Mi vecina mexicana
Un chaval se vuelve loco con su nueva vecina, una mexicana de muy buen ver. Espero que te guste Paty
Javi era un chaval de diecisiete años que vivía en Madrid, su experiencia sexual era escasa, algunos sobeteos con una medio novia que tenía y las consabidas pajas, para hacérselas no se imaginaba a chicas de su edad, disfrutaba más imaginándose a mujeres maduras que no podían figurarse ser el objeto del deseo de nadir, amas de casa decentes que ni en sueños habían pensado ser infieles a sus maridos, eso sí, dichas mujeres debían de tener dos características, buenas tetas e ir vestidas con falda.
Iba por la calle y se fijaba en las mujeres que cumplían esas premisas, para luego al volver a su casa y pajearme imaginando las en mil posturas distintas, lo que más le excitaba era follárselas en la cocina sin quitarles la ropa, simplemente subiéndolas la falda y agarrándose a sus tetas.
Javi vivía en un bloque de pisos, casi todas sus vecinas habían pasado por su imaginación calenturienta, que poco se lo imaginaban. El piso de al lado estaba vacío desde hacía tiempo, un día Javi oyó ruidos, se asomó por la !orilla y vio que estaban haciendo la mudanza, en el descansillo, dirigiendo a los obreros había una mujer de unos cuarenta años, estaba de espaldas, paro la falda azul que llevaba dejaba ver sus rollizas piernas, a Javi le encantaron, siguió observando.
En un momento dado la !mujer se dio la vuelta y Javi vió que tenía unas buenas tetas, estaba sudorosa del esfuerzo y debido a ello la camisa se le había pegado al cuerpo, resaltando sus pezones. Además tenía desabrochados los botones superiores y se le veía el nacimiento de sus senos.
Javi no pudo más, se sacó la polla y empezó a masturbarse mirando a la mujer, que excitante era pensar que ella era ajena a todo ello, se corrió contra la puerta, con lo que tuvo que dejar de mirar para limpiar los restos de su semen, solo faltaba que su madre se diese cuenta, por que esperaba que se hiciese amiga de la vecina para así tener más relación con ella.
Al día siguiente al volver del colegio oyó risas en el salón, se asomó y le dió un vuelco el corazón, era su madre que estaba con la vecina y parecían estar pasándolo en grande.
Ah, hola Javi. Te presento a la nueva vecina, se llama Paty y viene de México.
Encantado, dijo Javi, extendiendo la mano para saludarla.
Paty se levantó y se acercó.
Mejor dos besos, ¿No?, Dijo con un acento extraño y le plantó dos besos a Javi en la mejilla, éste notó las tetas de su vecina contra el pecho y se puso a cien y rojo como un tomate.
Vaya, ¿Nunca te ha besado una mujer?
Si, balbuceó Javi, bueno, me tengo que ir a hacer las tareas, hasta luego.
Hasta luego, Javi, espero que seamos buenos amigos.
Seguro que si. Paty.
Javi se fue al servicio y se empezó va hacer una paja, oía a su vecina reírse con su madre e imaginó esa boca chupando su polla, el la agarraba por la cabeza para que se la metiera hasta dentro, como la chupaba la condenada, se corrió, fue una corrida descomunal, si Paty hubiese tenido su polla dentro de la boca no hubiese podido tragarse todo, de eso estaba seguro.
Cuando salió del baño vió que su madre se estaba despidiendo de ella.
- ¿Es simpática la vecina, verdad?
-:Si, mucho, dijo Javi.
Me ha dejado las llaves por si algún día se olvida las suyas o tenemos que echarle un vistazo a la casa.
Muy bien, dijo Javi que ya pensaba como aprovecharse de la situación.
Estuvo observando y vió que Paty salía de casa todos los días sobre las once para volver sobre las dos, tiempo más que suficiente para hacer lo que se proponía.
Un día que no estaba su madre en casa esperó a ver salir a la vecina, cuando la vió cogió las llaves y se dirigió hacia su casa.
Entró y fue hacia la lavadora, esperaba que hubiese ropa sucia de ella, la abrió y entre el revoltijo de prendas eligió unas bragas negras y un sujetador del mismo color, se llevó las bragas a la nariz, olían a hembra cosa mala, notó algo y vió que se trataba de un bello púbico del coño de su vecina, se lo guardó.
