Mi vecino
Pillé a mi vecino espiándome y el calentón me lleva a su cama
De nuevo estoy aquí, está vez contaré una experiencia de mi vida:
Era el primer día de verano después de las clases. Recuerdo que era un día de muchísimo calor, así pues después de comer fui a la piscina de la comunidad. Era grande y tenía su zona de césped para tomar el Sol. Como era las 14 todo el mundo estaba en sus casas comiendo pues aproveché para tomar un baño refrescante y tomar el Sol haciendo topless. Al cabo del rato no me sentía cómoda, notaba una mirada penetrante y directa. Tenía una toalla pequeña puesta en la cara, pero seguía sintiendo unos ojos comiéndome. Me quité la toalla de la cabeza y dismuladamente me puse a buscar esos ojos, no me lo podía creer, el vecino y amigo de mis padres, de unos 58 años me estaba mirando, bueno o eso sentía yo. Me volví a poner la toalla en la cabeza para intentar hacer como si nada, pero joder era joven y que me comieran con los ojos me gustaba, pues empecé a echarme crema en el cuerpo, dirigiéndolo directamente hacia él, si bien yo no lo miraba sabía que estaba ahí. Lentamente por cada centímetro de mi piel me eché la crema, claro está poniendo buena atención en los pechos, dándoles un pequeño masaje. Alcé disimuladamente la vista y el muy hijo puta se estaba masturbando, cosa que me excitó mucho más, no dejaba de mirarle disimuladamente mientras me seguía sobando las tetas. Se metió para dentro rápido, y yo me quedé con ganas la verdad, me puso cachonda.
Subí a mi casa y ya podéis imaginar cómo fui corriendo a la habitación. Nada más cerrar la puerta, me quité la parte de abajo del bikini y empecé a estimularme el clítoris mientras me metía dos dedos en la vagina. A mi cabeza solo venía la imagen del viejo pajeándose. Empecé a darle rápido a la vagina y al clítoris mientras arqueaba la espalda y los orgasmos no tardaron en llegar con una corrida abundante. Me metí los dedos lo más que pude en mi vagina y empapandolos en mi flujo los llevé a mi boca para saborearlos. Dios que corrida tuve.
Pasó el día y yo seguía con la escena en la cabeza, pues así pensé en mañana hacer lo mismo pero más descarada, enseñándole bien. Pasó el día y no podía quitarme al viejo verde de mi mente masturbándose, y ya os puedo decir que cayeron 4 dedos más a cada cual más rico. El último fue para dormirme, no podía dejar de pensar y desear que saliera al balcón, me metí la mano de lo cachonda que estaba y me corrí como nunca, solté un chorro cosa que nunca hice, pensé que me había meado, pero no, todo era mi jugo de placer.
Me levanté a eso de las 10, me fui a desayunar, sabía lo que iba ha hacer pero estaba nerviosisima, nunca antes había hecho nada parecido, pero me puso tan cachonda que estaba decidida. Miraba cada dos por tres el reloj, se me hacía eterno que llegaran las dos, hacia de todo en casa para que se pasará el tiempo más rápido, pero no, pasaba lentísimo. Llegó las 13:30, no aguantaba más y bajé, llevaba un bikini blanco, aposta porque se marcaba todo y así mi vecino podría disfrutar más.
Me bañé para mojar el bikini y que se marcará la raja de mi vagina y así que pudiera disfrutar más. Me coloqué en una posición privilegiada, abierta de piernas, con las tetas al aire y la toalla en la cabeza para que pensará que no le podría ver, pero
sí
podía. No tardó en aparecer el viejo verde, y tal como había pensado le iba a dar un show que lo iba a disfrutar. Me empecé a dar crema por las piernas lentamente, hasta llegar a la vagina, luego por mi pancita metiendo los dedos hacia la vagina para que se me marcara. Empecé a sobarme las tetas con la excusa de echarme crema, los pezones se me pusieron durísimos. De reojo vi como se la estaba cascando, y ahí le iba a dar el premio, con la excusa de buscar algo en el bolso, me puse a cuatro con el culo en pompa para que lo viera, dios estaba cachondísima.... Movía mi culo de lado a lado, y me di una nalgada como si se me hubiera posado un mosquito, pero no era así, era para el viejo, para que se corriera pensando en mí. Al colgarme estaba mirándome fijamente, pues al fin le devolví la mirada guiñándole un ojo. Captó la señal pues me hizo gestos para que fuera. Un escalofrío recorrió mi espalda, pues no tenía pensado que reaccionaria y menos que se lanzase, pero mi excitación me dio fuerzas para ir. Disimulando fui hacia el portal, subí y me di cuenta que su puerta estaba entre abierta, miré a todos lados y como vi que no había nadie entré rápido y cerré la puerta, y ahí estaba el señor de 58 años, con su barriga asomando en calzones con agujeros y con una camisa de tirantes con lamparones amarillos. Me quedé en shock al verle su pene marcado en los calzones, era de unos 23 centímetros que me iba a meter, o ese era mi deseo.
