Mi vecina Irene, necesitada (2)

Follada rápida en la cochera al coñito del zorrón de mi vecina.

Hola a todos de nuevo, esta es la segunda parte de la situación que estoy viviendo con mi vecina Irene. Para poneros en situación os recomiendo leer ese anterior relato. Como siempre digo, y me gusta recalcar, todo es absolutamente real. No soy la persona con mayor suerte del mundo, os lo aseguro, y aunque físicamente esté bastante bien, me han rechazado mil veces también. La cuestión es que si no intentáis situaciones que desemboquen en sexo, nunca tendréis buen sexo, nada más.

Esta ocasión será un relato rápido (espero, que luego me lío a dar detalles), ya que aquella segunda follada con ella fue una situación muy morbosa y rápida en la cochera de mi edificio. Os pongo en situación.

SITUACIÓN EN LA COCHERA

Vengo de comprar del supermercado con el coche y entro a la cochera del edificio, la cual tiene dos plantas. El día anterior fue mi estreno con Irene y su culito, la muy zorra me sacó dos disparos bastante abundantes y me quedé agustísimo. Cuando llego a la segunda planta (el -2) aparqué mi coche y apagué el motor. Me quedé un minuto mirando el móvil, mis amigos habían estado hablando bastante por un grupo de whatsapp y empecé a leer algunos mensajes y escuchar otros de voz. La luz del párking cuando pasan un par de minutos se apaga automáticamente, y es lo que ocurrió, aunque me dió igual.

De repente volvió a encenderse y otro coche comenzó a bajar la cuesta. Era el de Irene. No me lo podía creer. Aparcó en su sitio, que está enfrente del mío y se bajó del coche. Ella no me vió porque yo estaba dentro del coche, y no es normal ponerte a mirar los coches cuando la cochera está en silencio.

Sacó un par de bolsas de la compra, curiosamente del mismo supermercado que yo, el Mercadona, pero no la había visto comprando. Empezó a andar por la cochera para ir hasta el ascensor, la muy zorra llevaba unas mallas deportivas como siempre, y la fina tela del pantalón se le metía por la raja del culo. Ese culo que hace menos de 24 horas había llenado de leche. Seguro que la muy zorra, siendo lo ninfómana que había resultado ser, llevaba un plug anal o bolas chinas dentro del coño.

Automáticamente tuve una erección sola de verla andar. Pensé en dejarla irse y hablarle por whatsapp por la tarde, para bajar a su piso y follármela, pero la cabeza me propuso un nuevo plan que iba a resultar mucho más divertido. Abrí la cámara de mi móvil y bajé la ventanilla del coche, le mandé una foto de su culo andando y se la envié por whatsapp a Irene, acompañada de un mensaje "que no me entere yo que ese culito pasa hambre".

En la foto se le veía a ella con las bolsas, por lo que no había duda de que era ese día. No pasó más de 1 minuto hasta que Irene abrió whatsapp, vio el mensaje (salió el doble check azul) y me contestó.

  • "Que susto me has dado jajajaja, no sabía que coño era la foto".

Cuando estaba pensando en responderle, o en qué decirle o hacer, la luz del parking volvió a encenderse y vi salir a Irene, ahora sin bolsas por el ascensor. Vino hacia mi coche, y el resto os lo cuento a continuación.

LA FOLLADA EN MI COCHE

Se acercó a la ventanilla de mi coche, tocó en ella y yo procedí a bajarla. Dibujé una amplia sonrisa en mi cara y le dije:

  • Hombre, qué hace esta mujer tan guapa por aquí.

  • Pues vengo a ver por qué echas fotos sin permiso de las personas niño, no sabes que eso es ilegal? - dijo apoyada en la ventana.

  • Ilegal es lo que me hiciste tu ayer en tu casa, que aún estoy cachondo.

  • Ah si? Vaya vaya (puso morritos). Pues esta tarde me puedes dar de comer otra vez si te apetece, sigo tan necesitada que me subo por las paredes...

Irene metió la mano y con un dedo empezó a acariciarme el pecho y los muslos, con su uña de putón. Se detuvo en mi paquete y empezó a hacerme cosquillas en los huevos, sabía perfectamente donde estaban.

  • Ya está jugando otra vez. Eres tu muy juguetona eh Ire? Que estamos en la cochera mujer.

  • Bueno, por eso te digo que vengas esta tarde, si aquí no puede ser tonto.

  • Hombre... poder poder... puede ser jajaja...

