Mi vecina y su hija (2)

Como me lo monté con su hija.

Bueno como sabéis por mi anterior relato, la vida me tenia reservadas algunas sorpresas y la verdad es que muy placenteras. Después de tener esa tarde de desenfreno y sexo con Fernanda, siendo observados por su hija Sofía, fui al día siguiente a tomar mi habitual café, fantaseando con las cosas que le haría a Fernanda. Mi imaginación calenturienta, no paraba de imaginar juegos y posturas para Fernanda y tal vez con Sofía.

Llamé al timbre emocionado y lleno de deseo, saliendo Fernanda ha recibirme, con un aire de normalidad, como si nada hubiera ocurrido que me desconcertó bastante. No era el recibimiento que me esperaba. Me pasó al jardín y ese día, no estaban tomado el sol como el día anterior.

Mi anfitriona, se sentó en la mesa del jardín y yo la acompañé, mientras observaba a Sofía como dormitaba en una hamaca de madera. Fernanda llevaba puesto un vestido claro de flores que se ceñía a su escultural cuerpo, unos zapatos color hueso de enorme tacón de esos que las mujeres usan para desafiar la gravedad, esto realzaban las ya de por si esculturales piernas de mi vecina. Su hija Sofía llevaba puesto un vestido de algodón azul que permitía vislumbrar las formas de su estilizado cuerpo, su melena castaña y sus bronceadas piernas y sobre todo marcaban esos pechos desafiantes y tersos.

En fin que cuando Fernanda empezó una de nuestras charlas de jardinería, como podéis imaginar no pude evitar sentirme muy decepcionado, pero como soy ante todo una persona educada, intenté adaptarme lo mejor que supe a la situación. Mientras hablábamos de hortensias y rosales Sofía estaba tumbada y sus movimientos lentos y somnolientos elevaron su vestido dejando al descubierto partes ocultas de su maravilloso cuerpo. Fernanda seguía con nuestra charla habitual, al ver que observaba a Sofía me comentó que la chica estaba cansadísima. Se estaba preparando una asignatura que se le había atragantado, Sofía estudiaba Ingeniería Industrial y la química de primero era por lo que me contaba Fernanda superior a sus fuerzas. Yo le respondí que tal vez pudiera ayudarla ya que era Químico. Fernanda sonrió y me agradeció el ofrecimiento, en ese momento Sofía empezó a despertarse de su leve sueño.

La madre le contó a la hija que era químico y me había ofrecido ha ayudarla para el examen. Sofía me mostró una picara sonrisa y me dijo que sería fantástico, que tenia un montón de dudas para mi si tenia tiempo. Dicho y hecho subimos a su cuarto, y empezó a acribillarme a preguntas, en un principio debí de poner cara de no saber de que hablaba y la verdad es que me costó empezar a recordar todo aquello aunque no era demasiado avanzado. Llevábamos un rato entre apuntes y problemas cuando Fernanda subió con unos cafés con algunos bollos. Fernanda nos dijo que aprovecharía para hacer la compra y que no tardaría mucho. Yo no tenia prisa pues mi mujer estaba en el pueblo con sus padres por lo que me preparé para una tarde de estudio.

Bueno de estudio para Sofía pues yo me estaba aprovechando, mientras ella se centraba en los problemas. para recrearme en su cuerpo y su escote. Oímos como el coche de Fernanda se alejaba, Sofía en ese momento se levantó y me miró con una sonrisa en los labios que yo achaqué a que se sentía agradecida por las explicaciones dadas. Hacia calor en la habitación de Sofía y le pedí abriera la ventana. El calor era sofocante. Ella me dijo que si no me importaba, se daba una ducha y seguíamos estudiando. Le dije que por supuesto que no me importaba así me daba tiempo a prepararle unos problemas de aquella partes que tenia más dificulta para resolver, aunque la verdad es que era una chica muy inteligente.

Ella cogió ropa y se fue al baño, me llamo desde el baño y me dijo que cogiera un refrescó de la cocina. Era una buena idea, le comenté que si traía uno para ella a lo que respondió que para ella una coca.

Baje a la cocina y cogí unas cocacolas y subí con los refrescos. Al subir vi la puerta del baño abierta y no pude evitar ver a Sofía en la ducha. ¡Joder estaba buenísima!, al verla desnuda y recrearme en su fantástico culo me excité bastante. Me fui a la habitación y deje los refrescos, sin poder evitar levantarme varias veces para observarla desde la puerta no sin cierto riesgo de que me viera. Estaba empalmado, observando aquella chica darse gel, delicadamente con sus manos por todo su cuerpo. Me puso cardiaco.

