Mi vecina de arriba

Los peligros de tender la ropa desnudo con una vecina cotilla.

A veces cuando uno inventa, suele quedarse corto respecto a la realidad, esto que voy a contar por alucinante y raro que parezca, es algo que me pasó y que hoy día aun me sigue excitando.

Paso ya hace 4 años, cuando me mude a la que hoy es mi casa. Suelo tener la costumbre de andar por casa desnudo, normalmente las cortinas cerradas, porque no soy un exhibicionista

Una noche tras poner la lavadora fui a tender la ropa en el patio interior, y aunque estaba desnudo, pensé que a las horas que eran no habría nadie asomado y como la ventana esta como a un metro del suelo, pues solo se me vería de cintura para arriba.

Empecé mi tarea, y al rato de estar colgando, observe que en el piso de arriba enfrente de mi casa, había una mujer mirando, tras darse cuenta, se ocultó.

A los días colgando la ropa, pero esta vez vestido, mire para arriba y vi. a la mujer oculta pero mirando, ella no se dio cuenta que la miré y siguió en su ventana.

Varios días siguió ocurriendo lo mismo, miraba con sigilo arriba y no estaba. Hacia ruido con las cuerdas y aparecía.

Volví a colgar la ropa otro día desnudo, y allí estaba ella mirando, con sigilo, pero observando.

Cuando no estaba miraba hacia su colada y veía sus tangas y ropas y me gustaban.

Nunca la había visto cara a cara en la calle ni en la escalera, hasta que una tarde de mayo calurosa, coincidimos en el ascensor.

Una mujer de unos 45 años, morena, alta, 1.72 cm. mas o menos, con curvas sin llegar a estar gorda, y muy prieta vistiendo.

Me dio las buenas tardes y la voz me pareció súper erótica, el corto trayecto hasta mi casa la imagine con algún tanga de esos que veía colgado en su tendedero.

Llegue a casa y me masturbe pensando en ella.

Al día siguiente estuve tomando un café en el bar de enfrente, hasta que vi. que igual que el día anterior, a las cinco treinta y tantos, llegaba a casa.

La mire desde el bar, me fije en su culo, poderoso y bonito, en su pecho abultado

Subí a casa y me masturbe imaginando su cuerpo desnudo.

Al siguiente día, hice coincidir mi llegada al portal con la suya, las 5:34 de la tarde, y comencé una conversación de esas de ascensor.

vaya calor que tenemos para ser mayo, parece agosto.

Si, estaba pensando ir a la playa una tarde de estas, no sea que luego en verano no tengamos este tiempo.

Si que luego llega el invierno y estamos blanquitos, le contesté.

Tú de todas formas eres morenito de piel, me dijo.

Bueno adiós que ya he llegado, me despedí, lanzando una mirada a su escote.

Igual que las otras tardes, me masturbe.

Al siguiente día no apareció a "nuestra cita" y me tuve que conformar con mirar su tendedero.

A la noche oí ruido en el patio y me asome, era ella que estaba colgando la ropa. Me saludo y le devolví el saludo.

  • que tal?

  • bien, al final me he decidido a ir a la playa, se estaba muy bien, me contestó.

  • si ya supongo, le dije.

  • voy a darle una pasadita por agua al bikini, por si mañana vuelvo.

  • muy bien aprovecha.

Se despidió y se metió dentro, a la media hora volví a oír ruido y miré pero sigilosamente, esta vez ella no se dio cuenta de mi presencia.

Colgó una braquita de bikini, y volvió a entrar.

Dios santo empecé a imaginar esa `poca tela cubriendo aquel estupendo culo… y me puse malo, y por otra parte, ¿donde estaba la parte superior del mismo?

Empecé a fantasear viéndola en la playa solo con aquello y no tarde mucho en pajearme.

Al día siguiente me asome y vi. que su braguita estaba colgada, y pensé quizás hoy no ha ido, y podemos coincidir en la escalera

A las 5:30 me asome a la calle y la vi., llegar, y decidí bajar a la calle para coincidir en el portal, como sin querer.

