa de pasar, ¿a intentado provocarme? Me hacia esta pregunta, Paco aun no había llegado y no tuve mas remedio que masturbarme pensando.

Ya todo había cambiado en mi cabeza, no podía mirar a Juan como un amigo, vecino, marido de mi amiga y juraría que el a mi tampoco. Intente olvidarme de todo pero el muy cabrón me había cogido la matricula desde aquella tarde que me pillo mirándole el bulto de su polla entendió que en cierto modo me atraía.

Seguimos con nuestras costumbre de quedar las dos parejas en casa para cenar, ver el futbol los chicos y nosotras fumar en la cocina o balcón, recuerdo aquella noche en que jugaba el Real Madrid en champions, estaba Paco y Juan sentados en el sofá bebiendo cervezas viendo el partido, Chari y yo en la cocina con el puntito subido por la cerveza, muy a gusto y riéndonos de cualquier tontería que se nos ocurría, lleno los dos vasos que teníamos en la encimera cuando les pregunto a ellos si querían cerveza, lógicamente me dijeron que si, cogí una litrona que ya tenia abierta y voy a llenarle los vasos, vacié la botella y volví con Chari, al poco en el baño se me acerca Paco y me dice:

  • Belén ten cuidado que al agacharte a llenar las cervezas se te a visto casi toda las tetas, no veas los ojos de Juan

  • Ostias pues no me he dado ni cuenta pero de todas formas llevo sujetador_ conteste

Supongo que por los efecto de el alcohol lejos de avergonzarme me gusto pero tuve que simular vergüenza delante de mi marido, salí al balcón con Chari a fumar un cigarro no sin antes echar una mirada a Juan que seguía sentado viendo el futbol. Nosotras seguíamos a lo nuestro, cuando observo que Paco se levanta imagine que para ir al baño y grite:

  • ¿Juan quieres otra cerveza?

  • Eso no se pregunta_ contesto

Fui al frigorífico, Paco seguía en el baño, Chari apoyada en el barandal del balcón hablando no se con quien, salí y me puse frente a el inclinada hacia delante para llenarle el vaso sabiendo que me estaba mirando el escote, mira , mira, pensé, me recree un ratito justo cuando escuche abrir la puerta del baño, deje la cerveza en la cocina cuando Paco volvía, al ir hacia el balcón de nuevo Juan me miro con una sonrisita que yo conteste sonriendo también. Al terminar el partido y despedirse les abrí la puerta Chari paso primero al descansillo y Juan después, me acaricio con una mano la cintura con Chari aun dándonos la espalda, di un pequeño respingo. Me puse el pijama y cogí las llaves para ir a tirar la basura, la hora que era no pensaba encontrarme a nadie. Dejando la basura y volviendo a entrar ahí estaba él otra vez entrando al portal y cogiendo el ascensor, joder que puta casualidad, venía de comprar en el Kiosko una litrona:

  • Joe Juan macho ¿todavía tienes mas ganas de beber?_ le dije riéndome

Me había dado morbo tenerlo tan cerca que me había puesto cachonda. Al entrar sujeté la puerta para que pudiera pasar me fijé que en su pantalón sobresalía un bulto que me dejó babeando.

Con un hasta luego me metí en casa sabiendo que me estaba mirando el culo.

Con Paco dormido me tumbe en el sofa con el pantalón en una pierna solo y la otra abierta apoyada en el respaldo del sillón, con todo bien abierto y a la vista imaginaba que tenía a mi vecino mirándome. Empecé a pellizcar mis pezones con fuerza y notaba el picor en el clítoris, suspiraba fuerte, cogí saliva y la unté en mi pipita hinchada calmando el escozor tan rico, dejaba escapar gustosa el placer que me estaba dando yo sola.

Unos días después recibo una llamada de Chari:

  • Hola Belén ¿vas a estar en casa por la mañana?

