Mi vecina del 4º
Mónica es una universitaria que es observada por su vecino durante sus juegos amorosos con sus amigas.
Mónica era mi vecina del 4º2ª, desde mi dormitorio podía ver la ventana de su comedor.
Era una chica jovencita, no sé pues yo en esto de las edades tengo muy mal ojo pero no le echaría más de 22 , nunca había mantenido ninguna conversación con ella más que la típica de ascensor.
Por lo que he podido observar debe de ser universitaria y por su acento y no creo equivocarme del sur.
Es la que podemos llamar típica mujer española, pelo moreno, ojos oscuros, tez morena labios sensuales de esos que apetece morder y el resto es un conjunto de curvas bien proporcionadas que dibujan su figura, en una palabra, es lo diríamos una mujer de bandera.
Hoy es lunes y he tenido un día pésimo en el trabajo, así que para relajarme me acabo de dar una ducha, en la calle ya oscurece y cual ha sido mi sorpresa, cuando al salir de la ducha e ir al dormitorio para ponerme algo de ropa cómoda, he podido observar luz en su comedor.
Me ha extrañado pues ella no acostumbra a estar tan temprano en casa, entonces me he quedado observando a oscuras detrás de la cortina, y he podido intuir que no estaba sola, pues encima de la mesa he visto dos copas de cava.
Yo enseguida he deducido que estaba acompañada y no he podido reprimir el seguir observando.
A sido entonces cuando he visto a Mónica cruzar por delante de su ventana, ligerita de ropa.
A lo cual mi curiosidad a aumentado por momentos, cómo será el afortunado?.
La mayor sorpresa aun esta por llegar, el afortunado en cuestión luce un precioso vestido largo de gasa blanca que deja entrever su ropa interior.
Ahora si que me estoy excitando por momentos, estarán solas pues sólo hay dos copas sobre la mesa?.
Sólo han tenido que pasar unos minutos para disipar mis dudas.
Mónica regresaba al sofá donde permanecía su amiga sentada, esta al aproximarse le besó tiernamente en el cuello.
A lo cual la otra chica respondió con una agradable sonrisa.
Entonces Mónica cogiendo las copas de la mesa le puso una en la mano de su amiga y después de hacer un brindis, se fundieron en un largo beso, dejando de nuevo las copas en la mesa.
Mónica se sentó junto a su amiga.
Ellas no eran conscientes de que yo las estaba observando detenidamente.
Mientras, ellas se rozaban con suaves caricias y jugueteaban con sus inocentes lenguas.
Mónica se levantó, yo sólo le pedía a dios que no se marcharan al dormitorio pues ese no estaba en mi campo de visión y yo ya estaba muy excitado pues intuía lo que iba a ocurrir y mi toalla ya no daba más de sí.
Así que acerqué una silla a mi ventana y me senté, el espectáculo iba a comenzar.
Mónica se había levantado para quitarle el vestido a su amiga, se lo fue deslizando hasta dejarlo caer al suelo, mi intuición no se equivocaba, debajo de aquel vestido de gasa se escondía un precioso cuerpo.
Entonces fué esta la que desnudó casi sin darme cuenta a Mónica.
Ahora ya estábamos todos cómodos, ya podía empezar la fiesta.
Las dos chicas no cesaban de acariciarse, besarse y rozar sus jóvenes cuerpos,
cuando las caricias debido a la excitación tomaron un aire más brusco, una de ellas fue la primera en romper el hielo y dejó deslizarse una de sus manos entre las piernas de la otra, cuando pude observar como esta se estremecía en sus brazos.
Mónica para facilitarle el trabajo levanto su pierna encima del sofá, mientras su amiga decidió agacharse para poder besarle su lindo coñito mientras le acariciaba suavemente su trasero, a todo esto Mónica no dejaba de tocarse sus hermosos pechos.
Yo que estaba caliente como nunca antes empecé a acariciarme el pene que en esos momentos permanecía erecto como un mástil.
Las chicas se tumbaron en el sofá y ahora eran las dos las que se masturbaban a la par mirándose con ojos de deseo, no se en esos momentos lo que se dijeron, pero Mónica acercando el bolso sin levantarse, sacó de este un objeto largo, no era difícil saber de que se trataba, era un consolador en toda regla.
Unos 20 cm de largo
Pero, oh que era?
Si tenía dos puntas.
Vaya con las nenas como se iban a poner.
Y como me estaba poniendo.!!!
Mónica se tumbó boca arriba, metiéndose una de ellas en su preciosa vagina, la otra se le montó encima sin dudar y se pusieron a follar como locas, siguiendo un agradable compás, parecían dos caballos desbocados cabalgando.
Cada vez su movimiento era más rápido, hasta que pude ver como sus pezones se erguían cada vez más, mientras yo seguía masturbándome y creo que seria mentir decir que no nos corrimos a la vez.
Era tan excitante que casi podría decir que podía oler sus cuerpos sudorosos.
Una vez hubieron terminado la amiga se bajó y sacándole ese enorme consolador de su coñito empezó a lamérselo todo, como si quisiera comérsela enterita, Mónica después hizo lo mismo con su amiga y una vez más relajadas se sentaron las dos y se encendieron un cigarrillo.
Que buena idea pensé, yo también me encendí uno, sin pensar que la lumbre de mi cigarro podría delatarme.
Cuando me di cuenta de mi error, apague rápidamente el cigarrillo, pero dudaba si me habían descubierto, así que decidí retirarme y dejar las cosas aquí.
A la mañana siguiente pude escuchar como cerraba Mónica la puerta de su piso y apresurándome yo también salí de casa, me preguntaba si su amiga habría pasado la noche con ella, pero al salir al rellano, comprobé que estaba sola esperando el ascensor.
Buenos días le dije yo.
Linda mañana me contestó ella
Y guiñándome un ojo me preguntó?
Todo bien anoche? Yo Challi pa los amigos