Mi vecina
Cómo conseguí tirarme a mi vecina, tras un descuido por su parte.
Mi vecina. I
Recuerdo todavía en mi recientemente finalizada vida de estudiante, de una vecina. Ella era una mujer de treinta pocos, pelirroja, muy atractiva. Resulta que yo vivía en un 4º piso, y en el bloque de enfrente, en un ático, vivía ella. Desde la ventana de mi habitación, así como desde el balcón de mi piso, se podía ver perfectamente lo que pasaba en la otra vivienda, así como desde la suya, se veía lo que pasaba en mi habitación.
Hace dos años, en una noche de abril en una ciudad andaluza, hacia un calor bestial, inusual para esa época del año. Estaba estudiando cuando me asomo a la terraza, y para mi asombro, me encuentro a esta despampanante mujer, paseándose desnuda por la casa. Esa chica tenía una estatura media y un cuerpo perfecto, aunque de cara, no era fea, pero tampoco miss universo. Tenía unas nalgas respingonas y unos pechos duritos y bien proporcionados, además de un cuerpo que se notaba cuidado de gimnasio. Esa noche no pude dormirme pensando en lo que había visto, y tuve que masturbarme pensando en ella.
A las 2 noches, estaba mirando por la ventana, cuando la veo entrar, pero no iba sola. Apagué la luz, y me puse a observarla. Estaba besándose de manera apasionada con un chico joven, bastante mas joven que ella. Iban desnudándose lentamente y besándose de manera apasionada, mientras este chico iba poco a poco acariciando su cuerpo. Una vez desnudos, siguen besándose de pie enfrente mía, y ella se dio cuenta que la estaba mirando. Mientras ella con su mano iba a su polla que poco a poco iba creciendo mas, di como me buscaba con la mirada. El chico no se dio cuenta.
Pero, mi sorpresa fue que no cerró la ventana ni se ocultó, sino que iba buscando la posición para que yo le viera. Mientras, mi pene iba creciendo y me tuve que bajar el bañador que llevaba, y empezar a masturbarme. Ella estaba excitada, porque el chico empezó a acariciarle con la lengua todo el cuerpo, mientras ella le dirigía la cabeza con la mano y no paraba de observarme. Mientras el joven lamía con mucha ansia el cuerpo de la mujer. Iba poco a poco, dirigido por la chica, hacia su depilada vagina, y vi como le introducía la lengua. Mientras, ella me estaba mirando y yo me estaba masturbando con más ganas. Cuando me corrí, el chico cogió a ella y se lo llevó a la cama. Ahí ya perdí la espectacular visión, porque la cama no se veía desde la ventana.
Al día siguiente, la chica me estaba esperando en la terraza, (y ni corta ni perezosa, después de saludarme, me dice:
-Hola.
-Hola-respondo -Ví que anoche mirabas lo que estaba haciendo -me fijé en su cara y pude ver que no me lo reprochaba, sino que quería empezar un juego_
-Si me fijé, además ví lo que hacías, pero hay que saber elegir mejor.-Respondí en tono defasiante
-Ah sí, ¿y tu serías mejor elección?
-Pues si, pero esta elección cuesta, te la vas a tener que ganar-yo cada vez estaba mas desafiante.
Cuando dije esta frase, vi como se entró en su casa, y apagó las luces.
A las dos noches de ocurrir esa conversación, estaba con Elena en mi habitación. Elena, como ya expliqué en un relato anterior, es una chica rubia, de 1,65, normalita, pero muy morbosa Es una compañera de fatigas de la facultad, con la que me acostaba. Éramos amantes propiamente dichos, y su novio un cornudo total.
Resulta que esa noche estábamos haciendo un trabajo para la facultad. Y tenía la ventana abierta. Me di cuenta que mi vecina estaba mirando por la ventana. De repente, se me ocurrió pagarle a mi vecina con la misma moneda. Empecé a calentar el ambiente e intentar acostarme con Elena, (cosa que no me costaba mucho trabajo porque yo de vez en cuando le hacia los "deberes" a su novio). Con ella no tenía que andarme con un cortejo previo, sino que bastaban unas leves insinuaciones.