Me senté en el sofá, algo sucio esperando su reacción:
Menudo show me diste - me dijo con su voz ronca por el tabaco
Claro, te vi ayer y no quería que disfrutases solo - dije envalentonada
Vaya, la niña nos salió un poco puta
No soy puta, solo que al verte ayer quería que te la cascaras bien - respondí algo enfadada
Se sacó el pene y se puso delante mía:
- esto es lo que querías verdad? - me dijo con la voz firme
No dije nada solo asentí y mi mano cogió ese enorme trozo de carne para masajearlo
- sabía yo que te iba a gustar - me dijo con una sonrisa
Solo asentí y seguí, joder la podía masturbar con las dos manos, cosa que hice, tenía un olor fuerte, pero me hipnotizada su tamaño, nunca antes la había visto tan grande.
- Vamos a probar lo puta que eres... Chupamela - dijo casi ordenando
Asentí y al abrir la boca, con un movimiento brusco, me cogió de la cabeza y me puso la boca en su polla, y comencé a chupársela, casi no me entraba, pero estaba tan cachonda que no podía parar. Mientras me agarraba la cabeza y me metía hasta lo más hondo de mi garganta su pene me metí la mano en mi vagina y empecé a tocarme.
-sabia yo que ibas a disfrutar, se te veía bien guarra - me dijo entre gemidos y suspiros
Yo seguía a lo mío, me empezaron a llegar los orgasmos y mi fluido a empapar el bikini, sin parar de mamar su gran pene. Por fin se le fue el mal sabor y ahora comenzaba a saber bien, mi boca no paraba de ensalivar y caer por mi cara, estaba disfrutando que no sé cuántas veces me vine.
-vamos guarra que te voy a reventar la vagina, vamos a la habitación.
Paré de masturbarme y él me sacó su pene de la boca, me agarró fuerte de la mano y me llevó a su cuarto, un cuarto oscuro que apestaba a sudor y tabaco, pero eso sinceramente me ponía más. De un empujón me tiró a la cama y con sus manos rudas me arrancó el bikini empapado, lo rompió, lo agarró y lo empezó a oler.
- Que viejo asqueroso eres, a ver si también sabes utilizar tu pedazo polla - le dije viéndole oler mi bikini
Me agarro por la cintura y me dio la vuelta, con los pies en el suelo y el cuerpo en la cama.
- No me seas cabrón y follame ya la vagina cerdo - le dije
Puso su enorme pene a la entrada de mi vagina y yo con las piernas abiertas de una lo insertó entero, pegue un chillido de dolor, me desgarró entera, se me saltaron las lágrimas pero a él le daba igual, seguía insertándome su falo mientras me daba nalgadas y me decía "guarra" "puta" "que zorra eres" y demás calificativos cariñosos.
El dolor se fue convirtiendo en muchísimo placer, el viejo sabía coger y yo lo estaba gozando, como sabéis mis lectores y lectoras soy multiorgasmica, y ahí no iba a ser menos, empecé a correrme entre orgasmo y orgasmos, solo se escuchaba el ruido de sus testículos golpeando mis nalgas junto a sus suspiros y sus bendiciones hacia mi persona.
Notaba su pene gordo, por lo cual se iba a venir en mi vagina, pero yo no quería por si me preñaba:
- No te corras dentro cabrón, no me seas hijo puta - le dije entre gemidos
Él siguió bombeandome fuerte con fuertes nalgadas, notaba mi culo rojo y dolorido, pero me encantaba, hasta que la sacó, me giró y se la empezó a masturbar delante de mi cara, poco tardó el llenarme toda la cara de semen, parecía como si no se hubiera corrido en años, lo cual me extrañó porque ayer se la cascó. Lo que me escurría por la boca lo recogía con la lengua, pero el puso su pene en mi boca el cual, empecé a repasar todo su glande con la lengua recogiendo todo el semen que quedaba, apretando su glande para que saliera todo.
que zorra eres, espero que vengas más
Si me sigues follando así daño por hecho - le dije al terminar de limpiarle el pene.
Me levanté y fui al baño a lavarme la cara, me miré en el espejo viéndome con toda su corrida en la cara y me encantó. Terminé de limpiarme, me puse la toalla ya que no tenía parte de abajo del bikini y salí de la casa mirando que no hay nadie en el pasillo.
Espero que os haya gustado, si tiene buena acogida seguiré subiendo mis encuentros con mi vecino intercalandolos con
Danko y si me animo subiré más experiencias de mi
vida. Ya sabéis que me podéis escribir a mi email y si lo hacéis con respeto y sin mandar fotos ni pedirlas os responderé con gusto
Besos