Mi vecino

Mi historia comenzó al trasladarme a Madrid, mi vecino fue mi tortura y mi pasion

Mi historia empezó el día que tuve que trasladarme a vivir a Madrid después de haber aprobado unas oposiciones. Meses y meses preparándolas habían dado su fruto. Había aprobado. Lo malo era tener que irme a muchos kilómetros de mi ciudad para empezar a trabajar.

Era fin de semana cuando llegué a mi nueva casa, un apartamento que alquilé después de leer mil anuncios en internet. Cerca del centro pero no demasiado y con piscina para todos los residentes en ese edificio. Para empezar mi nueva vida, no estaba nada mal.

Como decía era sábado cuando llegué después de horas conduciendo bajo un calor abrasador. Necesitaba refrescarme un poco, así que después de comer algo rápido, opté por ir a darme un chapuzón a la piscina antes de empezar a deshacer las maletas. Al fin y al cabo tenía todo el domingo para hacerlo. Lo único que cogí fue una toalla después de ponerme un bikini que ni siquiera había llegado a estrenar en la playa.

En agosto no suele quedarse mucha gente en la ciudad y además era mediodía así que cuando llegué a la piscina apenas había un par de personas tumbadas al sol. Dejé la toalla en una esquina y me fui directa al agua. Estuve nadando un poco y al cabo de un rato me fui a secar al sol. Perdí la noción del tiempo, pudo pasar media hora o una, estaba incluso medio dormida cuando de repente acerté a escuchar:

  • Bombaaaaaaaaa

Y un montón de agua cayó sobre mi dejándome empapada. Cuando me sobrepuse del susto y me incorporé, vi a un chico saliendo de la piscina como si nada y riéndose de mi.

  • Oye, has visto como me has puesto????, le dije

  • Lo siento, diría que no te había visto pero mentiría.

  • Lo dices en serio??? No me conoces de nada y me mojas así sin mas???

  • Digamos que es la novatada por llegar nueva al edificio.

  • Y tu como sabes eso??

  • Te vi llegar hace un par de horas con las maletas y vi que te instalabas en el apartamento pegado al mío. Por cierto, no me he presentado soy Javi.

  • Me da igual como te llames. No me interesa. Y siento ser grosera pero es que no me parece la mejor forma de conocer a tu nueva vecina haciendo eso y ademas ni siquiera te has disculpado.

Sin dar mas explicaciones me levanté, cogí mi toalla y me fui. La verdad que Javi era guapísimo. Buen cuerpo, con unos preciosos ojos azules y con la sonrisa mas bonita que había visto en un hombre.

Pasó el sábado, pasó el domingo y yo no salí de casa. Tenía muchas cosas que ordenar antes de que llegase el camión de la mudanza con el resto de mis cosas. Estaba agotada así que me fui temprano para cama que al día siguiente tenía que empezar a trabajar. Llevaba un rato metida en cama cuando empecé a escuchar sonidos de disparos y a alguien hablando en alto en el piso de al lado. Era mi vecino jugando con la consola. Esperé para ver si se callaba pero cada vez la cosa iba a peor. Opté por darle un golpe en la pared a ver si bajaba el volumen pero ni caso. Volví a darle y nada. Cada vez hacía mas ruido.

Enfadada como estaba, ni cuenta me di que cuando salí por mi puerta dispuesta a tirar la suya abajo si no me abría, no me puse nada encima del culotte y de la camiseta de tiras que utilizaba para dormir. Empecé a tocarle al timbre como si mi vida dependiese de que  aquella puerta se abriese. No tardó en hacerlo.

  • Que pasó???

  • Se puede saber que estás haciendo?? le dije

  • Jugar a la play. Por???

  • Porque por desgracia, mi habitación está pegada a la tuya y con tanto ruido no puedo dormir. Mañana madrugo creo que a diferencia de otros. Es mi primer día de trabajo y .... bueno, déjalo, da igual. Haz menos ruido, por favor.

  • Lo siento, vecinita. Por cierto, tengo suerte de librar mañana en mi trabajo porque no voy a poder dormir pensando en ese pijamita con el que te has presentado en mi casa.

  • Tu no tienes vergüenza, verdad???