Empecé poco a poco a besarla, y me la puse de pie de frente de la ventana abierta, mientras la iba desnudando. Yo vi como la vecina nos estaba espiando, e iba bajando su mano poco a poco hacia su vagina, y empezaba lentamente a tocarse y masturbarse. Ya estábamos los 2 desnudos, cuando Elena fue recorriendo mi cuerpo lentamente con su lengua hasta acabar lamiéndome lentamente la polla mientras me acariciaba los huevos con sus manos. Que sensación más placentera es que te acaricien las pelotas mientras te la maman. La cara de la vecina se hacia cada vez mas lujuriosa, y sus manos se agitaban cada vez mas rápido. Cuando le dije a Elena que me iba a correr, ella me dijo que lo quería dentro de ella, así que ni corta ni perezosa se lo tragó todo.
La lleve a la cama y empecé lentamente a "despejar el camino" con los dedos mientras le iba chupando los pezones. Una vez comprobé el que el terreno estaba bien, (más que nada porque tenía los dedos mojados de sus jugos), empecé a penetrarla. 1º, comencé lentamente e iba aumentando cada vez mas el ritmo, mientras notaba la cara de Elena y de cómo la hacia disfrutar. (Que imbecil es su novio). Continué bombeando cada vez más rápido, y cuando le dije que me iba a correr, me dijo que se lo dejara todo dentro, y que no tirara ni una gota.
Una vez acabados y tumbados en la cama, vi como la vecina estaba sentada con una cara de viciosa que asustaba, además de haber disfrutado con la visión que tenia del panorama.
Creo que ella disfrutó casi tanto más que yo, aunque nunca había probado el hacer el amor mientras me espiaban. , en lugar de darme pudor, me daba un morbazo y unas sensaciones que desconocía hasta ahora.
A la noche siguiente, me encontré a la vecina en el balcón. La conversación que tuvimos, tras los saludos y las trivialidades típicas fue: -Joder con el yogurín, como se lo montó anoche.
-Ya ves, yo también se jugar, y puedo disfrutar.
-Si vamos, si estabas con una niñata. A ver si harías lo mismo con una mujer.
-Mira chica, para hacer esto conmigo, te va a tocar sufrir un poco, porque como ves, no estoy necesitado-Yo iba sobrado, pero me salió bien la jugada.
-Si, a ver si el que no vas a sufrir vas a ser tu, yogurín-ese fue el mote que me puso.
-Anda, ve y te das una ducha de agua fría, porque esta noche poco más vas a hacer.
-Mira, cascatela ya que tú tampoco vas a hacer mucho más.
Al día siguiente, cuando estábamos desayunando mi compañero de piso y yo, salió el tema. Resulta que el me estuvo comentando si tenia alguna historia con la vecina y yo le conté lo que pasó. Al contárselo, me comentó que cuando me tirara a la vecina, el quería estar viendo como me lo montaba mientras "jugaba" con su novia. No me costó trabajo acceder a ello
A la noche siguiente, me encontré de nuevo a la vecina. Empezamos saludándonos y hablando de trivialidades, cuando poco a poco fue la conversación hacia temas mas calientes. Al final, salió el tema:
-Bueno, veo que a ti también te gusta jugar y que juegas bien-mi vecina.
-Pshe, uno hace lo que puede.-yo con mi falsa modestia.
-Bueno chico, ¿como quieres que continúe el juego?
-Verás, estoy cansado de jugar, tengo ya ganas de acabar con esto y darte lo que te mereces.- me puse ya en plan desafiante, con ganas de acabar esta locura.-
La verdad, yo me esperaba otra respuesta cuando ella me dice:
-Yo también. ¿Por qué no te vienes para mi casa y acabamos haciendo lo que llevamos buscando los 2 desde hace tiempo? Porque chico, te he visto tu polla y la quiero dentro de mi, hacia tiempo que no veía algo igual. (La verdad es que estoy bien dotado de serie)
Me faltó tiempo para bajar las escaleras y llegar a casa de mi vecina. Pero antes, fui a avisar a mi compañero de piso y su novia a decirle que se fueran a mi habitación y apagaran las luces, para que no los pillaran.
