Mi vecino Iván

Este relato es la consecuencia de mi infidelidad, Oscar abrió mi mente y cachondez, y me entregué a mi vecino.

Mi vecinito Iván

Mi vida cambió completamente teniendo relaciones sexuales con, el esposo de mi cuñada, nadie se imaginaba de lo nuestro, ya que él me visitaba por las mañanas cuando regularmente estoy sola, o los viernes en la noche, cuando mis hijos se van con su abuela, y mi marido de pesca con sus amigos. Antes acompañaba a mis hijos, pero desde que tengo esas visitas, argumento trabajo en casa, y me quedo sola.

Una mañana que visité a mi suegra, aproveché para saludar a una amiga vecina, ya es grande de edad, y ella crió a Iván, desde muy niño, yo lo conocí desde que llegó a la colonia, incluso lo llegue a bañar, recuerdo que bromeábamos de lo feliz que iba a hacer a las mujeres, ya que su pene estaba muy desarrollado. La cosa es que me dirigí a la casa de la amiga, y como había confianza, entré sin tocar, ya que siempre esta la puerta abierta o sin seguro. Pensé en sorprenderla y pasé por la sala con sigilo, llegué hasta la cocina pero no había nadie, al regresar a la salida, empecé a escuchar unos gemidos muy leves, además del rechinido de la cama, imaginé que el Iván podía estar con una amiga, y me dio curiosidad por ver, sin hacer ruido me acerqué, sabía que la puerta estaba descompuesta y solo era de empujar un poco para observar, ahí estaba mi vecino, disfrutando de una puñeta muy placentera, sus ojos hacia arriba y en blanco, quizá imaginando a alguien y saboreando ya que su lengua la pasaba por la comisura de sus labios, ¡y su verga, ah!, qué rica verga, su mano apenas abarcaba la mitad, larga y gruesa, la comparé con la de Oscar mi concuño, igual de deliciosa, aunque un poco más larga, la de mi amante es grande pero un poco curvada haca la izquierda, y la de Iván, más perfecta, derecha por completo, sus huevos grandes y con muy poco vello, tuve que controlarme para no correr hacia Iván, mamársela y entregarme a él en ese momento. Mi vecino estaba tan extasiado que no se daba cuenta que lo observaba, entonces sus huevos se empezaron a contraer, aceleró su mano y un chorro de semen, de los chorros más abundantes y duraderos que he presenciado, caía al respaldo de su cama, a su pecho y su cara, como parecía no importarle donde cayeran, supuse que era aficionado a masturbarse, como todo joven de su edad. Apenas terminaba de venirse y se vio su cosa, en eso paso su mirada por la puerta y se asustó al verme, de manera cómica se tapó diciendo que me fuera en tono molesto. Yo con calma y excitada, le dije que no se preocupara, que lo que hacía era normal, se tapo todo para no mirarme, me senté en la orilla de la cama, quise destaparlo, pero debido a su reciente eyaculación, supe que debía esperar y no presionarlo, para esos momentos yo deseaba ser suya, ya lo deseaba, y se me ocurrió usar psicología; lo tranquilizaba mientras le mentía que yo también lo hacía, porque mi marido no me atendía y me abandonaba muy seguido, dejándome sola en la casa, como cuando se va de pesca, pensé que estaría muy pendejo si no captaba la idea de lo que quería decir. Me levanté y me fui, él siguió tapado en su cama.

El resto del día estuve caliente y ganosa, sabía que con mi marido no iba a haber nada, y anhelaba la presencia de Oscar, quería que amaneciera deseándome suerte de que me visitara. Y sucedió, me cogió como me gusta, pero esa vez, imaginaba a ratos que era Iván el que me poseía, y pasaba por mi mente, la fantasía de estar con los dos al mismo tiempo.