  • Ummmmmm, que es eso¿?

Me dí media vuelta y me fui otra vez para mi casa. Me había tocado vivir al lado la persona mas descarada que había en todo Madrid, de eso estaba segura.

Al día siguiente como era de suponer, al acabar de trabajar, estaba agotada. Y todo por culpa de haber dormido unas pocas horas por culpa de mi vecino. Lo mejor sería dormir un poco la siesta y todo solucionado. Pero todo se fue al traste cuando llegué y volví a escuchar a mi vecino jugando a la dichosa consola. Acaso no se cansaba nunca??? Además se oía como si estuviese jugando en mi habitación, a mi lado. Tuve que despedirme de la siesta.

Llegó la noche y después de cenar aprovechando que fueron a publicidad en la peli que estaba viendo, bajé a tirar la basura. Y como si de un imán se tratase, allí estaba él.

  • Hola, vecinita, me dijo con una sonrisa.

  • Porque me llamas así¿?

  • Pues porque aún no se tu nombre. Me lo dirás hoy¿?

Y antes de que pudiese contestar me dijo...

  • Por cierto, no querrías dormir la siesta hoy, verdad¿? Jajajajaja

  • Hiciste todo ese ruido a propósito esta tarde¿?

  • Uummm, mas o menos. Digamos que lo hice para ver si volvías a mi puerta con ese minipijama.

No me lo podía creer!!! Este chico no tenía vergüenza de ningún tipo!!!... Me dí media vuelta y me fui. Cuando llegué a casa comencé a tramar una pequeña venganza. La noche anterior me había dicho que el lunes era su día libre así que al día siguiente trabajaba. Cogí el equipo de música, coloqué los altavoces hacia la pared que separaba su piso del mio y subí el volumen. Hoy yo dormiría en el sofá pero sabiendo que él no podría dormir, valía la pena el esfuerzo.

No tardó en sonar mi timbre. Me levanté, abrí la puerta y allí estaba Javi, con solo un pantalón de pijama, como el día anterior.

  • Vecinita, creo que tienes la música un poco alta no¿?

  • Uyyyy, no me había dado cuenta...molesta¿?

  • Si cuando uno quiere dormir para mañana ir a trabajar.

  • Vaya, cuanto lo siento. Esto es por lo de ayer, ve-ci-ni-to.

Y cerré la puerta. Antes de volver al sofá, escuché una risa y un tu te lo has buscado.

Y así fue como comenzó nuestra guerra particular. Él me fastidiaba a mí y yo a él. Parecíamos dos niños pequeños. Supongo que al final no resultaba ser mas que un juego. Divertido al fin y al cabo. Que si tu haces ruido yo hago mas, que si espero con la puerta del ascensor abierta y justo cuando estás llegando la cierro y subo para que tengas que esperarlo un buen rato después. Que si te muevo el felpudo, que si te coloco notitas en la puerta, etc etc..... Y la verdad es que cuando nos encontrábamos saliendo de casa o llegando apenas nos dirigíamos la palabra. Un hola y poco más.

Y así pasó el agosto y llegó septiembre. Y aprovechando que tenía unos días libres me fui a visitar a mi familia. Volví siete días después y supuse que la "guerra" habría acabado. Era temprano, y aprovechando que no hacía demasiado calor, me fui a dar un paseo por el Retiro. Me puse unas mallas, una camiseta ajustada, cogí el mp3 con los cascos y me fui a hacer un poco de ejercicio que tampoco me vendría mal ya que desde mi llegada a Madrid lo tenía un poco abandonado.

Y allí estaba yo, corriendo por el parque cuando sin que me diese tiempo a nada una bicicleta chocó contra mi tirándome al suelo. Al momento sentí un dolor muy grande en el pie y no podía levantarme.

  • Estás bien¿? Lo siento, se me cruzó un niño que iba tras una pelota y no me dió tiempo a frenar. Puedo ayudarte¿?

Cuando levanté la cabeza para ver quien me hablaba no me lo podía creer, allí estaba él de nuevo, mi vecino. Era como mi sombra!!!!

  • Espero que esto no sea una broma pesada de las tuyas, le dije

  • Vecina?? De verdad que lo siento. Ni siquiera sabía que eras tú.