Me senté en la cama desde donde la podía observar sin ser demasiado obvio lo que estaba haciendo. Tenia unos pechos puntiagudos, grandes y con unos pezones dorados fantásticos, su culo era una parte de su cuerpo que me enloquecía, su coñete solo tenia un pequeño triangulo de pelo, justo encima de su clítoris, el resto estaba totalmente depilado, su cuerpo era como a los hombres nos gustan, exuberante. Estaba empalmadísimo, mi polla apenas cogía en el pantalón. Cuando observé que salía, de la ducha volví a mi puesto en la mesa, mucho más nervioso de lo que me hubiera gustado.

Mi corazón latía a mil por hora y mi mente no dejaba de ver el cuerpo de Sofía. La oí entrar en la habitación, pero no me volví, disimulando, como si estuviera muy centrado en los problemas. Note como se acercaba a mi, esperé ha que se sentara en la silla de al lado. Mi sorpresa fue mayúscula, cuando la sentí como me abrazaba desde detrás de la silla y me susurraba al oído; "Ahora ¿me darás una lección como la de ayer a mamá?¿va a ser mi profesor en anatomía?"y diciendo esto me giro la silla con ruedas. Al verla me puse como un burro en celo, llevaba puesto una minifalda de cuadros escoceses y de tablas pero o era dos tallas menos o la llevaba muy subida. Le quedaba, muy, muy, corta, también llevaba una camisa blanca que transparentaba sus pechos y se había peinado con unas coletas. Debió de ver la cara de vicio que se me estaba poniendo, cuando me dijo con aire teatral; "¿Profe, le pongo un refresco?" se colocó de espaldas a mi para poner los refrescos con el culo en pompa dejando me ver su maravilloso trasero. Le respondí siguiendo el juego; "has sido una chica muy mala, no te sabes la lección de anatomía y tendremos que repasarla", se volvió mientras me daba el baso con el refresco y con cara picaramente compungida me dijo; "tendremos que repasar toda la lección, creo que merezco un azote" y diciéndome esto se acerco y levantando la minifalda me mostró ese culo perfecto.

Le dije; "los azotes después, primero la lección de anatomía. Primero el cuello". Me levanté y la cogí por la cintura desde su espalda; "el cuello es un músculo muy sensible, sobre todo en las mujeres" le empecé a chupar el cuello y a besarlo. Mientras mi otra mano la aferraba a mí, esto permitió que notara mi tremenda polla en su culo, y me susurro: "profesor, ¿qué es esto?" y diciendo esto movió su culo acariciando de esta forma mi polla. Le respondí; "ya llegaremos ha esa parte". "Ahora pasaremos a tu labios".

Mi dedo índice dibujaba sus carnosos labios, mientras su mano se deslizo hacia mi bulto, para acariciarlo. Su boca se entre abrió y empezó a chuparme el dedo con un vicio increíble, esto me puso muy cachondo;" muy bien veo que ya has aprendido la utilidad de tus labios, pero debemos seguir con tu lección, ahora pasaremos a tus pechos". Ella seguía acariciando mi polla por encima del pantalón. Yo empecé a desabrochar su camisa hasta que calló al suelo, chupaba y besaba su cuello, su oreja mientras una mano hacia dibujos en su vientre la otra mano se deleitaba con el borde de su pecho. Mis manos se situaron en sus pechos y empecé acariciarlos, jugueteando con sus puntiagudos pezones. Ella comenzó abrirme la bragueta y acariciarla por encima del calzoncillo.

Le di la vuelta y le dije; "tus tetitas no solo se pueden acariciar, también se pueden chupar" y diciendo esto comencé, a chupar sus pezones, mientras una mano se deslizaba a su muslo y la otra a su culo. Ella me respondia;" Si, si, profesor, tengo tanto que aprender" y cosas por el estilo. Una de mis manos jugueteaba con los pelillos de su monte de venus en ese momento, (no llevaba tanga), mi otra mano se aferraba ese culo que me volvía loco. Mi lengua pasaba de un pezón a otro mientras sus manos acariciaban el pelo de mi cabeza. Ella seguía provocándome, con frases como; "me pones tan caliente profesor, soy una chica buena, me merezco un premio, un chupachus.............. ummmmm". Esto me ponía mas cardiaco, si cabe.

