Mi vecino Damián (2)
Cómo mi vecino Damián me convirtió en su esclavo. (Con fotos)
Este relato es la continuación de Mi vecino Damián.
Llegue a casa rápidamente. Tenía el pulso acelerado, sudaba mucho aun me sentía muy excitado. Lo que acababa de vivir fue muy chocante. Un chico 3 años menor que yo me puso cachondo ¡¡ y me hizo una increíble mamada!! Era la primera vez que me lo hacia un tío. Yo siempre había sido Hetero, nunca me había replanteado mi sexualidad, de hecho con las chicas siempre me había ido bastante bien.
Decidí meterme en la ducha y quitarme el sudor de encima. Mientras me enjabonaba no pude olvidarme de lo sucedido y comencé a pajearme. Mis pensamientos eran hacia Damián mientras me tocaba. Deseaba en ese momento que entrara conmigo en la ducha y volviera a chupármela y chupársela yo a el. Ciertamente, creí que había perdido la cabeza pero tenía que ser honesto conmigo y con lo que estaba sintiendo. La idea de hacerle una mamada a Damián me resultaba excitante, muy goloso. Es como si mi perspectiva hubiera cambiado del todo en unos instantes. Tampoco daba crédito a mis pensamientos ¿era gay? ¿Un puto? ¿Después de todo este tiempo? Solo tenia la certeza de que todo aquello me excitaba muchísimo. Llevaba un rato en la ducha y el brazo comenzaba a dolerme un poco, cuando empecé a correrme a lo bestia. "¿Disfrutaste mucho, machito mío?" - "No te preocupes, será nuestro secreto" Sus palabras resonaban en mi cabeza." Va a ser una noche muy larga", me dije.
A la mañana siguiente me levanté tarde, algo adormilado me dirigí a la cocina y me preparé un café y unas tostadas. No me había percatado del jaleo de mi familia de un lado para otro. "¿A dónde vais, Cristi? pregunté a mi hermanita (Cristina) que pasaba por ahí.
"A la casa de campo, tontín o ¿ya no te acuerdas? Vamos a pasar el fin de semana allí Ainsss, que todavía no te has despertado, ¿eh?" Y me dio una colleja en plan broma.
N.d.A: La casa de campo es un chalet con piscina de una urbanización campestre y que mis padres compraron hace algunos años es donde solemos pasar las vacaciones de verano, algunos días festivos o fines de semana el resto del año, organizamos algunas barbacoas, etc...
Esto, me dio una gran idea. Me inventé una excusa para no ir y después de hablarlo bastante con mis padres conseguí quedarme en casa para mi solo. Tenía la intención de quedarme a solas con Damián para descubrir que sentía realmente. Tendríamos los dos un fin de semana por delante para averiguarlo.
Al mediodía se fueron mis padres, yo fui al supermercado para ultimar unas compras. Cuando regresé arreglé un poco mi desordenado cuarto. Me sentía excitado por volver a estar con él, y se notaba por el bulto en mi pantalón. Llamé a Damián, no estaba en su casa. Su madre me dijo que había salido, que no dijo a donde y que posiblemente tardaría en volver. Le llamé al teléfono móvil pero se lo había dejado en casa. Todo esto no hizo sino acrecentar mi ansiedad.
Decidí salir a la calle. En casa no haría nada y a lo mejor con suerte me encontraba con él por la calle. Mejor aun, bajaba en el ascensor y cuando llegué a la planta baja, me encuentro con Damián que subía.
"¡Hola! Te estaba buscando"
"¿si? Mira espero que no estés enfadado conmigo por lo de ayer te fuiste muy raro y "
"No, No. Al contrario (le sonreí de manera picara), sube conmigo, vamos a mi casa quiero contarte algo"
Entramos rápidamente en mi casa.
"Estamos solos. Mis padres se han ido al campo y no volverán hasta mañana por la tarde. Lo de ayer me ha confundido mucho... me gustó mucho, la verdad"
"¿si?"- La mirada de Damián pasó de la sorpresa a una lujuria lasciva incluso algo maliciosa.
"Si. Y me gustaría que me ayudaras. Esto nunca me había pasado antes. Yo siempre he estado con chicas, me gustan mucho. Muchísimo. Pero quisiera que me ayudaras para saber si en realidad soy gay"
"Pero si ." Parecía como si fuera a decir algo pero Damián se cayó inmediatamente, como si quisiera ocultarme algo. "Bueno pues para averiguarlo debes obedecerme y hacer lo que yo te pida ¿sabes?"
"Claro" Le dije. En ese momento me sentí atrapado por su mirada dominante. No sabría explicarlo. Es como si Damián tuviese 30 años y yo 10 nada más.
"Ven machito, te vas a enterar de cómo eres y de cómo soy yo." La actitud de Damián se había vuelto distinta ahora, parecía otra persona, más altiva más dominante. Me llevó hasta mi cuarto y me hizo desnudarme frente a él, luego me hizo sentarme en mi cama mientras el seguía de pie frente a mi, muy juntitos los dos, pero mostrándose superior a mi. Notaba el bulto que crecía en su calzón de deportes. Me cogió la cara con las dos manos, se inclinó y me besó en la boca apasionadamente. Noté su lengua ensalivada rebuscando en mi boca con gran maestría. No podía impedirlo, cerré los ojos me sentía a su merced. Los dos jugábamos con nuestras lenguas: He besado a muchas chicas y la sensación no me era diferente. Ni me disgustaba. Al contrario.
Perdí la noción del tiempo pero si sé que estuvimos un buen rato. Damián estaba saboreando bien ese momento, que para él debió ser como gran una victoria y que llevaba tiempo esperando. Sentí que perdía control sobre mi mismo y Damián lo ganaba.