Desde la mañana en que sorprendí a Iván dándose placer, no lo quitaba de mi pensamiento, no sabía como hacer para que un jovencito alto, guapo y vergudo como él, se fije en una señora, aunque atractiva y caliente, era mayor para él. Pero la suerte se puso de mi lado cuando mi suegra se llevó a mis hijos a un rancho de ella, la amiga, "mamá" de Iván la acompañaría, y como éste andaba algo rebelde, no quiso ir al paseo, Sucedió que me pidió que viera por él, darle sus alimentos, y estar al pendiente de que no llegara muy noche a casa, se me ocurrió decirle que me diera a mí las llaves, así me las tenía que pedir y me daba cuenta de su llegada, y porqué no, le daba su llamada de atención. Entonces llegó el viernes, se fueron por la mañana, mi marido después del trabajo, no vi a Iván en todo el día, pero estaba segura de que tenía que llegar a mi casa para darle las llaves. Como niña enamorada lo esperaba, me asomaba con la ilusión de verlo llegar y nada. M e desesperaba que no llegara, pensaba desanimada que se quedaría, cuando me había resignado a no verlo, aparece en la puerta del porche, me vio y le hice señas de que entrara y que cerrara. Se quedó en la puerta principal y me pidió las llaves, le pedí que se quedara a cenar, no quería pero insistí advirtiéndole que su mamá, me lo había encargado y que si no aceptaba le diría la hora en que llegó dejándome preocupada. No es que haya aceptado de mala manera, pero estaba indeciso, quizá por lo sucedido con anterioridad, yo traía una blusa escotada con un short muy cortito del que salían mis nalgas, de donde estaba solo veía mis pechos, lo animé diciéndole que pasara para que me acompañara un rato al menos, ya que aunque no lo creyera, "me daba miedo estar sola", pero no lo decía. Cuando entraba lo noté nervioso, me dijo que cenaba y se iba.

Le dije que viera televisión mientras calentaba la cena y le servía, lo tomé de la mano y lo senté en la sala. Sabía que miraba mi trasero cuando me inclinaba en la mesa acomodando su cena. Mientras cenaba planeaba como animarlo para tener sexo conmigo, senté con él y charlamos de tonterías, noté que estaba apunto de terminar, y le dije que estaba cansada y me iba a bañar para acostarme, que con confianza cenara y si se le ofrecía algo, lo tomara, (y yo me estaba ofreciendo). Entré a mi recámara y me envolví en una toalla que apenas cubría mis nalgas por completo, sin nada abajo, entré a la regadera y dejé la puerta del baño un poco abierta, de manera que se diera cuenta. Mientras me bañaba, vi de reojo que se asomaba, la sensación de ser observada me excitó mucho más, provocativamente me enjabonaba y me agachaba para pasar el jabón por mis pies y piernas, enjabonaba y enjuagaba mis tetas, nalgas y panocha muy despacio, disfrutando el agua caliente en mi cuerpo. Cuando cerré la regadera, escuché unos pasos, era que regresó a la mesa, salí de nuevo envuelta en la toalla, y otra en el pelo, sostenía la toalla de mi pecho, como tratando de cubrirme, y entré a la recámara, igual dejé la puerta un poco abierta, me quité la toalla y me senté en la cama, para secarme bien, totalmente desnuda m puse crema en el cuerpo, femeninamente me puse perfume, luego me agaché al cajón del peinador, donde tenía mi ropa interior, sabía que miraba y le mostré mi trasero, sin pena me puse una tanga de hilo dental color celeste, me una bata trasparente del mismo color y tacones. Ya era demasiado mi atrevimiento, pero él no se animaba y me desesperaba que no aprovechara la situación. Recogí la mesa y ligera de ropas, lavé los trastes, desando que llegara por detrás y me violara si quería, pero que me hiciera algo. Parecía que nada iba a lograr, me dijo que se iba y le pedí de favor me acompañara un rato más viendo televisión mientras me daba sueño. Me senté a su lado, luego empecé a bostezar y le pregunté si podía acostarme y poner mi cabeza en sus piernas, nerviosamente aceptó y me recosté a modo que pudiera ver mi trasero, en mi nuca sentía su erección, no entendía porque no hacía nada por tocarme, hasta pensaba mal de él. Me levanté y le dije que me iba a acostar, que podía terminar de ver el programa de televisión y además si deseaba, podía quedarse a dormir en la sala, no decía nada y me fui a la cama, igual dejé la puerta un poco abierta, (esto ya se estaba haciendo costumbre). Como hacía calor, quité la sobrecama y me recosté boca abajo. Tenía una luz tenue, adecuada para que me vea sin ser visto. Se escuchaba la televisión todavía, y por si me veía o no, empecé a acariciar mi vulva y a mover mis nalgas, las acariciaba, me quité la bata y quedé en tanga, me puse boca arriba y seguí masturbándome, el idiota no entraba a "sorprenderme", volví a voltearme y me empiné, por debajo de mí, pasé mi mano y abrí mi panocha que ya estaba llena de jugos, fue en eso que al fin Iván entró rápidamente al cuarto, quise recibirlo bien pero no dejó que me volteara, me agarró de las nalgas como un loco ansioso de coger, ya estaba completamente desnudo, yo hacía como si me resistiera, cuando me volteó su verga quedaba en mi cara, tomó mi cabeza y la arrimó a su palo, yo seguía "resistiéndome", pero logró meter su verga en mi boca, me quité y me y se subió en mí.

