Mi vecina, mi puta sumisa, infiel y domada. (2)

Terminé el relato anterior después de follarme a cris por primera vez y dejarle claro cómo iban a ir las cosas a partir de ahora.

Los días siguientes transcurrieron sin novedades, detecté, espirando su móvil, que se estaba follando por lo menos a dos tíos.

La aleccioné por Whatsapp para que les diera largas hasta que yo se lo ordenase, aun con protestas lo acepto.

Mi objetivo en estos días es que tuviera claro quién mandaba, como, cuando y donde yo quisiera, iba a hacer lo que yo quisiera.

A los 5 días del primer encuentro le escribí un mensaje.

Yo: a las 8 en mi oficina.

Cris: ¿y si no voy?

Yo; [foto de ella comiéndosela a su amigo] ¿te gustaría que todos tus contactos recibieran esta foto?

Cris: hijo de puta, allí estaré

A las 8:05 llamó a la puerta. Abrí y la contemplé, levemente maquillada, mirándome con odio, abrigo gris largo, vestido morado a media pierna, medias negras y botas del mismo color con un tacón más que considerable.

Yo: pasa y quítatelo todo menos las botas y las medias.

Solícita, se quito el abrigo, el vestido y el sujetador, no llevaba tanga, pero las marcas en su cadera y sobre el culo dejaban claro que se lo acababa de quitar en el coche.

Yo: muy mal cris, te dije que nada de bragas ni tanga.

Cris: ¿no ves que no llevo?

Yo: veo que te lo has quitado en el coche, ¿salimos a la calle a buscarlo ahora mismo tal y como estas??

Cris: NOOO, no, vale joder, me lo he quitado en el coche, como voy a ir a trabajar sin bragas, ¿y si me ve alguien?

Yo: si te ve alguien pensará que eres una puta, y tendrá razón, eres MI PUTA. Cada vez que desobedezcas tendrás un castigo.

Me la llevé a mi despacho y saqué de un cajón una cuerda, unas pinzas y unas bolas chinas las cuales tienen una particularidad, son 4 bolas, aproximadamente del tamaño de una pelota de Ping pong, pero son de plomo cubiertas de silicona, con lo que pesan y bastante.

Cogí su cabeza y la atraje hacia mí.

Yo: bien putita, tu primer castigo, disfrútalo y acostúmbrate, tal y como eres, recibirás muchos.

Cris: ¿qué vas a hacerme?

Yo: jajajaja, ya lo veras, disfrútalo.

Ate sus manos a la espalda.

Yo: ahora te voy a poner las pinzas en los pezones, voy a meterte las bolas chinas en el coño y voy a azotarte, 10 veces, cada vez que se te salga una bola, te llevaras 5 azotes mas.

Cris: por favor, no....no me hagas eso, te la chupo si quieres.

Yo: claro que me la vas a chupar, pero va a ser cuando termine el castigo

La primera pinza la hizo gritar, con la segunda empezó a llorar.

Yo: en unos minutos te acostumbraras, lo más doloroso es cuando te las quite. Apoya las manos en la mesa, abre las piernas y saca el culo.

Metí un dedo en su coño, como imaginaba estaba medianamente húmedo, las bolas entraron sin problema, cuando metí la ultima y retiré la mano se salieron dos.

Yo: a ver perrita, quiero a una zorra con el coño fuerte que me ordeñe bien la polla cuando se la meta, sujeta las putas bolas o de azotare con el cinturón en lugar de con la mano.

Volví a meterle las bolas y apretó el coño para evitar más castigo.

Yo: cuenta en voz alta.

El primer azote lo recibió en la nalga derecha con un grito de dolor.

Reaccionó rápido y entre sollozos dijo UNO mientras se marcaban los dedos en su piel.

El segundo, con la misma intensidad estalló en la izquierda.

Siguió contando y gritando con cada golpe mientras su blanca piel iba tomando un color rojo pálido.

En el octavo azote una bola se salió de su coño mientras ella al notarlo decía NOOO.

Yo: vaya vaya, ¿tan cachonda estas que se te escurren las bolas? Otros 5 para que aprendas.

Cris: no, por favor, ¡5 mas no!

Yo: ¿prefieres otros 10?

Cris: no no no, 5 está bien, no se me volverá a salí Señor.

Yo: aprendes rápido.

Seguí con la cadencia de los azotes hasta llegar a los 15, su culo tenía un color rojo muy sugerente.

Cogí la anilla de las bolas y las saqué de un tirón seco, lo que provocó un intenso gemido y que cris se corriese entre espasmos.

Metí dos dedos en su raja y los saqué totalmente empapados.

Yo: estas cachonda, sin poder evitarlo te corres como una zorra cuando te uso y te azoto, vas a terminar disfrutando esto tanto como yo.

Cris: eres un cabron, ¿que mas vas a hacerme?

Yo (mientras me bajaba el pantalón y me sacaba la polla): voy a usarte, voy a hacer que con solo hablarte tu coño chorree, que reconozcas lo puta que eres y que te entregues a mí.

Justo cuando termine de decirle esto se la metí de un golpe hasta lo más profundo de su vagina, soltando ella un gemido, a la vez solté las pinzas de sus pezones, lo que le provocó un intenso dolor que le hizo contraer el coño y recibir aun mas placer en la follada que le estaba pegando.

Se la saqué y me senté en la silla.

Yo: siéntate encima de mi polla y fállate.

Cris: si señor

Se sentó encima de mí y dejo caer su coño poco a poco desde el capullo hasta los huevos, se movía despacio, disfrutando cada centímetro de rabo que se hundía dentro de ella y chorreando.