Subí al ascensor, bajé, y al abrir las puertas casi nos chocamos.

Huy perdona, me dijo.

¿Qué de la playa? Le pregunte torpemente.

No, voy ahora, que como esta mañana estaba el bikini aun mojado, pues me pasó a cogerlo y me voy lanzada.

Mira que bien, conteste aun más torpemente.

¿Y tú no vas?

Haber si voy un día de estos, lo que pasa que solo da pereza, y no me animo.

Si quieres puedes venir conmigo ahora si te apetece.

Bueno, tengo que hacer una cosa pero en 10 minutos estoy de vuelta, conteste animado.

Vale pues tócame el timbre y vamos. Vivo en el 6ºB.

vale

A los diez minutos escasos estaba tocando su timbre preparado, para el espectáculo.

Fuimos a la playa y el espectáculo fue aun más excitante de lo que podía imaginar.

Top less, braga pequeña en culo grande, pechos preciosos

Volvimos a casa hablando de no se que, porque solo podía pensar en su cuerpo.

pues nada, ahora una remojadita al bikini a ver si mañana puedo aprovechar, me dijo mientras se despedía en el ascensor.

Hasta mañana contesté.

Estaba muy excitado, y pensé en haberle dicho algo, pero no pude.

Al llegar a casa me adelante y salí a colgar mi bañador

Salí desnudo, y salió tímidamente, hice como que no la veía y colgué mi bañador.

Entonces hice la locura mas grande que podía hacer, que solo bajo los efectos de la excitación se me podía ocurrir.

Me senté en el sillón que esta frente a la ventana, y con la ventana entre abierta, como por descuido, totalmente desnudo, espere a verla aparecer en su ventana, controlándola por el reflejo de otro cristal, para que ella no viese que la estaba viendo.

Cuando salió empecé a hacerme una paja, ella miraba y creía no ser vista.

Me la hice muy lenta, tarde casi cinco minutos, y todo el tiempo estuvo mirando, hasta que me corrí.

Al día siguiente, no puede aparecer a nuestra cita de la tarde, pero al atardecer cuando oí su ventana, me fui a asomar y encontré una sorpresa.

Estaba colgando la ropa, con los pechos al descubierto.

Yo solo pude exclamar, perdón.

Ella me excusó diciendo, no te preocupes, que acabo de llegar de la playa y antes de nada le he dado una pasadita al bikini

-Además tampoco pasa nada y menos tú que ya me has visto en la playa.

  • ya pero igual te sentías violenta… le contesté

  • tranquilo, no te has animado hoy a ir a la playa, me pregunto.

  • no, tenia un asunto y no he podido.

  • además había llevado la película esa que hablamos ayer, por si venias para dejártela

-gracias, bueno mañana si quieres me paso y me la das, conteste.

  • sube si quieres y te la doy ahora.

Subí, toque la puerta y la puerta se abrió.

Allí estaba ella tal cual le había dejado en la ventana, con los pechos al descubierto y con una braga azul, de quizás menos tamaño que la del bikini.

Se me fueron los ojos.

Entre me invito a una cerveza y se me seguían hiendo los ojos….

Bebimos la cerveza charlamos de no se que y se me iban los ojos.

Me fui a casa con mi película, y con unas ganas de masturbarme tremendas, y pensando que quizás le hubiera apetecido algo a ella, pero

La ventana seguía como el día anterior y vi. su reflejo mirando, así que pensé por que no repetir lo de la tarde anterior

Me desnude y empecé, ella miraba.

De repente oí un ruido, y pensé que era otro vecino de patio, y me levante rápidamente a cerrar.

Pero no, era ella que había abierto la suya totalmente, y de repente estaba ella mirando hacia mi ventana con los pechos desnudos y yo erecto mirándola.

-Vaya, dije.

  • Eso digo yo, vaya, comento ella con la voz acelerada.

  • no me había dado cuenta y tenia la ventana abierta

  • chico pues vaya descuido, no?, me dijo.

