Mi vecinita de enfrente - Inocente !?
Las vemos caminando por la calle, jóvenes de apariencia inocente, niñas todavía; nos atrevemos a pensar. Si pudiésemos ver que hay en su mente pensaríamos con mucha sorpresa: ¿Una niña?
Mi vecinita de enfrente - Inocente !?
Las vemos caminando por la calle, jóvenes de apariencia inocente, niñas todavía; nos atrevemos a pensar. Si pudiésemos ver que hay en su mente pensaríamos con mucha sorpresa: ¿Una niña?
Otro día se termina y el regreso a un departamento solo, es mas pesado de lo que cualquiera podría imaginar, limpio un poco, juntar y tirar la basura, sentarme a tomar un café y dejar el tiempo pasar, prender la tele no me apetece, todo el día frente al televisor recibiendo capacitación es bastante televisión para un mes.
Apago la luz y me siento junto a la ventana que da hacia el lado oscuro del edificio, el cielo se asoma por el espacio que separa ambos edificios donde entre en sus bases hay un tupido y cercado jardín; y que me da la oportunidad de observar el cielo nocturno, única cosa que deseo.
Abro mi ventana y observo primero a los vecinos, un conjunto de ventanas cerradas donde detrás de ellas la vida transcurre sin prisa ni calma, es viernes y no tengo que despertarme temprano así que me doy el lujo de espiar un poco con la idea de luego ver el cielo hasta tarde.
Mis vecinos de exactamente de enfrente parecen no estar pues todo esta apagado y silencioso, de repente al instante en que mi atención se iba a distraer hacia otra cosa la ventana delante de la mía se ilumina y se descorre la cortina. Es la hija de mis vecinos, todos los días la veo regresar con su uniforme escolar, sin embargo hoy llego mas tarde que de costumbre, y cosa rara en lugar de cerrar su ventana la deja abierta.
Alcanzo a ver como a unos 10 metros de mi ella esta muy alterada, se mueve de lado a lado y esta muy inquieta, por fin parece serenarse se quita el suéter y por encima de la transparente camisa se empieza a acariciar los senos suavemente, yo no puedo perderme eso y voy al cuarto a buscar mis binoculares sin prender la luz, "donde los puse, aquí están". Me siento frente a la ventana y enfoco
Se esta desabrochando los botones y se esta quitando suavemente la camisa, se acerca una silla y se sienta, veo como ella misma intenta lamerse sus pechos pero son pequeños y no alcanza, después veo que se lleva las manos hacia atrás y se quita la falda, descubriendo un pequeño short de licra verde el cual empieza a frotar en la entrepierna hasta que se ve mojado, sin pararse se lo quita con todo y su ropa interior.
Su entrepierna tiene un vellito muy fino y casi inexistente, su dedo lo empieza a recorrer y sin mucho se mete un dedo y veo que con la otra mano se esta acariciando, esta sudando copiosamente y su piel se ve adornada con perlas de sudor, oigo un pequeño grito ahogado y veo como se desploma en la silla.
Después de unos momentos se levanta y se pone unas mallas y un leotardo, sin nada debajo, se pone encima una sudadera que le llega casi a las rodillas y se va a su clase de gimnasia al gimnasio cerca de su edificio que esta pasando el mío a una cuadra.
Quien iba a pensar que una chica tan calladita que siempre vestía tan holgado tenia un cuerpecito así, piernas bien torneadas, cinturita bien formada, dos pequeños pechitos todo aunado a un bello rostro y un aire de inocencia que quedaba desmentida por lo que acababa de ver.
Sin darme tiempo a cavilar mas vi como salía de su casa con prisa pues supongo se le había hecho tarde. Yo pensé que el episodio había acabado; No puedo negar que sufría de un calor infernal despertado por la pasión que alivie de forma solitaria (no soy de piedra y lo que vi convertiría en lava el granito).
Pasaron 40 minutos y estaba observando las estrellas y sin pensar mas, casi me quedo dormido hasta que alguien toco a la puerta con urgencia.
"¿Quién será?". Vi por la rendija de la puerta y sorpresa era mi vecina, es interesante decir que nos conocíamos de hace 2 años que había llegado yo ha vivir ahí, siempre nos saludábamos al llegar a nuestros edificios, incluso conocí a sus papas y llegue a compartir copas con su padre; pero rara ocasión pasábamos del solo saludo. Le abrí la puerta y se metió casi corriendo.
- ¿Qué pasa?.
- Es que me estaban siguiendo, me dio miedo y me vine para acá
- Esta bien pero hay que avisarles a tus papas
- No están llegan hasta el lunes en la mañana
- Entonces en un rato mas te acompaño hasta tu casa
- Por las prisas se me quedaron las llaves en la casa.
- Entonces ¿que hacemos?; como lo veo no queda otra de que te quedes aquí hasta el lunes por la mañana temprano.
- Gracias, no tenia donde ir
- ¿Quieres hablarles a tus papas para que no se preocupen?
- Si, me aprendí el numero y los voy a llamar.