Estaba empalmado, ella ya no se limitaba a acariciarme la polla con la uña sino que, dado que me iba a reventar la polla de la situación, estaba amasando mi bulto con toda su mano.

  • Me llevas por el mal camino lo sabías? Ahora estoy cachonda yo.

  • Yo es evidente que también... mira, podemos hacer una cosa...

La cochera rápidamente se ponía a oscuras. Mi coche no estaba cerca ni de la rampa de bajada de coches ni del ascensor. Podíamos follar en los asientos de atrás, y si alguien venía o la luz se encendía agacharnos y nadie nos vería. Como digo, la reacción natural cuando entras a un parking o cochera no es ponerte a mirar los coches por si hay alguien, tu vas buscando tu coche y ya está. Por tanto, la luz actuaría como una "alarma", y tendríamos que follar a oscuras.

  • Mira Ire, creo que podemos ponernos en los asientos de atrás y nos calmamos el calentón, será mas morboso que subir a tu casa ahora. Si se enciende la luz, será porque baja un coche o viene alguien del ascensor, pero estamos lejos de esos sitios. Simplemente nos escondemos si viene alguien y listo, aunque con el coronavirus no hay mucho movimiento de gente en los coches...

  • Uy... que ya está haciendo planes para follarme, pero tu que te has creido que voy a aceptar ese plan tan tonto niño?

  • Jajajaja, bueno, solo digo que no hay peligro, la gente no va mirando los coches por si hay alguien, tendríamos que follar a oscuras y eso tiene su morbo no?

  • Que cabeza más loca tienes...

Cuando pensaba que me iba a rechazar, y me iba a proponer subir a su casa o vernos por la tarde, oí la puerta de atrás abrirse y entró dentro. Esta mujer es increíble.

  • Anda, ven aquí atrás, que te voy a solucionar la locura.

Salí corriendo del coche, casi tropezándome, y me fui a los asientos de atrás. Al entrar empezamos a comernos la boca y la luz justo se apagó. Con mis manos le tocaba las tetas y el culo, me encantaba sobar ese cuerpo de zorra que tiene. Era realmente morboso darnos el lote completamente a oscuras, pero tuvimos que empezar a usar la lintera del móvil para quitarnos la ropa correctamente. Enfoqué con la luz a la ventana y le dije a Irene que se apoyara en ella, que le iba a comer el coñito. Ella rápidamente se giró y me dejó el culo en pompa en la cara, apagué la lintera y me acerqué a degustar aquel manjar.

No veía nada pero tampoco hacía falta, mi lengua bien abierta le comía de arriba a abajo el coño y el culo. Irene se derretía y sus gemidos empezaban a oírse suavemente en el coche. Le abría con mis manos bien el culo para que mi lengua tuviera más espacio para lamer. Ella se retorcía del gusto y sus pies lo reflejaban, porque me golpeaban en mis muslos.

Aquello estaba delicioso, podía haberme tirado todo el dia sujetando su tanga hacia un lado y dándole lengua a ese chocho y a ese ojete. Estuvimos así cerca de cinco minutos, Irene se tocaba con la mano por debajo su clítoris y tras algunos minutos más se corrió en todo el asiento trasero.

  • Argggggg... coño.... que gusto Marcos, ufffff... me has puesto cerdísima joder.

  • Has manchado todo el asiento, que rico está tu coño y tu culo Ire, estaría todo el dia comiendomelos.

  • Ya se que te gusta, estabas chupando como un perrito sabes? jajajaja

Todo esto era a oscuras, imaginaos el morbo. Me iba a explotar la polla. Ire se giró y empezó a chupármela, se la metía hasta el fondo de la garganta y yo me agarraba como podía al asiento para no morirme ahí mismo. El único sonido que había en el coche eran mis soplidos de placer y su "glup, glup" de la boca. Con mis derecha agarraba esa cabecita para ayudarla a chuparla mejor, y con la izquierda buscaba como podía su parte trasera. Cuando la encontré, le pedí que me chupara un dedo, y tras hacerlo, volví a llevar la mano a su culo y le metí un dedo en el coñito. Estaba completamente empapado, fruto de la comida de coño que le acababa de hacer, así que entró con facilidad.

Tras meterle un dedo, después dos, y después hasta tres de mi mano izquierda, los moví rápidamente dentro de su vagina y la zorra de Irene me hacía saber que le gustaba, porque aun teniendo mi polla incrustada en la garganta dejaba escapar unas suaves y dulces palabras por su boca, acompañadas de gemidos.