  • No puedo levantarme yo sola, me duele demasiado el pie.

  • Déjame ayudarte, por favor. Aquí cerca hay un hospital y allí podrán ver que te pasa en el pie.

Me apoyé en él y así fuimos hasta el hospital. Después de una radiografía me dijeron que tenía un esguince grave. Tendría que utilizar muletas así que como mínimo me esperaba un mes de baja.

Salimos del hospital y Javi se ofreció a acompañarme a casa. La verdad es que no parecía el mismo de siempre. Estaba muy amable.

  • No vas a gastarme ninguna broma ni a hacer ningún chiste sobre ésto???

  • No. Ha sido culpa mía y de verdad que lo siento.

  • No pasa nada. Tampoco fue culpa tuya. Se te cruzó un niño, no¿? Pues mejor que me tirases a mi y no al pequeño que iba tras la pelota.

  • Bueno, pero aun así. Mira hagamos una cosa. Vamos a empezar de nuevo, vale¿? Yo reconozco que no estuvo bien lo de la piscina y alguna cosa mas que te hice, así que...yo soy Javi., encantado, me dijo extendiendo su mano. Y tu nombre es¿?, me dijo con esa preciosa sonrisa

  • Yo soy Ariadna, pero todos me llaman Ari. Encantada.

  • Bonito, nombre y gracias por decírmelo después de tanto tiempo. Y bueno, Ari, quería pedirte que dejes que te ayude estos días que vas a tener que caminar con muletas.

  • No hace falta, de verdad. Me las arreglaré.

  • No, no... déjame ayudarte. Puedo ir a la compra, cocinarte o incluso ayudarte en casa. Te lo debo. Además estoy de vacaciones así que poco tengo que hacer y será una manera de distraerme.

  • Bueno ya veremos.

Cogimos un taxi así que en poco tiempo ya estábamos en casa. Javi no me dejó ni un momento sola. El calmante empezaba a dejar de hacer efecto y además tenía que poner hielo en el pie y después una crema. Así que insistió hasta que accedí a que me ayudase con eso.

Y hablamos y hablamos. Me contó que vivía solo desde hacía no mucho tiempo. Que no tenia pareja y que le gustaba salir con los amigos, practicar algunos deportes, me contó que era encargado de una tienda y me invitó a visitarla cuando quisiese. Y que era un loco de los videojuegos.

Yo le conté también un poco de mi vida. De como había llegado a Madrid, en donde trabajaba, que había roto con mi pareja después de muchos años y que estaba disfrutando de nuevo de mi soltería.

Pasaron las horas y cuando quisimos darnos cuenta era tardísimo.

  • Creo que debería irme a dormir ya, le dije... Estoy cansada del viaje.

  • Es verdad. A donde fuiste¿? Desapareciste sin más y la verdad es que llegué a pensar que cansada de mis bromas te habías ido.

  • Nooo. Fui a visitar a mis padres aprovechando unos días libres en el trabajo.

  • Ok... si te parece mañana seguimos hablando porque supongo que no quieres que te ayude a cambiarte verdad¿? me dijo guiñándome un ojo.

  • Ni de broma, vecinito. Jajajajaja. Gracias pero puedo arreglármelas sola.

  • Esta bien, hasta mañana entonces, Ari.

  • Hasta mañana, Javi y gracias.

Se levantó y se fue cerrando la puerta tras él.

Como pude me puse el pijama y me fuí a dormir. La verdad es que a pesar de haberme lastimado el pie, me lo había pasado genial con Javi. Me caía bien y me gustaba ese lado dulce que había mostrado. Me quedé dormida recordando nuestra conversación y con una sonrisa en los labios.

Los días siguientes fueron aun mejores. Javi era muy atento conmigo. Se ofrecía a hacer todo lo que yo no era capaz. Iba al supermercado, incluso algunos días cocinaba para mi y comíamos juntos, me ayudaba con las tareas de la casa, etc etc. Algunas veces salíamos a dar un paseo, íbamos a la piscina y me acompañaba a la consulta del medico. Nos convertimos en los mejores amigos. Nos reíamos un montón, nos picábamos, incluso me metió en el mundo de los videojuegos y alguna tarde de lluvia, jugábamos durante horas. El tiempo fue pasando y llegó el día en el que por fin me dieron el alta. Al día siguiente empezaba a trabajar!!!