  • lo siento, le conteste pensando que estaba molesta.

  • no te preocupes que a nadie le amarga un dulce.

  • gracias, conteste sintiéndome estupido al momento.

  • bueno mas vale que cierres la ventana que aquí hay mucha salida, me contestó sonriendo.

-bueno casi con el calor que hace, la ventana la dejo abierta y me olvido de esto, sonreí nervioso.

  • ya siento haberte cortado

  • no pasa nada, vaya vergüenza, le dije.

  • bueno chico apártate de la ventana que te acabaran viendo, si quieres bajo a tu casa y seguimos charlando, pero al final nos van a ver aquí con las vergüenzas a los dos.

  • como quieras, respondí.

A los poco minutos sonó la puerta.

Abrí y era ella.

Me saludo y me dio un beso en la comisura de los labios.

Venia con una camiseta roja que debería ser una talla mas pequeña porque parecía que iba a reventarla con su al menos 100 de pecho, y una minifalda blanca que dejaba transparentar su tanguita.

Mira me he sentido culpable, y te he bajado esta película, que suelo utilizar cuando me dan los calores a mi, sonrió mientras me miraba con cara picara.

¿Cómo?, pregunté como si la frase no fuera clara.

Si, es una peli porno, ya sabes para aliviarme cuando estoy sola… contestó guiñándome un ojo.

Vaya, a si que sabes lo que estaba haciendo, ¿no?, pregunté.

Claro una paja, ¿no? Dijo

Sonreí estupidamente, sin contestar. No sabía que estaba la ventana abierta

ya, no pasa nada, pero tienes que tener cuidado, porque como alguien te vea

si tienes razón, contesté, puede molestar

hombre molestar.. a mi no me molesta, pero igual necesito yo coger la película y aliviarme chico, que no estas nada mal.

Tu tampoco estas nada mal, Silvia, conteste excitado.

Que más quisiera yo, que atraer a un chico como tú, rió, a mis cuarenta y muchos ya no estoy para seducir a jovencitos

A mi me parece que estas muy bien, seguro que muchos chicos te miran en la playa o por la calle, contesté esperando un movimiento suyo para empezar a dar rienda suelta a mis instintos.

Gracias, pero lo dices porque eres un cielo, tu si que estas para mirarte y comerte… sonrió malvadamente.

Buf, gracias Silvia, pero lo digo en serio que estas muy bien.

Chico pues no te has fijado mucho cuando hemos ido a la playa, o cuando subiste a mi casa… me respondió sin cortarse.

Sonreí nerviosamente, ¿a que te refieres?, pregunté como si no supiera de que iba la cosa.

Hoy por lo pronto no has venido a la playa, y te has ido de mi casa muy rápido

Si para hacerme la paja, contesté rápidamente, pensando al momento, pero ¿Qué he dicho?

¿A si? ¿Y tanta excitación?, pregunto con cara de viciosa y voz de tontita.

Joder Silvia, porque estas muy buena, contesté ya lanzado.

¿Si?, ¡que cabron! Ósea ¿Qué esa paja era pensando en mi? ¿y la del otro día?, sonrió morbosamente.

También, lo siento, me excitas mucho.

Bueno, ya que la culpable he sido yo, y ya que yo también he sido la culpable de que se te corte el rollo… ¿Por qué no me dejas que haga algo por ti?

¿Qué quieres hacer?, contesté sabiendo que mi erección era notable debajo del pantalón de deporte que llevaba puesto

No contestó, se quito la camiseta, se bajo la falda y se quedó solo con su tanguita azul.

Hazte la paja, quiero verte, me pidió ordenándomelo, tengo derecho ya que soy la protagonista, ¿no?

¿te apetece verme?, pregunte mientras no dejaba de mirar su cuerpo.

Mucho cielo.

Me baje el pantalón y ella agrandó sus ojos al verla tan erecta, empecé a meneármela, y ella no paraba de mirar, mientras hacia comentarios, del tipo, ¡Vaya polla tienes cielo! o ¡buf como me gustas…!

