Mi vecinito II

Al día siguiente de nuestro primer encuentro.

Cuando desperté me sentía rara, me sentía viva, era como si se hubiera despertado algo dormido dentro de mí, tenía claro que mientras el chaval quisiera yo estaba dispuesta a seguir sintiendo. Y estaba totalmente segura que durante un tiempo el chaval no me iba a hacer asco. La verdad es que no me lo podía quitar de la cabeza, seguía sintiendo esa verga palpitando dentro de mi coño y mi culo. Por la noche me aventuré y me asomé al balcón, nada más hacerlo ya lo tenía asomado.

.-¿Estás bien? Me tenías asustado!! No te he visto en todo el día!!

Solo asentí con la cabeza esbozando una sonrisa. Sin hablar solo moviendo los labios, le dije “mañana” y con mi mano le hice señas para que volviera. Su cara se iluminó, asintió con la cabeza y me lanzó un beso guiñándome un ojo. Sabía que iba a dormir poco esa noche esperando que llegara la mañana siguiente.

A las 8 de la mañana ya estaba desesperada, abrí la persiana del balcón y nada más levantar la persiana del cuarto de baño ya estaba en su puerta, me hizo señas de que subía, asentí nerviosa y en un minuto nada más abrir ya estaba con sus dos manos en mis tetas apretándomelas. Reí, me dió un pequeño beso en los labios, era la primera vez que me besaba.

.-Estaba deseando volver a cogerte las tetas!!

.-Ya!! ya!! ya lo noto!! ¿no tuviste suficiente con lo de ayer?

.-Yo no!! ¿Y tú?

Me había pillado.

.-No!! tampoco!!

Volvió a besarme, sus labios estaban igual de caliente que su cuerpo, eran suaves, pasó su lengua por mis labios, los entreabrí y dejé que la pasara por el interior de mis labios. el condenado chaval me estaba calentando otra vez. Sus manos no dejaban de manosearme las tetas, me había puesto los pezones duros como piedras. Me atreví a darle mi lengua, la chupaba y la juntaba con la suya. Nunca había besado así a mi marido, era la primera vez que le daba mi lengua a otra persona. Me seguía manoseando y sus manos a la vez que lo hacían iban subiendo mi camisón, no tardó en tener sus manos agarrando con fuerza mis nalgas, no las había metido dentro de mi braga, apretaba mi culo por encima de ellas. No podía explicar esa sensación, me daba igual que un chaval que bien podría ser mi nieto me estuviera tocando y deseando mi cuerpo, un cuerpo de una vieja gorda, con varices en sus piernas, arrugas y todos los achaques de una vieja como yo.

.-Para!! Para!! Déjame que me quite el camisón y vamos a la cama!!

Aún no me había dado la vuelta y el chaval ya se había sacado el pantalón y estaba con la polla fuera, se sacó la camiseta antes de llegar a mi dormitorio. Cuando me dí cuenta ya estaba en la cama boca arriba con la polla en la mano meneándosela.

.-Ven!! Quiero que te sientes encima de mi polla!!

Me hizo reír como a una niña chica, estaba desatada, estaba excitada. Estaba dispuesta a sentir lo que fuera, estaba dispuesta a llegar donde nunca había llegado y hacer lo que nunca había hecho. No iba a hacerle un strip tease. No tenía cuerpo para eso, lo tenía claro. Me saqué el camisón rápido por la cabeza y me senté en la cama para quitarme la braga.

.-¿Qué quieres que haga?

El chico meneó su polla con su mano.

.-Quiero que te subas encima de mi polla!! Quiero follarte ya!!

.-Nunca he hecho eso!!

.-Venga!! Súbete encima!!