  • Esto hay que celebrarlo!!!, me dijo Javi.

  • Ummmm, que propones??

  • Una cena, en mi casa, cocino yo. que te parece??

  • Me gusta. A las 9???

  • Perfecto. Nos vemos entonces.

  • ok.

Javi se fue a su casa y yo empecé a pensar que ponerme para la cena. La verdad es que no tenía mucho tiempo. Opté por un vestido un poco escotado y que se cerraba por atrás con una cremallera, algo bonito pero informal y unas sandalias de tacón.

A las nueve en punto ya estaba tocando el timbre. Javi abrió la puerta vestido con un pantalón vaquero y una camisa, el pelo suelto y con esa bonita sonrisa que nunca abandonaba su cara. La verdad es que estaba muy sexy.

  • Hola, preciosa.

  • Hola.

  • Pasa. Espero que estés hambrienta.

  • Cocinando tú seguro que está todo riquísimo.

  • Ponte cómoda que yo vengo ahora.

Entré en el salón, donde a un lado había una mesa. Sobre ella los dos servicios para cenar y unas velas encendidas en el centro. Sobre mi plato, una rosa.

Al poco tiempo, Javi llegó con la cena. Si sabía tan bien como olía seguro que esta exquisita. Nos sentamos y empezamos a comer. No sé porqué pero algo raro pasaba esa noche. No eramos los amigos de otras veces, lo de las risas, piques y demás. Ambos estábamos nerviosos como en una primera cita con alguien que te gusta. Había cierta tensión. Cuando acabamos de comer, llegó el turno del postre. Javi me pidió que me sentase en el sofá mientras iba a buscarlo. Cuando volvió traía un bol lleno de fresas y en otro chocolate derretido.

  • Espero que te guste, dijo.

  • Fresas y chocolate??? A quien no le gusta eso???

  • Me alegro pero voy a pedirte un favor. Déjame que, por ser el último día que voy a ayudarte, te las dé yo.

  • Esta bien.

Y Javi cogió una fresa con su mano, la metió en el chocolate y la acercó a mis labios.

  • Mmmmmmmm, que rica está!!, le dije

  • Jajajajaja. Quieres mas???

  • Siiii.

Después de comer una él me ofreció otra a mi.

  • Me encantan.

  • Espera, que estás manchada de chocolate junto al labio y....

Antes de que yo dijese nada, Javi me limpió el chocolate con su dedo que después llevo a su boca. Ese gesto, ese gesto no lo haces con un amigo e hizo que yo me quedase quieta viendo para él sin decir nada.

  • Que te pasa??? Has visto a un fantasma??

  • No. Nada. Sólo que yo...bueno, déjalo, no pasa nada.

  • Anda que....Bueno, si no te importa, terminaremos después el postre. Pero sabes que es lo que me apetece hacer ahora??

  • Dime, que miedo me das!!!

  • Bailar contigo. Así que, señorita, me concede este baile??

  • Encantada caballero.

Javi puso una balada y empezamos a movernos lentamente. Yo apoyaba mi cabeza en su hombro mientras mis manos descansaban en su pecho. Javi, por su parte, me rodeaba con sus brazos a la altura de mi cintura.

Ya había acabado la canción y nosotros seguíamos moviéndonos. La verdad es que me encontraba muy a gusto. En un momento, separé mi cabeza de su hombro para verle la cara, sus ojos. Nos quedamos mirándonos como si fuese la primera vez. Javi se acercó y, en un segundo, sus labios estaban rozando los míos. Nos fundimos en un beso dulce, lento y muy largo. Nuestros labios dieron paso a que nuestras lenguas se rozasen. Sus manos recorrían mi espalda en una sensual caricia sobre la tela de mi vestido.

El beso cada vez era mas apasionado. Javi mordía mi labio para después, volverme a besar apasionadamente. Al igual que las caricias que cada vez eran mas.