- "Si lo de ayer te gusto hoy vas a disfrutar como una perra." Dijo muy altanero. "Arrodíllate, esclavo"
Esas palabras no, mas bien sus ordenes, me excitaban. Su forma de hablar me hacía sentirme pequeño a su lado. Deseaba dejarme llevar por él pero algo tan desconocido para mi como es la homosexualidad me daba un poco de miedo. Una cosa era fantasear y otra muy distinta era hacerlo de verdad. Aun así no tardé en ponerme de rodillas frente a él.
- "Bájame el pantalón y luego los calzoncillos." vi como sonría mientras lentamente cumplía sus ordenes.
Entonces pude ver su polla colgando frente a mí. Tenía un buen tamaño pese a que aun no estaba dura del todo. Lo tenía afeitado excepto por la parte del pubis. Damián se balanceó ligeramente para que su polla tocara mi rostro. Me sentía hipnotizado por ese delicioso rabo pero al tiempo estaba nervioso y dudaba si continuar con aquello, pues era algo que nunca había hecho antes. Noté como me pasó por los labios. Podía olerla, sentir su calor. Yo cerré los ojos y me giré, lo que causó que él se enfadara.
-"¿Qué haces, perra? ¡Mírame! ¡No vuelvas a hacer eso! Eres mi esclavo. Ya no eres ningún machito, eres mi nena. ¿Tenias dudas? Yo no las tengo. Eres muy vicioso. Has follado con muchas chicas pero te apetece probar mi polla. Hoy va a ser tu Bautismo de leche. A partir de ahora eres mi sirviente, maricón. Y es porque te gusta. Lo noto, lo veo en tus ojos. Tu lenguaje corporal no me engaña, puede que con las tias seas muy machote pero te gusta sentirte dominado por un tio. Así que venga, empieza a chupármela, so maricón" Se agarró la polla por la base y puso su capullo sobre mis labios. Con la otra mano me cogió del pelo para que no me escapara. Me sentía inferior a él, no tenía fuerzas ni voluntad para escapar. Estaba doblegado a su voluntad y eso me gustaba. Arrodillado, miré hacia arriba y le ví triunfante, muy por encima de mi. Recordé haber estado en su posición cuando estuve con chicas y la sensación que produce sobre la otra persona cuando te la chupan así. Ahora yo era la chica. Abrí la boca y comencé a mamársela. Tuve cuidado de no tocarle con los dientes. Me esforcé en degustar ese sabroso rabo en toda su longitud. Mi lengua jugueteaba con su capullo igual que las chicas me lo hacían a mí. La saqué de mi boca y empecé a darle chupetones y lametones por los huevos y por el tronco. Mi nariz se metió en el espeso bello de su pubis. Luego me la metí otra vez en la boca y traté de metérmela más. A pesar de todo lo hice bastante bien, no me dio arcadas. Tenia la boca llena con su rabo ensalivado. Ver la cara de vicio que ponía Damián me excitaba aún más, tenía mi polla durísima y aproveché para tocarme un poco. Todo aquello era muy humillante pero tenia que reconocer que me gustaba, que me ponía cachondo que Damián me diera caña. Me sentí humillado pero también excitado, llegué a perder la noción del tiempo que estuve saboreando esa deliciosa polla mientras escuchaba algunos insultos de Damián.
-"Perra, sigue chupándomela Así, así sigue Sabes hacerlo muy bien puta Después de esto no vas a querer un coño ni en fotos, mariconazo "- Su voz me sonaba algo lejana pero me ponía muy caliente.
Al poco, noté que su polla convulsionaba quise quitarme rápido pero la mano de Damián lo impidió. Soltó una gran cantidad de semen y tragué bastante, pero pude sacármela y los siguientes chorros fueron a para a mi cara, mi pelo, por su mano, y algunas gotas sueltas. No hace falta decir que me exigió que lo limpiase todo con la lengua. Al principio me dio cosa, era mi primera vez que tragaba semen pero noté que no sabía nada mal y termine degustándolo. Saboreándolo.
-"¿Lo ves, machito? Este ha sido tu Bautismo de leche. He gozado mucho haciéndote esto. Me encanta coger con Heteros, confundirlos y hacerles probar la homosexualidad. Pero en tu caso ha sido una agradable sorpresa saber que eres taaaan sumiso. Prácticamente, te derrites ante una polla. A saber cuanto tiempo has estado reprimido pero a partir de ahora vas a ser mi esclavo, haré contigo lo que me de la gana y cuando me de la gana. "-
Yo aun seguía de rodillas, a sus pies frente a él, cabizbajo. Poco a poco subí la vista, le miré a los ojos y sonreí.
-"Muy bien, esclavo muy bien"
Continué masturbándome para acabar corriéndome pronto. No podía más, después de tanta excitación. Terminé corriéndome sobre mi mismo, casi todo cayó sobre mi barriga. Damián puso la mano sobre mí para que no me levantara. Se me echó encima y comenzó a chupar todo el semen, no dejo ni gota. Cuando terminó me cogió la cara obligándome a dejar la boca abierta. Entonces empezó a escupirme en la boca mi propio semen. "Trágatelo todo" dijo.
Lo que ocurrió a continuación ese fin de semana lo contaré en mi próximo relato. Espero que les haya gustado y me envíen sus opiniones. Este relato es verídico, solo retocado para que su lectura sea más excitante y amena, pero todo ocurrió básicamente igual. Las fotos son de Internet únicamente para apoyar el texto. (Todas son de mayores de edad)