Me subí de rodillas en la cama y lo dejé entre mis piernas, me hacía reír con sus ocurrencias, y notaba que estaba encharcada, me notaba muy excitada. Me sentía un poco cortada viendo el cuerpo de ese muchacho debajo del mío. Pero hice lo que me pidió. Cogí su polla con mi mano derecha y la guié hasta mis labios, solo tuve que pasar su gordo capullo para darme cuenta que iba a entrar perfectamente, la dejé encajada entre ellos y colocando mis manos sobre su pecho dejé caer mi cuerpo, esa sensación también era nueva para mí. Era yo la que mandaba, era yo la que buscaba ese falo, era yo la que sentía como entraba dentro de mí. Tuve que soltar una risa histérica cuando sentí sus huevos en la entrada de mi cueva, ya no cabía más, estaba toda dentro de mi coño.

Mi gorda barriga descansaba sobre la suya y mis tetas se movían como dos campanas, sentía mis pezones muy duros, estaba muy excitada. Sentía mi boca salivar, y sin poder remediarlo sentí como mi saliva caía sobre su cara, no tardó en abrir su boca dejando que mi saliva cayera en la suya.

.-Eres un guarro!! Solo te gustan las cochinadas!!

Sus manos amasaban los laterales de mi tripa, era yo la que subía y bajaba sobre esa barra caliente, coloqué mis manos a los lados de su cabeza, de esa manera bajaba un poco más mi cuerpo, tenía mi cara encima de la suya, mi barriga descansaba sobre la suya, mis pezones se movían sobre su pecho, abrió la boca esperando, sentía como a la vez que yo bajaba sobre él, él subía sus caderas lo que hacía que su dura polla entrara más aún dentro de mí.  Me estaba haciendo gemir y respirar con dificultad, mi saliva seguía cayendo, sus brazos no podían abarcar mi cuerpo, pero sentía sus manos tirando de mis nalgas abriéndolas, sentía el aire en la entrada de mi culo, y como se abría mi esfínter.

.-Déjame que chupe tu lengua!!

.-Como sigas así vas a hacer que me corra ya, condenado!!

.-Eso es lo que quiero!! Quiero que te corras encima mía y comertelo después!!

Le dí mi boca dejando que chupara mi lengua y dejando caer mis babas dentro de la suya. Ya casi no tenía fuerzas para moverme encima, pero en cuanto encontró la manera comenzó a moverse, me la sacaba y la metía unas veces despacio y otras aceleraba sus movimientos de caderas incrustándome la polla hasta el útero. Yo ahogaba mis gemidos en su boca hasta que no pude aguantar más y tuve mi primer orgasmo de la mañana. Me corrí sin querer evitarlo, ahogando mis gemidos en su boca. Cuando sintió que ya se me pasaba separó su boca de la mía.

.-Ahora date la vuelta y pon tu coño en mi cara!!

Me levanté de encima, no sabía lo que quería que hiciera, tuvo que tirar de mí para colocarme. Me hizo colocar las rodillas junto a su cabeza y me hizo bajar hasta quedar casi tendida sobre él.

.-Nunca he hecho esto!! ¿Qué me vas a hacer?

.-Se llama sesenta y nueve!!

.-¿No pretenderás que te chupe la polla?

.-Si no quieres no lo hagas, yo te voy a comer hasta que te vuelvas a correr en mi boca!!

Tiró más de mí haciendo que bajara más el cuerpo, no tardé en sentir su lengua caliente recorriendo mi vagina, me hizo gemir, estaba chupando mi bajo vientre, a veces me lo mordía y me hacía gemir más fuerte, yo me había dejado caer sobre él, tenía mi cara pegada a su dura polla, la agarré con mi mano apretándola, sintiendo como latía con fuerza.

.-Tengo que pesar mucho!! ¿no quieres que me quite?

Como toda respuesta sentí su lengua recorrer mis labios menores y como los abría con su lengua para hurgar dentro de mí, estaba sorbiendo el caldo que salía de dentro, su polla palpitaba con fuerza, la tenía sujeta con mi mano como si se tratase de un mástil. Cuando comenzó a martillear mi clítoris con su lengua, sentí que iba a desfallecer, el condenado chaval sabía como sacarme gemidos sin parar.

