Mi vecino, el panadero

La aventura amorosa y sexual de un estudiane universitario con el panadero de al lado.

MI VECINO EL PANADERO

Mi vecino el panadero, estaba re-fuerte como se dice en mi país, esto es era sexy a rabiar, y solo mirarle las piernas gruesas enfundadas en vaqueros ajustados , el bulto y el culo, me hacían temblar de deseo. Le decían Chiche, apelativo demasiado infantil para su metro casi ochenta, sus noventa kilos de peso, su pecho y espaldas anchos, su cuerpo endemoniadamente atractivo. En la Argentina, "Chiche" es un sobrenombre bastante común, pues es la forma familiar y cariñosa de denominar a los juguetes, Se que en México "las chiches" son las tetas, pero no en la Argentina. Aquí es sinónimo de juguetito.

Chiche vestía muy bien y además, no sin cierta audacia, teñía su pelo naturalmente rubio por un tono mas claro, lo que venía muy bien a sus ojos verde-grises y a su piel siempre bronceada y lisa.

Tendría unos 26 años en aquel entonces, y yo 21. Y cómo me gustaba ese papito tan lindo , de piernas gruesas y bulto enorme, ese rubio ex jugador de fúbol que convocaba todas mis fantasías con ese culo fuerte, gordo y pesado que realzaba su figura.

Todos los dias , a mi regreso de la Universidad, me lo cruzaba. Parado en la puerta de su negocio, con su ropa ajustada y cigarrillo en mano, semejaba una estatua o así me parecía. Nos mirábamos, de arriba abajo, pero los primeros días no nos saludábamos,. No se si era timidez de su parte pero en mi caso era como una represión que yo tenía ante los machos que me gustaban. Eso me hacía parecer antipático por lo que el Chiche ni se atrevía a hablarme.

Mis hermanos se hicieron pronto amigos del rubio , pero yo no había intercambiado una palabra, hasta que fui a comprar unas facturas (masas dulces típicamente argentinas). En eso sonó el teléfono del negocio y la empleada fue a atenderlo y entonces vino Chiche a atenderme. Nos pusimos colorados o eso me pareció y medio cortados por el pudor , apenas si hablámos lo necesario, lo que no impidió que viera su pecho peludito adornado por una cadena que supuse de oro , su pecho hermoso poblado de pelitos rubios sobre su piel bronceada por el sol., o que observara sus brazos fuertes cubiertos también de los mismos pelitos, y que casi al pasar viera su culo gordo y fuerte y su bulto muy marcado. Papito qué garcha tenés pensé...... Pagué, me dio el cambio y al saludarme , me guiñó un ojo. Ay culito lindo como me calentaste con ese guiñado, como me pajeé al llegar a casa , pensando en vos, en lo lindo que sería coger con vos, en las ganas locas de jugar con tus chiches, Chiche........

Cómo hacer para tomar confianza y adivinar si a Chiche le gustaban los hombres? Las apariencias indicaban que el era heterosexual y que sólo había sido cordial conmigo. El sonrojo no me cerraba en ese escenario, pero podria tratarse de timidez, de que mi presencia por alguna razón lo incomodara . Tendría que investigarlo, pero como?.

Pude averiguar que el había jugado en las divisiones inferiores de fútbol de mi club favorito, el Racing Club de Avellaneda, pero por una lesión en el menisco, o algo así, en su rodilla, debió colgar los botines para siempre. Con cierto esfuerzo y ayudado por un peluquero del barrio que tenía la colección completa de la famosa Revista " El Gráfico", pude encontrar una foto de la tercera división de Racing , en la que en el centro de los que estaban agachados en el piso, aparecía mi Chiche con su pelo rubio casi ceniza y sus piernas gruesas y bronceadas..

La próxima vez que fui a comprar facturas y que me atendió él, me sonrió y pude ver dos cosas notables : , un diente de oro y unos hoyuelos muy lindos . Muy al pasar le pregunté por su pasado futbolístico y le dije que había visto una foto suya en una revista en la peluquería. Como dijo no tenerla, le prometí que se la conseguiría y muy disimuladamente le hurté la revista al peluquero. Partí raudo hasta que llegué a la panadería y al entrar vi a una muchacha de negra melena ojos muy maquillados y oscuros, delgada y muy bien vestida que resultó ser su novia.

Con la revista entre mis ropas y la cola entre las piernas regresé a mi casa y me dí cuenta que todo esfuerzo había sido en vano. El Chiche jugaba con las nenas no con los nenes. Iluso de mi, cómo no se me había ocurrido que un macho impresionante como ese, debía tener miles de mujeres, coger con todas ellas y encima tendría novia. ¿ Cómo me había enganchado con esa historia de conquistar a un heterosexual evidente? ¿Qué cosa aparte de mi calentura y mi deseo por ese muchacho podría haberme indicado que el tipo gustaba de otros hombres? Esa noche lloré un poco y luego me quedé dormido.

