Mi vecina de infancia

La inocencia de un niño que con su amiga se convierte en hombre...

Mi vecina de infancia

La historia que a continuación les relato es verídica, me sucedió cuando apenas nos pasamos a vivir en la capital ya que éramos de provincia yo tendría no recuerdo si unos 6 o 7 años.

Me inscribieron en una escuela particular y nos mudamos a uno de esos condominios donde viven varias familias.

En ese entonces la familia solo éramos mi mamá, mi papá y quien les está relatando.

Los vecinos eran muy amables y mi mamá hizo buenas migas con una vecina en particular que se llamaba Alexandra ella era madre soltera.

Bueno como les contaba Alexandra era la madre de Daisy una chica de unos 12 años que era mi amiga ya que cuando mi papá se iba a trabajar, ya saben la típica de las vecinas reunirse a hablar o mejor dicho a chismosear, y mi madre no era la excepción ya que ella y Alexandra se reunían o bien en mi departamento o en el de ella daba igual, lo importante era que Daisy siempre la acompañaba.

Así que mientras nuestras chismosas madres hablaban ella y yo jugábamos "inocentemente" por lo menos yo si pero por el contrario ahora me doy cuenta de que ella realmente lo que hacía era morbosearme.

Les voy a explicar jugábamos al "doctor" que era ella y yo su paciente nuestro juego consistía en lo siguiente: yo llegaba enfermo a su consultorio y ella me examinaba pero sus exámenes eran un poco distintos a los habituales ya que siempre me pedía que me bajara el cierre del pantalón para revisarme la verga la cual ella tomaba en sus delicadas manos y apretaba luego se la metía en la boca y succionaba yo como era inocente aún no veía malicia en sus acciones.

A veces cambiábamos los roles y era yo quien la revisaba ella me explicaba que debía hacer y como hacerlo.

Un día hicimos un encuentro en mi casa, para jugar como siempre y también jugamos al doctor pero ahora yo era el doctor.....

-Ella tenía puesto un vestido floreado le dije: "por favor pase al consultorio acuéstese en la cama y relájese" ella dijo "bueno doctor ".

-Pero ella no se acostó sino que adoptó la posición de perrito y dijo "adelante vea que es lo que tengo" yo levante su vestido y note que ella no se había puesto pantaletas estaba desnuda frente a mi dejándome ver su rajita y su culo.

-Con mis manos separé sus nalgas y dije "que hago ahora Daisy" ella respondió "con tu legua lame mi rajita y mi ano" yo obedecí y saque mi lengua y empecé a lamer su sexo que emanaba líquidos de olor particular mientras ella se contorsionaba y gemía.

-Entonces se corrió en mi rostro y no me disgustó para nada, después de quedarse exhausta y fatigada por largo rato se levantó y dijo "bien doctor como me encuentra" yo le respondí mientras me limpiaba "muy bien señorita ahora abra la boca y diga AHH" ella lo hizo así que procedí a meter entre sus labios carnosos una paleta de helado pero ella dijo que mejor introdujera mi miembro para así tener un mejor diagnóstico, así lo hice y ella hacía su trabajo de succión.

-Pasaría un año y ella me mostraría por primera vez una película porno con la que se masturbaba y ahí mientras veíamos la película ella se bajo su panty y se echó una paja de las buenas mientras frotaba mi entrepierna.

Yo estaba atento a la película y me preguntaba como hacían esos tipos para que se les pare la verga ya que entenderán que a uno no se le para a los 7 años, así que le dije lo que pensaba a Daisy mientras ella estaba terminando, ella me respondió que dejara pasar el tiempo que tarde o temprano sucedería.

Así continuaron nuestras vidas de vecinos "amistosos" hasta que un día cuando tenía 10 años sucedió, era mientras veía una de las tantas películas porno de Daisy, no cabía en mi alegría lo único que hice fue salir corriendo a buscar a Daisy, que en ese entonces tenía 15 años o un poco más, cuando ella me vió dijo:

-¿Qué te pasa?

-Ven a la casa a ver.

-Esta bien vamos, pero no entiendo el motivo de tu alegría.

Ya en la casa me baje los pantalones y calzoncillos y le mostré el por que de mi alegría, ella solo asestó a arrodillarse y mamar, yo estaba en el cielo era la primera vaez que me pegaba una mamada con la verga a 100%, después de esa mamada yo todavía no me corría, ella se quito sus jeans apretaditos como toda una señorita y se puso en cuatro sobre la cama y dijo "métela hasta el fondo" yo me dispuse a hacerlo así que de una embestida se la metí, yo tenía una extraña mezcla entre dolor e intenso placer y ella solo gimió, ya que como podrán imaginarse una puta como esa ya en ese entonces ya no era virgen, me contaban que culeaba con todos en el barrio desde los taxistas hasta con mis amigos, bueno volviendo a mi historia yo como había visto tantas películas ya sabía que hacer así que empecé a bombear mientras ella se contorsionaba, ella dijo gritando "!!!METEMELA POR EL CULO¡¡¡" yo saque mi verga de su chucha y la puse en frente de la entrada de su ano al que tantas veces había lamido antes, y entonces se la metí con suavidad ya que ese agujero es mucho más estrecho, entonces cuando la mitad de mi verga estaba en su interior se la metí de golpe y sin ninguna lubricación, yo estaba por fin follando a mi amiga desde que estaba en ese barrio, y entonces tuve una sensación extraña en mi cuerpo y de pronto me corrí y dejé en sus tripas mi semen que por primera vez expulsaba, después saque mi verga de su interior y le dije "¿cómo estuve?" ella me respondió "muy bien para tu primera vez".

Desde ahí ella me enseño todo lo que sabía acerca de follar y lo llevábamos a la practica hasta que me convertí en un experto fonador.

El día más triste de mi vida hasta ahora fue el día en que nos cambiamos de casa por el trabajo de mi papá, pero igual ella y yo nos despedimos a lo grande ya se imaginarán como para ese entonces yo ya tenía 15 años...

Y mis aventuras no terminan ahí ya que con mis dotes de follador cuando tenía la oportunidad rompía el culo a toda mujer que se me ofreciera.

Solo quiero decir a Daisy, si es que llega a leer este relato, que:

MUCHAS GRACIAS VECINA DE INFANCIA.