Mi vecina Michelle

Un buen dia en que se fue la luz...

Mi vecina Michelle.

Soy un joven de 20 años, vivo Jalisco, en una cuidad muy cercana a la capital del estado, antes de empezar la historia me gustaría recalcar que la que voy a relatar es 100% real, todo lo sucedido y los nombres usados son verdaderos y espero que les agrade.

Empezaré diciendo que mi vida sexual se inició a los 14 años, en ese entonces cursaba el segundo año de secundaria, yo vivía con mi madre y mi padrastro; nos estábamos mudando por ese entonces y cuando llegué a mi nueva casa no hice amigos rápidamente en la colonia, sólo salía a jugar con mis compañeros de la escuela que vivían cerca; desde los 7 años practico básquet y natación por lo que mi físico es hasta ahora aceptable y agradable para los demás, al menos es lo que siempre me dicen mi mamá, mis tías y mis primas y que a mí me hace sentir estupendamente bien.

Una tarde en la que me disponía ir a jugar básquet con los amigos, iba por el pasillo y adelante escuché una discusión entre un hombre y una mujer, alcancé a oír perfectamente la voz de ella: "déjame Alfredo, ya no voy a seguir contigo". Se trataba de mi vecina, tenía 14 años y estaba desarrollando toda su hermosura y digo sin exagerar que tenía una carita de ángel, sus pechos no eran muy grandes pero si apetecibles, tenía unas piernas gruesas, duras y muy bonitas y por supuesto un culo redondito y parado que me parecía hermoso y de cierta manera era lógico, pues cuando escuché a su mamá hablando con la mía en una ocasión, la madre dijo que su nena estudiaba danza moderna. Bueno volviendo al tema, el chico la tenía sujeta del brazo, ella quería soltarse, escuché que él le decía: "perdóname Michelle, pero ella se me ofreció y pues yo soy hombre, tú me entiendes", era lógico suponer que él le había puesto los cuernos, fue entonces cuando ella amenazó con gritar si no la soltaba, él insistió y no sé cómo pero de mi boca salió lo siguiente: "déjala maldito cobarde" ambos me miraron, yo me asusté, pues él era mayor que yo evidentemente, de unos 18 años mas o menos.

  • Métete en tus asuntos, mocoso idiota, dijo él.

  • Pues no es manera de tratar a una dama, te he dicho que la dejes; dije yo, pero temblando interiormente.

En ese momento él se acercó a mí con intenciones de golpearme y ella le dijo: "si lo llegas a tocar baboso, llamo a mi hermano" él se detuvo y dijo: "esta bien preciosa, cálmate, no involucremos a otros en nuestras cosas, mejor hablamos después cuando estés más calmada, te parece??" y se fue. Ella se acercó y yo seguía petrificado.

  • Cómo te llamas??, preguntó ella.

  • José Luis, contesté con voz temblorosa

  • Gracias Pepe, fuiste valiente.

  • De nada, aunque casi me gano una madriza porque él está más grande que yo.

  • Quieres venir a mi casa un ratito??

  • Eh??... bueno, claro.

En realidad no tenía por qué negarme, era agradable y muy, muy linda; subimos un piso y cuando tocó a la puerta salió un chavo como de unos 22 años, bastante alto y corpulento y fue ahí donde entendí porqué el tal Alfredo se puso frío cuando ella le dijo que avisaría a su hermano si me hacía algo, entramos a la sala; el hermano ni caso nos hizo y subió al segundo piso; ella me trajo una coca cola bien helada de la cocina y nos sentamos a conversar.

  • Cuántos años tienes eh?

  • 14 apenas.

  • Vaya, yo tengo 15, los cumplí hace 2 meses.

  • Eso fue antes de que yo llegara a este barrio, ese chavo es tu novio??

  • Lo era, descubrí que me engañó con una de mis mejores amigas y pues lo acabo de terminar.

  • Pero parece que él no quiere que lo dejes

  • Es un idiota, pero me duele mucho lo que me hizo al irse con mi amiga, porque él y yo ya lo hicimos, fue el primer amor de mi vida...

Luego de esa declaración obviamente me sonrojé, ella lo notó, y me dijo con una sonrisa pícara:

  • Qué, tu no lo has hecho todavía??

  • La verdad no… y estaba completamente ruborizado.

  • Pues estás guapo, ya te llegará la chica adecuada.

  • Bueno me tengo que ir, dije nervioso, mis amigos me deben estar esperando. Salí volado de ahí y me fui al campo de juego, no me gustaban ese tipo de preguntas.