Sus labios bajaron hacia mi cuello para volver a subir hacia mi barbilla. Mis manos ya se encontraban en su cintura bajo la camisa, quería sentir el tacto de su piel en mis dedos. Todo esto sin dejar de movernos como si la canción siguiese sonando.

Algo se había desatado entre nosotros y ambos queríamos mas y mas.

Javi empezó a bajarme la cremallera poco a poco como temiendo que en algún momento le pidiese que parase. Pero no fue así, la cremallera llegó a su final y en nada de tiempo sus manos ayudaban a que mi vestido se cayese al suelo, quedándome con solo un conjunto de ropa interior, sujetador y tanga, rojo y negro. Javi se separó para ayudarme a salir del vestido y dijo:

  • Eres preciosa y no sabes cuanto tiempo llevo deseando esto.

  • .....

No pude contestar. No dije nada. Lo que si hice fue empezar a desabrochar cada botón de su camisa para quitársela. Desabroché su cinturón y los botones del pantalón. Javi me ayudó a sacárselo. Ambos estábamos ahora en ropa interior. En este caso el tenia un boxer negro que no podía ocultar su erección.

Javi me acercó a él hasta quedar otra vez pegados. Me abrazó fuerte, muy fuerte y con su boca pegada a mi oído susurró:

  • Mmmmmm, Ari, te deseo tanto!!!!! Quédate esta noche conmigo. No vuelvas a tu casa y duerme conmigo, por favor. Déjame cuidarte.

  • Ven.

Me separé de él, lo cogí de la mano y me lo llevé a su habitación. Allí volvimos a besarnos mientras acabábamos de sacarnos las pocas prendas de ropa que nos quedaban.

Javi me tumbó en la cama boca arriba. Mientras seguía acariciándome, su boca volvía a recorrer mi piel dejando un camino de besos. Cuello, hombro...hasta llegar a mi pecho. Con una mano lo sujetaba mientras que trazaba círculos alrededor de un pezón que ya estaba durito por sus caricias. Lo besó, lo lamió, lo chupó e incluso lo mordió dulcemente. Y después hizo lo mismo con el otro.

  • Mmmmmmmmmm

De mi boca empezaba a escaparse algún gemido. Me encantaba lo que me estaba haciendo. Javi siguió bajando. Barriga, ombligo, muslo derecho, muslo izquierdo. Se tomaba todo el tiempo del mundo para eso. No tenia prisa. Sus dedos habían llegado a mi rajita que ya se encontraba mojada debido a lo excitada que estaba. Y no tardó en llegar su boca.

  • Mmmmmmmmmmmmmm

La recorrió con su lengua una y otra vez, incluso llegando a meter la puntita, para después cambiar su lengua por sus dedos mientras con ésta trazaba círculos alrededor de mi clítoris sin llegar a tocarlo.

Eso me excitaba aún mas. Quería levantarme pero Javi no me lo permitió. Solo podía levantar la cabeza y ver como me estaba dando placer, mucho placer. En algún momento nuestras miradas se cruzaron porque Javi también quería ver mi cara y ver como disfrutaba con lo que me estaba haciendo. Si seguía así no tardaría en correrme. Como pude, entre gemidos y demás, se lo dije pero eso no lo detuvo, al contrario, hizo que aumentase el ritmo tanto de sus dedos entrando y saliendo de mi como de su lengua, esta vez siii, acariciando mi clítoris. Estaba a punto de tener un orgasmo muy intenso, lo notaba. Enredé mi mano en su pelo y solo acerté a decirle que no se detuviese.

  • Córrete, Ari, hazlo en mi boca. Quiero saborearte una y otra vez. Me encanta tu sabor y no voy a parar hasta que lo hagas.

Y una explosión de placer recorrió todo mi cuerpo.

  • Mmmmmmmmm, ooohhhh siiiii, me corro, Javi, me corroooo. Mmmmmmmmmmm

Había sido increible. Pero eso no hizo detenerse a Javi. Subió de entre mis piernas hasta acercarse a mi cara y me dijo:

  • Esto solo es el principio. Quieres probar tu sabor en mi boca???