Con sus manos abolladas en los brazos de la silla, bajando y subiendo en mi polla, empecé a tocar sus maltratados pezones y su clítoris, lo que hizo que tuviera un bestial orgasmo a la vez que yo la regaba por dentro con una abundante corrida que se salió de su agujero mojándome los huevos, la polla y parte de las piernas.

Yo: buena perra, ahora límpialo, con la lengua.

Obediente y entregada lamió cada gota de semen de mi cuerpo mientras me miraba con cara de vicio y se relamía.

Yo: ¿ves cris? La puta que llevas dentro ya está saliendo, mañana a la misma hora vente preparada, vas a perder la virginidad de tu precioso culo, ahora, vete.

Cris: sí señor, ¿me dolerá?

Yo: depende de lo que tu colabores.

Se vistió con tranquilidad, me tiró un beso desde la puerta y se marchó.

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Al día siguiente, a la misma hora, la tenía en la puerta, cada vez que la veía su mirada iba cambiando, ya no era desafiante y de odio, iba tornando en morbo y sumisión.

Abrí la puerta y sin decirla nada se desnudó completamente quedándose solo con los zapatos.

Yo: muy bien cris, me gusta, aprendes muy rápido y parece que no te gustan los castigos. ¿Tienes ganas de comer algo?

Toque su coño y estaba caliente y empapada, gimió como una perrita.

Cris: si, su polla señor.

Yo: jajaja, ¿a qué esperas?

Me desabrocho el pantalón y me saco la polla, se arrodilló delante de mí y con las manos en la espalda empezó a chupar, con vicio, pasando la lengua por el glande y lamiendo todo el tronco hasta llegar a los huevos y volver a subir hasta metérsela casi entera en la boca, para que entrara del todo aun necesitaba ayuda, sujeté su cabeza y apreté hasta llegar a su garganta, le dio una arcada.

Yo: sigue, te falta poco para sacar el premio, no dejes ni una gota.

Aumento el ritmo hasta que agarrando su nuca me corrí en el fondo de su garganta, le costó, pero trago con deleite relamiéndose.

Yo: sigue lamiendo, tienes que ponérmela dura otra vez para que te rompa el culo.

¿Qué diría tu maridito si te viera tragando leche y preparándome la polla para que te desvirgue el culo?

No sabe la zorra que tiene en casa.

¿Cuantos rabos te has tragado desde que estas casada?

Si dejar de mamar me enseño 8 dedos.

Yo: cristinita la comepollas, has sido todo un descubrimiento, debajo de esa cara agria y tenemos a toda una mamona.

Deja de chupar y apóyate en la mesa.

Apoyo su torso en la mesa con las piernas entreabiertas y sacando el culo.

Sin avisarla se la clavé en el coño mientras escupía en su ano y le metía el dedo gordo en él.

Dio un grito y apretó el culo

Yo; cuanto más aprietes mas te va a doler, te voy a follar el culo de todas maneras, está en tu mano que sea más o menos doloroso.

Relajo un poco el esfínter y empecé a fallárselo con el dedo mientras bombeaba su coño.

Con la polla llena de su flujo se la restregué por el culo y la apoye en la entrada, apretando fuerte pero despacio la fui abriendo, sus manos apretaban el borde de la mesa y la escuchaba quejarse muy bajito.

Seguí metiendo muy despacio, el capullo estaba dentro, me moví suavemente metiendo cada vez unos milímetros mas, pasados unos minutos estaba dentro por completo.

Me quedé quieto y le dije:

Yo: cris, acabo de romperte el culo, ¿que se dice?

Cris: gracias señor, me duele señor.

La saqué casi hasta el final y volví a meterla, ella se quejaba y cada metida era un quejido que poco a poco se mezclaba con un gemido.

Aumenté el ritmo, ya la estaba follando el culo en condiciones, y ella empezaba a disfrutar o al menos gemía.

Abrí bien sus cachetes para contemplar como un culo casi virgen se tragaba toda mi polla una y otra vez.

Sentía los huevos mojados del flujo que chorreaba de su coño.

Yo: ay cris, te estoy partiendo el culo y estas cachonda perdida, eres mucho mas puta de lo que yo creía.

Si tu poderoso suegro supiera lo que aguanta tu culo te lo follaría el mismo.

Cada vez le daba más fuerte, agarrado a sus caderas a veces hasta la levantaba los pies del suelo.

La mezcla entre los jadeos y los quejidos por que la estaba partiendo el culo me ponían cada vez mas cachondo y empujaba como un animal sintiendo su culito estrecho y caliente apretándome la polla con fuerza.

Entonces cris empezó a gritar con fuerza, ME CORRO, ME CORRO DIOSSSSSSS ME CORRO NO PARES, ¡NO PAREEEEEESSSS!!!!!

Y se quedó totalmente desmadejada mientras yo, con tres fuertes empujones me vaciaba en su culo, se la saqué despacio y un hilo de semen ligeramente manchado de rosa se deslizó de su agujero.

Yo: que bueno....en 3 o 4 días lo tendrás recuperado para poder volver a fallártelo, puedes decirle al cornudo de tu marido que ya eres una puta completa, no tienes ni un agujero virgen.

Cris (aun jadeando): joder, me has destrozado pero me he corrido como nunca en mi vida.

Yo: ¿sabes lo que tienes que hacer ahora?

Cris: ¿qué?

Yo: límpiame la polla, vístete y vete.

Cris (mientras se arrodillaba a limpiar): si, señor.

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