Conforme pasaban los días, Michelle y yo nos hacíamos muy amigos, incluso provoqué celos de los demás chicos del barrio, por las tardes nos sentábamos en la puerta del edificio a platicar y en ocasiones me invitaba a cenar en su casa.

Una noche se fue la luz en toda la zona y yo estaba solo en mi casa, pues mi madre trabaja en una tienda de autoservicio como supervisora en el turno de la tarde y regresaba bastante tarde en las noches y mi padrastro está temporalmente comisionado en una ciudad cercana y solo venía cada quince días: el apagón ya duraba bastante, así que busqué unas velas, solo encendí una, la de mi cuarto, cuando escuché ruidos en el patio, me asusté pensando que eran ladrones y grite "quién está allí??!!!" y escuché la voz de Michelle diciendo en voz baja: "shhh, no grites tontito, soy yo". Su casa estaba un piso más arriba que la mía pero la ventana de su cuarto daba a un árbol y por ahí podía bajar y aterrizar en mi jardín con facilidad, salí y la ayudé a que terminara de bajar.

  • Por qué no llegas por la puerta, payasa?? dije yo.

  • Je, je, es que es más emocionante.

  • Estás bien loca niña… y me reí también.

  • Si, lo sé.

  • Qué pasa, te ha dado miedo el apagón??

  • Estoy sola en mi casa bien aburrida, sola y mi alma y fue peor con el apagón, sin tele, ni radio es la muerte y como sé que siempre estás solo a esta hora, pues te vine a visitar para que platicáramos...

  • Ah, bueno

  • Vamos a la sala, no??.

Todo estaba totalmente oscuro, tuvimos que caminar tocando las paredes para no chocar con algo y golpearnos, pero primero había que pasar por mi cuarto, ahí estaba la vela sobre una mesita, fue entonces cuando escuché que Lucía se topaba con la mesa, la vela se cayó y se apagó, volteé instintivamente y traté de agarrarla por miedo a que se quemara, pero en vez de cógerle la mano, le cogí algo más blando, se trataba de su chichi izquierda; les aseguro que no lo hice a propósito, fue sin querer, reaccioné inmediatamente y le pedí disculpas, ella sólo se empezó a reír en tono burlón y me sonrojé; seguimos caminando sin nada de luz, la sala era el sitio más alumbrado por la poca iluminación que entraba por la ventana de la calle; llegamos, nos sentamos en el sillón y hablamos normalmente por una media hora, se hizo completamente de noche y para suerte nuestra salió la luna y daba su luz directamente a mi casa e iluminaba parte de la sala. Fue entonces que con esa poca luz pude ver bien la belleza que estaba a mi lado en ese momento, ella tenía el pelo castaño semi ondulado que le llegaba a los hombros, una blusa medio escotadona y como siempre, con una falda un poco arriba de la rodilla sin llegar a la exageración, en realidad siempre andaba así, era lo que le gustaba ponerse, en su casa no tenía problemas pues no exageraba mucho en su vestido. Yo le quedé mirando anhelante y ella notó como lo hacía, es algo que las mujeres notan instintivamente, entonces me preguntó:

  • Dime Pepe, te gustó lo que tocaste..??.

  • Q-Qué??

  • Anda, contéstame, no te asustes, note voy a morder, jajaja!!!.

  • Pues… sólo es un pecho, no??

  • Claro, es solo eso, pero lo quieres agarrar otra vez??

  • Qué??

En ese momento ella se acercó a mí y me dio un beso muy suave y superficial en la boca; yo no podía reaccionar bien pues era algo inesperado, pero le correspondí, sus labios eran suaves; yo no sabía cómo debía comportarme por mi poca experiencia, así que ella me fue enseñando todo pero sin hablar, pues no dejaba de besarme, ella abrió su boca y sentí su lengua, jugueteaba con la mía y con mis dientes, sentí que metía sus manos debajo de mi camisa y me acarició el pecho, me empujó e hizo que me acostara y luego se me puso encima, yo me atreví a tocar su espalda por encima de su blusa, bajé mis manos por su dorso, hasta que llegué a tocar la parte más hermosa de su cuerpo, sus nalgas, pero me contuve, ella dejando de besarme me dijo: "sigue, si quieres tocarme ahí, hazlo tontito" Hice lo que me dijo y agarré su culo con fuerza, subí la falda y le acaricié esas hermosas nalgas que tenia y estaban tal como me las había imaginado, paraditas, llenas, firmes y se sentían deliciosas en mis manos; mi excitación se aceleró, mi verga se paró y se puso súper dura, ella tuvo que sentirla en su estómago, pues se levantó un poco y metió su mano derecha en mi short y me la cogió, era la primera vez que una mujer me tocaba, nadie lo había hecho antes, ni mi madre, pues desde muy pequeño había aprendido a bañarme y a vestirme solo. Al sentir su mano no puede evitar que me saliera un poco de líquido, entonces la muy canija me quitó el short y los calzoncillos, cogió de nuevo mi verga y como una experta empezó a jalármela, yo jadeaba y gemía como loco de la calentura y también de la satisfacción.