--¿QUÉ HACES IVAN, NOOO SUELTAMEEEE!.—Le decía hipócritamente, rogando por que no hiciera caso. --¡DÉJAME EN PAZ Y VETE MEJOR A TU CASA!.—

--¡MIRA MARLEN, DESDE QUE LLEGUE ME ESTAS PROVOCANDO Y AHORA TE AGUANTAS, QUERÍAS VERGA, VERGA VAS A TENER CABRONA!.— Volvió a poner su verga en mi boca, ya no pude más y deje de actuar, empecé a mamar su deliciosa verga, larga, venosa, y sus huevos grandes me trastornaban, una verga deliciosa, digna de las películas pornográficas, envidiaba a su novia, pero en ese momento era mío, y me cogería rico. Nada importaba mas que disfrutar su juventud y, estaba gozando mi mamada, de repente me empujó a la cama casi con violencia, le dije que no había necesidad de eso, y tiernamente me abrazó para besarme, lo hacía como si me amara de verdad, diciéndome que nunca había estado con una mujer como yo, una mujer de verdad, nuestros besos se alargaron mientras sus manos exploraban mi cuerpo, y las mías el de él. Por un buen rato siguió besándome en la boca, hasta que bajé su cabeza, entendió y se dirigió a mi panocha, cuando sentí su lengua suspiré ansiosa de recibir una buena mamada, pero noté que no tenía experiencia, mientras trataba de darme gusto, lo miraba y acariciaba su pelo, le pedí se acostara boca abajo y formé el rico 69, restregaba mi panocha en su cara mientras me daba gusto mamando semejante verga, en esos momentos la admiré y la comparé con la de Oscar, se veía deliciosa, jugosa y más derecha, aunque la curva que tiene la verga de Oscar, me provoca excitación y orgasmos. Me refiero a que la verga de Iván, era perfecta para tomarla de modelo y hacer un rico consolador. Lamí sus huevos de manera suave, los llené de mi saliva, los mordí delicadamente, como a mi otro amante lo enloquece, y éste no fue la excepción, suspiraba y gemía, lo dejé en esa posición y me volteé para montarme en él, antes de que me penetrara, nos miramos fijamente, tomo mis tetas y las besó, puse su verga en la entrada de mi raja y poco a poco bajé mi cintura para que me penetrara, parecía que nunca iba a acabar de meterla, cuando sentí que su vientre chocó con mis nalgas, toqué mi panocha, se había tragado por completo su verga, suspiré y cerré mis ojos, empecé a mover mi cintura de arriba abajo y en forma circular, mientras sus manos apretaban y acariciaban mis nalgas, mis tetas rebotaban en su cara, veía su cara de sorprendido, le parecía un sueño cogerme, pues me dijo que desde hacía tiempo, yo era la reina de sus puñetas, --¡PUES YA NO TIENES NECESIDAD DE MASTURBARTE PAPI, VEN CUANDO QUIERAS A COGERME AMOR, ESTAS NALGAS VAN A SER TUYAS!.—

--¿SOLO MÍAS, Y TU MARIDO QUÉ?.— dijo reprochando.