  • Si estaré en mi casa a partir de las una_ conteste pensando que quería hablar conmigo

  • Vale pues sobre esa hora subirá Juan para que Paco le deje el taladro

  • Vale Chari, Paco hasta las 6 no llega pero estar yo aquí

Llegue sobre las 12 sudando con el tiempo justo de ducharme y cambiarme de ropa, se me había olvidado que vendría por el taladro Juan, sonó el timbre

  • Hola Belén ¿te dijo Chari que vendría por el taladro? _ me saludo Juan con una gran sonrisa al verme

  • Hola Juan si me llamo esta mañana, espera lo tengo aquí en una bolsa, te echo las brocas también

  • Ahora te lo traigo, cuelgo el cuadro y subo_ me dijo sintiendo como me miraba una y otra vez desde mis piernas hasta mis pechos.

Cerré la puerta y me mordí el labio inferior, estaba súper sensible acababa de pasar la regla y mi excitación estaba a mil, “Belén centrate no seas puta” pensaba una y otra vez, empece a tocarme por encima de la ropa, notaba mi chocho mojado y mis pezones hinchado, escuchaba el ruido del taladro perforar la pared y sabia que en cualquier momento subiría de nuevo, “no cometas una locura” me decía, me sentía traviesa ¿porque no jugar? Diosss me quite el sujetador y volví a ponerme la camiseta de tirantes, me mire al espejo y se notaba mis pezones a través de la tela, dejo de funcionar el taladro y cada vez me sentía mas nerviosa, sonó el timbre, temblando fui a abrir.

  • Hola Juan ya terminaste, no hay prisa eeehh, entra quieres una cerveza_ le dije muy nerviosa

  • Claro _ el tono de Juan fue lo que necesitaba, un tono interesado, fingido y con doble intensión, Juan entro al piso y cerró la puerta, sonrió un poco y me siguió hasta la cocina.

No paraba de mirarme fijamente con una sonrisita en la boca, yo avergonzada sin saber como había podido llegar asta ay, le di la espalda para coger dos vasos del la estantería, sin esperar más Juan me bajo los tirantes de la camiseta desde atrás muy pegado a mi, podia notar su bulto rozar mi culo, al darme la vuelta la camiseta bajaba poco a poco dejando mis senos al aire él empezó a chupar y lamer una y otra vez logrando que comenzará a gemir apretando el rostro más y más contra mis tetas.

  • Dios Juan ¿que estas haciendo?_ le dije

Juan no perdió tiempo y metió sus dedos en aquel diminuto pantalón que no escondía nada.

  • Que rica estas Belén que tetas mas buenas tía _ me dijo entre jadeos

Le cogí de la mano y lo lleve hacia el sofá, parecía desenfrenado besándome mientras bajaba y subía por el culo, tetas y boca.

En el sofá lo senté y me puse encima sin parar de comerle la boca, el agarrado a mis tetas no las soltaba chupándome los pezones una y otra vez, notaba su polla completamente dura entre mis piernas, me levante de un salto y le dije que se levantara, le baje el pantalón de un tirón, no podía mas estaba ansiosa, de repente salto como una palanca la polla hacia arriba.

  • Joder que suerte tiene Chari ¿no? Que pedazo de polla_ le dije descontrolada

No dije nada. Mis labios chocaron contra la punta brillante de su miembro, saqué la lengua y comencé a lamer muy despacio “¿Qué estás haciendo Belén?” me pregunté mientras sentía como la polla se introducía poco a poco en mi boca. Tras un par de salidas y entradas noté sus manos en mis hombros y comenzó a acariciarme el cuello con las yemas de sus dedos. Empecé a sentir el cosquilleo de la excitación y de mi boca sonó un suave “Mmmmh” mientras mi lengua lamía su glande. La saqué de la boca e intenté lamer sus testículos mientras le masturbaba con la mano.

Mojó su pulgar en la cerveza que teniamos sobre la mesa. Llevó su dedo a mis labios y comenzó a acariciarlos, tirando suavemente del inferior hacía abajo. Saqué mi lengua y empecé a jugar con él. No había parado de masturbarle. Estuvo mirándome unos instantes hasta que con la mano que le quedaba libre volvió a acercar mi cara a su pene, Volví a chupar, besar y lamer con ansia cada centímetro de su polla durante unos minutos. Le agarraba de las nalgas para que no se separara, mientras mi cabeza se movía acompañada por sus manos, que guiaban mi movimiento. Llegó el momento en que noté como su cuerpo se tensaba más, sus jadeos se aceleraban y el tamaño de su polla parecía reventar dentro de mi boca. Apoyo ligeramente su mano en mi frente como deteniéndome y empujó suavemente mi cabeza hacia atrás, mi mano tomó el relevo de mi boca y comencé a masturbarle de nuevo. Él volvió a acariciar mis labios con sus dedos y de nuevo quiso jugar con su pulgar mi boca.