  • Mmmmmm, siii

Y me besó mientras mi mano buscaba esa polla, que descansaba sobre mi barriguita, grande y dura. La agarré con mi mano y empecé a acariciarla lentamente. Arriba y abajo, arriba y abajo....deteniéndome a veces en la punta que estaba suave debido al pre que ya salia de ella. Cada vez las caricias eran mas intensas y más rápidas. En mi cabeza sólo había una idea, la del deseo de tenerla dentro de mi.

  • Despacio, mi vida, que si sigues así y viéndote desnuda no tardaré en correrme encima tuya y aún quiero hacerte mil cosas antes de que eso suceda.

Es más, hoy no quiero que hagas nada, solo quiero que disfrutes, déjame a mi que yo me encargue de todo. Quiero cuidarte, recuerdas???

  • Pero yo....

  • Sssshhhhh, dijo poniendo su dedo en mis labios, no digas nada, solo disfruta. Se mía esta noche. Déjate llevar por mí. Y sin peros. Solos tu y yo. Nada más.

Y volvió a besarme. Esta vez fue su mano la que agarró su polla, acercándola a mi rajita. Yo seguía muy mojada. Me encantaba esa caricia. La punta de su polla recorriendo una y otra vez mi rajita sin llegar a metermela. Javi se había puesto de rodillas entre mis piernas abiertas para él. No dejaba de verme y de ver lo que estaba haciendo. Sus preciosos ojos azules recorrían mi cuerpo.

Todo esto no hacía sino acrecentar mi deseo de tenerle dentro de mí.

Y ese momento llegó, Javi introdujo su polla en mi lentamente, haciendo que sintiese como iba entrando cada vez mas y mas hasta llenarme. Y empezó a moverse.

  • Mmmmmmmmmm...

De mi boca salían gemidos cada vez mas alto.

  • Me encanta oír como gimes de placer. Me encanta ver como disfrutas con lo que estoy haciendo. Mmmmmmmm...Sigue así, Ari, déjate llevar.

  • No pares, Javi.

  • No lo haré, mi niña, porque quiero verte gozar una y otra vez. Es lo que más deseo.

Y siguió, a veces aumentando el ritmo y cuando estaba a punto de correrme empezaba a moverse lentamente para que no lo hiciese. Jugaba conmigo y me encantaba ese juego. Porque cada vez estaba mas excitada.

  • Dime, Ari, que es lo que mas deseas???

  • Correrme contigo y que me llenes con tu leche.

  • Eso es lo que más deseas?? De verdad???

  • Siiiiii

Entonces deseo concedido. Javi empezó a moverse rápido. Su polla entraba y salía de mi. Una y otra vez, una y otra vez. Así hasta que ambos estallamos en el mejor y mas grande de los orgasmos.

  • Mmmmmmm, me corro Ari.

  • Mmmmmmmm, me corro Javi, aaaaaaa.

Javi cayó sobre mi con su polla aún dentro. Nos abrazamos mientras él no paraba de besarme. Apoyó su cabeza en mi pecho y dijo

  • Ari, dime que te quedarás esta noche aquí.

  • En serio es lo que quieres???

  • Siii. He imaginado este momento muchas veces. He deseado besarte cada día desde que te vi en la piscina. Y ahora se que desde que he empezado a ayudarte por lo del pie, te quiero.

No me lo podía creer, Javi acababa de decir que me quería. Había escuchado bien?? No pude mas que abrazarlo mas fuerte.

  • Yo también te quiero, dije yo

Javi se levantó de repente, me vio a los ojos, no me dijo nada y solo me volvió a dar un beso. Y sin dejar de abrazarme, nos quedamos dormidos.

Al día siguiente, cuando me desperté no pude sino sonreír al ver a Javi durmiendo a mi lado. Tenía una cara de niño bueno que enamoraba y hasta parece que incluso durmiendo sonreía. Me levanté despacio para no despertarlo. Yo entraba en mi trabajo mucho mas temprano que él. Además tenía que volver a mi casa para ducharme y cambiarme de ropa. Cuando ya estaba a punto de salir de la habitación escuché:

  • Uuummmmm, se puede saber a donde vas¿? dijo Javi.

  • Hola. Me iba a mi casa para ducharme y cambiarme de ropa antes de ir a trabajar.