--¡BUENO, A ÉL LE AGRADECEMOS QUE ME DEJE SOLA, Y PUES SI ME QUIERE COGER, TIENE QUE HACERLO PAPI, ES MI ESPOSO!,¿NO LO CREÉS ASÍ?.—

--¡NO MARLEN, TE QUIERO SOLO PARA MÍ!.—Pensé que podía enamorarse y decidí poner una barrera desde el principio.

--¡MIRA IVAN, YO SOY SU ESPOSA, QUE ESTOY NECESITADA DE ALGUIEN QUE ME CONSUELE ES CIERTO, PERO NO DESEO DIVORCIARME PARA TENER UN AMANTE, MEJOR DISFRUTA Y MÍRALO POR EL LADO BUENO, ME COGERÁS CUANDO QUIERAS, SIN COMPROMISOS!,¿NO ES MEJOR?.—

--¡NO LO SÉ, PERO DESDE HOY ME DAN CELOS DE PENSAR QUE TU ESPOSO TE TENGA COMO YO!.—

--¡NO TE PREOCUPES POR ESO, CASI NO ME TOCA!, ¡SIGUE PAPI, DIME QUE TE GUSTO, DIME LO QUE QUIERAS PERO NO ME HABLES DE MI ESPOSO, CÓGEME AMORRR!.—

Apretó más mis nalgas y aceleró sus movimientos, su fuerza hizo que mi clítoris explotara, froté mi panocha hacia abajo y me vine teniéndolo adentro. Apreté su pecho y lo besé agradecida. Sin sacármela, se puso arriba de mí, mis piernas en su pecho y luego en sus hombros penetraba su verga totalmente, sentía que me llegaba a la garganta. En esa posición usaba sus manos para acariciar mi ano, luego me volteó y me empinó, yo coquetamente movía mis nalgas para esperar la ensartada de su apreciable palo. Abrió mis nalgas, por un momento frotó su glande con mi ano, me estremecí toda pensando que me la metería;

--¡NO PAPI, POR AHÍ NO, ME VA A DOLER, NUNCA LO HE HECHO POR AHÍ!.—Le dije en forma de niña chiflada e ingenua, y como todo un hombre que me estremeció me dijo;

--¡NO TE PREOCUPES CHIQUITA, SI NO AGUANTAS LA SACO!.—

--¿ME LO PROMETES PAPI?.—

--¡SI MI REINA, NO TE HARÉ DAÑO!.—

--¿TE GUSTA COGER POR AHÍ?, ¿YA LO HAS HECHO ASÍ?.—

--¡NO, LO INTENTÉ UNA VEZ, PERO NO SE PUDO!.—

--¿Y DESEAS HACERLO CONMIGO DE ESA MANERA?.—

--¿MARLEN, TIENES UN CULO DIVINO, Y UNAS NALGAS DELICIOSAS, CUALQUIERA DESEARÍA COGERTE POR AHÍ?.—

--¡ENTONCES INTENTEMOS!, ¿PERO SI ME DUELE?.—

--¡YA TE DIJE, LA SACO!.— Saqué un lubricante que uso con Oscar, Puse mi cabeza en la almohada y me empiné más, simulé que untaba demasiado en mi ano, fue solo un poco, él puso en su verga, me empiné más y puse mi cara en la almohada, como si esperara un gran dolor, la verdad es que Oscar, ya me había cogido infinidad de veces por el culo, y si me iba a doler, no sería tanto. Pero fingí ser primeriza, a ver si me resultaba. La verga de Ivan entraba lentamente, yo gemía como si no soportara, él se detuvo y preguntó si la sacaba, respondí que siguiera, que me dolía pero quería complacerlo, y deseaba que "fuera el primero". Lo ayudé abriendo mis nalgas que poco a poco se amoldaron al tronco delicioso, cuando ya estaba toda adentro, fingí que me dolía, si había dolor, pero era más placer, solo fingía y le pedí que se quedara así.

