Mi vecino cabrón

Esa mañana cuando me había despertado estaba empapada. Había tenido un sueño erótico y mis bragas estaban mojadas. Sentía la humedad en mi coño caliente y empezé a acordarme de ti. Empezé a acordarme de aquella noche que me follaste salvajemente y comencé a tocarme. Las sábanas acariciaban mis pechos desnudos y mis manos comenzaban a recorrer mi cuerpo excitado, caliente. Empecé a tocarme los pechos, el coño, me mordía el labio. Estaba excitada otra vez. Estaba mojada, me tocaba y me metía el tanga por el coño, subiéndomelo hasta hacerme daño. Empezé a gemir cada vez más fuerte. Cuando estaba a punto de llegar al orgasmo... DIN DON! tocan el timbre. Estaba tan caliente que me atrevería a abrir la puerta así como estaba; en tanga despeinada y con cara de vicio.

Lo tenía planeado; abriría la puerta de par en par para que se me viera bien, y a quien fuera le diría con cara de niña buena: Oops! Perdóname pensé que eras mi novio. Total que me incorporo de la cama, camino hacia la puerta, la abro y me encuentro a mi vecino; un cincuentón que para su edad no estaba nada mal.... Tiene el pelo oscuro, los ojos claros... la piel morena y es robusto, bastante robusto. No me dió tiempo a abrir la boca cuando con cara desquiziada y mirando mi cuerpo desnudo de arriba a abajo me dijo: -Eres una guarra!. Y entonces cerró la puerta, se acerco a mi y me empujó hacia el sofá... Se sacó la polla, un poco blanda, pero que empezó a crecer enseguida, me la metio en la boca, su polla era gorda y llena de venas, y obligándome a mamársela me decía: -Mira lo que me obligas a hacer puta de mierda! ooh oh!- gemía. Yo me atragantaba, casi lloraba, pero he de admitir que la situación me resultaba morbosa y abrí las piernas y empeze a masturbarme descaradamente.

Cuando me vió hacerlo, me miró y me dijo: - Eres una hija de puta.- y empezó a comerme el coñoy a meterme los dedos cada vez mas y mas fuerte, yo gritaba como una loca... y en el algetreo le di con mi culo al mando del equipo de musica y empezo a soñar a toda leche, ya nadie podría oirme gritar. Empezó a follarme mientras yo gritaba: -Para! para! que me estás violando cabrón!! Y me echó el mejor polvo de mi vida. Se corrió en mi boca y en mi cara, me dio un cachete, y mientras me tocaba el chochito me dijo: -Ni una palabra a nadie, luego te subiré pasta... - y se fue.

Al otro día me encontré en mi buzón un cheque al portador de 300 euros... no estaba mal no? Y el solo echo de subirme al ascensor ya me excitaba.... me encontraría a mi vecino cabrón?