Los llamo y cual seria mi sorpresa que les dijo: - "si estoy con una amiga, se me cerro la puerta y estoy sin llaves pero no hay ningún problema. Nos vemos el lunes, No mama si llegan hasta el miércoles no pasa nada no pierdo clases recuerda que el lunes era lo de la visita y el martes la matinée así que no hay problema, Si mama."...
Perdona que no les haya dicho que estaba contigo pero mi mama es muy alarmista y no quería que echarán a perder su luna de miel.
No hay problema – Me senté y ya estaba cavilando como iba a tener en mi casa yo con solo una cama, la comida no era problema; pero ella era una tentación constante por lo que acababa de observar, todavía estaba pensando en eso cuando se quito la sudadera y quedo solo con el leotardo y la mallas ante mi vista.
- Aquí hace mucho calor verdad
- Si un poco.
- ¿Te gusto lo que hice en la ventana?
- ¿Eh?
- Si lo hice para ti, no pensé que fuera hoy a terminar en tu casa pero ya que las cosas se dieron así, quiero pedirte algo – algo como que guardara el secreto seguramente
- Tu dime – Se puso frente a mi y se sentó en mis piernas, olía delicioso y en ese momento me dio un beso, al cual yo correspondí apasionadamente, su beso era tierno e infantil pero yo con mi lengua fui buscando en su boca recorriendo. Ella en lugar de asustarse me rodeo con sus brazos y piernas y me dijo en el oído
- Ya no aguanto hazme tuya, ya no quiero masturbarme, quiero sentir lo de verdad.
Ya no dijimos mas, la levante y la lleve hasta mi cuarto, la deposite en el suelo y así como estaba la empecé a recorrer primero ese cuellito luego los hombros, le fui quitando el leotardo y cuando lo baje un poco me entretuve en esos senos (que muchos calificarían de pequeños) , con un pezón rosa delicioso, los saboree primero uno y luego el otro.
Le baje un poco mas el leotardo y se lo quite, me hinque y mis manos fueron hacia sus nalguitas, y con mis manos atrape las mallas y se las quite de un solo movimiento. Dejando ante mi su entrepierna casi sin vello y bien lubricada, no resistí y empecé a comerme ese manjar primero por fuera (pues estaba muy cerradito), cuando sucedió ese de nuestros labios y mi lengua ella dio un pequeño brinco pero en lugar de retirarse se quedo muy quieta, poco a poco con mi lengua fui recorriendo ese tesoro y separándolo poco a poco hasta que pudo entrar mi lengua y la pude ir saboreando poco a poco cada vez mas profundo y comiéndome todo lo que fluía de ella.
Poco a poco se fue estremeciendo primero suavemente, luego salvajemente hasta que dio un pequeño grito y se dejo caer en la cama, respirando apresuradamente. Rápidamente me desnude y me acomode en la cama sobre ella cuando dijo.
- Yo quiero ir arriba
Me acosté en la cama y ella tomo mi pene se lo empezó a rozar y vi cuando se lo acomodo en la entrada de su tesoro y se dejo caer suavemente, hasta que algo hizo un poco de resistencia y en ese punto se volvía a subir, estuvo así y momento y de repente se dejo caer completita y ya con todo adentro se empezó a mover hacia delante y hacia atrás cabalgándome como toda una experta
De repente paro y vi como se convulsionaba ahora completamente mientras soltaba un pequeño grito y se desplomaba muy cansada, la acomode en la cama y me dio la espalda, yo la empecé a besar y ella solo gemía, la puse boca abajo y le puse una almohada para que su traserito quedara a mi merced, le metí todo en su tesoro para lubricarme pero me entretuve ahí en un sabroso mete y saca hasta que ella empezó a estremecerse de nuevo y se vino de nuevo,
Yo seguía con hambre de ella así que me coloque entre sus nalgas y me frote contra su cuerpo. Deseaba su ano pero no sabia si ella admitiría ese deseo. Poco a poco ella se fue acomodando levantando su trasero haciendo que la punta de mi pene comenzó a tocar la puerta.
Empuje un poco y su ano cedió dejando entrar la punta; primero se quejo un poco pero después gimió de forma sensual. cuando eso paso se la metí , tan excitado me sentía que en contra de mis deseos se la fui metiendo poco a poco avanzando un poco y retrocediendo algo menos, ella solo gemía y eso me excitaba aun mas y cuando lo tenia todo adentro ella empezó ha hacer fuerza haciendo mas estrecha su cavidad provocando que me viniera dentro de ella.
Sentí que me abandonaban las fuerzas y quedando ambos de lado y sin separarnos la abrace y nos dormimos.
Esa noche con mis sentidos llenos de ella descanse como no lo había hecho en mucho tiempo.
El domingo despertamos todavía unidos y retomamos nuestra pasión donde se había quedado; solo diré que no nos levantamos de la cama nos lo pasamos haciendo todo tipo de posturas y posiciones.
El lunes y el martes me fui a trabajar pero por dos días mi departamento era un bello lugar al cual llegar.
Después de esos tan maravillosos días ella cada viernes cuando sus papas se van a divertir ella se viene a desquitar conmigo de sus ansias juveniles, incluso ya me pregunto si podía traer algunas de sus amigas a lo cual le dije que si ella lo deseaba de verdad lo haríamos.