--¡ASÍ QUÉDATE PAPI, NO LA SAQUES, AUNQUE ME DUELA NO LA SAQUES AMOR, QUIERO TENERLA ADENTRO!,¡AHH, AHORA MUÉVETE, SÁCALA Y MÉTELA DESPACIO PAPI!.--

--¡MAMITA, TIENES EL CULO BIEN APRETADO!.—Cuando escuché eso, me reí sin que me viera, el pobre creía que me desvirgaba el culo, que era el primero; --¡MAMI, ES UN CULAZO, APRETADO PERO YA ME ENCARGO DE AGRANDÁRTELO POR PRIMERA VEZ!.—Por un momento quise decirle la verdad, pero pensé que no tenía por que saber que no era el primero, si lo creía, era su problema.

Después de meterla y sacarla por un rato, deseaba dejar de fingir, y empecé a moverme hacia él, era de esperarse que su verga se amoldara muy pronto, y el inexperto siguió con la idea de que era el primero.

--¡MAMITA, MAMIII, YA ENTRA Y SALE COMO AGUA, YA VES QUE NO ERA DIFÍCIL, Y COMO LO AGUANTAS MAMACITA, TE DIJE EUE TE IBA AGUSTAR!.—

--¡SI AMOR, TENÍAS RAZÓN, ME ENCANTA Y MI CULO LO RECIBE CONTENTO, SIÉNTELO COMO SE TRAGA TU VERGA!.—

--¡MARLEN, ESTA IMAGEN DE VER TUS NALGAS TRAGANDO MI VERGA, NUNCA LA VOY A OLVIDAR, TIENES LAS NALGAS Y EL CULO MÁS DELICIOSO, PENDEJO DE TU ESPOSO POR NO DARTE POR ESTE SABROSO CULOOOO!.—

--¡SI PAPI, YA LO CONQUISTASTE, AHORA ES TUYO!.—De repente me vi gozando la cogida, y parecía no darse cuenta que era una experta en sexo anal, ya no me importaba si se daba cuenta, estaba gozando ser penetrada por la verga enorme y rica de un joven flaco y alto, lleno de leche y energía. Estaba loca por la sensación de ser cogida, mis nalgas parecía que exprimían el palo jugoso de mi vecino. El goce de Iván era tanto, no notaba la diferencia en un ano relajado y uno virgen. Bajé un poco y le indiqué que se sostuviera casi en el aire, alcé un poco mis nalgas y empecé a subirlas y bajarlas, como sé que Oscar se viene más fácil así, quise probar a Iván, y lo hizo, sus piernas se tensaron y aceleré mis nalgas girándolas y "tratando de apretar", yo sudaba mucho por el ejercicio, de repente un gemido extraño escuché a mis espaldas, Iván echaba su semen en mi culo, lo llenaba de su semen sabroso, su eyaculación era larga, y recordé la mañana aquella en que lo pesqué masturbándose y que se venía con un impresionante chorro, pero ahora ese chorro lo depositaba en mis intestinos, ya no pude más y la sensación continua de mete y saca, causó mi orgasmo que hacía que mis movimientos se descontrolaran.

-AHHH, ASÍII PAPIII, ASÍÍÍ VENTE EN MI CULO AMORR, LLÉNALO DE TU LECHE MI REY!.—

--¡AHH AHHH, SIIII, QUE CULAZO MAMI, EL MEJOR!.-- Sus meces lubricaban mi recto, el frote de su verga en mis paredes rectales, anestesiaron mi ano, al terminar me dejé caer y él sin sacarla cayó en mi espalda, me puse un poco de lado, y seguí moviendo mis nalgas con su verga ensartada, seguía parada, y cómo no iba a estarlo a sus 17 años.

