Mi Vecino Andrés
Internet es una caja de sorpresas... Una noche coincidimos mi vecino Andrés de 18 años conmigo en un chat gay...
Una de tantas noches conectado a Internet pasando el rato no sin estar esperando en el fondo conocer a alguien y hacernos gozar coincidí con chico que me abrió un privado. Entablamos una conversación típica de describirnos y accedemos a vernos por nuestras cams.
La sorpresa de los dos fue mayúscula, resulta que es mi vecino del 3º, un chaval bastante majete de 18 años con su cara poblada por el acné juvenil pero a pesar de ello un chico muy majo.
¿Andrés? Le digo yo sorprendido
¿Enrique? Me dice con la sorpresa en la cara
¿Qué haces en el chat de gays? Nos preguntamos casi a la vez los dos.
He de decir que alguna q otra mirada cachonda y penetrante no hemos dado cuando hemos coincidido en el ascensor. Después de asumir la sorpresa y con un cierto nivel de excitación, decidimos quedar en ese mismo momento para dar rienda suelta a nuestros cuerpos.
Eran las 21:30, y sabiendo que Andrés tenia toque de queda por su edad, sabíamos que hasta media noche podríamos conocernos mejor. Salimos al rellano y nos besamos tímidamente para que no nos viera nadie por las mirillas.
Decidimos ir al bosque que hay detrás de nuestra casa y comenzamos a besarnos profundamente, como comiéndonos el uno al otro por toda ese hambre contenida. No me lo podía creer, ¡Estaba enrollándome con un chaval de 18 años, y yo había cumplido los 28 recientemente¡
Consciente de que aun siendo sexo consentido, estaba con un menor, la cabeza me hizo olvidar dicho "delito" ya que los dos teníamos una calentura dilatadísima que notábamos a través de nuestros pantalones.
Él fue el primero que se agacho en busca de mi polla de 17 cts. una vez q nos habíamos quitado las camisetas y comido nuestros pezones erguidos. Me bajo el pantalón y busco el capullo ya goteante y rojo. Se la metió en la boca y comenzó a chupar de una manera deliciosa y golosa. Mis manos se vinieron abajo, fueron directamente a su cabeza que fue guiada desde entonces.
Nos fuimos acalorando mas y más, mi pelvis Tb. Comenzó a bailar tan excitante danza hasta que le tuve que susurrar que parara. Aprovechamos y nos tumbamos en la hierba y nos quitamos los pantalones. Allí tenia su polla juvenil, unos 15 cts. y bastante gordita mirándome a la cara invitándome a que la comiera poco a poco. Fue un 69 delicioso, pero lo que más me encendió fue su fuerte olor a almizcle testicular, me volvía loco, empecé a chupar y absorber su polla mientras mis fosas nasales se inundaban de tan caliente y excitante olor a macho. El continuo su trabajo hasta q sus manos se posaron sobre mi ojete, se lo empezó a trabajar con lengua y dedos, alternándolos con mi enhiesta polla. Yo hice lo mismo, me acerque a su culo rosadito y peludo y empiezo a meter un dedo cuando me susurra:
Enrique, soy virgen de ahí
Mi polla se endureció más aún al escuchar estas palabras, e incitado por ellas, le comienzo a comer el culo con tal delicadeza que sus grititos se escapan de su bolla llena de mi polla. Andrés mientras tanto me dilata el culo con sus dedos y el sonido Chof, chof comienza a inundar el bosque, bañado por la luz de la luna creciente.
Mis dedos entran a pares en su culo, cuando me dice casi sollozando:
Follame, quiero q me folles tú el primero
Si, te follaré solo si tu me follas después
A lo que Andrés accedió. Yo tampoco quería dejar de probar tal rabo adolescente. Saqué de mi bolsa dos preservativos, Andrés abrió uno y con su boca me lo colocó de forma magistral, asombrado nuevamente conocí que el chavalito no estaba tan desacostumbrado como había pensado.
Andrés se tumbó mirándome y abrió sus piernas, allí volví a encontrar el majar prohibido del vecino que iba a ser mío por primera vez. Fui completando la dilatación que había comenzado antes cuando vi que a la vez que metía mis dedos él acompañaba el ritmo con sus caderas. Ya no pude aguantar más, me tumbé sobre él y fui penetrándolo poco a poco sabiendo que era su primera vez. Notaba que su esfínter estaba relajado, tenia confianza conmigo. Mi polla entró y salió haciendo que como un molde fuera haciéndose a ella, mientras tanto, Andrés me pedía que le comiera la boca y así fue. Nuestros cuerpos se fundieron en un beso y en una penetración total, a la que los dos comenzamos a gemir como animales en medio de ese bosque.
Andrés me mordía el labio inferior mientras yo como un torero iba metiendo el estoque en su cuerpo adolescente. Comenzamos un metesaca agotador hasta que me pide que quiere que me corra en su boca, quiere un biberón nocturno. Embestí en su cuerpo sabiendo que no notaba más que placer, hasta que me levanté rápidamente, me saque el condón y su boca voló hacia mi polla que empezaba a escupir.
El cerro los labios y comenzó a chupar y a chupar, mi polla estaba dando trallas de semen en su boca, en su garganta. Me siguió lamiendo con su lengua el frenillo y el agujero de la polla hasta dejarme seco. Se levantó y con mi leche en la boca nos mordimos nuevamente saboreando mi corrida.
Andrés comenzó entonces su cometido, dilato mi culo con su lengua y sus dedos, mientras yo iba masturbándolo para que su rabo tomara solidez. Se puso el condón y comenzó a metérmela poco a poco pero firmemente. Empezó a bombear mientras su boca buscó mis tetillas acabando por morder mis pezones y mi lengua. Su polla ardía en mi interior, le dije que me follara rápida y lentamente, no quería que se corriera tan pronto y así lo hizo. Me di cuenta que Andrés estaba a punto de correrse cuando noté que se aceleraba su bombeo y que tenia pequeños espasmos. Me agarro de los cachetes y apretó haciéndome ver las estrellas, incluso con el condón puesto, noté los trallazos de su rabo en plena eyaculación dentro de mis tripas.
Andrés y yo habíamos conseguido hacer realidad nuestros sueños. Nos fuimos vistiendo y besándonos sabiendo que pronto volveríamos a repetir nuestro encuentro fortuito por Internet y apasionado en realidad.
Sus padres se iban de viaje en tan solo dos días.....