¿Te gustan mis pechos?, preguntó sin dejar de mirarme a la polla.

Me encantan, son preciosos, seguro que están duritos

¿quieres tocarlos? Respondió empezando a tocárselos ella y a pellizcárselos.

Si, quiero follarmelos, contesté fuera de mí.

Sigue con la paja que me encanta verte con esa cara de vicioso, respondió.

Ella siguió mirándome y tocándose los pechos, soltando burradas y obscenidades.

Venga haztela despacito como el otro día, menéatela, ¡venga!, me animaba como si de un espectáculo se tratará.

¿Sabes que me apetece? Me pregunto mientras se empezaba a apartar el tanga.

Dime, le contesté con la voz entre cortada.

Quiero hacerme un dedo mientras te pajeas

Se sentó en el sofá, se abrió de piernas, apartó del todo su tanga, y empezó a mover sus dedos alrededor de su clítoris.

acércate, ponte delante mió, quiero verte bien, quiero oler tu sexo… me ordenó mirándome a los ojos.

Me puse como a un meto de ella y seguí con mi paja, pero ella me pidió que me pusiera mas cerca.

Me acerqué hasta quedarme a menos de medio metro, y ella seguía soltando lindeces mientras se masturbaba.

Joder como me pone ver como te masturbas con esa polla gorda, me encantan tus huevos colgando, no pares cabrón.

Quiero follarte, exclame, mientras me acercaba a ella.

No, sigue pajeandote, tengo que volver enseguida a casa, tenias que haberme follado cuando has subido antes… gritó sin cortarse.

Le acerqué la polla a la boca, y en un principio rehusó a comérmela, pero finalmente la abrió y la chupo durante unos segundos, que sentí estar en la gloria.

sigue con la paja, me encanta verte como te lo haces… me dijo apartando sus labios de mi capullo.

Se quito el tanga, lo dejo encima del sofá y siguió frenéticamente tocándose el coño, mientras me miraba como me masturbaba.

Cogi el tanga, y empecé a olerlo, y aun me excitó mas su olor.

  • ¿Te gusta como huele mi chocho?

  • Si quiero comértelo entero, quiero que te corras mientras te lo como, le grité sin para de mirarle el coño y de oler el tanga.

De repente se empezó a convulsionar, y a susurrar, me corro, ya, ya,yaaaa.

¡Dios que bien!, suspiro dejándose caer en el sofá. ¿Y tu cabrón no te vas a correr?

Estoy a punto, ayúdame tú, termínamela, venga, le suplique casi mientras no paraba de meneármela.

No, quiero verte a ti, venga, quiero ver como te corres, y empezó a tocarme los muslos, dejando entre ella y yo una distancia de unos 25 o 30 cm.

Me voy a correr, le grité, advirtiéndole de lo que se le venia encima.

Siiii, suelta todo, venga, córrete pollón.

La primera chorretada salió disparada, impactado en su cuello, pelo y parte del pecho.

Suéltalo todo, no dejes nada, me volvió a incitar.

Volvía a soltar otra, que dio de lleno en una de sus tetas, y finalmente un último hilo que cayo por mis piernas.

Ella cogio su tanga, y se limpio el cuello y el pecho, mientras me decía, eres un semental, como me has puesto, me encanta

Luego, una vez limpia, paso su mano por mi pierna y me quito el resto de semen que había.

Esto para mi, y se chupo los dedos.

Se vistió y al despedirme, me beso en la boca.

recuerda, me debes un polvo, esa polla la tengo que disfrutar otro día en condiciones, y se giró hacia la puerta.

¿Cuándo? Estoy deseando follarte, le respondí desinhibido.

No se, pero mañana voy a la playa… si quieres vamos juntos.

Vale, contesté.

Te dejo la peli por si a media noche te apetece soltar mas leche, sonrió picaramente.

¿Y si subo esta noche?

Mañana madrugo y si subes no voy a dormir… volvió a sonreír.

Abrió la puerta y se fue. Lo que pasó al día siguiente, es cuestión de contarlo en otro episodio.