  • Exijo mi beso de buenos días.- dijo Javi poniendo morritos y cerrando los ojos.

Sin decirle nada me acerqué a él para darle un beso en esos labios que me traían loquita. Cuando ya estaba a escasos milímetros, Javi me cogió por la cintura con sus brazos y me tiró otra vez a la cama, dejándome boca arriba y con él prácticamente sobre mí.

  • Quiero un beso de verdad.

Y sin más, me besó apasionadamente. Un beso largo.

  • Así está mejor. Buenos días, preciosa. Que tal has dormido¿?

  • Mmmmmmm. buenos días, cariño. He dormido genial pero ahora tengo que irme o llegaré tarde.

  • Y que pasa si no te dejo marchar¿? dijo poniendo cara de niño malo.

  • Que me echarán del trabajo. Anda deja que me vaya y prometo volver.

  • Comemos juntos¿?

  • Claro que sí. Te llamo al salir, vale¿?

  • Vale. Prepararé algo rico para ti.

Después del mejor beso de despedida y con muy pocas ganas, me fui a mi apartamento. Una ducha rápida y ya estaba preparada para salir corriendo que se me hacía tarde.

Cuando ya estaba de camino, mi móvil empezó a sonar. Mensaje en el whatsapp. Era Javi. " Ya te echo de menos", me puso. "No te olvides que te estaré esperando para comer y que tú serás mi postre"

No pude dejar de sonreír en toda la mañana. Estaba feliz. Javi era el mejor chico que había conocido. Y estábamos juntos!!!!!

Y pasaron los días, las semanas y todo era perfecto. Javi y yo juntos éramos la pareja perfecta y nos compenetrábamos como nadie. no podíamos parar de tocarnos y besarnos. Y siempre queríamos mas. Con nosotros se desató la locura. Nos gustaban las mismas cosas, nos reíamos y disfrutábamos de cada momento. Nuestras "discusiones" eran por tonterías y siempre terminaban entre risas.

El día de su cumpleaños, decidí darle una pequeña sorpresa. Me fui a una tienda donde vendían ropa de los más erótica y me compré un vestido blanco muy corto, con un buen escote y muy ajustado, unas medias blancas y unos zapatos de tacón.

Cuando llegó a casa después de salir del trabajo me encontró esperándole así. Con sólo ese vestido puesto, sin ropa interior.

  • Feliz cumpleaños, cariño!!!!

  • Mmmmmmmm, dime que eres tu mi regalo, por favor!!! dijo mientras no quitaba sus ojos de mi

  • Digamos que es uno de ellos.

  • Ari, estás impresionante con ese vestido pero sabes que¿? estoy deseando quitártelo para.....

  • Ssssshhhhh, no digas nada más y sólo déjate llevar.

Me acerqué hasta estar pegada a él. Le di un beso en los labios y le ayudé a sacarse la camiseta. Mientras no dejaba de besarle, mis manos desabrochaban su pantalón y lo empujaban hasta caer al suelo junto con el boxer. Mientras Javi ya se había descalzado. Me agaché para quitárselo por los tobillos y mi carita quedó casi a la altura de su polla que en esos momentos ya estaba dura y grande.

Cuando el pantalón y el boxer ya descansaban en una esquina, agarré con mi mano su polla y empecé a acariciarla lentamente. Arriba, abajo, arriba, abajo así una y otra vez. Javi seguía de pie, viendo que hacía en cada momento. Acerqué mis labios a su polla y me metí la punta en la boca. Mmmmmm, me encantaba su sabor. Tracé círculos a su alrededor con mi lengua mientras la seguía agarrando con mi mano.

  • Mmmmmmm, Ari, como me pone verte así de cuclillas frente a mí, con ese vestido que desde aquí arriba me deja ver tus tetas y observando como me chupas la polla.

  • Sshhhh, no digas nada, solo disfruta. Éste es tu segundo regalo de cumpleaños.

Volví a metérmela en la boca, esta vez un poquito mas. La sacaba y la volvía a meter, más y más, hasta tenerla toda dentro de mi boca. Javi enredó sus dedos en mi pelo y empujaba suavemente mi cabeza. Yo mientras acariciaba sus huevos con mi mano. Mmmmmmm, me encantaba saber lo mucho que disfrutaba cuando le hacía esto.