Nada mas de pensar que me iba a cepillar a mi vecina, con las ganas que le tenía desde que me mudé, y que mi compañero de piso y su novia iban a espiarme mientras ellos "jugaban", fue suficiente para ponerme a tono.
Mientras bajaba por la escalera, la polla se me iba poniendo cada vez mas dura, hasta el extremo que me iba a reventar el pantalón.
Pero lo más maravilloso fue el llegar a su casa y encontrare a esa diosa, con un pijama semitransparente, donde realzaba cada vez más su cuerpo. Al subir, estaba esperándome en la puerta de su casa, y nada mas verla me lancé a sus labios. Tenía unos labios carnosos y jugosos. Fuimos dándonos un beso con mucha pasión mientras cerraba la puerta y me llevaba a la habitación donde la solía espiar. Una vez allí, la tumbé en la cama, y empecé a recorrer su cuerpo con la lengua, mientras notaba como ella se estaba excitando más y mas. Me paré a comerme sus pechos mientras con un dedo iba "preparando el terreno". Empecé a acariciarle con los dedos su coño, y notaba como se iba poniendo cada vez más húmeda. Fui con la lengua bajando poco a poco hasta su coño, y le empecé a meter la lengua, y empaparme de sus jugos. Dios, aquello era gloria. Yo estaba muy empalmado, jamás había estado así ni la había tenido tan grande, dura y jugosa. Ella me acariciaba la cabeza y me marcaba el ritmo mientras yo le comía el coño. Me paró en la faena, y me dice:
-Métemela ya, so carbón.
De pensar que estaba con aquella mujer, y sabía que mi compañero de piso, y en especial, su novia, me estaban vigilando, estaba ya que no podía aguantarme a mi mismo. Fui con mi polla apuntando hacia su coño húmedo. Pero antes de introducirla, acariciaba con la punta de mi capullo sus labios, y a ella le veía la cara de impaciente que tenía. Poco a poco fui introduciéndole la polla a mi vecina y empecé a bombear dentro de ella. Al principio iba lento pero fui progresivamente subiendo la velocidad. Mientras estaba bombeándola, le agarraba la cintura y me la traía hacia mí. Sus caderas estaban acompañando, perfectamente acoplados. Cuando le avisé que me iba a correr, me dijo: -Déjalo todo dentro de mí, so carbón.
Yo ni corto ni perezoso, le inundé todo su coño de semen, y a ella le seguía viendo la cara de puta insatisfecha. Nos tumbamos los dos en la cama, y me puse de forma que pudiera ver lo que estaba pasando en mi habitación. Joder que mamada le estaban dando a mi compañero de piso. Estábamos los dos acariciados y besándonos lentamente con pasión, mientras ella me acariciaba las pelotas. Joder, que sensación más placentera. Cuando se me puso dura otra vez, vi como ella bajaba la cabeza y comenzó a comérmela, con mucha ansia, como si fuera ese su primer alimento en días. Empezó lentamente, pero iba cada vez mas rápido, devorándola con pasión, Aguanté todo lo que pude, y cuando le dije que me iba a correr, ella seguía como si nada. Acabé esa maravillosa mamada corriéndome en su boca, y vi como le gustaba y se lo tragaba todo.
Acabamos esa noche los dos desnudos y abrazados, después de pegar un polvo memorable, sabiendo que mi compañero de piso había disfrutado también y que su novia me estaba viendo follar.
A partir de esa noche, solía follar con frecuencia con la vecina, además de con Elena. Así es como empezó una época de experiencias nuevas, además de entrar en escena algún personaje inesperado.