Mis dedos se deslizaron a su clítoris que estaba humedísimo, lo acariciaron primero en circulo y luego de arriba abajo. Deslice un dedo al interior de su coñito, primero uno, luego dos muy lentamente, ella suspiraba, su coñito depilado estaba chorreante por sus jugos. La tumbé y le dije; "Ahora te toca la clase de lengua a tu coñito". Ella me respondió mientras humedecía sus labios de forma insinuante; "siiiiiiiiiiiiiii por favor profesor, deme la clase de lengua" y diciendo esto se tumbo en la cama subiendo su falda y abriendo sus piernas.

El espectáculo me puso salvaje, su coño depilado y húmedo, me puso la polla como un hierro ardiente, me arrodille y empecé a saborear aquel delicioso néctar. Mi lengua jugueteaba con su clítoris, lo chupeteaba y estrujaba. Mientras mis dedos se introducían en su coño y en su ano con facilidad gracias a sus fluidos. Todo estaba mojado de sus flujos, ella suspiraba y jadeaba con suavidad. La quería poner como loca, cosa que estaba consiguiendo. Ella acariciaba mi pelo y mi cabeza. Entre suspiro y jadeo me decía; "profesor cuando llegamos al pene.... aaaaaaaaaaaaaaa, por favor necesito esa lección, aaaaaaaaaaa". Me incorporé y saque mi pene de su prisión. Me senté al borde de la cama y le dije; "has sido muy buena alumna mereces un chupa chus".

Ella se puso de rodillas en la cama y empezó a chupármela de forma enloquecedora. Mientras con una de sus manos me masturbaba con la otra acariciaba mis huevillos, con su lengua mientras tanto jugueteaba con mi glande y luego se la tragaba todo lo que podía. Yo mientras seguía calentándola con mis deditos. No quería corrérme y desde luego con la mamada que me estaba haciendo no le aguantaría mucho así que la tumbé en la cama y abrí sus piernas, empecé a restregarle mi pene, por su clítoris y a darle golpecitos con mi polla, esto la enloquecía y a mi me daba un respiro. Continué un rato con mi juego, y comencé a penetrarla pero muy lentamente. La tenia cogida por la cintura con media polla dentro y de un golpe seco le introduje el resto. Esto le gusto mucho pues sus jadeos aumentaron. Empecé a penetrarla con fuerza y a la tercera sacudida seca no te como comenzaba su orgasmo. Cuando se corrió, hable; " Bueno es hora de tus azotes" , ella con aire teatral me respondió;" he sido una chica muy mala profesor debemos seguir con la lección después de mis azotes". La puse en la postura del perro al borde de la cama, y le comí el coñito como desesperado, dándome un poco de tiempo para enfriarme.

Cuando note que ella empezaba a ponerse a tono, me incorporé, y la penetre lentamente desde atrás y mientras me la follaba en esa posición le daba palmadas en el culo, ella comenzó a gozar de nuevo y yo decidí joderla a lo bestia, esto la calentó mucho. De repente se la sacó y se tumbó en la cama. Tenia las mejillas sonrosadas y mirándome con los ojos entrecerrados me dijo;

"Profesor se olvida de mi lección de griego. Mi culito es virgen y necesita aprender". Miré entorno a la habitación y vi un bote de crema hidratante, lo cogí y embadurne su ano con la crema de su interior. Le quite las coletas dejando su melena libre. Le dije que para su lección anal yo me pondría tumbado en la cama y ella se aparto para dejarme que lo hiciera. Después rápidamente se coloco encima de mi, con su mano coloco mi polla en su ano y con movimientos lentos de su cadera empezó a encajar mi glande en su cremoso ano.

Yo cogí un poco mas de crema y embadurne su coño. La masturbe como se que a las mujeres le enloquece y mientras ella con sus movimientos de caderas por fin logro introducirse mi glande, no sin cierta dificultad. Una vez mi glande dentro, el resto fue mas sencillo, mis dedos empezaron a incendiar su deseo y los movimientos de sus caderas comenzaron, hacerse mas amplios, le pedí que se masturbara ella pero a lo bestia , me obedeció y esto permitió que mis manos fueran a sus tetas. Este espectáculo, y su apretado ano me habían puesto como loco y no resistiría mucho. Ella bruscamente se saco mi polla de su culo y se la coloco en su coño y me espeto; "Quiero me des tu leche, que me viene aaaaaa.." entre jadeos y pequeños grititos. la verdad es que yo no podía aguantar mas sus movimientos. Tuve un orgasmo bestial que me vació por completo, a cada chorro de mi leche ella respondía con grititos y jadeos. Nos quedamos tumbados un buen ratos. Luego nos vestimos y Sofía con una sonrisa en la boca me dijo, a partir de hoy eres mi profesor particular. Sí me animo os seguiré contando alguna de mis aventuras.