Cuando me quise dar cuenta tenía mi boca apoyada en su tronco, la tenía abierta y gemía casi mordiendo el tronco. Olía a coño, olía a mí, ese era mi olor. Sus manos apretaban mis nalgas con fuerzas, me las abría, estaba segura que si hubiera podido hubiera buscado con su lengua la entrada de mi culo, pero lo tenía demasiado arriba, solo podía abrir mis nalgas y apretarlas, pero para mí era suficiente. Estaba como loco chupando toda mi vagina, metía su lengua dentro, martilleaba mi clítoris, sacándome más y más gemidos. Una de las veces levanté un poco más mi cabeza y busqué la cabeza de su polla, me la coloqué en los labios y abrí la boca para dejarlo pasar, saqué la lengua y se la pasé por el prepucio, sentí como paraba con su lengua, me estaba gustando el sabor de aquella polla y como olía, terminé con todo su glande dentro y mi lengua recorriendo cada centímetro de él. Se la mordía, me estaba gustando apretar mis dientes alrededor de esa cabeza gigante que casi no me cabía en la boca, sobre todo porque sentía como palpitaba poniéndose incluso más gorda. Separó la cabeza de mi coño.

.-Échale saliva encima!!

Me la saqué de la boca y eché saliva, la recorrí con la mano y volví a metérmela en la boca, me gustaba ese sabor. Lo hice varias veces, cuando me quise dar cuenta le estaba chupando la polla al chaval y no parecía que lo estuviera haciendo muy mal por los gemidos y por como latía ese instrumento. Ya casi conseguía meterme en la boca casi la mitad de ella, la sentía cada vez más honda, casi tocaba mi campanilla, cuando la tenía dentro no me dejaba respirar, tenía que sacarla y pajearlo para respirar.

.-¿Quieres correrte en mi boca?

.-Si!! Por favor!! Lo estoy deseando!!

Le soltaba mi saliva encima y lo pajeaba con fuerza, la sentía inmensa en mi mano, acercaba mi lengua y chupaba su glande.

.-Metetela en la boca y sube y baja la cabeza!! Quiero que te llegue hasta la garganta!!

Me acomodé mejor en la cama y comencé a meterme más y más esa polla a la vez que lo pajeaba con mi mano. Gemía y me mordía el interior del muslo, incluso a veces se metía mis labios menores en la boca y tiraba de ellos para no gemir con fuerza. Cada vez lo pajeaba con más fuerza y más rápido. Sentí como se tensaba.

.-Chupa!! Chupa!! Que me voy a correr!!

Me metí todo lo que pude su badajo en la boca y sentí como comenzaba a soltar los primeros chorros golpeando mi campanilla, su leche estaba muy caliente, la verdad es que no sentí nada de asco, me gustó ese sabor. Tragué como pude y dejé que se vaciara dentro de mi boca, había salivado mucho y su leche se mezclaba con toda mi saliva. Tragué todo y la dejé limpia como la patena. Me había encantado y me había calentado una barbaridad. El chaval quedó extasiado. No se movía. Solo veía como su polla menguaba y palpitaba. Como pude me di la vuelta en la cama. Me ofreció una sonrisa de oreja a oreja.

.-¿Te ha gustado?

.-Me ha encantado!! Me la tienes que comer todos los días!!

Me hizo reír con su ocurrencia. Me tendí a su lado y se acercó para darme un beso en los labios.

.-Mi boca sabe a tu leche!!

.-No me importa!! tu tambíen me has besado con mi boca llena de tu coño!!

Comenzamos a besarnos como dos novios apasionados, me metía la lengua todo lo que podía en la boca y yo le correspondía como podía. Sus manos recorrían mis flácidas carnes, amasaba mi barriga, mis tetas, las apretaba, me amasaba el culo, cuando me quise dar cuenta volvía a tener la polla dura como un palo. No tardó en estar encima de mí y sin mucho preámbulo me ensartó su badajo hasta los huevos. Se sostenía con las manos a los bordes de mi cuerpo, se inclinaba para chupar mis tetas, lo ayudé con mis manos, se la sujetaba arriba para que pudiera alcanzarlas sin complicaciones, entraba y salía con fuerza, me gustaba, sentía que me iba a correr de un momento a otro. Embestía con fuerza. No tardé en sentir como me venía el orgasmo. Cerré los ojos y me dejé llevar. Me estaba acostumbrando a sentir de esa manera y sabía que no iba a poder pasar de ese placer. Me iba a hacer una adicta a esa polla. El chaval se dió cuenta que me corría y aceleró todavía más las embestidas. No quería reprimir mis gemidos.