  • Voy a correrme – Dijo separándose unos centímetros de mis labios

Comenzó a acelerar el movimiento de su mano al tiempo que sus gemidos se volvieron mucho más sonoros. Levanté ligeramente mi barbilla cruzando mi mirada con la suya, puse mis tetas a la altura de su boca para chuparmelas, Noté el primer chorro de semen deslizarse hacia mis pechos, una segunda descarga también fue a parar a mi cuello y siguió resbalando por el camino que había marcado la primera. Tras varios chorros, el semen caliente se deslizaba por el canalillo para ir bajando por mi vientre . Juan se volvió acercó y comenzó a acariciar con su glande mis labios. Volví a abrir la boca y aún sentí caer sobre mi lengua las últimas gotas de su orgasmo, volví a comenzar a hacer el movimiento de la masturbación con mis labios y noté como volvía a ponérsele dura. La saqué de la boca: Su boca pasó de mi hombro a mi cuello y la lengua se detuvo en la parte de mi oreja. La palma de mi mano chocó con su muslo y volví a buscar con ella su polla, que volvía a estar totalmente empalmada. La acaricié suavemente con la yema de mis dedos. Mientras su lengua subía y bajaba por mi cuello sus manos comenzaron a estrujarme los pechos y las nalgas. Giré mi cuerpo y quedamos frente a frente. Acercamos nuestras bocas y nos besamos. Saqué la lengua y busqué la suya.

  • Sabes a cerveza _ Le dije mientras notaba su lengua empujar a la mía hacia el interior de mi boca, estuvimos así unos instantes. Me tenía cogida por el culo apretándome contra él

  • ¿tu como estas? _me pregunto

Le sonreí separándome un poco de él. Cogí la palma de su mano y la llevé a mi entrepierna, mojé sus dedos con mis flujos y volví a levantarla. Sus dedos brillaban delante de la mirada de los dos. Me volví a llevar el pulgar a mi boca para limpiarlo.

  • Vecino, estoy empapada. Aparte de eso, no creo que debamos dejar al pobre así _Dije volviendo a señalar a su polla que seguía empalmada

me volvió a besar pasando su lengua por mis labios. Besó mi barbilla mientras sus manos estrujaban mis pechos. Siguió bajando por mi cuello hasta llegar a uno de mis pezones. Acaricié su pelo mientras notaba como embadurnaba mi piel con su saliva. Me puse de rodillas sobre el sofa y le di la espalda, bajó su cara entre mis piernas y comenzó a lamer en mi entrepierna, notaba su lengua entrar en mi vagina y la leve presión de su nariz sobre mi culo. Poco a poco fue incrementando la longitud de su lamida, notaba su lengua pasar entre mis nalgas, las caricias que provocaba sobre mi esfínter me estaban excitando mucho. Separé las nalgas con mis manos para facilitarle su húmedo recorrido. Empezó a mover la extensión de su dedo entre mis labios, acariciando mi clítoris con fuerza al que atrapó entre dos dedos y comenzó a sacudir su mano violentamente. Arqueé mi espalda y dejé que terminara de masturbarme

  • No pares – Susurré entre sonoros gemidos

Su lengua y sus dedos ya no pararon hasta que mi cuerpo comenzó a convulsionar. Estaba tan excitada que en un par de minutos había conseguido que me corriera por primera vez. Cuando me repuse del orgasmo, y aún sintiendo sus caricias en mi entrepierna me giré para besarle

  • Sabes a mi – Le dije mientras nuestras lenguas chocaban entre sí

Se abrazó a mí y me dio las gracias por aquel momento.