  • Urfff.. glup, glup... siiii.. mmmm... que rico... dale rápido a esos dedos nene...

Saqué la polla de la boca de Irene, hizo hasta un sonido como "plof", fruto del vacío, como si descorcharas una botella de champagne. Endencí la linterna y la ayudé a ponerse encima mío. Apagué la luz y no pasaron más de unos segundos hasta que Irene, agarrando mi polla con su mano, fue acercándola a su coñito. Mi rabo lentamente empezó a entrar hasta que estuvo completamente ensartada, encima mío, a horcajadas.

La sensación era una completa locura, es indescriptible el gustazo que me estaba dando tener a esa diosa con mi polla metida hasta el fondo de sus entrañas. Humedad, calor, los músculos de su vagina apretaban mi pene como si fuera una mano, y yo estaba en el cielo.

  • Por dios Ire, que gustazo, me vas a matar...

  • Anda, vamos a sacarte la leche rápido...no vaya a ser que venga alguien.

La zorra empezó a saltar, haciéndole a mi polla prácticamente una paja con su coño. Empezaron a escurrirle jugos por los muslos, y yo los notaba por mis piernas también. Los saltos de Irene cada vez aumentaban de velocidad, y los dos gemíamos como perros dentro del coche. Las ventanas empezaban a tener humedad, yo lo notaba, porque en uno de los botes de Irene sobre mi rabo coloqué mi mano en el cristal y la mano se resbaló rápidamente.

  • Salta zorra... uffff... me voy a correr dentro de nada... argggg... que gusto...

  • Mmmmm que rico, que gusto Marcos, ummm... me voy a correr yo otra vez..

  • AAAAHHHHHHHHH.... dioooooos! Siiiiiii.... pgprggggfffffff.... - Irene gemía descontrolada.

La hija de puta se había vuelto a correr antes que yo, imagino que fruto de la situación y lo cachondos que estábamos los dos. No pasaron más de unos segundos hsata que las contracciones de los músculos de su vagina provocaron que mi polla explotara en su interior, y comencé a soltar chorros de leche dentro de su coño. Tuve que agarrarme con las manos bien fuerte a su culo, clavándole hasta las uñas, porque esa zorra me estaba exprimiendo por dentro como si fuera una naranja. Nos quedamos un minuto besándonos el uno encima del otro, sudando, con mi polla bien clavada en su interior.

Encendí la linterna del móvil y enfoqué su cuerpo. Era el cuerpo perfecto del sexo femenino, tetas bien duras de tamaño medio, y unas caderas y culo de modelo. Todo eso estaba encima de mi rabo. Irene, tras algunos movimientos circulares como los que me había hecho el día anterior, sacó su coñito de encima de mi pene, y vi como la lefa cayó al suelo del coche. Después de limpiarla, comenzamos a vestirnos y salimos del coche, el olor a sexo era una locura.

De hecho, tuve que dejar la ventanilla un poco abierta para que el ambiente se ventilara, aunque si por mi fuera habría dormido ahí dentro.

  • Ha sido de los polvos mas cachondos que he echado en mi vida Marcos. Me estás ayudando mucho estos dias, me esta encantando esto, no se ni que decirte...

  • Yo también, sin duda una de las cosas mas locas que he hecho nunca. Será mejor que te vayas tú antes que yo para arriba, y peinate anda jajajaja - le dije mientras le daba sus bolsas.

  • Uff... si, estoy hecha una zorra, nunca mejor dicho no? Si tienes más ganas de fiesta nos vemos esta tarde, y si no mañana, no te sientas agobiado.

  • No te preocupes, cuando tenga ganas de follar te escribo por Whatsapp, y te aseguro que es muy frecuente.

  • Así me gusta, cuanto más mejor, algún dia echaremos de menos estos momentos supongo.

  • Sin duda, por mi que no acabe nunca...

Tras algunas palabras más, Irene se fué al ascensor y subió. Antes de que se cerraran las puertas me enseñó una teta y se rió. Aquella mujer era como una niña calientapollas en el cuerpo de una mujer de 40 años. Me daba algo de pena que si volvía su marido nuestra relación sexual terminara, aunque eso es cosa del futuro (de hecho, a día de hoy, 8 de Junio, todavía no ha vuelto), así que ya veremos que pasa.

Esa tarde volví a bajar a su casa, aunque eso es cosa de otro relato.

Espero que os haya gustado tanto como a mi follarme a este zorrón.

Un saludo cracks.