Un tiempo después volvía de la Facultad, y era primavera. No se porqué razón estaba contento, pues seguía solo y había hecho el esfuerzo de olvidar al Chiche. Y justo me encuentro con el susodicho individuo parado en la puerta de su panadería, con esas hermosas piernas gruesas y ese bulto tentador sobresaliendo de su pantalón de jean.desteñido Me saludó y me dijo:

Maxi , al final nunca me trajiste aquella revista "El Gráfico".

Vos sabes que la tengo en casa pero me olvidé de traerla, contesté.

Traémela ahora, dale que me muero por verme en la foto, me dijo.

Fui corriendo a mi casa, me duché, me puse desodorante , colonia , talco y la mejor ropa casual que encontré en mi ropero, y con la revista en la mano me dirigi a lo de mi vecino. La empleada estaba bajando la cortina del comercio pero me dejó entrar y me dijo que pasara detrás del negocio, donde quedaba el departamento de Chiche.

Subí una escalera oscura y por poco pisé al gato, un angora gordo y grandote que se llamaba Delfos. Escuché a la empleada despedirse y toqué a la puerta de lo que supuse era el dormitorio de Chiche. Me dijo que pasara que se estaba bañando que ya salía.

Mi corazón latía a mil kilómetros por hora, ahora por fin lo vería casi en bolas, oliendo a jaboncito después de la ducha, con apenas una toalla cubriendo su cuerpo codiciado. Unos minutos después escuché que cerraba la ducha y que seguía cantando. No canta bien, pensé, pero con semejante físico a quien le importa si desafina.........Ya salgo –dijo- y yo estaba tan nervioso que la revista se caía de mis manos. Por fin salió, no en toalla sino con una bata (robe) celeste corta que le quedaba algo justa y que permitía ver su pecho rubio sus brazos peluditos, sus piernas gruesas y musculosas. Traía el cabello mojado y se lo venía secando con una toalla. Morí al verlo, qué hermoso era el Chiche.....

  • Hola me dijo, gracias por traerme la revista, me levanta el ánimo

Por nada.- contesté

Vení ponete cómodo. - me dijo-

Cuando avancé en la semi penumbra del cuarto vi la cama de matrimonio (aquí se la coje a a la flaca pensé), dos mesitas de luz, un libro tirado en el piso, sus zapatillas medio volcadas, sus medias sucias, y lejos, casi escondido, su slip celeste, el que se había sacado para bañarse. La sóla visión de su calzoncillo me dio una erección irrefrenable, me dieron ganas de robármelo , olerlo, chuparlo.....

Cuando le dí la revista, miró como embelesado la foto. Allí estaba en su mejor momento , joven , hermoso con posibilidades de ser un gran jugador, y es como si ese pasado glorioso, hubiera quedado grabado para la eternidad, en aquella imagen de la revista. Los ojos , se le llenaron de lágrimas y me dio una gran ternura. A mi edad no sabía de muchas decepciones, pero podía colocarme en su lugar y sentir el dolor de lo que el había perdido por una lesión física.

Pasaron unos segundos y el finalmente volvió al presente y me miró, secándose los ojos y entonces se acercó a mi y me agradeció la revista y me dio un beso en la mejilla. Cómo me quemó ese beso , cómo vibró mi cuerpo por ese acto inesperado, cómo se me paró la garcha con esa efusividad, me estremecí y temblaba de deseo , de rabia, de desencanto , hasta que el me volvió a besar , ahora en la boca, ahora con la lengua, ahora con su piel deseada, con su sensualidad presentida, como solo puede besar un hombre. Al principio no reaccioné , era mucho lo que me estaba pasando , pero luego me aparté y le dije:

Pero si vos tenés novia......

Tenía –dijo-. Cómo podría tenerla, si te quiero a vos, bebé.

No te creo –afirmé entre lágrimas-

¿Y esto que es ..... preguntó señalándose la pija enorme y erecta y los huevos levantados y gordos.

Me sacó la ropa y el tiró la robe que vestía sobre una silla y me tomó la mano y me llevó hasta la cama, y me chupó cada centímetro de mi piel hasta que pidió agua, y yo lo chupé a el, le mamé la pija no tan extraordinaria en tamaño pero hermosa en suavidad limpieza, y por el tibio cariño que se desprendía de su dueño

El me chupó la verga con auténtica pasión , y cuando acabé utilizó mi semen para hidratar mi propio pene, y se lo metió en su boca y lo chupo largos minutos y después me puso en cuatro patas y me la metió suavemente mientras mi culito se abria a su pija, a su poronga , a esa garcha inmensa tantas veces soñada, que se hundía en mi alma como un puñal de amor, como una daga de dominaión, como una navaja de filo para despertar mis pasiones mas adormecidas.

Desde entonces no he dejado de jugar con mi Chiche.

galansoy

Si les agradó este relato , escríbanme a galansoy@hotmail.com y si pueden valórenlo. Gracias un millón y un abrazo a todos.