El sujetador no olía a nada, pero solo pensar que había estado en contacto con sus tetas le volvía loco.
Con esas prendas se fue al dormitorio, abrió el armario y pasó la !ano por las faldas que había allí colgadas, le gustaba notar la suavidad de la tela y sus estampados.
Con todo ello ya llevaba una erección de campeonato, se tumbó en la cama, se puso las bragas sobre su nariz y el sujetador lo utilizó para pajearse, era como tener la polla en contacto con sus tetas, empezó despacito, quería durar, pero la situación le era tan excitante que al poco rato se corrió, todo el sujetador quedó llenó de su semen, tenía que arreglar el desaguisado.
Se levantó, alisó la cama como pudo y con las bragas y el sujetador en la mano se dirigió hacia la cocina, su idea era limpiar el sujetador con agua antes de dejarlo en la lavadora, esperaba que Paty no se diese cuenta.
Cuando iba por el pasillo se abrió la puerta de la calle y apareció Paty, que le pilló así, no sabía lo que hacer.
¿Se puede saber que haces, Javi?
Nada, Paty, estaba en casa y oí como caer agua y pasé a tu casa a ver si te habías dejado algún grifo abierto.
Ya, ¿Y eso que llevas en la mano, que es?
Nada, lo encontré tirado en el suelo e iba a llevarlo a la lavadora.
¿Tú te crees que soy tonta?, Venga dámelo.
Javi le dió el sujetador y las bragas. Paty se quedó mirando el sujetador con los ojos muy abiertos.
- Vaya, veo que no has perdido el tiempo, ¿Y esto?
Javi agachó la cabeza y no dijo nada.
¿Te has masturbado con mi sujetador?
Si, Paty, por favor no le digas nada a mi madre.
Bueno, ya veremos, ¿Es que te gustó?
Si, me gustas mucho.
Vaya ¿Y que es lo que más te gusta de mí?
No se, todo.
A ver si lo adivino ¿Son mis tetas?, Dijo Paty agarrándose las con fuerza.
Si, tus tetas me encanta.
Vaya, ¿Nunca has visto unas?
No, dijo Javi, bueno si, en la playa.
¿Quieres ver las mías?, Dijo Paty empezando a desabrocharse la blusa.
Javi no sabía que decir, se quedó con la boca abierta viendo los pechos de Paty dentro de un sujetador blanco.
¿Quieres que me lo quite?
Si, quitatelo.
Paty se desabrochó el sujetador y aparecieron sus tetas grandes, algo flácidas pero apetecibles, Javi se acercó y llevó las manos hacia ellas, las empezó a manosear con fuerza.
¡Oh, Paty, que tetas, como me gustan!
¡Chuparlas Javi, cómeme las tetas! Dijo Paty mientras le sobaba la polla por encima del pantalón.
Javi empezó a chupar las tetas de Paty y a jugar con la lengua con su pezón que estaba súper duro, mientras notaba la mano de Paty, no podía más y se corrió.
Paty le cogió de la mano y le llevó hacia su habitación.
¿Has follado alguna vez?
No.
¿Me quieres follar?
Si, claro.
Paty le bajó los pantalones y los calzoncillos, apareció el pene erecto de Javi.
- Vaya, mi niño, que polla tienes no está nada mal.
Paty se quitó las bragas y se subió la falda, se tumbó en la cama y abrió bien las piernas. Javi se quedó mirando su coño, era el primero que veía al natural.
- Ven aquí, Javi, fóllame.
Javi se tumbó a su lado, se agarró la polla y la dirigió al coño de Paty.
- Despacio, Javi
Javi empezó a metérsela, estaba caliente, daba gusto estar dentro de ella, le agarró las tetas y empezó a moverse.
- Tranquilo, mi amor, disfruta.
Javi era inexperto, de le salió la polla un par de veces, pero luego logró llevar un ritmo constante que hacía estremecerse a Paty.
No te corras dentro a ver si me vas a preparar.
Vale, Paty.
Cuando Javi vió que se iba a correr sacó la polla del coño de Paty, se dió un par de sacudidas más y roció sus tetas con su semen.
- Muy bien campeón dijo Paty mientras se restregaba el semen de Javi por las tetas, para ser la primera vez pongas hecho muy bien, seguro que con el tiempo mejoras y tenemos mucho tiempo por delante.