Gemí como si estuviera pariendo. El orgasmo me dejó totalmente desmadejada. Aminoró el movimiento, pero no dejó de darme placer, seguía con su polla dentro de mi coño.

.-¿No quieres volver a correrte?

Me dijo que si con la cabeza. Le sonreí.

.-Yo sé lo que tu quieres!! Tu quieres volver a follarme el culo!!

Sentí como palpitaba con fuerza dentro de mí.

.-Lo estoy deseando!! Pero no pensaba que tu quisieras!!

.-Sí quiero!! Pero antes tienes que mojarlo bien!!

No me lo podía creer, estaba volviendo a calentarme, estaba deseando sentir esa lengua en mi raja y esa polla incrustada hasta lo más hondo. Se salió y me hizo girar. Esta vez me coloqué de rodillas y dejé caer mi cuerpo, me había quedado en pompa y con las piernas abiertas, no tardó en estar chupando mis nalgas, mi coño y la raja de mi culo. Me gustaba sentir esa lengua, sentía como mi vagina latía y expulsaba flujo sin parar, sentía como lo recogía con su lengua y la llevaba hasta la entrada de mi orificio trasero.

Había tenido la curiosidad de mirarme el ano con un espejo la noche anterior. Sentía un poco de dolor y sentía mi esfínter algo hinchado, pero al mirarme no ví nada fuera de lo normal, lo tenía algo rojo, pero nada más tocarlo con las yemas de los dedos lo que sentí fue el deseo de ser de nuevo sodomizada.

.-Lo tienes abierto!! Si te duele no lo hago!!

.-Vamos!! Lo tengo abierto porque tienes la polla muy gorda!! Pero quiero que la metas y te corras de nuevo dentro!!

Sentí su capullo en la entrada y como apretaba. No le hizo falta mucha presión, solo un poco y sentí como mi esfínter se abría dejando paso a esa polla. La postura me dejaba hacer fuerza para afuera, me gustaba, sentía la presión de su polla dentro de mi conducto. Sus manos acariciaban mis muslos, mis nalgas, mis riñones, mi espalda, incluso los laterales de mis grandes tetas. Lo sentía empujar y como se iba colando, no tardé en sentir su bajo vientre pegado a mis nalgas. Metí mi mano por debajo de mi cuerpo y como pude conseguí agarrar sus huevos, eso le gustó. Lo sentí resoplar.

.-No voy a aguantar mucho!!

.-Tu dame hasta que te corras!!

Sacó y metió varias veces. Primero lo hizo muy despacio. Pero poco a poco comenzó a darme cada vez más fuerte, la postura ayudaba a ello, me había cogido por las caderas y la sentía entrar y salir hasta que no pudo más. Paró con toda ella dentro y sentí como de nuevo un mar de leche hirviendo me llenaba el intestino. Estuvo moviéndose un buen rato, no sentía dolor, mi mano seguía acariciando sus huevos, ya no estaban duros. Se salió y se tendió en la cama dejando escapar un largo suspiro. Me giré y me volví a colocar encima de él. Estaba dispuesta a saber a que sabía esa polla con los restos de mi culo.

Cuando me la metí en la boca, no me supo rara, no sabía a culo, sabía a mí. Lo escuché reír y como tiraba de mí hasta enterrar su lengua en mi culo. Era todo un alivio sentir esa lengua recorriendo mi culo. Por lo menos ya no me dolía. Estuvimos así un buen rato, yo chupando esa polla ya pequeña y él chupando cada rincón  de mi vagina, mi perineo y mi culo.

Nos tendimos en la cama y nos quedamos medio dormidos. Cuando nos levantamos y nos vestimos le di una llave de mi casa. De esa manera no tenía que levantarme por las mañanas y lo podría esperar metida en mi cama.