  • Aún no hemos acabado – Le dije mientras me acercaba a besar sus labios

Él se puso bocarriba y apoyé mi cabeza sobre su hombro. Me sentí muy cómoda en ese momento, con mis manos acariciaba su pecho. Y fui bajando por su vientre, allí encontré de nuevo su polla tiesa. Acaricié el glande con la yema de mis dedos. Me incorporé y me senté sobre él. Me penetré despacio, sintiendo como poco a poco iba entrando en mi vagina. Cogí sus manos y las puse sobre mis pechos Comencé a moverme sobre él sin que su miembro saliera de mi, con pequeños movimientos que poco a poco volvían a lubricarme. Él me dejaba hacer. Su mirada se perdía en el movimiento de sus manos estrujando mis pechos.

Volvía a estar muy cachonda y comencé a levantar mis caderas, dejando entrar y salir su polla de mí. En uno de los movimientos la polla quedó fuera, aprisionada por mis labios y frotándose contra mi clítoris, aquello me proporcionaba mucho placer y comencé de nuevo a moverme un poco más rápido estimulándome más con aquella postura. Apoyé mis manos sobre su pecho y aceleré el ritmo presa de nuevo de un orgasmo incontrolable dejándome caer sobre él. Nuestras bocas se volvieron a juntar durante un instante. Sentía palpitar su polla sobre mi vientre y me incorporé

  • ¿Y tú cómo quieres acabar? – Le pregunté dirigiéndome a su polla casi con una sonora carcajada. Estaba completamente desinhinibida.

Le di un beso sobre el glande y me la volví a meter en la boca. Estuve lamiéndola un breve instante, desde los testículos hasta la punta, pasando la lengua suave moviéndola en círculos. Me pidió que me tumbara y se puso encima de mí. Comenzó a penetrarme lentamente para ir subiendo la intensidad. Estaba a punto de correrse, lo sentía en su respiración, en la forma de lamer mis labios con su lengua

  • Voy a correrme – Me dijo

No le dejé que saliera de mi interior y con mis piernas atrapé su cuerpo que seguía moviéndose con un poco más de dificultad:

  • Córrete tranquilo

Pese a que no me resultó fácil conseguí llevar mis dedos de nuevo a mi clítoris y comencé a acariciarme. Nuestros gemidos se acompasaron. Sentir su semen caliente dentro de mí hizo que volviera a correrme casi a la misma vez que él. Sobre mi pecho caían las gotas de sudor que brotaban de su frente. Se volvió a recostar a mi lado.

  • Muchas gracias vecino – Dije poniendo de nuevo mi cabeza sobre su hombro – Hacía tiempo que no disfrutaba tanto

Bajé la mirada y volví a ver su pene empalmado

  • Anda ven aquí, veamos si podemos aliviar eso…

La agarré con los dedos y comencé a masturbarle. Besé su pecho y lentamente fui descendiendo con mi lengua, para volver a masturbarle con la boca. Cuando me avisó que se iba a correr volví a pajearle con la mano llevando mi lengua a su entrepierna dedicándome a lamer sus testículos. Él, recostado, no se movió y dejó que fuera el ritmo de mi mano el que terminara de masturbarle. En su primer espasmo me la metí la puse entre las tetas y deje que se corriera. Me levanté al aseo y cuando volví se estaba vistiendo, cuando estábamos a punto de despedirnos mire por la mirilla de la puerta por si había algún vecino Juan se acercó agarrándome las tetas desde atrás.

  • Juan que va a llegar Chari y la vamos a liar _ le dije

Cerré la puerta, una vez salio yo fui hacia la ducha, los días pasaban intentando simular delante de nuestras parejas, mi relación con Chari no cambio en absoluto al contrario me encontraba mas contenta al fin y al cabo compartíamos el mismo hombre. Desde ese momento nos convertimos en amantes durante mucho tiempo, actualmente Chari y Juan terminaron separándose, con ella mantengo el contacto pero con el hace algún tiempo que lo perdí aunque me mantengo al día gracias a mi amiga, lo ultimo que me contó es que el tenia paraje de nuevo, quizás algún día lo vuelva a buscar...