La cogida anal era suficiente, terminamos cansados y nos quedan dormidos, dejando su verga en mi ano, cuando desperté era de madrugada, su verga seguía en mi recto, lo saqué lentamente y cuando estaba sin su verga, sentí un enorme vacío en mi trasero, me dolía, no por la cogida, sino por lo que duró en mi chulo. Adolorada me recosté a su lado, dormía profundamente, lo besé y despertó, su verga me impresionaba, seguía dura y parada, puso su mano en mi cabeza, quería que se la mamara, y empecé a saborear su palo, agradeciendo el placer que me había brindado, se enderezó y puso mis piernas en sus hombros, puso saliva en su palo y la metió en mi vagina, apretaba mis tetas que rebotaban hacia mi cara, acariciaba sus huevos que rebotaban en mi chulo abierto, y empecé a sentir que salía de mi ano su semen, trataba de impedirlo pero mi chulo estaba tan abierto que me fue casi imposible, solo retuve un poco. Me puso de lado y siguió cogiéndome mientras se embelesaba con mis nalgas, me volteó y me puso de perito, cogiéndome y acariciando mi ano, metía sus dedos en mi hoyito, el semen era su lubricante, yo abría mis nalgas para que sintiera mi culo tan amplio, esperaba que reconociera que no era el primero, pero nunca, jamás mencionó algo al respecto, me colocó de nuevo boca arriba y empezó a venirse, me preguntó que si se venía afuera, le respondí que no, que traía dispositivo, quería sentir su chorro en mi útero, y lo recibí, no sé que deseaba en esos momentos, parecía que deseaba que me embarazara, pero sabía que era imposible por los tiempos y el dispositivo. Su eyaculación me volvió loca de placer, recibir su leche me trastornó y me vine mientras mis caderas giraban usando como eje, la verga de Iván.

Platicamos mil cosas hasta que nos quedamos dormidos, amanecía cuando escuché que tocaban en el porche, me levanté asustada, podía ser Oscar, y no sabría que decir si veía a Ivan en mi cama, o que Iván se enterara de mi relación con el esposo de mi cuñada, la hermana de mi marido. Por primera vez me dio gusto que no fuera él, era un vendedor ambulante que a señas le dije que no deseaba nada, y se fue.

Cuando regresé a la cama, Iván había despertado, lo invité a bañarse conmigo le preparé de almorzar y como no tenía que hacer pues también estaba solo, se quedó conmigo, como sabía que no me llamarían, desconecté el teléfono, previniendo que Oscar no me llamara, pues sabía que estaba sola.

El resto del fin de semana, la pasamos fenomenal, parecíamos recién casados, cogíamos en todos lados, en la mesa, la sala, y a media noche en el jardín, tragué semen, en fin, fue un loco fin de semana, me hice su amante sin dejar de serlo de Oscar, así que era doblemente infiel, a mi marido y a Oscar, pero era feliz tener a un joven de su edad a mi disposición.

Ya que regresó la familia, nos veíamos cuando yo le llamaba, le prohibí que él lo hiciera, para que no se enterara mi familia, pero la realidad era que me preocupaba que Oscar se enterara. Pero se las ingenió ofreciéndole a mi marido encargarse del jardín o de cosas que haya que arreglar en la casa, según él, para ayudarse económicamente, mi marido encantado pues lo conocía de niño y le tenía confianza, así que procuraba ver a Oscar en otra parte y a Iván por las mañanas en mi casa, que era casi a diario.

Me acompañaba a las compras y a varias partes, parecía mi chofer, en la intimidad me descaré totalmente que le dije que me gustaba ser tratada como puta, y que fantaseaba estar con él y otro, entonces me propuso que lo hiciera con su mejor amigo, Sandro, con ellos dos, experimenté lo que toda mujer ardiente debe probar, algo sensacional que se volvió un vicio con ellos dos, pero les contaré en el próximo relato.

MARLEN YADO URBINA