Javi gemía y yo sabia que si seguía así mucho tiempo acabaría corriéndose en mi boca. Pero no era eso lo que yo buscaba. Así que después de estar un rato chupando y lamiendo su polla, después de un rato saboreando y tragando todo el pre que salía de ella, me detuve. Me puse de pie y le dije:

  • Acompáñame a la habitación.

No lo dudó ni un momento. Al llegar le pedí que se tumbase en la cama. Y frente a él me quité las medias y el vestido quedándome completamente desnuda.

Empecé a acariciarme. Recorrí mis tetas con mis manos, apretándolas un poquito, pellizcando mis pezones. De mi boca solo salían gemidos

  • Mmmmmmmmm.

Era excitante y morboso acariciarme frente a mi chico. Bajé mi mano hacia mi rajita y empecé a acariciar también ahí, abriendo un poco mis piernas y metiéndome un par de dedos.

  • Oooooh, Ari. Me pone muy caliente verte hacer eso.

  • Y a mi que tu lo veas pero sabes lo que me pone mas caliente¿? Saber que dentro de un ratito sustituiré estos dedos que están dentro de mi por tu polla.

  • Ven aquí, cariño, que yo también lo estoy deseando, me dijo Javi

Y le hice caso.  Me acerqué a la cama. Me subí a él poniendo una pierna a cada lado de su cadera y comencé a bajar lentamente, ayudando con mi mano para que su polla fuese entrando lentamente en mi rajita. Y cuando ya la tuve toda dentro, cuando ya pude sentir que me llenaba, comencé a moverme. Su polla entraba y salía de mi, empapada de mis flujos.

Quería mas y mas, así que cada vez me movía mas rápido. Javi acariciaba mis muslos, mi culo y mis tetas mientras lo hacía. Ahora las apretaba y también me pellizcaba algún pezón.

  • Mmmmmmmmmm

  • Mmmmmmmmmm

Ambos gemíamos y ambos llegamos al orgasmo al mismo tiempo.

  • Me corro, Ari, me corrooooooooo

  • Hazlo, amor, que yo también me corrooooooo.

Caí sobre él, agotada después de un orgasmo tan intenso. Javi me abrazó fuerte.

  • Ha sido el mejor regalo de cumpleaños que me han hecho nunca. Gracias.

  • Me alegro que te haya gustado, le dije

  • Quedémonos en la cama toda la tarde, me dijo

  • De verdad que es lo que quieres¿?

  • Siiii, pero te voy a pedir una cosa. Ponte otra vez ese vestido que te has comprado que quiero volver a follarte pero con el puesto.

  • Eres insaciable, lo sabes, verdad¿?

  • Es culpa tuya..contigo siempre quiero más.

Y como no, cumplí lo que me pedía. Me puse el vestido e hice un pequeño desfile delante de mi chico. Cuando me agaché para recoger una de las medias, me dijo:

  • Sabes que así echada hacia delante, el vestido se sube por detrás dejándome las mejores vistas¿?

  • Mmmmmmm. lo se. Por eso lo he hecho.

Y así, tal cual estaba, echada hacia delante, Javi volvió a follarme. Por detrás. Dándome algún azote en el culo a modo de "castigo" por haberle provocado.

Después de una tarde loca de sexo, risas y confidencias, abrazados nos quedamos dormidos.

Cuando me desperté, tenía calor. No estaba en la cama si no que estaba en una toalla junto a la piscina. De repente escuché un grito que decía

  • Boooombaaaaaaaa!!!!!

Y vi a un chico lanzándose y dejándome empapada. Cuando me sobrepuse del susto, y lo vi salir de la piscina riéndose, no me lo podía creer, era mi chico.

  • Buenos días, vecinita. Soy Javi, y hace un rato he visto como te instalabas en el piso de al lado. Y digamos que esto es la novatada por ser nueva en el edificio, me dijo con la sonrisa mas bonita que había visto en mi vida.

Me quedé sin habla y tardé en reaccionar el tiempo que me llevó darme cuenta que todo había sido un sueño y que ese era todavía mi primer dia en Madrid.