  • Quieres que pare??... Me dijo ella.

  • No, es tan rico, me siento en las estrellas, sigue por favor!!!.

Ella lo apretaba y lo jalaba de arriba hacia abajo, con suavidad, yo sentía que mi palo iba a estallar, entonces dejó de jalármela; se desabotonó la blusa, se bajó el calzón, se quitó la falda, y me dijo:

  • Voy a ser la primera mujer a quien te cojas, te va a gustar y en serio te lo mereces por haberme defendido y haré mi mejor esfuerzo por hacerlo bien, pues sólo lo he hecho dos veces con Alfredo y no soy una experta.

Yo no sabía qué hacer, había visto muchas películas porno y sabía que puedes hacer llegar a varios orgasmos a una mujer con sólo hacerle un buen sexo oral, pero yo tenía mucho miedo, el típico miedo de la primera vez, miedo de principiante, así que dejé que lo hiciera todo, que fuera mi maestra, mi iniciadora. Ella empezó a tocarse su panocha y guió mi mano para que se la acariciara, a través del tacto puede sentir sus labios hinchados, sus pelitos que eran pocos, me hizo sentir su clítoris y todas sus partes y me decía el nombre que ella le daba a cada una de esas partes de su cuerpo, se arqueaba y se estremecía, gimiendo y sólo susurraba: "si, así, así, lo haces bien, ah, que rico, es delicioso" sentía cómo se iba mojando de la panocha y cuando ya estuvo bastante húmeda sacó mi mano de su puchita, cogió mi verga y sin ningún comentario se puso sobre mí y se la fue metiendo suavemente y escuché de sus labios un pequeño gemido, no sé si de dolor o de satisfacción cuando le entró la cabeza, pero su humedad facilitó la penetración y entró hasta la mitad, yo, por supuesto, estaba en el paraíso, sentir por primera vez el contacto de una vágina con mi palo era glorioso y lo que más aumentaba mi excitación era que se trataba de mi vecina, que era un año mayor, pero sobretodo que era muy hermosa y yo la adoraba.

Mi verga en ese entonces mediría unos 13 cm., mas o menos, pero lo que no tenía de grande lo tenía de gruesa, actualmente mide 19 cm parada pero es muy gruesa y jamás he dejado decepcionada a las chicas con las que me acostado; no han sido muchas, pero si bastantes para tener algo de experiencia. Bueno continuemos, ella se bajó más y se la metió toda y empezó a moverse de arriba hacia abajo; era algo exquisito e indescriptible, cogió mis manos y las puso en sus nalgas, las empecé a acariciar y me sobreexcité al sentir sus nalgas chocando con mis piernas, de más está decir que el culo es la parte que más me excita de una mujer, ella no dejaba de moverse y tenía los ojos cerrados, yo estaba feliz siendo cabalgado por esa belleza y aferrado a sus nalgas, era mi primera vez y estaba en la gloria y se lo dije: Michelle, eres lo máximo!!!.

Después de unos 13 ó 15 minutos ella se levantó, hizo que me parara, se arrodilló sobre el sillón mostrándome su hermoso culito en toda su extensión, yo entendí lo que tenía que hacer, la puse del perrito, que a pesar de ser muy común es, a mi parecer, una de las posiciones más sensuales y sexy, bueno al menos para los que les guste cogerse a una mujer agarrándose de sus nalgas, estoy seguro que ustedes compartirán mi opinión y claro a partir de ese momento con Michelle esa pose se hizo mi favorita. Bueno, acaricié sus nalgas, toqué su panochita que estaba bastante húmeda y coloqué mi palo en la entrada de sus encantos y la penetré con fuerza, ella gimió, pero de placer, lo mojada que estaba su abertura facilitó que mi gran e inseparable amigo entrara a su mundo de placer, empecé a moverme de atrás hacia delante, al ritmo que ella me pedía, primero me decía, mas rápido y por momentos me pedía que lo hiciera más lento, así estuvimos por el espacio de casi una hora, increíble, no?? no sé exactamente cuántos orgasmos tuvo, pero llegó a un punto en que no decía nada, solo gemía y gemía y sólo puso su cabeza sobre el respaldo del mueble y cerró los ojos, yo empecé a sentir que se me venía la leche, mis piernas estaban empapadas por sus jugos, sentí que ya se me venía, en ese momento que llega la luz, pero no le dimos importancia y pude ver claramente todo, mis manos cogidas de sus lindas nalgas, mi camote entrar y salir de su cosita que estaba bien roja en ese momento y vi todo mojado, mi verga, su panocha, nuestras piernas, hasta el mueble, pero no importaba, yo ya estaba por vaciarme, solo le di dos metidas más y tuve que sacar mi verga y derramé toda mi lechita sobre su espalda, su blusa y sobre sus nalgas, derramé muchísima, por cada chorro que me salía era un grito de satisfacción, hasta que terminé y caí sentado sobre el mueble todo sudado y agitado y viendo cómo se paraba mi compañera aunque algo temblorosa, derramando en el piso las gotas de semen que yo le había echado en sus nalgas. Ella se quedó parada viéndome y sonriendo con una cara de cansancio y felicidad a la vez:

  • Haz durado bastante en venirte, mi amor y eso me gustó muchísimo

  • Eso me lo dices solo para que me sienta bien, no, loca??

  • Te hablo en serio, Alfredo no duraba lo mismo que tú, se venía rápido porque creo que es muy impaciente; pero dime Pepe, te gustó como se dieron las cosas en tu primera vez??

  • Me encantó y más porque fue con una belleza como tú, mamacita, fue rico; pero ahora tenemos que limpiarnos.

Le alcancé papel del baño para que se limpiara mis rastros de semen que aun quedaban en su cuerpo y en su cabello, ya que terminó, me dio muchos besos muy cachondos, fue al baño y se limpió las piernas y todo lo demás, antes de irse me prometió que tendríamos otra sesión en la siguiente tarde, se vistió lentamente para dejar que una vez más la admirara y luego se fue a su casa pero ahora salió por la puerta; limpié todo lo que me pudiera delatar y me metí a bañar antes

antes de que llegara mi mamá, me sentía feliz, arriba de una nube, había perdido mi virginidad a los 14 años, con una mujer un año mayor que yo y especialmente hermosa. Los días fueron pasando y Michelle me trataba exactamente igual delante los demás, pero era sumamente cariñosa e imaginativa cuando estábamos todas las tardes solitos en mi casa haciendo el amor, los dos quedábamos saciados pero con ganas de vernos al día siguiente y al siguiente y al siguiente; nos hicimos expertos en las cuestiones del sexo, pues comprábamos revistas porno, las veíamos juntos y ensayábamos las posiciones que ahí aparecían, despues nos dio por ver películas y hacíamos lo mismo que los actores; durante año y medio año fue mi pareja, aunque durante ese lapso tuvo dos novios muchos mayores que yo y a pesar de estar con ellos, nos seguimos viendo, ya no con la misma frecuencia pero todo seguía siendo tan intenso como la primera vez y optamos por desquitarnos los domingos en que mi padrastro estaba en la ciudad, pues mi madre y él salían desde las primeras horas y regresaban hasta bien entrada la noche, ella fue la primera vez en mi vida y no solo eso porque fue mi primer amor en serio y estoy seguro que ella también se enamoró de mí, aunque nunca me lo dijo tácitamente lo demostró con hechos.

Lamentablemente mi madre y mi padrastro decidieron ir a buscar fortuna a otra ciudad y yo por mi edad no pude negarme a acompañarlos y por otro lado, estaba consiente de que lo nuestro no podía ser definitivo, pues ella era mayor que yo.

Las ultimas semanas fueron de órdago por nuestra gran despedida y desde ese último día en que me dijo adiós desde su ventana con lágrimas en los ojos, no nos hemos vuelto a ver, pero la recuerdo con demasiada frecuencia y con mucho cariño y en ciertos momentos añoro su presencia. Es posible que ahora esté felizmente casada y llena de hijos pues no creo que su calentura haya desaparecido, al contrario, imagino que será más y más cachonda cada día; por mi parte le estaré eternamente agradecido por lo mucho que me dio y por haber sido, primero, mi iniciadora y despues mi maestra, para finalizar en mi adorable amante. Mucha suerte para ti, Michelle!!!

En la actualidad gano más que bien pues tengo un magnifico trabajo, me independicé hace un año, aunque vivo solo visito a diario a mi madre y a mi padrastro que están tranquilos y también con un buen trabajo que no es tan pesado como los de antes y he decidido pedir a una agencia de investigación privada que averigüe el paradero de Michelle, me gustaría saber que fue de ella, si es propicio verla y si es posible, revivir nuestro amor.